CONFLICTO EN MEDIO ORIENTE: TRATAMIENTO PERIODÍSTICO DE LOS MEDIOS GRÁFICOS ARGENTINOS "CLARIN" Y "LA NACIÓN"
TESIS
¿Cómo nos informan los medios gráficos sobre los temas bélico religiosos que ocurren en el mundo? Frente a este interrogante, se ofrece un panorama sobre el tratamiento que los más prestigiosos medios gráficos nacionales hicieron a propósito de los enfrentamientos en Tierra Santa, en ocasión de la visita de Sharon a la Explanada de las Mezquitas. Este texto, tesis de licenciatura, fue presentado el 10 de agosto de 2001, como trabajo final de la asignatura “Seminario de Investigación Periodística”, a cargo del Profesor Periodista Raúl Horacio Burzaco, del 5° año de la carrera de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Educación y de la Comunicación Social de la Universidad del Salvador.
Introducción

Como es de público conocimiento, el mundo ha sido y es testigo de nuevos enfrentamientos armados en Medio Oriente.
Israelíes y palestinos vuelven a confrontarse por razones territoriales. Nuevamente el fantasma de la guerra en Tierra Santa es tapa de diarios y revistas en todo el mundo, a la par que las cadenas internacionales de noticias informan al instante de cualquier cambio brusco de situación en el mapa de Oriente Medio, resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y acciones militares emprendidas por Estados Unidos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) o países linderos a la zona de conflicto.
El tema ocupa gran parte de los conocidos "tiempos de Agenda de los medios", no sólo por el interés humano que este despierta (provocado por las ya innumerables víctimas que se suman a la lista de caídos en dicho territorio), sino también por las implicaciones políticas y económicas que puede ocasionar a nivel mundial, que van desde atentados terroristas en distintos puntos del Globo Terráqueo hasta suba del coste del petróleo que, se sabe, repercute en la economía de formas muy diversas.
Ahora, la pregunta que nos ocupa en relación con Conflicto en Medio Oriente y el tratamiento periodístico de este tema por parte de los medios gráficos nacionales es la siguiente:
¿Los más prestigiosos matutinos argentinos, los diarios Clarín y La Nación, le han dado al tema, en su tratamiento periodístico, la dimensión que este realmente alcanza?
Mediante una rápida lectura exploratoria puede verse que el tema ha sido profusamente tratado desde el costado bélico y, más puntualmente, en el aspecto del terrorismo internacional. El tema económico (suba del costo del crudo, real y posible), en tanto, es relegado a unas pocas líneas. De lo antedicho, puede deducirse que:
Hipótesis:
El tratamiento periodístico de los diarios Clarín y La Nación sobre el tema Conflicto en Medio Oriente tiene un carácter más espectacular que informativo.

El presente trabajo de investigación tiene como finalidad el replanteo de las funciones periodísticas de los medios gráficos en un momento en el que el auge de las cadenas de televisión satelital o de cable hace del tratamiento de los temas bélicos un espectáculo de la realidad.
Para ello comenzaremos con una breve reseña del devenir histórico de los medios de comunicación y de los cambios que el ejercicio del periodismo debió afrontar ante el avance tecnológico y la impronta que este causó en los estilos periodísticos.
Explicaremos el carácter informativo del tratamiento de la actualidad periodística, y definiremos el término espectacular en relación con la información.
Para ello nos basaremos en la teoría de la fijación de los tiempos de Agenda, o Agenda Setting, en la teoría crítica y en investigaciones históricas sobre Conflicto en Medio Oriente y en aportes de vertiente psicológica.
Analizaremos textos periodísticos de los medios gráficos argentinos Clarín y La Nación, referentes a Conflicto en Medio Oriente, publicados a lo largo de un mes: del 13 de septiembre al 13 de octubre de 2000.
Finalmente, ensayaremos una conclusión que intentará explicar el por qué del estilo del tratamiento de los medios elegidos como objeto de análisis.

Capítulo I
Medios de Comunicación: Cómo la naturaleza técnica del canal condiciona el tratamiento periodístico de las noticias.


Cuando abordamos el estudio de las Ciencias de la Comunicación Social, parte muy importante (por no decir imprescindible) de esa labor de formación profesional es la profundización en el conocimiento del devenir histórico de los adelantos tecnológicos de los medios que sirven a la difusión de mensajes que serán recibidos por públicos muy numerosos: los Medios de Comunicación Social.
Es así como, cuando nos adentramos en la historia de los medios de comunicación, vemos que el adelanto tecnológico impacta no sólo social y económicamente en un grupo humano, sino que, particularmente, causa un estado de desequilibrio dentro del ámbito de los medios de comunicación periodística.
La sociedad conoce un determinado medio, que a su vez tiene un modo propio de transmitir la información. Así todo se desarrolla tranquilamente tanto para emisores como para receptores. Es allí cuando la tecnología hace su impronta, rica en novedad y modernidad. Pero el advenimiento de la novedad tiene un precio a pagar: el desequilibrio.
¿A qué nos referimos con el término "desequilibrio"? A la situación desconocida, tanto para el medio de comunicación ya establecido como para el público receptor - consumidor - usuario del mismo, ocasionada por la aparición de un nuevo canal y una novedosa forma de comunicación social.
El medio nuevo trae consigo todo un abanico de posibilidades técnicas, hasta entonces nunca vistas, para la difusión de la información. Pero el tiempo que media entre la llegada de dichas posibilidades, el aprovechamiento de las mismas por parte de los profesionales y/o trabajadores de la comunicación, y el aprendizaje del público para realizar una lectura apropiada de la modalidad última de encodificar dicha información, no es corto.

