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Cuando
se habla de cómics se suele pensar en los tradicionales héroes de
la historieta americana: Batman, Superman y el actualísimo Spiderman...
Alguno que haya buceado un poco más en el mundo de la historieta
recordará también los personajes del Manga, el cómic japonés. Y
si el interrogado es argentino, seguramente no olvidará a Patoruzú,
Isidoro, Mafalda y Cholula, loca por los Astros... Pero otro personaje
hace historia en el mundo de los cuadritos. Él asoma desde Francia,
y nos trae narraciones llenas de referencias a la historia antigua
de "la Galia".
Los padres del pequeño galo llamado Asterix
Fue el 29 de octubre de 1959 cuando el guionista René Goscinny y
el dibujante Albert Uderzo vieron aparecer por primera vez a su
creación en la revista francesa "Pilote", bajo el título "Asterix
el galo". Y el pequeño guerrero conquistó Francia, no por la gracia
de la maravillosa poción mágica, sino por la creatividad de sus
autores y al buen humor que el lector encontraba mezclado con las
más antiguas raíces nacionales del pueblo francés.
Pero algo más causaba gracia a quienes conocían a sus creadores:
la divertida similitud física entre ellos y la dupla de personajes
más representativos de la historieta.
René Goscinny, el guionista, quien había vivido largos años en Argentina,
era pequeñito... Como Asterix.
Albert Uderzo, el dibujante, es bien corpulento, grandote... Como
Obelix.
Si hoy los lectores pueden sumar números novedosos de Asterix a
su colección es gracias a que la creación de Uderzo no terminó cuando
se produjo la lamentable desaparición de Goscinny, en 1977. A pesar
de que muchos entendidos declaran que la calidad de las historias
no es comparable a la que tenían cuando Goscinny vivía, lo cierto
es que no puede dejar de reconocérsele a Uderzo el coraje de haber
mantenido con vida al galo más famoso de la historieta.
Continuó, pero en 1994 declaró que no volvería a dibujar ni a los
personajes ni a la aldea gala, sin embargo...
A los 69 años, y luego de estar por cinco años sin publicar, Uderzo
presentó el libro número 30: El mal trago de Obelix. El anuncio
de este nuevo lanzamiento hizo que toda Europa, y Francia en particular,
estuviera expectante y tratando de enterarse sobre qué trataría
esta nueva historia... No hubo caso. Tuvieron que esperar a que
el libro estuviera a la venta para saberlo.
Dicen, los que lo conocen, que Uderzo no podía resignarse a dejar
morir a sus "hijitos". Otros, menos cariñosos, más escépticos y
mal pensados, sostienen que Asterix regresó por la codicia de su
dibujante y, desde 1977, guionista.
Y no le fue nada mal... Con Asterix a la cabeza de su ejército de
tinta y humor sigue presentado batalla. Pero no a las legiones de
César, no. Pelea cuerpo a cuerpo en Europa contra las tropas del
cómic estadounidense y del Manga japonés. Uderzo tiene vendidos
más de 300 millones de sus libros, ha llevado a sus personajes a
la pantalla del cine, y recauda un buen dinero (cientos de millones
de dólares por año) gracias a la comercialización de muñecos, juegos
de computadora y a un parque de diversiones habitado por Asterix
y toda la tribu gala que, en París, pelea, con éxito, con la sucursal
de Disneylandia del viejo continente.
Los detractores de Uderzo dicen que es "un tipo raro". Puede ser,
no deja de ser llamativo que un dibujante de cómics sea daltónico,
pero cosas más raras se han visto bajo el sol.
Sostienen también que, de la dupla, Goscinny era "el inteligente",
que todas las ideas "grandes" de la tira salían de su cabeza y de
su máquina de escribir. Que suya fue también la idea de realizar
alusiones históricas y de incluir guiños culturales que hicieron
y hacen la delicia de los franceses.
Pero hoy, tanto unos como otros, no pueden dejar de reconocer que
Asterix sigue vivo gracias al "tipo raro" y codicioso llamado Uderzo.
