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Percepción
Percibir es captar un objeto presente y reconocerlo por sus cualidades,
es decir, es el proceso mediante el cual el sujeto selecciona, organiza
e interpreta los estímulos dentro de un panorama significativo y
coherente del mundo.
En la percepción distinguimos:
- Un objeto percibido del medio exterior o del interior del sujeto.
- Un estímulo físico o químico que parte del objeto e influye en
los receptores sensibles del sujeto.
- Un sujeto que percibe según las características de los receptores
sensibles y de los centros cerebrales de su organismo, que determinan
modalidades y limitaciones específicas y particulares.
En la percepción debemos considerar factores importantes como la
experiencia y los intereses del sujeto. La percepción no es la captación
pasiva de los objetos internos y externos; el sujeto que percibe
"sale al encuentro del mundo", activamente selecciona los estímulos
que le interesan, los reconoce, comprende su significado con la
participación del intelecto, y, a veces, actúa sobre ellos.
Percibimos totalidades. Al percibir una manzana no se perciben separadamente
la forma, el color, el olor, etc.; sino simplemente la manzana.
Al percibir un objeto como tal, demuestra que percibimos relaciones.
Cada objeto es una entidad donde las partes se organizan formando
un todo. Por eso percibimos totalidades, la estructura del objeto,
las partes interrelacionadas.
La unidad de los sentidos coadyuva a la percepción de los objetos
como totalidades. En la percepción intervienen generalmente dos
o más sentidos, colaborando y complementándose unos con otros. Por
ejemplo: localizamos un objeto en el espacio, con los ojos, los
oídos y las manos: lo vemos, lo oímos y lo sentimos moverse.
El campo perceptivo está constituido por el mundo físico de nuestra
experiencia inmediata. El espacio que percibimos es un espacio tridimensional.
Nuestro mundo espacial contiene objetos con atributos también especiales,
como tamaño, forma, color. El campo perceptivo comprende también
los objetos que tienen diferentes sonidos, olores, sabores, texturas,
que poseen cualidades de ligereza o peso, calor o frialdad, dureza
o blandura, fragilidad o elasticidad, etc. Además, en el campo perceptivo
las cosas se mueven en distintas direcciones, a diferentes velocidades
y de diversas maneras. Los objetos se presentan con propiedades
expresivas y afectivas; y percibimos objetos estéticas de belleza
o fealdad, con cualidades de potencia, con propiedades de demanda,
como un sonido penetrante y, objetos que nos atraen o nos repelen.
En consecuencia, "el modo de comportarse de una persona depende
en gran parte de cómo percibe el mundo que la rodea",... "qué y
cómo ve, oye, huele y siente el hombre".
Teoría de la Forma
Esta teoría afirma que percibimos totalidades y no elementos aislados.
Esta teoría nace en Alemania en 1920, principios del siglo XX, como
reacción contra la psicología asociacionista que suponía que la
vida psíquica comenzaba con hechos más simples de conocimientos
(las sensaciones) que, como fruto de la experiencia, se agruparían
en conjuntos más y más complejos permitiendo la elaboración de las
percepciones y demás operaciones psíquicas.
La teoría de la Forma, fundada por Max Wertheimer y cuyos principales
representantes son Wolfgang Köhler, Kurt Koffka y Kurt Lewin, sostiene
la importancia de la totalidad, forma o gestalt. En la percepción
lo que se capta como dato primero es un todo, una estructura donde
los miembros se hallan organizados jerárquicamente.
Distintos principios afirman la importancia de la totalidad, forma
o gestalt:
- Los hechos objetivos y los hechos subjetivos son siempre totalidades.
- Percibimos siempre en forma de figura sobre un fondo. Ambos son
intercambiables pero, nunca un objeto de la percepción puede ser
figura y fondo a la vez. Las propiedades objetivas que hacen destacar
como figura ciertos objetos son: tamaño, color, nitidez, lugar preeminente
que ocupan, etc. Las condiciones que dependen del sujeto están en
directa relación con los motivos, intereses, necesidades y con el
valor afectivo que él le otorga.
