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Las Organizaciones Sociales de Bien Público en Argentina
La grave crisis institucional en la que se encuentra nuestro país,
cuyos aspectos más sobresalientes son: el político, el económico,
el social y la justicia, traen como consecuencia las acuciantes
demandas sociales que, ni el Sector Público ni el Privado parecen
atender efectivamente. En este marco toma protagonismo el Sector
Social como principal actor con capacidad efectiva y legítima de
acción.
Ante esta situación, un gran desafío se les plantea a este tipo
de organizaciones, el de hallar nuevas estrategias que les permitan
comunicar convincentemente lo que hacen, tanto interna como externamente,
ofreciendo coherencia entre discurso y acción, demostrando transparencia
hacia la comunidad y motivando un compromiso más decidido con los
sectores menos favorecidos que hoy se encuentran en situaciones
límite. En otras palabras, generar una solidaridad para el conjunto
de las relaciones sociales, aceptando las diferencias y la posibilidad
de encuentro con el otro.
En esta tarea emiten una serie de mensajes destinados a romper las
barreras existentes entre aquellas personas víctimas de la problemática
social y las que pueden ofrecer algún tipo de ayuda para palear
esa situación.
La principal ventaja y uno de los soportes más importantes de este
tipo de organizaciones es la confianza, la conducta ética,
la responsabilidad y la credibilidad que son capaces de
generar en su entorno, por lo tanto comunicar bien y generar una
imagen adecuada es para ellas una cuestión prioritaria, porque saben
que todo empieza y termina con la forma de relacionarse, de explicar
convincentemente lo que hacen, de mostrar la transparencia debida
y de persuadir a los donantes con el mínimo esfuerzo y el máximo
rendimiento. De este modo la eficacia estará estrechamente vinculada
al compromiso de aquellos que motivan esa comunicación.
La comunicación institucional
La imagen de una organización se compone de infinitos detalles.
Algunos mas importantes que otros. Pero en general las primeras
impresiones son más difíciles de borrar y es importante destacar
que la organización debe reforzar permanentemente esa imagen en
una doble dirección: interna y externa. Para ello deberá elaborar
estrategias de comunicación dirigidas a cada uno de los diferentes
públicos, dado que voluntaria o involuntariamente toda entidad social
con solo existir y ser perceptible arroja sobre su entorno una serie
de mensajes.
La comunicación no es una actividad opcional de ciertos tipos de
entidades, es una dimensión esencial de toda forma de organización
social. En otras palabras, existe comunicación institucional aunque
no exista ninguna forma de intención comunicativa.
Cada organización debe al planificar explicitar objetivos y dar
a conocer procedimientos. Para motivar a sus líderes deben saber
escuchar e informar, para obtener donaciones debe informar los destinos
de las inversiones y los resultados, para adaptarse a las necesidades
de los beneficiarios deben conocerlos. En síntesis, la disposición
para la acción de una organización está estrechamente ligada con
la intensidad de su comunicación, tanto interna como externa, formal
e informal.
Así resulta que una de las dimensiones estratégicas de la organización
es la comunicación, concebida como un servicio de la política general
y como un factor de corrección de la tendencia a la entropía de
los sistemas organizacionales. "La organización debe tratar de ser
comunicante y, la comunicación organizada" (1 BARTOLI, Annie, Comunicación
y organización. La organización comunicante y la comunicación organizada,
Buenos Aires, Paidós, 1992, p.). Para lograr esto es necesario que
la entidad defina formalmente procesos de comunicación y prevea,
mediante estructuras organizativas suficientemente flexibles, márgenes
que faciliten el intercambio de información.
De este modo, permitirá que las personas y todos aquellos grupos
con los que le interesa interactuar conozcan y valoren el aporte
que hace a la comunidad, y es este reconocimiento público el que
le permitirá convocar voluntarios o contribuyentes para que colaboren
con su causa. Así, toda entidad buscará ser valorada por lo que
hace y reconocida por sus objetivos fundamentales. Estamos hablando
de lograr legitimidad y visibilidad.