Idas y vueltas tras las viñetas
La editorial francesa Dargaud encargó el nacimiento de Asterix,
con indicaciones claras y bien definidas: el protagonista debía
ser "bien francés" y estar sólo. No debía tener pareja cómica.
¿Qué se les ocurrió a Goscinny y Uderzo? Ponerle en la cabeza a
este héroe solitario francés el casco alado de la marquilla de cigarrillos
"típicamente franceses" Gauloises, y, como en los viejos manuales
de historia, podía leerse en Asterix una conocida frase: Nuestros
ancestros los galos...
Hacer del héroe del cómic un representante típico del pueblo francés
no fue difícil. Lo difícil fue dejarlo sólo. Tanto es así que, en
el primer número, Asterix el galo, ya comparte cartel con el druida
Panoramix. Pero, ya desde el segundo volumen, Obelix es parte de
esta historia. Porque, como dice Uderzo, "A René y a mí nos gustaba
mucho El Gordo y El Flaco, y nuestros chistes se basaban siempre
en los que hacían Laurel y Hardy". Así, haciendo gala de su fuerza
prodigiosa, Obelix llegó para quedarse.
Los argentinos fanáticos de Patoruzú señalan similitudes entre la
historieta francesa y el "gran Cacique de Las Pampas". Creen que
la estadía de Goscinny en Argentina es el origen de las reminiscencias
que en Asterix y Obelix se encuentran de Patoruzú y Upa.
De hecho, Goscinny estuvo en Buenos Aires desde los dos años de
edad, llegado de su París natal, y vivió en "La Reina del Plata"
durante veinte años, para luego partir hacia Nueva York y, más tarde,
volver a Francia. Tanto tiempo vivido en las tierras de Patoruzú
exalta el nacionalismo de los "comiqueros" argentinos, que no dejan
de decir que la similitud entre los personajes de los franceses
Goscinny y Uderzo y los del argentino Dante Quinterno es innegable.
Pero a nacionalismo, a los franceses no es fácil ganarles. Y, por
otra parte, Dante Quinterno, fiel a su estilo hermético, jamás dijo
nada al respecto, ni asintiendo ni negando el hecho.
Eduardo Ferro, quien fuera muy amigo de Quinterno, al preguntársele
en una entrevista realizada en 1997 al respecto, dijo: "Volviendo
a meditar sobre similitudes, pienso que si nos lo proponemos, con
disposición a la suspicacia, en realizaciones que tanto se apoyan
en el lugar común podemos encontrar a todos los gordos, a todos
los pegapiñas y a cientos de personajes de la historia en la historieta
y del dibujo animado, que desde ese archivo gigantesco nos guiñan
un ojo cuando nuestro lápiz busque en el papel la creación que nos
haga famosos".
Vemos así cómo, entre lo dicho por Ferro y el propio Uderzo, no
hay confrontación alguna.
Con Asterix se produjo en Francia uno de esos fenómenos que la historia
de ese país ya conoce. Así como la Revolución Francesa se exportó
por todo el planeta, el más famoso personaje de la historieta gala
se convirtió, desde su primera aparición, en el cómic europeo más
vendido en todo el mundo. De hecho, Asterix fue traducido a 77 idiomas,
convirtiéndose casi inmediatamente en un símbolo nacional para los
franceses, a tal punto que llegaron a bautizar satélites espaciales
con su nombre.
Con el crecimiento de las ventas, comenzaron los problemas. Los
primeros fueron con la editorial Dargaud.
Decían los creadores de la tira que la editorial los tenía contratados
en condiciones sumamente desventajosas para ellos. Incluso, poco
antes de morir, el guionista Goscinny la demandó, y Uderzo sostiene
que trabajar con las presiones que lo hacían para Dargaud "ayudó
a matar a René".
La segunda gran crisis fue la ocasionada por la muerte de René Goscinny,
pues seguía el proceso iniciado por él contra la editorial. Esto
ocasionó que Uderzo debiera dibujar Asterix en Bélgica bajo la supervisión
de un funcionario judicial, quien debía sellar cada lámina terminada
para luego entregarla a los directivos de Dargaud.