El Periódico: un espacio propicio para la defensa de las propias ideas.

Iniciemos una breve reseña del devenir histórico de los medios de Comunicación Social, y de las formas que fue asumiendo el desarrollo de la labor periodística.
Y para ello, por supuesto que debemos comenzar con el periódico.
Ya desde su nombre podemos comprender algo de la naturaleza del mismo. Hablamos de periódico y no de diario. Y no es difícil suponer por qué.
No nos remontaremos a los orígenes de la imprenta, pero señalemos que, en un principio, el aporte de Gutenberg a la humanidad, la imprenta de tipos móviles, no era un elemento que cualquier persona pudiera poseer.
Fue muy lento el proceso para que la imprenta se constituyera en un medio que sirviera a la difusión de contenidos de interés social. Y mucho más para que sirviera a la impresión de periódicos.
El poseedor de una imprenta, podía utilizarla con distintos fines: usarla para imprimir obras que fueran de su propio interés, y para darlas a conocer. O para difundir sus propios textos con sus propias ideas.
Por estas y otras razones (coste de papel, por ejemplo; obtención de licencias para la publicación, etc.), la periodicidad de los textos periodísticos que la imprenta reproducía era más extensa que hoy en día. De allí el nombre "periódico": aparecía con un intervalo determinado de días entre cada ejemplar.
En soporte papel, el periódico servía como espacio para la defensa de ideas políticas, económicas, filosóficas o religiosas de su editor y de columnistas y/o colaboradores.
Primeramente, este medio de comunicación era adquirido por los lectores mediante la modalidad de suscripción. Más tarde, se descubre la posibilidad de incluir anuncios publicitarios a cambio de colaboraciones económicas.
Luego, la imprenta se volvió más factible de ser usufructuada por un número más elevado de personas, y se hace más fácil el imprimir cotidianamente, gracias a que los gastos de impresión se costeaban mejor por el aporte de capitales que llegaban de manos de la publicidad. Es allí cuando aparece el diario.

El Diario y el surgimiento del Periodismo Informativo.

En el mismo soporte que el periódico, el diario hace que la información llegue cotidianamente a un número mucho mayor de lectores.
Pero no podemos dejar de señalar que, hasta que este medio se convirtiera en lo que hoy podemos llamar periodísticamente un diario, tuvo que transcurrir, otra vez, un tiempo bastante largo.

"Ese modo de comunicación masiva que llamamos diarios y revistas, tuvo en sus inicios (siglos XVIII y XIX) la finalidad no tanto de propagar noticias o hechos objetivos, como opiniones. Propagar opiniones era el objetivo de aquellos que se decidían a fundar los periódicos, sirviendo a determinados grupos de poder, o bien constituyéndose en poderes indirectos debido a su peso en la opinión de las élites de cada época.
Puede decirse que es sólo a partir de 1883, con el New York Sun, cuando el menú comunicativo incluyó de modo sistemático las noticias...". (León, 1993: 128).

Y aquí nos enfrentamos a uno de los primeros cambios que afrontó el periodismo en su modo de estructurar su discurso. Se pasaba del Periodismo de Opinión al Periodismo Informativo.

Periodismo de Opinión vs. Periodismo Informativo.

Es esta quizá la vez primera en que el periodismo tuvo que reformularse. ¿Qué es informar y qué es opinar? Pregunta, esta última, que aún en nuestro tiempo, los comunicadores sociales del ámbito periodístico se realizan, como parte del problema ético de la vocación del periodista.
Una pregunta que surge ante este planteo puede ser: ¿El periodismo de opinión, es realmente periodismo? Algunos detractores de ese tipo de discurso periodístico, que pasaba a dejarse un tanto relegado, apuntan que la defensa de una idea en contra de otra es en realidad un modo de hacer política. Y no reniegan con ello de la actividad política, sino del enmascaramiento que esta sufre cuando la forma de realizarla es a través de un texto que pretende ser periodístico.
Alegan, estos detractores, que una opinión puede ser leída, por algún lector incauto o poco informado sobre el tema, equivocadamente, como si fuera un hecho.
Los defensores del antiguo modo de hacer periodismo sostienen que la difusión de ideas también pertenece al espacio de acción del periodista. Y si esas ideas son opiniones, merecen igualmente tener un espacio en los medios.
Es así cómo, en el diario, comienzan a coexistir dos formas de ejercer el periodismo: el género de opinión, y el género informativo.

Definición y apología del Periodismo Informativo.

Para entender lo que es periodismo informativo, habría anteriormente que definir qué entendemos por información y, por consiguiente, qué es informar.
Transcribimos aquí, una primera definición de información, extraída de la Enciclopedia Ilustrada de la Lengua Castellana, Sapiens:
"Información: (Del latín informatio, - onis.) f. Acción y efecto de informar o de informarse. // Indagación jurídica y legal de un hecho o delito. // Pruebas de calidad y circunstancias necesarias en un sujeto para un honor o un empleo. // ant. fig. Instrucción, educación."