"La legitimidad depende de la capacidad de la institución
para definir su misión, su estrategia y sus objetivos y para construir
una buena realidad" (1 MORA Y ARAUJO M. - GOMEZ DEL RIO M. Y Otros.
La comunicación es servicio. Manual de comunicación para las organizaciones
sociales, Buenos Aires, Granica, 2001, p.71). Hablar de legitimidad
implica el reconocimiento de autoridad para hablar o actuar sobre
algún problema. Esto se construye a partir de los logros institucionales.
"La visibilidad es el resultado que la organización de bien público
obtiene cuando se muestra. Una organización encara una campaña de
comunicación para llamar la atención sobre sus acciones y logros,
para hacerlos visibles. La visibilidad depende principalmente de
la buena comunicación" (MORA Y ARAUJO M. - GOMEZ DEL RIO M.- y otros,
op.cit, p.71).
Es así como a partir de su accionar, los otros tienen la facultad
de confiar en su tarea y otorgarle legitimidad. A su vez, la visibilidad
supone que se sale del plano interno, a través de la definición
de un plan de comunicación que busca interactuar con otros públicos
en un contexto social más amplio. Para ello se debe definir qué
canales se habilitarán para emitir los mensajes.
Esta comunicación sistemática llevada a cabo por la organización
interactúa constantemente con los diálogos interpersonales que entablan
sus receptores. Esta interacción constante, dinámica y multilateral
es lo que se llama opinión pública entendida como un "estado de
creencia volátil que no significa un compromiso de acción" (SINÓPOLI
Daniel, Opinión Pública y consumos culturales. Reconocimiento de
las estrategias persuasivas, Buenos Aires, Docencia, 1997, p.19.).
Las denominadas corrientes de opinión a través de la "agrupación
clasificada de valores y objetivos más o menos compartidos, que
los distintos sectores de la sociedad eligen a partir de sus propios
intereses", (Bleger José, Psicología de la conducta, Buenos Aires,
Paidós, 1980, p. 20.) preparan el terreno, condicionan y potencian
(positiva o negativamente) la mayor parte de los mensajes comerciales,
institucionales y de bien público que puedan tener interés para
determinados segmentos de la comunidad.
Pero todos esos esfuerzos serían en vano si dicha entidad no tratase
que su comunicación tenga una relación coherente con el compromiso
que adquirió y su accionar.
La comunicación externa en las organizaciones de bien público
Basándonos en la definición establecida por el publicitario Guillermo
Caro, definimos a este tipo de comunicación como aquella que se
caracteriza por la propagación de mensajes, cuyo fin es lograr una
mejor calidad de vida, mediante técnicas de comunicación masivas
y/o directas, creando conciencia y modificando conductas, a través
de la formación, cambio o refuerzo de la actitud de la sociedad.
A continuación analizaremos esta definición para extraer de ella
las características que la diferencian de otro tipo de comunicación:
- Su fin es lograr una mejor calidad de vida. Este
concepto surge con la transición de la sociedad industrial a la
pos-industrial, se relaciona en un primer plano con la satisfacción
de las necesidades básicas.
Por lo tanto, hablar de calidad de vida involucra una serie de variables
complejas y multifactoriales. Algunas de ellas están sujetas a mediciones
objetivas, es decir a una serie de indicadores en tanto que otras
son más bien subjetivas y tienen que ver con las vivencias de cada
sujeto. La satisfacción de las necesidades básicas, las relaciones
sociales del individuo, sus posibilidades de acceso a bienes culturales,
su entorno ecológico-ambiental, su salud física y psíquica, son
sólo algunas de las circunstancias que engloban este concepto. La
idea central es poder comparar los atributos de una cosa con los
que poseen otras en un mismo entorno y está sujeto a percepciones
personales y a valores culturales.