Finalmente, Uderzo alcanzó a independizarse, pero con ello perdió
los derechos sobre las 25 historias ya publicadas. Sin amilanarse,
fundó la editorial Albert - René, y siguió trabajando. Pero en 1994
se enfrentó con otro lío legal, cuando falleció la viuda de René.
En ese momento, Anne Goscinny, la hija de René, demandó a Albert,
a pesar de que hasta ese entonces lo quería "como a un padre". Una
vez más, la causa de que el amor se terminara fue el dinero.
Esta fue la tercera gran crisis de la historieta. A la muerte de
Goscinny, la viuda cobraba un 20 por ciento de las ganancias que
generaba el cómic. Muerta la viuda, la hija no se conformaba con
menos del 50 por ciento. Fue en ese momento cuando Uderzo anunció
que Asterix, para él, se acabó.
Luego, como vimos, hizo revivir al galo, y declaró que se había
visto metido en medio de toda esa querella sin quererlo y que "el
trabajo me ayuda a olvidarme de todos esos problemas, que me causan
un auténtico agobio".
Cuando se lo cuestiona sobre el por qué de continuar la obra sólo,
sin contratar a otro libretista, él responde: "Si bien el diseño
es mi verdadero oficio, al comienzo de mi carrera tuve la oportunidad
de escribir libretos. Además, ¿qué guionista sería capaz de meterse
en la piel de René? La respuesta de que nadie lo haría me llevó
a considerar que tenía que seguir solo en la aventura, y la aceptación
del público me lo reafirma. La colaboración con René en 24 álbumes
fue tal que diariamente trabajo un poco con él, aunque no esté.
Cada día me pregunto qué pensaría él, y a veces corrijo mis propias
ideas...
Es una aventura creada y consolidada de a dos. Yo no hubiera podido
compartir la continuación con otro autor. René era único".
Todavía hoy, la editorial Dargaud y sus empleados creen que en realidad,
Uderzo lo hace todo por ambición. Pero Uderzo siguió en la lucha
y triunfó... Eso no siempre es simpático para los que pierden ante
los tribunales grandes sumas de dinero. El mismo dinero por el que
acusan al triunfador de "ambicioso".
Pasó mucho tiempo entre el libro 29 y el número 30 (esto nos lleva
nuevamente a poner en duda la supuesta ambición de Uderzo). Y cuando
se lo cuestionó al respecto, comentó que...
"Hubo muchas causas para esta larga demora. La primera es que la
publicación de La rosa y la espada, en octubre de 1991, me dejó
exhausto. Fue necesario visitar la mayoría de los países que aparecían,
y creo que ese trabajo permitió que el álbum fuera un éxito. Era
lo menos que se podía hacer".
Esto prueba que Uderzo se toma en serio el trabajo, y que es un
andariego de ley. Luego agrega:
"Después, con Sylvie, mi hija, y otros socios, determinamos las
estrategias para el futuro de los productos derivados (muñequitos,
juegos, películas). Eso, para mencionar sólo lo placentero. Y después,
después... yo esperaba una buena idea argumental totalmente propia,
que resistiera la corrosión. Créame, no es nada fácil sorprender
al lector, que conoce de corazón absolutamente todo el universo
de Asterix".
Y hablando de conocer, ¿qué sabés vos de Asterix?
La historia y sus protagonistas
Los romanos, con Julio César al frente, dominan toda la Galia. Toda...
Menos la aldea en la que habita Asterix.
La aldea resiste bajo el liderazgo del jefe Abraracourcix, que tiene
la debilidad de ser transportado sobre un escudo, en andas, a pesar
de ser un tanto obeso. Sólo frente a un adversario Abraracourcix
olvida su dignidad de jefe: ante su pequeña pero temible esposa
Karabella.
Y resiste la aldea gracias al arrojo del guerrero Asterix, fuerte
y rápido como el legendario Aquiles, y a la maravillosa pócima mágica
del druida Panoramix, único poseedor del secreto del brebaje.