- Las partes y los todos no son absolutos. Un todo puede ser parte
de otro todo mayor. Ej: una mano es un todo, pero puede ser parte
al percibir un brazo, este es un todo pero puede ser parte al percibir
el cuerpo, etc.
- Las partes tienen un significado según la naturaleza del todo
que integran. Ej: una bandera colorada, según dónde se encuentre
puede significar, peligro, remate, una ideología, etc.
- Isomorfismo, es el principio fundamental de la Teoría de la Forma.
Afirma que toda forma o todo psicológico corresponde una forma o
todo fisiológico. O sea que, hay correspondencia e identidad entre
la forma o estructura psíquica y la fisiológica, aunque los contenidos
de una y otra son diferentes.
Los principios de la Teoría de la Gestalt son aplicables no sólo
a cualquier tipo de percepción sino a todas las actividades del
hombre. Sin embargo, es la actividad perceptiva el objeto preferido
de investigación de esta escuela. Por eso los psicólogos gestaltistas
han formulado leyes de la percepción que, según su afirmación rigen
los procesos perceptivos sin necesidad de experiencias previas.
LEY DE LA PROXIMIDAD
Percibimos
como un todo, en circunstancias habitualmente iguales, los elementos
más próximos. Percibimos en el ejemplo, tres pares de líneas paralelas,
tres totalidades, reuniendo los elementos en el sentido de la menor
distancia.
LEY DE LA IDENTIDAD
Percibimos en un todo, en circunstancias habitualmente iguales,
los elementos idénticos o semejantes. Al percibir el ejemplo lo
hacemos captando tres totalidades: la de los triángulos, la de los
círculos y la de los cuadrados.
LEY DE LA BUENA CURVA O DEL DESTINO COMUN
Percibimos como totalidades los elementos que forman una serie continua
y regular, que tienen una misma orientación o un destino común.
En el 1ª ejemplo, reunimos una totalidad las líneas a y b, y en
otra totalidad las líneas c y d. En el 2do ejemplo, percibimos un
cuadrado y un círculo. Por esta ley podemos separar elementos interrelacionados,
lo cual nos permite individualizar cada objeto.
LEY DE LA TOTALIDAD
Percibimos más fácilmente las superficies cerradas, las formas terminadas.
Se perciben en el ejemplo primero los dos rectángulos y luego las
líneas externas.
LEY DE CIERRE
Según esta ley si una figura está incompleta el perceptor la completa
en su mente.
Aquí la percepción agrega líneas horizontales, verticales y diagonales
para completar los cubos. Este principio se conoce también como
fenómeno de cierre, y se manifiesta al activarse patrones cognitivos
de figuras previamente conocidas (se relaciona con el principio
de familiaridad). Obsérvese que el primer cubo resulta mucho más
fácil de completar que el segundo. Pues, las líneas que cierran
los trazos parciales de la segunda figura, rompen la continuidad
que favorece al sistema organizador la emergencia del patrón conocido
cubo.
LEY DEL MOVIMIENTO COMÚN
Percibimos como un todo dos o más objetos que se mueven en la misma
dirección y configuramos diferentes totalidades con dos o más objetos
que se mueven en distintas direcciones, y con los objetos que permanecen
estáticos en relación con los que se mueven.
LEY DE LA PREGNANCIA O PRECISIÓN
Esta ley fue formulada por Koffka: "La organización de un todo o
gestalt será tan buena como las condiciones psicológicas lo permitan.
El concepto de "bueno" significa precisión, totalidad, regularidad,
simetría, sencillez, concisión, armonía, homogeneidad, etc., es
decir la mejor forma. Esta ley comprende prácticamente a todas las
leyes anteriormente enunciadas, que pueden sintetizarse en la tendencia
a percibir siempre una buena forma.