Los indicadores que determinan la calidad de vida de un lugar son,
entre otros, la salud, la educación, los índices económicos, las
corrientes de ayuda, el capital privado y la deuda, las prioridades
del gasto público, el desempleo, la energía y el medio ambiente,
los refugiados y las armas, la delincuencia, los derechos humanos,
etc. Sin embargo factores como la alfabetización, la esperanza de
vida, la tasa de educación, la salud, la participación política,
el PBI y el índice de adelanto tecnológico de un país parecen arrojar
los datos más relevantes para este tipo de evaluación.
- Mediante técnicas de comunicación masivas y/o directas.
El bien público se vale de diferentes formatos para promover sus
causas, tomando elementos de la publicidad, el periodismo, la propaganda,
etc. Utiliza desde un volante hasta un documental, es decir, todos
aquellos vehículos de comunicación que le permitan optimizar el
logro de sus objetivos.
- Creando conciencia y modificando conductas. Tal
como lo expusiéramos anteriormente el fin de toda comunicación de
bien público es mejorar la calidad de vida de una sociedad. El primer
paso para lograrlo es dar a conocer las causas que atentan contra
este propósito y luego trabajar sobre aquellas conductas que contribuyan
de alguna manera a revertir esa situación. Cuando hablamos de conducta
hacemos referencia al "conjunto de fenómenos observables o que son
factibles de ser detectados. (...) Etimológicamente, significa conducida
o guiada, es decir, que todas las manifestaciones comprometidas
en el término conducta son acciones conducidas o guiadas por algo
que está fuera de las mismas: por la mente". (Bleger José, Psicología
de la conducta, Buenos Aires, Paidós, 1980, p. 20.)
- A través de la formación, cambio o refuerzo de la actitud
de la sociedad, partiendo de que la actitud es "una tendencia
o predisposición eminentemente afectiva y adquirida, más o menos
generalizada, que inclina a reaccionar en una forma bastante persistente
y característica, generalmente positiva o negativa con las categorías
de estas cualidades, personas o grupo de personas", (KIMBALL YOUNG,
en Daniel Sinópoli, op. cit., 1997, p. 27.) integrada por: la creencia
o idea, referida al conocimiento que tiene una persona; los valores,
como elemento afectivo y la predisposición, ligada con la acción.
Será tarea del comunicador detectar cual de estos componentes prima
en el receptor, con relación al problema que se desea resolver,
a fin de persuadirlo de que actúe en favor de la causa que él promueve.
La comunicación de bien público se dirige a distintos grupos, que
presentan características propias y un perfil determinado. Este
perfil tiene valor para la organización siempre que concuerde con
su misión y su estrategia de acción.
El perfil de las distintas audiencias es descriptivo y además debe
tener en cuenta ciertas condiciones que tienen que ver con la psicología
situacional del que recibe el mensaje. "Estas son las condiciones:
- Sus actitudes motivacionales (sensibilidad, expectativas, afinidades,
aspira-ciones, necesidades, rasgos psicológicos, etc.).
- Su cultura de base; que determinará el sentido del mensaje, su
lenguaje, los contenidos de la comunicación, los códigos, las imágenes
y el estilo.
- Su disposición relativa para atender al mensaje; este condicionante
exige que la comunicación sea directa, vaya al grano, no haga perder
tiempo al receptor y lo "gratifique" con información útil o con
satisfacciones, sean materiales o psicológicas.
- La situación receptora; el momento y la circunstancia en que se
realiza la comunicación deben ser oportunos. Si el clima psicológico,
la capacidad de atención o el ambiente no son favorables, habrá
que adaptar la comunicación a estos condicionantes o cambiar la
agenda". (COSTA JOAN, Todo lo que hay que saber para planificar
nuestra comunicación, en Buena Comunicación para las buenas causas,
Séptima Jornada del Sector Social, Buenos Aires, 7 y 8 de junio
de 2001).
RECEPTORES DE LA COMUNICACION
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RECEPTORES DE LA COMUNICACION
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| Afectados o beneficiarios |
Es el receptor del servicio, bien o dinero. Características:
tienen una necesidad, es decir carecen de algo que les es menester
para la conservación de la vida, corren algún riesgo o peligro. |
| Socios o donantes individuales |
Contribuyentes de dinero, trabajo, servicios o materiales.