La pócima es repartida por Panoramix entre todos los pobladores
de la aldea, sólo se la niega a Obelix... ¿Por qué?
¡Porque no le hace falta! Cuando era pequeño Obelix cayó en la marmita
en la que el druida prepara el brebaje mágico. Ante esta "sobredosis"
se le prohibió terminantemente la ingesta de pócima. Pero él trata
siempre de "colarse" en el reparto, lo que enoja a Panoramix...
Cierta vez, Obelix, dejándose llevar por su deseo glotón, se bebió
toda una marmita del líquido mágico y... ¡Por Tutatis! ¡Panoramix
tenía razón! Obelix se convirtió en piedra.
El entrañable y venerado Panoramix se la pasa recolectando hierbas
con las que realiza la poción y otras cositas.
A pesar de ser un druida, puede dejarse llevar por su mal genio,
reconocer en Cleopatra la belleza femenina, acusar a todos los habitantes
de su aldea de ser infantiles y hasta perder un tanto la razón en
algún episodio, como en El Combate de los Jefes. Lo cierto es que
Panoramix es infaltable, querible y necesario... Sin él ¿quién les
da la pócima?
La aldea cuenta entre sus personajes más notables al bardo Assurancetorix,
quien es un hombre respetado por sus conocimientos, su fineza, su
inteligencia, su nobleza. Sólo tiene un defecto: le gusta mucho
cantar, pero que canta MUY MAL. Siempre terminará amordazado y atado
a un árbol por sus compañeros de aldea... Son las desventuras de
un alma artística.
Si de desventuras vamos a hablar, no debemos olvidar el gran amor
imposible de Obelix, la bella gala Falbalá. Pero como hombre fuerte
que es, Obelix sigue repartiendo menhires en su Estado (por ello
lleva a sus espaldas una enorme piedra), comiéndose tres jabalíes
asados por comida y acompañando a Asterix en las luchas contra los
romanos.
El arquitecto de la aldea es Numerobix, quien se especializa en
la construcción de paredes torcidas. Y como buena historia, Asterix
tenía que tener un perro: Idefix. Valiente, simpático y buen compañero.
Como todo perro.
Los simpáticos malos son los romanos, entre quienes se destacan,
obviamente, Julio César, Tulius Borricus (centurión del campamento
de Aquarium, cuya única medalla fue ganada en los Juegos Olímpicos),
Claudius Mulus (mismo mérito militar que el anterior), y Mono Sabius...
Todos ellos no han podido vencer a la aldea Armorica.
¿Por qué en la era de los Druidas? La Historia y la Historieta
A Goscinny no se le ocurría nada. Entonces, en una especia de "tormenta
de ideas", le pidió a Uderzo que le dijera tres períodos históricos.
Primero intentó con el paleolítico, pero creyó que el momento indicado
para ambientar la historia de un "típico francés" no podía ser otro
que el de la Galia en lucha con los Romanos... Año 50 a.C. Comienza
la historieta sobre la base de la Historia.
Todos los nombres de la historieta terminan en "ix"... Y esa es
la primera broma que nos hacen Goscinny y Uderzo. Porque en realidad,
los antiguos galos utilizaban esa sílaba como final de nombres cuando
estos pertenecían a los jefes. Era una forma de identificarlos...
En Armorica todos son jefes, hasta el perro.
Julio César, en la historieta, dista mucho del general romano que
conquistó de manera aplastante a la Galia, que terminó con la rebelión
en el 52 a.C. y se llevó, atado en su carro, como trofeo de guerra
a Vercingetorix (jefe rebelde galo), arrastrándolo a Roma para luego,
hacer que lo estrangularan.
Es que el Julio César que escribió La Conquista de Las Galias no
nos resultará tan simpático como el de papel. El trato que les dio
a los galos, parece ser que fue muy considerado, salvo, como vimos,
al jefe rebelde. Vercingetorix había cometido algo que no sería
perdonado por César: le arrojó, ya vencido, la espada sobre los
pies. Con Julio César no se jugaba, chicos.