LEY DE LA EXPERIENCIA
Percibimos totalidades de acuerdo con nuestra experiencia. Las líneas
quebradas del ejemplo son percibidas como la letra E por los sujetos
que conocen el alfabeto latino y las manchas reflejadas en el segundo
ejemplo las percibimos como la imagen de un perro.
Los psicólogos gestaltistas habían dejado de lado la experiencia,
afirmando que las leyes de la configuración perceptiva se deban
en el hombre de una manera innata. No obstante, tuvieron que reconocer
la participación de la educación y la experiencia en la constitución
de ciertas totalidades.
Teoría del New Look
Es una teoría sobre la percepción elaborada a mediados del siglo
XX en los EEUU por Jerome Bruner y Leo Postman y que, completa la
concepción de la Teoría de la Gestalt. La teoría acentúa la importancia
de la experiencia del sujeto que percibe. Además, coloca en su justo
lugar lo subjetivo y lo objetivo de la percepción frente a la psicología
tradicional que concebía un sujeto como pasivo al que ingresaba
el objeto, imponiéndole sus cualidades y rechazando también el posterior
psicologismo que anulaba la realidad del objeto dando relevancia
a la interpretación que del objeto daba el sujeto.
La teoría del New Look desvirtúa ambas posturas extremas. Dicha
Teoría investigó y esclareció el hecho perceptivo desde una doble
vertiente: la de la subjetividad y la de la realidad objetiva.
El sujeto no es pasivo para la percepción, selecciona los estímulos
del medio, se anticipa con su experiencia a lo que va a percibir
pero, en presencia del estímulo, de la realidad objetiva queda limitada
la subjetividad.
Nuestro cerebro está continuamente alimentado por información simultánea
de los recetores externos e internos pero, en el nivel consciente
sólo una parte es registrada. El resto de la información es recibida
a nivel preconsciente e inconsciente. La selectividad de la percepción
deviene tanto de las condiciones del objeto como de los factores
culturales, ideológicos, de personalidad, de relación o circunstancia.
Estos últimos actúan permitiendo o censurando datos de acuerdo con
el valor cultural, ideológico, de personalidad.
La percepción consciente tiende a ser predominantemente regida por
procesos lógicos: discrimina, evalúa, rechaza, acepta, etc. La percepción
inconsciente tiende predominantemente a regirse por procesos analógicos,
atemporales, fantasiosos.
Percepción del color
Tanto el color como la forma nos permiten diferenciar una cosa de
la otra. La forma aporta principalmente información, mientras que
el color transmite expresión, evoca afectos. Las personas tenemos
distintas formas de reaccionar ante el color y la forma. Varía según
la edad, la personalidad, la cultura, la época, la moda. Diversas
experiencias permiten afirmar que la mirada humana percibe la forma
antes que el color. Así como también se perciben unos colores antes
que otros según la acción que cada color ejerce.
Sin embargo, pueden establecerse ciertos aspectos generales para
la significación del color. A saber:
Rojo: Es un color cálido que actúa con vivacidad. Es un color dinámico
que avanza sobre el espectador. El rojo no admite ser dominado por
ningún otro color. Como recuerda a la tonalidad del fuego que abrasa
y de la sangre, simbólicamente significa amor (rosa), de orgullo
(púrpura), de deseo (carmesí) y más generalmente de agresividad,
de violencia, de poder. También significa fuerza, alegría de vivir,
masculinidad, dinamismo. Da impresión de severidad y dignidad, su
energía manifiesta un irresistible poder. El rojo nos atrae siempre.
El rojo escarlata es signo de gran dignidad, rico y poderoso. En
general es usado cuando queremos resaltar las propiedades estimulantes
y fortificadoras de un producto.
Rosa: Es tímido, de romántica suavidad, de poca vitalidad. Es la
imagen de lo femenino. Brinda amabilidad e intimidad.
Naranja: Evoca mejor que el rojo el fuego. Simbólicamente significa
gloria, esplendor, vanidad, progreso. Expresa radiación y comunicación
más que el rojo. Es acogedor e íntimo como el fuego. Significa generosidad
y efusión de sentimientos.