Son los individuos dentro de la comunidad que tienen potencial
para invertir en la causa a través de una organización. Características:
reaccionan mejor frente a apelaciones emo-cionales, no están
especializados en el tema, consideran razonable la solución
propuesta, confían en la organización, no tienen tiempo y a
veces voluntad de hacer un análisis profundo. Tienen estima,
convicción personal y buena voluntad. |
| Socios o donantes grupales |
Empresas, fundaciones, entidades del Estado, asociaciones,
etc. que contribuyen con dinero, trabajo, servicios o materiales.
Características: reaccionan mejor a las apelaciones racionales,
sin embargo es importante mantener una relación personal con
ellos, estudian la propuesta más detenidamente, tienen intereses,
compromiso, talento, creatividad, tiempo y dinero para ser puestos
a disposición de la comunidad. |
| Patrocinadores |
Empresas que sufragan una organización. Tienen fines publi-citarios
y generalmente patrocinan programas de televisión o radio o
una competencia deportiva. |
| Voluntarios |
Son personas que tienen sus necesidades cubiertas,
disponen de tiempo y destinan parte de éste a actividades y
prestación de servicios a terceras personas, todo gratuitamente.
Características: altruistas y solidarios, motivados libremente
para llevar a cabo la acción, no reciben una contraprestación
eco-nómica |
| Prensa o periodistas |
Valoran, analizan, comprenden y explican lo que
está pasando y lo que puede pasar en la sociedad. Son mediadores
entre la realidad y la comunidad, una realidad que a veces se
distorsiona, enmascara o enriquece. |
| Otros (integrantes de la organización, etc.) |
Todo miembro de una organización es comunicador
hacia adentro y hacia afuera. Los integrantes de una entidad,
deben conocerla, estar convencidos de lo que hacen y querer
hablar sobre ella. |
De lo anteriormente expuesto se desprende que trabajar con el
bien público es una tarea compleja que requiere para su efectiva
solución de un análisis multidimensional acerca de las causas que
provocan determinado problema social. Atribuir dicha solución a
una campaña, es decir, a cualquier acción contemplada en la estrategia
a través de distintos medios para lograr los objetivos de comunicación,
sería reducir la solución a tan solo un aspecto y por lo tanto atentar
contra su efectividad. Para evitar esta simplificación, toda comunicación
deberá estar enmarcada dentro de un programa de acción, que involucre
todas las actividades que van desde la investigación hasta el objetivo
final de la organización.
La calidad de los resultados posteriores dependerá de una clara
definición del problema a resolver y de la información que se posea,
la misma puede obtenerse a partir de una investigación.
De los resultados obtenidos de dicho sondeo se adquiere la verdadera
dimensión del problema, las posibles consecuencias que pueden acarrearse
en el caso de no actuar inmediatamente y la percepción y el conocimiento
que la gente tiene sobre el tema. Toda esta información permitirá
realizar un cuadro de situación que deje establecer objetivos claros
de un plan de comunicación, los que deberán estar compuestos por
todos aquellos conceptos acerca del producto o servicio social que
la organización desea que la comunicación transmita al público receptor.
Estos objetivos deben ser claros, posibles, mensurables y precisos,
dado que ellos son los encargados de expresar lo que se quiere que
las personas hagan luego de haberse expuesto al mensaje.
Se establece de esta manera la intención del mensaje, que puede
ser provocar la acción, es decir, motivar a actuar inmediatamente,
por ejemplo: las campañas dirigidas a
la donación de órganos o a la recaudación de fondos; o concientizar
formando una opinión a través de los valores. Ambas, a corto o a
largo plazo, llevan al cambio de actitud.
Ahora bien, la información y la persuasión son los dos componentes
fundamentales de todo mensaje, de este modo, quién difunde una idea
debe considerar no sólo los canales más apropiados para que la información
llegue a destino, sino también aquellas herramientas de apelación
que le brinden confiabilidad a su propósito. Se dice que se ha logrado
persuadir cuando se pronuncia el discurso que transfiere un sesgo
de credibilidad al orador. Para tal fin, existe un conjunto de tácticas
que favorecen el éxito de los procesos de persuasión.