Otro modo de explicar el término que nos ocupamos de definir es la que nos ofrece el diccionario Pequeño Larousse Ilustrado:
"Información: f. Acción y efecto de informar. // Averiguación jurídica de una causa: abrir una información. // Investigación o averiguación, informe. // Reseña dada por un periódico, por la radio o la televisión."

El mismo texto, al momento de definir el término informar lo hace como sigue:
"Informar: v.t. (lat. Informare). Enterar, instruir. (Sinónimo: anunciar, comunicar, dar a conocer, enseñar, participar.)"

Como podemos apreciar, tanto en el caso de la definición de la palabra información como también en la del término informar se hace alusión a las pruebas y a la educación o instrucción.
Refiriéndonos específicamente a la acepción periodística de ambos términos, es ilustrativo citar aquí un párrafo de una estudiosa del tema, la licenciada en Ciencias de la Información, Concha Fagoaga, quien se encarga de aclarar cuáles son las funciones del periodista que redacta textos del género informativo:

"Los periodistas no sólo reproducen lo que ven y oyen, ejercen también una investigación sobre lo acontecido porque los hechos no se producen descontextualizados de una situación económica, social y política concreta. Los hechos no surgen aislados de una realidad más amplia, se insertan en ella...". (Fagoaga, 1982: 11).

Por su parte, Eugenio Castelli explica al género informativo en estas líneas:
"El periodismo informativo procura dar a conocer lo relativo a un hecho ocurrido o por ocurrir, ciñéndose en lo posible a la exigencia básica de verdad, o fidelidad al acontecer; para que su mensaje logre su objeto debe asegurarse su correcta recepción e interpretación. A tal fin, el redactor debe ajustar su estilo, sus recursos expresivos, tanto a las exigencias del contenido como a la capacidad receptiva del lector." (Castelli, 1968: 181).

De las precedentes definiciones, podemos extraer que: El periodismo informativo tiene como finalidad el dar a conocer los hechos de la realidad, ciñéndose a los lineamientos dados por las pruebas que sobre dichos hechos el periodista conozca mediante un trabajo de investigación. Hechos que el periodista deberá contextualizar para una correcta interpretación de los mismos por parte del lector, ateniéndose al estilo adecuado exigido por el contenido a difundir.

Hemos ya definido qué entendemos por periodismo informativo. Continuemos ahora con el desarrollo tecnológico de los medios.
En los primeros tiempos, el periodista contaba sólo con el uso de la lengua escrita y su capacidad narrativa puesta al servicio de la información. Pues, recordemos, que en los albores de la prensa diaria, los sistemas de impresión eran pobres en cuanto a posibilidades de innovación en la diagramación de las páginas de los diarios.
Se sabe que luego la producción gráfica trajo recursos que enriquecieron el diseño de los textos periodísticos: las páginas se hicieron más "livianas". Es decir; se introdujeron cantidad de tipos y tamaños de letra, creció la importancia visual de los titulares, e incluso se sumaron a los textos imágenes fotográficas.
Con este inédito estado de cosas, el periodista podía jugar con más elementos al momento de narrar los hechos. Por su parte, el lector tenía que aprender a entender el nuevo código del periodismo escrito, para un mejor aprovechamiento de la lectura del mismo.
Una vez readaptados a la realidad presente, se restablecería el equilibrio.
Pero, como es de esperarse en el universo de los medios de comunicación, este equilibrio no tardaría en volver a "quebrarse". La sociedad estaba a punto de presenciar la llegada de la radio.
Y la radio llegó para establecer nuevas formas de comunicar la noticia.

La Radio y el aporte de instantaneidad en la difusión de noticias.