Amarillo: Es un color cálido, alegra la vista, da impresión da calor,
luz, plenitud; de sosiego y reposo. Sus correspondencias simbólicas
son, para el amarillo oro, riqueza, prosperidad, alegría, pureza;
para el oscuro, prudencia; para el amarillo limón, traición. Es
el más luminoso, el más brillante, es joven, vivaz y extrovertido.
El amarillo oro es activo, el verdoso enfermizo. Da gran luminosidad,
agrada los contornos y ensancha las formas.
Verde: Mezcla de un color cálido (amarillo) y otro frío (azul),
adquiere mayor frialdad a medida que se acerca al azul y pierde
amarillo. Invita a la calma, al reposo. Ciertas tonalidades oscuras
resultan particularmente favorables a las sensaciones de plenitud
y de euforia. El verde es el color simbólico de la esperanza. Es
el más calmo de todos los colores. Cuando algo toma color verde
hay esperanza de nueva vida.
Azul: Es el más frío de los colores, de débil luminosidad, en consecuencia,
acentúa el dinamismo de los colores cálidos y, por tanto, es elegido
a menudo como fondo para el contraste con los detalles predominantes
de gran colorido. Da impresión de dulzura, encontrándose frecuentemente
asociado a ideas maravillosas, inaccesibles. Es azul simboliza la
lealtad, la honradez, fidelidad, así como el ideal, el sueño. El
azul claro simboliza la fe, lo vivo, la virtud. Es profundo, femenino
y relajante. Es el preferido de los adultos. Despierta recuerdos
de la infancia. Está emparentado con la interioridad, con la vida
espiritual. Es calmo, pero no a la manera del verde. La profundidad
celestial.
Violeta: Resulta de una mezcla de azul y rojo, produce una impresión
de movimiento, o mejor dicho, de tendencia hacia un punto de reposo.
Provoca un sentimiento de descontento, de oscilación, melancólico,
a veces da sensación de riqueza; otras de desagrado, resultando
insoportable y pudiendo inspirar temor. Es misterioso, equivale
a la meditación y al pensamiento místico, guardando celosamente
sus secretos. Es triste y lleno de dignidad.
Marrón: Mezcla de anaranjado y gris, produce un efecto proporcional
a la cantidad de color activo que contiene. De su contemplación
se desprende un sentimiento de materialismo, severidad, gravedad.
El marrón aporta cierta sensación tranquilizadora a los colores
activos y permite que la vista repose. Es el color más realista
de todos, caracteriza la vida sana y el trabajo cotidiano.
Negro: Aplicado sobre un fondo de color, desprende un vivo resplandor,
gracias al poder de iluminación del color del fondo, del cual obtiene
la tonalidad de los colores complementarios correspondientes. Adelgaza.
Utilizado con el blanco produce una impresión de formalidad y rigidez.
Está asociado a las ideas de muerte, luto, terror, así como a las
de ignorancia, soledad y refinamiento.
Blanco: El blanco engruesa, aliado a las ideas de pureza, de perfección,
de limpieza, de frío, simboliza la inocencia, la castidad, la modestia,
la timidez, la calma y la paz.
Gris: Es típico color de fondo, simbólicamente significa tristeza,
gravedad, austeridad, pobreza, desesperación (oscuro). Símbolo de
la indecisión y de la ausencia de energía. El gris claro representa
la vejez y la muerte, es un color depresivo.
Lila: Evoca recuerdos de la infancia olvidada, sus sueños y su mundo
mágico.
Los tintes sin mezcla (rojo, amarillo, azul), tienden a producir
emociones puntuales, las mixturas, al tener una cualidad dinámica,
estimulan sentimientos ambivalentes (ARNHEIM).
Es importante reconocer la identidad del color y su significado
no reside tanto en el color mismo sino en como se establece la relación
con el contexto.
Los colores cromáticos y los acromáticos originan distintas reacciones
comunicacionales. Los primeros tienden a la extraversión, excitación,
expresión demostrativa y los segundos a la introversión, ensimismamiento,
depresión.