Dichos métodos deben fundarse en el uso de códigos, experiencias
e ideas compartidas, capaces de ser entendidas e interpretadas por
la mayoría de las personas expuestas al mensaje.
Para ello, los estereotipos como táctica de persuasión, son portadores
de un fuerte impacto emotivo que favorecen el delineamiento de los
argumentos, a través de representaciones simplificadas de la realidad,
ahorrando de este modo una dificultosa producción de la argumentación
persuasiva. "Existe una gran disparidad (...) respecto de lo que
son los estereotipos. Para muchos autores un estereotipo es "una
colección de rasgos sobre los que un gran porcentaje de gente concuerda
como apropiados para describir a alguna clase de personas"; pero
ante la falta de acuerdo, el único camino es establecer las características
esenciales. Dichas características parecen estar recogidas en la
definición de Mackie: "el estereotipo alude a aquellas creencias
populares sobre los atributos que caracterizan una categoría social
y sobre los que hay un acuerdo sustancial".
Respecto de los antecedentes históricos del término, hay que decir
que viene derivado de otro término usado más corrientemente, estereotipía:
"proceso consistente en atribuir características generalizadas y
simplificadas a grupos de gente en forma de etiquetas verbales".
El primero que acuñó el término fue Lippman (en Public Opinion,
1992), aludiendo a los estereotipos como "imágenes en nuestra cabeza".
Se fijó sobre todo el carácter irracional, rígido y de discutible
veracidad de los estereotipos. Sin embargo, otros autores se fijan
más, para estudiar este tema, en otros conceptos. Así sucede con
Allport, que recurre al termino prejuicio y lo define como "una
actitud hostil prevenida hacia una persona que pertenece a un grupo,
simplemente porque pertenece a ese grupo, suponiéndose por lo tanto
que posee las cualidades objetales atribuidas al grupo"
Como característica fundamental de la noción de estereotipo habría
que citar, en primer lugar, que es el componente cognitivo del prejuicio;
en segundo lugar, que encierra una orientación y una evaluación
sobre su objeto; en tercer lugar, que constituye un componente conductual;
y en cuarto lugar, que se da generalmente en un contexto intergrupal,
de relación mayoría/minoría." (PIÑUEL RAIGADA y GAITÁN MOYA en SINÓPOLI
Daniel, op.cit, p.75).
Otras tácticas utilizadas en los mensajes persuasivos son aquellas
conceptualizadas por Domenach y que a continuación describiremos.
Regla de la simplificación o enemigo único
Según esta regla, "en todos los campos, la propaganda se esfuerza
en primer lugar por lograr la simplicidad. Se trata de dividir su
doctrina y sus argumentos en algunos puntos que serían definidos
tan claramente como sea posible. Toda una gama de fórmulas está
a disposición del propagandista: manifiestos, profesiones de fe,
programas, declaraciones, los que bajo una forma generalmente afirmativa,
enuncian una cierta cantidad de proposiciones en un texto breve
y claro" 1 (DOMENACH, Jean Marie, La Propaganda política, Buenos
aires, Eudeba, 1962, p. 52).
Dentro de esta regla y tendiendo a una mayor simplificación, encontramos
la voz de orden y el slogan. "La voz de orden (...) tiene un contenido
táctico: resume el objetivo que debe alcanzarse. El slogan hace
un llamado más directo a las pasiones políticas, al entusiasmo,
al odio: ´Tierra y paz´ es una voz de orden; Ein Volk, ein Reich,
ein Führer, un slogan. ´Ni un centavo, ni un hombre para la guerra
de Marruecos´ es una voz de orden; ´Doriot al poder, Rex vencerá´
son slogans."
Los símbolos también son un recurso efectivo para resumir una doctrina.
