Alfonsina y el Mar

Por la blanda arena que lame el mar
su pequeña huella no vuelve más.
Un sendero sólo de pena y silencio llegó
hasta el agua profunda.
Un sendero sólo de pena muda llegó
hasta la orilla.

Sabe Dios qué angustia te acompañó...
Qué dolores viejos calló tu voz
para recostarte arrullada en el canto de las
caracolas marinas...
La canción que canta en el fondo oscuro del mar
la caracola.
¡Te vas Alfonsina con tu soledad!
¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar?
Una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma
¡y la está llamando!
Y te vas
hacia allá como en sueños
¡dormida Alfonsina vestida de mar!...

Cinco sirenitas te llevarán
por caminos de algas y de coral.
Y fosforescentes caballos marinos
harán una ronda a tu lado.
Y los habitantes del agua
van a jugar pronto a tu lado.
"Bájame la lámpara un poco más...
Déjame que duerma, nodriza, en paz...
Y si llama él, no le digas que estoy...
Dile que Alfonsina no vuelve...
Y si llama él,
no le digas nunca que estoy...
Dí que me he ido".

Y te vas
hacia allá como en sueños
¡dormida Alfonsina vestida de mar!...