Arqueólogos admiradores de la historieta la tomaron en serio, y
hace unos años encontraron una pequeña aldea, al norte de Francia,
que conservaba sus cercas originales. Como la misma fue encontrada
casi intacta, resistiendo al paso del tiempo, estos arqueólogos
creyeron, felices, que era Armorica, la aldea de Asterix... ¡Lo
que es el influjo del cómic!
Historieta con anacronismos históricos: los menhires que tallaba
Obelix, en realidad, eran muy usuales alrededor de veinte siglos
antes del tiempo en el que se ubica a los protagonistas de la tira
cómica.
Lo que sí guarda relación con la historia de la humanidad, aunque
parezca mentira, es precisamente la poción mágica de Panoramix.
¿Cómo es esto? Sucede que los romanos cuentan, en sus obras, que
les tenían horror a los celtas, porque los consideraban bárbaros
en la pelea, y les parecía terrible la costumbre de, una vez, terminada
la batalla, llevarse las cabezas de los enemigos caídos clavadas
en sus lanzas. De hecho, se sabe que antes de los enfrentamientos
armados, los celtas entonaban una especie de danza ritual con cantos
de guerra que lograban atemorizar, nada menos, que a los soldados
de Roma... Lo que no es poco.
Creen algunos investigadores que los celtas iban a la guerra luego
de ingerir sustancias alucinógenas, que los excitaba y los desinhibía
para el combate... !Hete aquí la pócima mágica!
Por otra parte, la caída de Obelix en la marmita de Panoramix tampoco
es un episodio reñido con la historia. Las marmitas eran fundamentales
en ciertos rituales de iniciación, en los que el iniciado ingresaba
a una condición de vida diferente. No sería como la de la invencibilidad
de Obelix, pero tanto da...
Moraleja: la historieta puede ser un disparador para interesarse
por la historia. Pero... ¡Por Tutatis! Para saber historia hay que
estudiar.
Los libros
Te damos el listado. Primero los libros en los que Goscinny trabajó
con Uderzo.
- Asterix el Galo
- Asterix y los Godos
- Asterix y la Hoz de Oro
- Asterix Gladiador
- Asterix en los Juegos Olímpicos
- La Vuelta a la Galia
- Asterix y Cleopatra
- Asterix y los Normandos
- Asterix Legionario
- El Combate de los Jefes
- El Escudo Arverno
- Asterix en Bretaña
- Asterix y el Caldero
- Asterix en Hispania
- La Cizaña
- Asterix en Helvecia
- La Residencia de los Dioses
- Los Laureles del César
- El Adivino
- Asterix en Córcega
- El Regalo del César
- La Gran Travesía
- Obelix y Compañía
- Asterix en Bélgica
Y ahora, las pertenecientes a Uderzo, luego de la muerte de Goscinny.
- La Gran Zanja
- La Odisea de Asterix
- El Hijo de Asterix
- Asterix en la India
- La Rosa y la Espada
- El mal trago de Obelix
Las películas
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Todavía recordamos la película
del '99: Asterix y Obelix contra César, con Christian Clavier como
Asterix, Gerard Depardieu como Obelix, y el genial Roberto Benigni
como el intrigante romano Detritus. Al film, dirigido por Claude
Zidi, quizá se le pueda criticar que el personaje de Detritus se
"comió la película", en detrimento del propio protagonista Asterix...
Pero no dejó de ser divertida.
Hoy, estamos frente a un nuevo film del héroe galo: Asterix y Cleopatra.
Otra vez el año es el 50 a.C. Egipto ya ha sido derrotado por Roma.,
y la historia se convierte en una sumatoria de peripecias comiquísimas
y desopilantes entre Julio César (Alain Chabat), Asterix (Christian
Clavier), Obelix (Gerard Depardieu), Cleopatra (Mónica Bellucci),
Numerobis (Jamel Debouzze) y el infaltable e infalible Panoramix
(Claude Rich), con su poción mágica.
¡Quiera Tutatis que la disfrutes! Por ahora, yo te digo: "Los que
van a leer cómics, te saludan". ¡Hasta el próximo cuadrito!
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