Asimismo, dentro de los colores cromáticos, los tonos más suaves
tienden a una manifestación emocional más medida, controlada, mientras
que los tonos fuertes se corresponden con aspectos impulsivos, explosivos.
Dentro de los colores acromáticos, el contraste blanco -negro, estimula
aspectos emocionales fuertemente opuestos; mientras que los tonos
intermedios hacen a difusos sentimientos que pueden tener que ver
con angustias, temores, vergüenzas. (RORSCHACH).
Percepción del movimiento
El movimiento es el más intenso foro visual de atención, ya que
implica un cambio en las condiciones del medio que puede exigir
una reacción (de aproximación o de distancia).
Se perciben fases sucesivas con orden. Es la percepción de sucesos
y se basa en el movimiento de los objetos, el movimiento óptico
y el movimiento perceptual. Por ejemplo observamos el movimiento
de una oruga sin mover los ojos, sabemos que la habitación no se
mueve aunque se muevan los ojos. Asimismo elementos percibidos cercanamente
en espacio y tiempo se organizan perceptualmente en un solo contenido
(movimiento estroboscópico). (ARNHEIM)
Por nuestra experiencia reconocemos el movimiento humano, el animal
y el de las cosas. (Este último puede estar originado en causas
físicas, electrónicas, mecánicas, etc.). Si en cualquiera de las
formas mencionadas, es lento, armónico, suave, el movimiento tiende
a ser percibido como no peligroso, atrayente, placentero. Si es
brusco, muy acelerado, discontinuo, tiende a percibirse como peligroso,
atacante, violento. Así es que, de uno a otro, se asocia a sentimientos
de ternura, protección, seducción, tensión, alerta, defensa, ataque,
huída, etc.
La percepción del movimiento humano ya sea gestual y/o corporal,
puede ser decodificado de varias maneras según sea la experiencia
del receptor, sin embargo es la forma más universal y simbólica
de comunicar estados de ánimo, así como la más primitiva forma de
informar.
El movimiento animal es percibido de acuerdo al contenido (león,
gato, víbora, etc.), a la especificidad del movimiento y así asociado
a experiencias de acercamiento o alejamiento, de aceptación o rechazo.
La percepción del movimiento de objetos inanimados es con frecuencia
factor de ansiedad en el receptor que puede ir de la simple duda
o desconcierto hasta el temor de ser destruido (terremoto, explosión,
etc.)
Atención
Es la actividad psíquica en virtud de la cual el sujeto se aplica
al conocimiento de un objeto con exclusión parcial o total de los
demás.
Es la concentración de la actividad consciente, una captación especial
del sujeto que habiendo realizado una selección se aboca al conocimiento
de un objeto desentendiéndose de los demás. La mayor claridad con
que se capta un objeto atendido procede fundamentalmente del interés
por dicho objeto que nos lleva a colocarlo en el foco de los distintos
planos de la actividad psíquica. (Consciente, preconsciente e inconsciente).
En la atención voluntaria hay mayor claridad reflexiva y, en la
atención involuntaria dicha conciencia disminuye.
El dinamismo psíquico de acuerdo con las tendencias del sujeto y
su orientación de vida, selecciona los objetos en los que focaliza
su atención.
La fijación de la atención en un objeto depende de los motivos del
sujeto y de las características que hacen relevante al objeto mismo.
La fijación tiene una doble característica, por una parte, es la
fijación de la atención en un objeto y por otra parte, es fijación
del objeto en nosotros.
El campo atencional comprende todos los contenidos que en un momento
dado están en el foco y en la zona marginal de todos los planos
de la actividad psíquica.
Condiciones objetivas de la atención
En las condiciones objetivas debemos distinguir los factores que
atraen la atención y los que la retienen. Los que atraen la atención
son: el tamaño, la posición, el movimiento, el contraste, la intensidad,
la forma, el color, la duración, la novedad.