Aquí también aclaramos que no nos explayaremos en detalles referentes a la instauración de la radio como medio de comunicación social o de masas, y luego como canal de difusión de información periodística.
Sólo señalaremos los factores que entorpecían el establecimiento de la misma en la función que conocemos que cumple en la actualidad.
Al comienzo de la era de la comunicación radial, los aparatos receptores de la frecuencia de radio eran una rareza. Por razones de escasez de producción de los mismos, y porque muy pocos podían contar con uno de ellos, en un principio la comunicación radial fue un experimento de "radioaficionados": científicos que se ocupaban del estudio de este revolucionario canal de comunicación.
Luego, la radio fue utilizada por organismos de gobierno, para transmisiones de carácter militar. Sólo mucho después el medio de comunicación sonoro se popularizó y se constituyó como uno de los principales canales para uso de difusión periodística.
Con la radio la información era factible de ser suministrada con aditamentos que la hacían más atractiva: el lenguaje hablado, la oralidad... con todos los matices que ella tiene. Matices conocidos como entonación, modulación y vocalización. Y todo aquello que tiene de particular la voz humana: el tono, el timbre y la intensidad.
Pero no acaban con los encantos de la voz humana los flamantes atractivos del medio radial. La radio cuenta con cuatro pilares famosos sobre los que puede estructurar su discurso: la voz, el silencio, la música y los efectos especiales. Y con estos cuatro elementos, el realizador de "textos periodísticos radiales" puede ahora crear toda una batería de formatos nuevos para la encodificación de la información periodística.
No es difícil suponer que, en un principio, no se supieron explotar las potencialidades del medio sonoro conocido como radio. Transcurrió un tiempo prudencial hasta que los "hombres de radio" encontraran la vertiente a seguir en la construcción de las noticias. Y el "radioescucha", lo mismo que con los cambios en el diario, tuvo que incorporar una nueva forma de "lectura de la información".
Nuevamente en equilibrio con el medio recién llegado, el que entró en crisis fue el diario. ¿Por qué? Porque la prensa escrita tenía ahora un fuerte competidor. Un competidor que hacía no sólo que la información fuera más atrayente y, si se quiere, "entretenida", sino que además lograba que el receptor se informara en un tiempo mucho más breve que el que le insumía el informarse a través del diario. El público ya no tenía que leer para saber lo que pasaba, simplemente podía oír radio mientras cocinaba, conducía su automóvil o trabajaba.
La radio crece en capacidades de captar los hechos noticiables. Con la incorporación del nuevo medio al concierto de los canales de difusión de la información, se incorporan mayores elementos técnicos que sirven al ejercicio del periodismo radial.
Las radioemisoras suman a sus producciones periodísticas un factor que hará que la noticia llegue al público con una velocidad antes jamás pensada: el "móvil de exteriores".
Ya no sólo cuenta con la información que les suministraban los cables de las agencias de noticias, los textos de la prensa gráfica o las informaciones que los periodistas podían obtener el día anterior, o antes de la emisión del programa... Ahora la propia radio era capaz de obtener datos inéditos en el mismo momento en que estos acontecían.
El cronista de exteriores, comúnmente conocido como "movilero", estaba ahora en la calle a la espera de que los hechos se produjeran. Si el acontecimiento era relevante para la labor periodística del medio para el que trabajaba, la emisora podía interrumpir la transmisión y brindar a su público la noticia del hecho en el momento en que este estaba ocurriendo.
Con la radio la información adquiere el valor de instantaneidad.
El diario, entonces, debía reformularse. Y lo hizo. Ahora la noticia gráfica era tratada de otro modo. Se informaba en pocas líneas y, en un espacio mayor de la superficie de página, el periodismo escrito se ocupaba de interpretarla, contextualizarla, analizarla.

El Periodismo Interpretativo es un modo de informar explicando los hechos.

Definíamos más arriba la primer variable de nuestra hipótesis de trabajo: qué es lo que entendemos cómo periodismo informativo.
Sin embargo, y para evitar equívocos, tenemos que indicar que en la historia del periodismo gráfico, cuando se cuestionaba la opinión como ejercicio de la profesión (y precisamente por ello) se hacía especial hincapié en la objetividad del periodismo informativo. A tal punto llegaba dicha concepción del periodismo, que el redactor debía limitarse a narrar los hechos tal cual acontecían, sin dar mayor espacio a la interpretación.
Por ese entonces, incluso, la interpretación no era bien vista, dado que se creía que con ella el periodista estaba vertiendo sobre las páginas no sólo información, sino también opinión.
Pero recordemos las definiciones que encontramos de los términos información e informar. Vimos que en ambas hacía aparición la noción de enseñanza. Asimismo, también notamos que para Fagoaga es importante que quede en claro que un "hecho noticia" no se produce en forma aislada, sino que, por el contrario, es consecuencia de situaciones o realidades políticas, económicas y sociales dentro de las que éste se produce.
Esta labor de contextualización de las noticias es una tarea de enseñanza, en la que se le brindan al lector todos los elementos necesarios para que comprenda qué es lo que está ocurriendo y por qué ocurre.

"Los nuevos periodistas norteamericanos suelen denominar con el despectivo término stenographic reporting el resultado de aquellos periodistas que se limitaban a describir y repetir declaraciones formuladas. Utilizan esa terminología irónica y peyorativa con la manifiesta intencionalidad de poner de relieve el interpretative reporting, término de oposición a aquél y cuyo planteamiento no es precisamente la mera descripción de los hechos, ya que todos los hechos tienen múltiples explicaciones y todas tratan de esclarecer lo acontecido.
"Los acontecimientos se describen y se analizan en el tratamiento de la información por la misma razón que el lenguaje cotidiano no sólo es descriptivo, es también analítico, razonador finalmente. Describir hechos fragmentarios sin explicarlos puede ser un brillante ejercicio de estilo que no presupone, en un principio, que lo relatado haya sido construido con la mayor objetividad posible; la ordenación correcta de citas y datos, la reproducción de hechos que da lugar al esquema piramidal que estructura el "relato objetivo de los hechos", no es suficiente." (Fagoaga, 1982: 11, 12).

Como podrá verse, el periodismo que asumió el nombre de periodismo interpretativo, pone en duda la supuesta objetividad tan defendida por los adeptos al periodismo informativo.