Algunos de los ejemplos citados por Domenach son:
- Símbolo gráfico :
integrados por las siglas de la organización, un ejemplo es el del
Instituto Nacional Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI).
- Símbolo imagen:
representado por una bandera, banderín, emblemas o insignias
diversas en forma de animales u objetos como la cruz gamada, la
hoz y el martillo. Ejemplo: el oso hormiguero, emblema de la organización
Vida Silvestre Argentina.
- Símbolo plástico, tal como el saludo fascista, el puño levantado,
etc.
- Símbolo musical, que puede ser un himno, frase musical,
etc. Ejemplo: la canción Pride (in the name of love) del grupo U2
es la melodía identificatoria de Greenpeace. A continuación transcribimos
uno de sus párrafos:
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"Un hombre viene en nombre del amor
un hombre viene y se va
un hombre viene para justificarse
un hombre para cambiar las cosas.
En nombre del amor."
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Cabe destacar la importancia del método de concentración enunciado
por el autor, según el cual "una buena propaganda no se asigna más
que un objetivo principal por vez. Se trata de concentrar el tiro
en un solo blanco durante un período dado. (...) Concentrar en una
sola persona las esperanzas del campo al cual se pertenece o el
odio que se siente por el campo adverso." (DOMENACH, Jean Marie,
op.cit, p.54)
Por ejemplo Greenpeace divide su trabajo en cinco grandes áreas
temáticas como: contaminación, ballenas, bosques, transgénicos,
basura nuclear, para cada uno de estos temas esta organización realiza
una campaña particular. A continuación exponemos un afiche de esta
entidad que toma como eje temático la importación de basura nuclear.
Regla de la exageración y desfiguración
"La exageración de las noticias es un procedimiento periodístico
corrientemente utilizado por la prensa partidista, que hace resaltar
todas las informaciones que le son favorables. (...) Otro procedimiento
frecuente es el uso hábil de citas desvinculadas de su contexto"
1 (DOMENACH, Jean Marie, op.cit, p.54). Sin embargo no hay que olvidar
que una acertada estrategia de propaganda debe ser fácilmente entendible
para la gran mayoría de la gente, con este propósito "en primer
lugar deberá presentarse la idea en términos generales y de la manera
más contundente, tratando de matizar y detallar lo menos posible.
(...) Para quien busca el favor de las muchedumbres vale más no
decir ´Cuando yo esté en el poder, los funcionarios ganarán tanto,
el salario familiar será aumentado en tanto, etc.´, sino más bien
´Todo el mundo será feliz ´"1 (DOMENACH, Jean Marie, op.cit., p.59).
Por ejemplo, en un artículo publicado por Greenpeace acerca de la
pesca indiscriminada de ballenas, por parte de barcos japoneses,
se puede leer: "A la vez que es muy reconfortante ver que el apoyo
a los santuarios crece, es triste ver como la compra de votos llevada
adelante por la Agencia de Pesca de Japón todavía tiene éxito en
impedir la creación de los santuarios"1 (Ballenas, http://ballenas.greenpeace.org.ar/ver-noticia.php3?noticias=198)
manifestó Milko Schvartzman, representante de Greenpeace Argentina
desde Shimonoseki, Japón.
Regla de orquestación
Según esta estrategia la condición esencial de una propaganda que
se pretenda efectiva, es la repetición incesante de los temas principales.
" Sin embargo, la repetición pura y simple fatigaría pronto. Se
trata entonces, de insistir con obstinación en el tema central presentándolo
bajo diversos aspectos. "La propaganda debe limitarse a una pequeña
cantidad de ideas a repetir siempre. La masa sólo recordará las
ideas más simples cuando le sean repetidas centenares de veces.
Los cambios que se introduzcan nunca deberán afectar el fondo de
la enseñanza que uno se proponga divulgar, sino solamente la forma
(...)"1 (DOMENACH, Jean Marie, op.cit, p.59).
Así, "la orquestación de un tema dado consiste en su repetición
por todos los órganos de propaganda en formas adaptadas a los diversos
públicos, que deben ser tan variadas como sea posible" (DOMENACH,
Jean Marie, op.cit, p.60).
