EL
MUNDO ES UN SIMULADOR
Miércoles 8 de septiembre de 2004. Publicado por ABC. |
Por
M. Álvarez y J. Merino |
MADRID. No los vemos, pero influyen en nuestras vidas, proporcionando
los cimientos que permiten el desarrollo científico y tecnológico
de la sociedad. Son los modelos matemáticos, la representación de
la realidad a través de números. No en vano, ése fue uno de los argumentos
para que el año 2000 fuese declarado por la UNESCO como Año Mundial
de las Matemáticas, una disciplina imprescindible en el desarrollo
de la sociedad moderna. Todo lo que vemos puede ser representado por
números, pero también se puede dar la vuelta a la tortilla: los mismos
modelos permiten "construir" un mundo alternativo. Una dimensión virtual
en la que es posible obtener resultados tangibles minimizando la posibilidad
de error, y que cada vez despierta más interés en ámbitos tan dispares
como el aeroespacial, la automoción o la Medicina.
¿Quiénes son los artífices de este avance tecnológico? Gran parte
de la "culpa" la tienen los ingenieros de The Mathworks, una de las
mayores empresas dedicadas al diseño de software para la creación
de modelos matemáticos, que lleva 17 años trabajando en estas aplicaciones.
Su principal herramienta, "Simulink", es un software que permite la
simulación y modelaje de sistemas para realizar proyectos de investigación
a través del ordenador. "La ventaja que presenta es que puede crear
modelos matemáticos de cualquier ámbito del mundo real, simulando
comportamientos, materiales o estructuras, evaluando su rendimiento
y ajustando su diseños según convenga", explica el director General
de The Mathworks en España, Miguel Ángel Braojos.
Menos margen de error
Así, los modelos pueden ser llevados a la práctica, de nuevo al mundo
real, en forma de prototipos casi definitivos, lo que supone un enorme
ahorro de tiempo y dinero, además de una reducción de los márgenes
de error. Este empresa, presente en más de cien países, trabaja con
un paquete básico de cálculo avanzado que se complementa con diferentes
herramientas adaptadas a cada área concreta.
Uno de los campos donde mayor repercusión están teniendo estas aplicaciones
es el de la biotecnología. Actualmente, The Mathworks provee software
para el desarrollo de proyectos de investigación en varios equipos
de nuestra país. Entre ellos, el de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Santiago de Compostela, que trabaja en el "ahorro"
de dosis de radioterapia en enfermos con tumor cerebral. Se trata
de la simulación en tres dimensiones del cerebro del paciente y permite
conocer, a través de una serie de parámetros, los efectos que una
sesión tendría en sus diferentes puntos. Esto permite optimizar las
dosis de radicación para acabar con el tumor sin efectos indeseados
en otros órganos.
Otra aplicación es la que está desarrollado el Centro de Investigación
en Ingeniería Biomédica de la Universidad Politécnica de Cataluña
y la Fundación Trias i Pujo, que permitirá diagnosticar el Síndrome
de apnea obstructiva del sueño (SAOS), una enfermedad que impide dormir
en condiciones normales a quienes la padecen, ya que provoca pequeñas
pausas involuntarias en su respiración, y que puede tener consecuencias
graves como infartos cerebrales. Gracias a los modelos matemáticos,
se podrá diagnosticar fácilmente si un paciente sufre de apnea "escuchando"
sus ronquidos. Un sensor colocado junto a su cuello registrará su
flujo respiratorio durante la noche, grabación que será analizada
por un software de procesamiento de señales. El análisis permite,
basándose en modelos específicos del paciente, identificar el número
de apneas y su duración, lo que ofrece un diagnóstico mucho más rápido.
Los modelos matemáticos no sólo presentan grandes ventajas en el campo
de la Medicina, sino que también sirven de gran ayuda al diseño industrial.
El mundo del automóvil, muy pujante en este sector, es uno de los
que más se beneficia de sus aplicaciones. No en vano, todas las empresas
automovilísticas del mundo trabajan con ellas, desde Mercedes Benz
hasta BMW o Toyota. El sistema de The Mathworks supone para estas
empresas, las primeras en poner sus ojos en los modelos matemáticos,
un ahorro de millones de dólares, ya que permite probar los modelos
en el PC, sin necesidad de fabricar un prototipo.
Falta de inversión
Así, el ingeniero que está desarrollando una rueda tiene su propio
programa con una librería de simulaciones que le ayudan a saber cómo
se comportará esta pieza en diferentes situaciones: si soportará un
fuerte golpe o será resistente ante las inclemencias del tiempo...
Y del mismo modo, existe una aplicación para el resto de los componentes
del coche, que más tarde y tras unir todos los elementos, conformará
un prototipo "virtual", pero con todas las garantías de que, de ser
real, funcionaría igual.
La tecnología virtual también ha servido de base para el desarrollo
de proyectos de ámbito intenacional, como el diseño de máquinas de
ejercicio para el estudio de la fisiología de los astronautas en ingravidez
o el simulador de los motores y los sistemas de control del avión
de combate Eurofighter. Una larga lista de éxitos que podría ampliarse
si tanto las autoridades como el sector privado apuestan por los modelos
matemáticos. "Existe la tecnología básica, pero no el despliegue necesario",
señala Braojos, que sugiere que sería necesario dedicar más recursos
a I + D, puesto que "el grado de adopción tecnológica, curiosidad
e interés son muy buenos".
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