"El esfuerzo por concentrarse en la transmisión de informaciones lo más "objetivas" posible dejaba ver sus limitaciones. No bastaba contar noticias. Entre las dos guerras, el "crack" del 29 y la depresión que le siguió habían puesto de manifiesto la necesidad de tener en cuenta al ciudadano en el gobierno de la nación y de que estuviera al corriente de lo que pasaba o iba a pasar. Aparecieron nuevos semanarios de noticias, como Time y Newsweek, que consiguieron grandes tiradas, y también aumentó la lectura de las publicaciones como el Reader's Digest y revistas mensuales semejantes. Se trataba de ofrecer un máximo de información digerible por línea o por párrafo. Time anunciaba que no tendría editoriales, pero llenaba de juicios las informaciones. El público leía las informaciones con más atención y curiosidad y quedaba más satisfecho. La polémica ente los defensores del periodismo "objetivo", de "hechos", y los que optaban por una información más libre, que llamaban a menudo " interpretativa", era inevitable, atravesaría el Atlántico y se reproduciría en Londres y en París, ya después de la segunda guerra mundial. Se necesitaba - insistían - un periodismo más explicativo, más "interpretativo".
En lo que se producía un amplio consenso era en que no bastaba la noticia pura y en que había que flanquearla de material complementario, datos sobre el trasfondo, artículos explicativos, reportajes de primera mano y, finalmente, comentarios. Había que llevar al lector al teatro de los hechos, presentarle al reportero que le iba a hacer vivir el drama a medida que se produjera, acostumbrarle a tener cerca el análisis de experto de talento y experiencia que desde lo alto de su columna predecía y juzgaba. Pero los mismos defensores del "interpretative reporting" apuntaban que el juicio que se requiere para la interpretación no es diferente del que se necesita para la selección de los hechos en el más factual y "objetivo" de los periodistas.
Un director asociado del New York Times, Lester Markel, argüía por ejemplo lo siguiente. Los detractores de la interpretación dicen que la información debería reducirse a los "hechos". Pero ¿qué hechos? Tomemos al más "objetivo" de los reporteros. Recoge cincuenta hechos; de los cincuenta selecciona doce, que considera suficientemente importantes para incluirlos en la información, dejando fuera treinta y ocho. Es el primer ejercicio de juicio. Pero sólo uno de tales hechos constituirá el "lead" de la información. Segundo juicio. Y el director decidirá que la información vaya en la página 1 o en la 29, lo que varía mucho la resonancia de la noticia. Es el tercer juicio.
Lo que el llamado periodismo "interpretativo" hace con las informaciones es ampliar el margen de interpretación. Captar una noticia en el más típico periodismo de "hechos" era ya, y sigue siendo, interpretar la realidad social, pero el "interpretative reporting" ensancha el margen de interpretación para servir mejor al lector y darle más elementos de juicio para que a su vez él interprete la actualidad que se le sirve". (Gomis, 1991: 110, 111).

Ante este nuevo replanteo de lo que es informar objetivamente (¿enumeración ordenada de datos o explicación del dato en servicio de la comprensión del mismo?), surge todo un nuevo trabajo de delimitación de las funciones del periodismo. Además no debemos olvidar que el periodismo asumía nuevas formas de encodificar el mensaje cada vez que surgía en el horizonte un nuevo canal para la transmisión de los mensajes.

"En el proceso informativo, entendiendo éste como toda fase técnica previa a la comunicación de masas, los periodistas centran su atención en el cómo de este proceso y que expresa "tanto la forma que recibe el mensaje para adecuarse tanto al canal y al público, como el tratamiento organizativo que requieren los distintos contenidos para ser informados y comunicados" (Benito, 1973: 275).
Las disciplinas que investigan este elemento del proceso tienen por objeto lo que denominan Tratamiento de la Información y que de hecho es lo que constituye el núcleo de la especialización técnica en la preparación de profesionales del periodismo y que de acuerdo con Benito se puede definir como "las diferentes formas que recibe el mensaje para su mejor comunicación y efectos consiguientes" (1973: 282).
El Tratamiento de la Información así entendido no es en definitiva más que la permanente delimitación de las diferentes formas que otorgan funcionalidad al lenguaje periodístico. No es que el lenguaje tenga una función periodística, como aclara Núñez Ladeveze (1977: 126); es que la función periodística implica un tratamiento determinado del lenguaje que permita cumplir sus funciones sociales". (Fagoaga, 1982: 12, 13).
La licenciada española ahora focaliza en la necesidad del periodista de reparar en la naturaleza de los medios al momento de concebir el mensaje, así como en el perfil de los receptores.
Aparece también lo que se refiere al "Tratamiento de la Información", que debe servir a la comprensibilidad de las noticias, para que el trabajo del periodista asuma el rol indicado dentro de la sociedad en la que está inmerso.
Recordemos una vez más lo que acontece con un medio de comunicación periodístico cuando uno nuevo hace aparición: se produce un desequilibrio que será salvado una vez que ambos aprendan a coexistir; es decir, cuando cada uno encuentre el lugar y la función para los que, dadas sus características técnicas, está mejor capacitado para ocupar y ejecutar.
Dijimos que la radio aportaba a la labor informativa la virtud de la instantaneidad. El diario, por su parte, se convierte en el mejor espacio para la explicación exhaustiva de la noticia. Por tanto es que, al momento de definir el término "Informativo" con relación al ejercicio del periodismo gráfico, nos acercamos más a la definición tradicional del periodismo interpretativo, que a la aceptada como correspondiente al género informativo.
El Periodismo en Televisión: Rumbo a una nueva definición. Reacomodadas las funciones de los medios de comunicación, llegó la televisión. Pero, la historia de la TV no fue más fácil que la de la radio. El medio audiovisual tuvo que sortear una larga serie de obstáculos antes de poder ser considerado un medio de comunicación social.
Ahora el público lector, receptor, de noticias se convertía en espectador de la primicia periodística.
La autenticidad de los hechos no necesitaba ya ser contada por el locutor, ni escrita por el redactor. Bastaba sólo una cámara y el presentador de noticias para saber lo que ocurría. Y la TV pasó a convertirse en escenario sobre el que desfilaba el espectáculo de la realidad.
¿Qué ocurrió con el diario entonces? Tuvo que volver a definir su rol en el universo de los medios de comunicación.