Los factores que mantienen la atención son la legibilidad y la inteligibilidad.
La primera es el grado de facilidad con que se captan los estímulos
y, la segunda, es la posibilidad de comprensión de su significado.
Condiciones subjetivas de la atención
Dependen de factores que se combinan con los que provienen del medio.
Entre estos factores son importantes las motivaciones, el interés,
la voluntad, los estímulos afectivos, los objetos conocidos, las
actitudes sociales y el nivel de conflicto de la persona.
Memoria
Es la capacidad de conservar y revivir estados psíquicos pasados,
reconocerlos como pasados y como nuestros y localizarlos en dicho
tiempo.
El contenido de la memoria es el recuerdo.
Proceso mnemónico:
Consta de las siguientes fases:
1) Fijación de las vivencias: depende de las condiciones
del objeto (totalidad, brillantez, lugar, ritmo, formas) y de las
condiciones del sujeto (motivaciones, afectividad, voluntad).
2) Conservación de los recuerdos por la cual las vivencias
perduran en nosotros para poder ser actualizadas más tarde.
3) Evocación: consiste en actualizar, traer a la conciencia
un recuerdo. Se realiza mediante el mecanismo asociativo.
4) Reconocimiento: por el cual el sujeto sabe que el recuerdo
pertenece a su pasado, que es parte de su experiencia. El reconocimiento
del objeto es la primera manifestación de la memoria, por lo tanto,
lo ubicaríamos evolutiva o inicialmente desde el nacimiento hasta
aproximadamente el año y medio de vida en que aparece la capacidad
de evocar. Ambas capacidades perduran a lo largo de la vida.
5) Localización de los recuerdos en el espacio y en el tiempo,
es decir, dónde, cómo, cuándo ocurrieron. La localización de los
recuerdos ordena nuestro pasado.
Asociaciones
Proceso por el cual, los contenidos psíquicos se sugieren unos a
otros. La asociación es la ligazón de los contenidos vivenciales.
Leyes de asociación
1) Ley de la contigüidad: un contenido evoca a otro que ha
existido o le ha sucedido inmediatamente en nuestra vida.
2) Ley de semejanza: un contenido evoca a otro porque se
le parece.
3) Ley de contraste: un estado de consciencia evoca a otro
que, teniendo algo en común, le es en cierto sentido contrario.
El olvido
Es lo que le acontece al recuerdo: se debilita, se transforma y
se retrae a lo inconsciente.
Se puede olvidar por:
a) Por decaimiento pasivo por desuso o por desinterés, al
no ser necesaria la evocación de ciertos recuerdos, éstos se debilitan
con el transcurso del tiempo.
b) Por distorsión sistemática: a través del tiempo, el recuerdo
no sólo se va borrando sino que, también se transforma, cambia.
c) Por represión u olvido motivado por el cual, ciertos recuerdos
que perturban al sujeto, no vuelven a acceder a la conciencia.
d) Por stress, por situación de agotamiento psicofísico,
puede olvidarse un hecho o una situación determinada o bien puede
dificultarse la retención del mismo.
En general, los factores emocionales y relacionados con las circunstancias
en que se produjeron los hechos pueden motivar tanto el olvido como
la reiteración compulsiva de imágenes, palabras, relatos, etc.
Aspectos denotativos y connotativos de la imagen
La imagen: es un significante icónico que produce algunos
elementos perceptivos de las cosas y que, permite significarlas.
Si es un significante quiere decir que la imagen no es la realidad
misma, sólo la representa.
La lectura de la imagen puede ir oscilando en torno de tres polos:
el de la realidad representada, el mensaje que se quiere comunicar
y la comprensión del sujeto que la mira.
La imagen a menudo es polisémica, o sea, está sujeta a diversas
lecturas. Por tal carácter polisémico podemos diferenciar dos actividades:
la lectura denotativa y la lectura connotativa.
Denotación: implica identificar los objetos contenidos en
la imagen, o sea, los datos que objetivamente se proporcionan (significante).