Un
ejemplo de esta regla está representado por el UNICEF, que a través
de distintos medios, y bajo una propaganda encubierta, entendida
como el discurso organizado por códigos y subcódigos propios del
periodismo, incluyen en su agenda contenidos que promueven la causa
para la cual trabaja esta organización.
Regla de transfusión
"Los verdaderos propagandistas no creyeron nunca que se pudiera
hacer propaganda partiendo de cero e imponer a las masas cualquier
idea en ualquier momento. Por regla general, la propaganda opera
siempre sobre un sustrato preexistente, se trate de una mitología
nacional (la Revolución francesa, los mitos germánicos, etc.), o
de un simple complejo de odios y de prejuicios tradicionales: ´chauvinismo´,
´fobias´ o ´filias´ diversas. Es un principio conocido por todo
orador público el de no contradecir frontalmente a una muchedumbre,
comenzando por declararse de acuerdo con ella, por colocarse en
su corriente, antes que doblegarla. El publicista norteamericano
Walter Lippmann escribió en Public Opinion: ´El jefe político apela
en primer lugar al sentimiento preponderante de la muchedumbre (...).
Lo que importa es aproximar, por medio de la palabra y de asociaciones
sentimentales, el programa propuesto a la actitud primitiva manifestada
en la muchedumbre´ (...) Existen en la psiquis de los pueblos sentimientos
conscientes o inconscientes que la propaganda capta y explota" (DOMENACH,
Jean Marie, op.cit, p.67-68).
Un ejemplo claro de transfusión es la utilización de la imagen de
Mónica Cahen d´Anvers en la última campaña llevada a cabo por Greenpeace
de Argentina, mediante la cual se pretende transferir la imagen
positiva que tiene la periodista en la audiencia hacia la organización.
Otra situación en la cual Greenpeace ha recurrido a esta regla es
en su campaña en contra de la pesca de ballenas.
Esta organización lucha desde hace años por crear un santuario ballenero
en el sur de nuestro país, el objetivo que guía este trabajo es
proteger a todas las especies que viven en esa región, promoviendo
las actividades científicas, educativas y el turismo del avistaje
de ballenas en la región. Para ello han tenido que enfrentase en
reiteradas ocasiones con los barcos japoneses que pescan en esa
zona. Por dicho motivo se realizó una campaña gráfica en la cual
se asocia directamente la pesca indiscriminada de ballenas con la
bandera japonesa, en este caso, en contraposición al anteriormente
citado, se buscó transferir una imagen negativa sobre ese país.
Regla de la unanimidad y del contagio
Diversos estudios sociológicos han demostrado la influencia que
ejerce el grupo en la formación, cambio o refuerzo de la opinión
individual y, consecuen-temente, los conformismos que nacen en las
sociedades. "Es sabido por todos aquellos que practican "sondeos
de opinión", que un individuo puede tener sobre un mismo asunto,
y muy sinceramente, dos opiniones muy distintas, y a veces hasta
contradictorias, según opine tanto que miembro de un grupo social
(Iglesia, partido, etc.), o bien a título personal. Está claro que
dos opiniones contrarias subsisten en el espíritu del sujeto sólo
por la presión de los diversos grupos sociales a los que pertenece.
La mayoría de los hombres desean, ante todo, armonizar con sus semejantes.
Rara vez osarán perturbar la armonía que reina en torno de ellos
expresando una idea contraria a la de la generalidad; de lo que
se infiere que una gran cantidad de opiniones públicas son, en realidad,
una adición de conformismos, mantenidos porque el sujeto cree que
su opinión es también unánimemente sostenida por quienes lo rodean.
La tarea de la propaganda será entonces la de reforzar esa unanimidad,
y aun la de crearla artificialmente" (DOMENACH, Jean Marie, op.cit,
p.70).