La Noticia como Espectáculo: El aporte de la Televisión.

Si lo que nos ocupa es tratar de definir el carácter de espectacularidad en la noticia, es imposible que no hablemos del periodismo televisivo.
Más allá de lo que los estudios de la investigación en comunicación ha realizado, y realiza, sobre el tema de los efectos del medio televisivo en el público, trataremos de explicar primero las características de la TV como medio de comunicación y, luego, las del mensaje periodístico televisivo.

"El Medio es el Mensaje..."

...ya lo dijo Herbert Marshall McLuhan en su famosa y renombrada tesis - slogan.
¿Qué quiere el estudioso canadiense decir con ello? Pues, como la afirmación lo indica, quiere significar que el medio de comunicación, según sea la tecnología que lo sustenta, determina los modos de percepción del contenido por parte del público.
¿Cuál es, entonces, la característica que distingue al mensaje televisivo del resto de los mensajes de los medios de difusión?
La respuesta parece obvia: la TV es un medio que, gracias a su tecnología, produce mensajes de carácter audiovisual. Como receptores de los contenidos, podemos verlos y oírlos. A veces también leerlos. Pero, sin lugar a dudas, el sentido que predomina en el momento de percibir el mensaje televisivo es el sentido de la vista. Por tanto, podemos afirmar que el mensaje televisivo es un mensaje visual.
Establecido que el mensaje que difunde la TV es de carácter eminentemente visual, tenemos que decir que...

"... la televisión es un medio de comunicación que trabaja con lenguajes múltiples y que moviliza, en sus bien diversos mensajes, multitud de códigos preexistentes". (González Requena, 1995: 25).

¿Por qué ahora nos referimos a la multiplicidad de códigos preexistentes? La respuesta nos obliga a reiterar el tema del desequilibrio de cada medio al hacer aparición uno nuevo en el universo mediático.
Así como la prensa gráfica y la radio tuvieron que dejar transcurrir un tiempo hasta que los trabajadores de cada uno de esos medios conocieran las potencialidades que dichos canales ofrecían para la mejor difusión de las noticias, con la televisión ocurrió algo más complejo... Es que aquí la noticia no sólo era "consumida" a través de uno sólo de los cinco sentidos. Ahora la información podía ser vista (mirada o leída) y escuchada.
Era todo una novedad. Y la tarea de construir el mensaje periodístico para TV exigía el manejo de códigos ya conocidos (el lingüístico, el musical, el kinésico (gestual), el prosódico (la entonación), por nombrar algunos), y utilizarlos al mismo tiempo o alternativamente para la estructuración de un "macro código" que integrara a los anteriores.
El realizador de la noticia debería conocer las técnicas de montaje propias del cine y saber utilizar la música para acompañar ya sea el discurso hablado del presentador de noticias frente a la cámara o al "hecho noticia" propiamente dicho mostrado en imágenes.
Y aquí se presenta un serio problema: ahora, la noticia es espectáculo.

"¿Qué es un espectáculo? Difícil de responder, al menos aparentemente. Infinidad de actividades pueden alimentar un espectáculo: una actuación circense, una representación teatral, una misa, un carnaval, un film, los diversos números de una feria, un programa de televisión (...)
De este listado abierto, indefinido, caótico, algo, al menos, podemos deducir: que el espectáculo consiste en la puesta en relación de dos factores: una determinada actividad que se ofrece y un determinado sujeto que la contempla. Nace así el espectáculo, de la dialéctica de estos dos elementos que se materializa en la forma de relación espectacular". (González Requena, 1995: 55).

El espectáculo es entonces resultado de la interacción que se da entre el sujeto espectador y la exhibición que éste puede observar.
Ahora bien, para mejor entender el término que nos ocupa, podemos decir que los tres sentidos que el espectador no necesita para disfrutar del espectáculo son el gusto, el olfato y el tacto. Y son justamente estos tres los sentidos del ser humano que más y mejor caracterizan la relación de intimidad, por ser los tres que más se utilizan en esa situación.
El hombre debe estar cercano a otro ser humano para tener una relación íntima. Precisamente lo contrario es lo que ocurre en la relación espectacular.
La relación espectacular se establece en la distancia. Distancia entre observado y observador que beneficia la tarea de escrutamiento del observante.
Estamos refiriéndonos con todo esto (que parece un trabalenguas) tan sólo a un sentido que se pone en acción para el disfrute de un espectáculo: la vista. Sin embargo, no es el único: el oído juega un rol importante en la relación espectacular, pero es sólo el compañero de la vista.

"Y sin embargo sucede que en multitud de espectáculos el sonido desempeña un papel notable: desde la danza al recital, al concierto o el mitin político. Pero en todos ellos el oído comparte su tarea con la vista, y es la visión del cuerpo que actúa - del cuerpo que genera el sonido - lo que certifica en todos estos eventos su carácter espectacular.
La vista se nos presenta entonces, en todos los casos, como el sentido rey, como aquel sobre el que el sujeto se constituye en espectador. Y sin duda nada mejor que la mirada para sustentar una relación con otro cuerpo del que se carece". (González Requena, 1995: 57).