Connotación: implica interpretar la imagen a partir de actitudes
personales, de sentimientos, recuerdos, proyecciones subjetivas,
etc. (significados)
Una imagen denotada de la misma manera por diversas personas, puede
ser connotada, es decir, interpretada de modos diametralmente opuestos
por esos mismos sujetos.
Elementos de expresión de la imagen
Son aquellos factores que dan sentido a una imagen, la hacen comunicable.
a- El sujeto de la imagen: es el tema, el contenido. La validez
del sujeto o tema de una imagen no depende solo del objeto representado
sino también, de manera en que se lo representa (forma, color, movimiento).
Los contenidos de una imagen entendidos éstos por los objetos, personas,
elementos, etc. que la componen tienen emocionalmente diferentes
significados.
Algunos, como sangre, fuego, explosiones, excrementos, órganos sexuales
posturas que indiquen ataque, riesgo, soledad, etc., pueden ser
considerados contenidos perturbadores ya que motivan fuertes emociones.
Otros, tales como animales, y personas en actitudes no hostiles,
los vamos a considerar contenidos vitales ya que motivan aspectos
de vida, crecimiento, afectos positivos.
Todo lo que tenga que ver con la naturaleza así como los objetos
comunes, pueden ser considerados como contenidos amortiguadores
ya que, motivan un equilibrio anímico, pueden no introducir conflicto
y/o amortiguar el impacto de otro tipo de contenidos.
Cuando, ya sea en su composición, en su funcionalidad, o en el contexto
en que estén incluidos, los contenidos representen alguna ruptura
con el sentido común (ciencia ficción, dibujos animados, etc.),
motivan sentimientos diversos. Pueden ir desde inseguridad y temor,
a aceptación y simpatía.
Siempre indican una composición de aspectos lógicos y mágicos que
pueden variar desde el delirio a la obra de arte. Algunos contenidos
pueden ser predominantemente mágicos, ilusorios y estimulan aspectos
imaginarios, ligados a deseos o temores que en sus extremos tienen
que ver con la vida y la muerte.
b- La composición estructural de la imagen: es la disposición
de los elementos en el encuadre. Cuanto más estructurada sea una
imagen es mas concreta, obvia, precisa y por otro lado, su decodificación
va a estar apoyada en elementos objetivos. En cuanto sea menos estructurada,
esto es, más difusa, imprecisa, indefinida, su decodificación depende
en forma acentuada de las características personales del receptor.
La percepción de profundidad y de volumen devienen además de la
visión binocular, de nuestra experiencia de espacio y de la aprehensión.
Por nuestros desplazamientos, conocemos el grado de acercamiento
y alejamiento de los objetos y al manipularlos, conocemos su consistencia,
peso, volumen. Emocionalmente, también está ligada a recuerdos sobre
situaciones de seguridad o inseguridad, vulnerabilidad, soledad,
miedo, así como a capacidades creativas.
En cine, los objetos están "comprometidos" con el contexto en que
son presentados. El decorado refuerza la acción, la precisa. "La
imagen fílmica es imagen de un cierto espacio". (J. Mitra).
En la composición estructural de la imagen tienen importancia los
diferentes tipos de líneas:
Verticales: evocan actividad, elevación de espíritu, alegría,
entusiasmo, firmeza, decisión, confianza.
Horizontales: denotan paz, tranquilidad, así como también
inmutabilidad, muerte.
Oblicuas: sugieren desequilibrio interior, tensión, peligro,
inquietud de espíritu, dramatismo.
Curvas: simbolizan movimiento y dinamismo. Es la línea propia
de lo femenino, de la postura del niño en el seno de la madre. Estas
líneas refieren vida, lo emotivo, el encuentro humano y amoroso.
Las líneas retas y angulosas, representan lo masculino. Las líneas
también pueden ser mixtas y asumen diversos significados en el contexto
en que se hallen insertas.
Prof.
Lic. María Julia Buñol.
Publicitaria. Magíster en Comunicación y Comercialización.
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