Existen diversos recursos de los cuales se vale la propaganda para
crear la ilusión de unanimidad, según Domenach son:
- Los escritores, científicos, artistas y deportistas de renombre,
también desempeñan, en esas ocasiones, un papel de "personalidades
- piloto". El público que los admira, a veces ciegamente, se deja
impresionar de muy buen agrado por sus predilecciones políticas,
sin darse cuenta de que se trata de lo mismo. Es ésa una verdadera
transferencia de confianza y de admiración.
- El medio de contagio más divulgado es, con toda evidencia, la
manifestación de masa, así se trate de un mitin o de un desfile.
Es fácil discernir en ellos los elementos destinados a integrar
en un cuerpo único a la multitud:
Las banderas, estandartes y ornamentos crean un decorado imponente,
con tanto más poder de exaltación cuanto que el color que domina
es por lo general el rojo, cuyo efecto fisiológico ha sido muchas
veces subrayado.
Los emblemas insignias que se reproducen en los muros, en los banderines,
y que se encuentran también en los brazaletes y en las solapas de
los adeptos producen un doble efecto: fisiológico inmediato de fascinación
el primero, y casi religioso el otro; porque estos símbolos contienen
una significación profunda, como si poseyeran el poder reunir de
por sí tan grandes masas en torno de ellos en una suerte de culto
ritual.
Las inscripciones y divisas que condensan los temas del partido
en slogans que se repiten en los discursos y en los gritos de los
asistentes.
Los uniformes de los militantes completan la decoración y, sobre
todo, crean una atmósfera de heroísmo.
"La música contribuye grandemente a ahogar al individuo en la masa
y a crear una conciencia común. (...) Todo el mundo oyó hablar del
desencadenamiento casi automático del delirio místico, por la prolongación
de una melopea obsesionante de cantos y de tamborines, en ciertas
sectas religiosas primitivas. Es difícil sustraerse al imperio de
algunas frases musicales, hasta para los individuos más evolucionados.
Esta emoción, esta comunión culmina con el himno, canto simbólico
del partido o de la nación, del cual, cada nota, por decir así,
se oye directamente en el pecho, y es repetida en coro por los asistentes
con una religiosa gravedad. El canto colectivo es el medio más seguro
de difundir una muchedumbre en un solo bloque, y de inspirarle el
sentimiento que constituye un solo ser. Bandas, himnos, cantos,
gritos escandidos, todos estos "tóxicos sonoros" son los ingredientes
esenciales del delirio de la multitud." (DOMENACH, Jean Marie, op.cit,
p.74-75)
Y si es de noche, proyectores y antorchas aumentan la fascinación
y contribuyen a crear una atmósfera religiosa en la que flotan los
mitos.
Un ejemplo de esta regla se encuentra claramente expresado en el
evento anual organizado por Canal 13 y UNICEF de Argentina bajo
el lema "Un sol para los chicos", en el cual participan variadas
personalidades del deporte y el espectáculo apoyando la causa a
través del ofrecimiento de una función gratuita a cambio de donaciones
tanto de grandes empresas, en pesos o mercaderías, y de particulares
a través de una línea 0800 mediante la cual se le debitan cinco
pesos de su cuenta telefónica. Esta manifestación masiva tiene como
emblema el sol (isologo de Canal 13), que se encuentra presente
en forma recurrente tanto en los decorados y las banderas como en
los buzos que visten todos los concurrentes a modo de uniforme.
La música creada especialmente para la ocasión, en la cual se repite
constante-mente el lema de la campaña, también contribuye para crear
un clima de unidad.
En conclusión: elegir el medio adecuado para vehiculizar el mensaje
es fundamental para alcanzar el objetivo propuesto. Para ello debe
definirse claramente quién es la audiencia a la que se va a dirigir
el mensaje y cuáles son los temas que les interesan; que se quiere
que el receptor haga y cuáles son los factores que pueden influenciar
esa conducta que se desea modificar, reforzar o cambiar, determinando
sobre que causas puede actuar la comunicación.
Prof.
Lic. María Julia Buñol.
Analista en Medios de Comunicación. Publicitaria.
Magíster en Comercialización y Comunicación Social.
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