El espectador entonces utiliza su vista como instrumento para "poseer" de alguna manera aquel otro cuerpo que contempla pero que está alejado de él.
¿Pero qué pasa cuando hablamos del espectáculo televisivo? Al observar ese tipo de espectáculo, el espectador ni siquiera mira un cuerpo. Por el contrario, el televidente ve en pantalla manchas lumínicas que hacen la ilusión de cuerpos humanos, paisajes y demás. Mas el equívoco carece de importancia: lo que realmente interesa es que el espectador acepte la ilusión y la asuma como una realidad.
Esto es lo que sucede cuando miramos televisión. Vemos una sucesión de imágenes que están ocurriendo en lugares alejados de nuestro entorno inmediato y, a veces, las imágenes que miramos se generan a miles de kilómetros de distancia.
Claro que, en sus inicios, la TV no nos podía acercar hechos tan lejanos hasta nuestros hogares. En un principio, sólo estaba capacitada para transmitir en vivo desde los estudios de la televisora, o en su defecto (y en contadas oportunidades), desde algún espacio al aire libre.
Fue más tarde cuando, gracias a la tecnología de las cámaras, la TV sumó la posibilidad de grabar imágenes y transmitirlas en diferido primero, y luego también en vivo desde exteriores... El móvil de la radio asumía diferencias que servían a la difusión televisiva. Recurso que, está de más decirlo, fue rápidamente aprovechado por el periodismo.
El hombre pudo ver entonces a los enviados especiales en acción, al periodista entrevistando en vivo y en directo a una diva del cine, a un político relevante o a una estrella del rock. La humanidad se conmovió con los envíos de los corresponsales de guerra, y se divirtió con las genialidades del "periodista estrella"... Y eso que aún no se conocía la televisión satelital.
Con la TV por cable, y luego la satelital, el periodismo asiste a la llegada de la información visual en tiempo real.
Ahora la noticia que sucede en el otro lado del mundo puede ser "mostrada", sin importar distancia alguna, a través de las cámaras y de los televisores, a cómodos usuarios sentados en sus casas, comiendo o disfrutando de un café...
¿Qué hizo el periodismo con la noticia televisiva? La adecuó al medio por la que sería difundida: la convirtió en espectáculo.
Nuestra aseveración se relaciona con lo citado más arriba: espectáculo es aquello que deviene de la relación espectacular entre dos sujetos: el ser u objeto observable, y la persona observadora, que mira desde la distancia.
Es en la distancia que suceden los hechos noticia que el noticiero nos muestra, nos "ofrece para que miremos". Por ello, ahora, la noticia es una forma más de espectáculo, porque ocurre lejos y es desde lejos que podemos verla.
Pero la noción de espectáculo en concomitancia con la noticia televisiva no se agota en el hecho irrefutable de la relación espectacular que el medio provoca por su naturaleza técnica.
El concepto espectáculo dentro del periodismo en TV hace aparición también en lo que llamamos tratamiento periodístico de la noticia.

El problema del tratamiento periodístico en TV.

Ya dijimos que la TV exige al comunicador poner en juego los conocimientos previos que éste posea sobre códigos que preexisten al medio audiovisual del que hablamos.
Todo lo que se muestra en televisión debe obedecer a una estructura comunicativa que está dada por la naturaleza del medio, como recordábamos decía Marshall McLuhan. Y la TV tiene una forma de comunicar que se asemeja a lo que es la comunicación a través del Cine, y a su vez, tiene características que le son propias y que el Cine obtuvo de ella.

"El cine, de hecho, al menos en sus formas tradicionales, había habituado al espectador a una especie de narración concatenada y construida según pasajes necesarios, según las leyes de la poética aristotélica: serie de acontecimientos terribles o conmovedores que acaecen a un personaje capaz de determinar una identificación por parte del espectador; desarrollo de estos acontecimientos hasta alcanzar el máximo de tensión y la crisis; desenlace de la crisis (y de los nudos dramáticos) con conclusión y pacificación de las emociones en juego. Dicho de otro modo, como la novela ochocentista y como la tragedia clásica, el film se estructuraba según un comienzo, un desarrollo y un fin, durante cuyos momentos todo elemento de la acción parecía necesitado de una especie de ley de economía de la narración, conspirando todo hacia la "catástrofe" final, en una alineación narrativa de lo esencial, con exclusión de todo cuanto fuese resultado casual a fines del desarrollo de la acción. Ahora bien, con la toma directa televisiva se ha ido afirmando un modo de "narrar" los acontecimientos totalmente distinto: la toma directa manda a las ondas las imágenes de un acontecimiento en el preciso momento en que tiene lugar, y el director se halla, por un lado, obligado a organizar una "narración" capaz de ofrecer una exposición lógica y ordenada de cuanto ocurre, pero, por otro, debe también saber introducir en su "narración" todos aquellos acontecimientos imprevistos, aquellos factores imponderables y aleatorios que el desarrollo autónomo e incontrolable del hecho real propone. Y aunque sepa controlar estas aportaciones ocasionales, no podrá dejar de presentar una "narración" cuyo ritmo, cuya dosificación entre esencial y no esencial sean profundamente distintos de cuanto ocurre en el cine: habituando así al público a un nuevo tipo de cañamazo narrativo, continuamente alterado en lo superfluo, pero por otra parte capaz de hacer gustar de modo nuevo la compleja casualidad de los acontecimientos cotidianos (que el film nos había habituado a olvidar, en su obra de selección y de depuración narrativa). No es quizás accidental que, sólo tras unos años de habituación al relato televisivo, también el cine haya adoptado posiciones encaminadas a un diverso tipo de narración". (Eco, 1995: 308, 309).

Vemos así cómo otra vez un medio debe adecuarse a la nueva situación cuando aparece un canal de comunicación distinto.
Tanto el Cine como la TV adoptan estilos de tratamientos del contenido que son propios del otro... Un nuevo medio enriquece al antecesor, y el antecesor hace escuela para los trabajadores del nuevo medio.
Sin embargo, la comparación que más arriba nos comentaba Umberto Eco no es compartida por todos los teóricos que discutían sobre el tema en la mesa redonda "Influencias recíprocas entre Cine y Televisión", a la que él asistió en 1962.

"Se dijo que era impropio llamar narración a la toma directa, puesto que "narración" presupone decantación y formación de la experiencia - y en último término, "poesía" - mientras que en la toma de televisión se tiene una pura y simple crónica reproductiva". (Eco, 1995: 309.

Es interesante señalar que aquí se presenta una vez más el caso de la discusión entre la reproducción de datos de la realidad al momento de encodificar un mensaje vs. la defensa de un orden que permita la mejor interpretación de los contenidos.
En este caso, los teóricos se refieren a la argumentación narrativa del mensaje estético (tanto cinematográfico como literario), en detrimento del formato del mensaje televisivo, que es "desordenado" porque se ocupa de "narrar" hechos que están pasando, y que por tanto no sabemos dónde concluyen y, a veces, desconocemos también el origen.
Mas, a pesar de ello, es verdad que el "narrador televisivo" necesita acudir a las leyes de la narrativa tradicional y de la cinematográfica. Si así no lo hiciera, lo que percibimos a través de la pantalla de los televisores sería un contenido caótico e incomprensible.
"Sobre estas discusiones gravitaba en realidad la sombra de un equívoco, debido quizás a la escasa familiaridad de los estudiosos, ilustres en otros campos con el medio televisivo. De hecho, como otros advirtieron, no es cierto que la toma directa en televisión constituya una exposición fiel e incontaminada de cuanto ocurre; lo que ocurre, encuadrado en la pequeña pantalla, enfocado previamente según una elección de ángulos, llega al director en tres o cinco monitores, y entre estas tres o cinco imágenes él escoge la que se va a mandar a las ondas, instituyendo de tal forma un montaje, improvisado si se quiere y simultáneo con el acontecimiento, pero "montaje" al fin, lo cual equivale a decir "interpretación" y "elección".
Si es típico del arte elaborar un material bruto de experiencia para convertirlo en una organización de datos tal que refleje la personalidad del propio autor, la toma directa de televisión contiene in nuce las coordenadas esenciales del acto artístico. En medida elemental, en forma tan sencilla y tosca que bordea siempre la caída con la pura improvisación carente de reflexión, pero las contiene. Y aunque la característica "específica" de la televisión en toma directa sea narrar sobre la base de una provocación inmediata de la realidad y según exigencias de simultaneidad, la operación que el director realiza puede compararse a una narración, a la elaboración de un punto de vista personal sobre los hechos. De ahí la posibilidad de relacionar ciertos episodios de la experiencia televisiva a otros episodios del cine actual, aún distinguiendo las modalidades de la narración televisiva de las de una cinematografía que provoca y finge, con mucha mayor consciencia y cálculo estético, la dispersión y la accidentalidad de la vida vivida. Por otra parte, se tuvo cuidado en advertir que, cuando se formulan analogías entre nuevo cine y práctica de televisión, no nos referimos tanto a derivaciones directas por parte del director, como a la existencia de nuevos hábitos receptivos que la televisión ha cultivado indudablemente en el espectador". (Eco, 1995: 309, 310).

Detengámonos aquí, en los "hábitos receptivos" a los que se refiere Umberto Eco.
Dijimos anteriormente que no sólo el realizador de cada medio debe aprender a encodificar mensajes siguiendo una estructura que es dada por el nuevo medio en sí, sino que también el público tiene que habituarse a una nueva forma de recibir información. Y no estamos hablando de información en el sentido periodístico de la palabra, sino en el sentido amplio del término.
También señalábamos que, como asevera González Requena, en el espectáculo los sentidos que se ponen en funcionamiento dentro de la relación espectacular son dos: la vista y el oído. Por ello: ¿Qué cambia para el receptor gracias a la aparición del nuevo medio?
Para empezar, la forma de consumir el espectáculo. Ya no hay que salir de casa para acceder a la posibilidad de disfrutar de uno. La "tele" nos trae el espectáculo a casa.
Por otro lado, el público está obligado por el medio a consumir la información mediante una nueva forma de decodificación de mensajes que se ha dado en llamar "audiovisión".

"(...) las películas, la televisión y los medios audiovisuales en general no se dirigen sólo a la vista. En su espectador - su "audio- espectador" - suscitan una actitud perceptiva específica que, en esta obra, proponemos llamar la audiovisión.
Una actividad que, curiosamente, nunca se ha considerado en su novedad: sigue diciéndose "ver" una película o una emisión, ignorando la modificación introducida por la banda sonora. O bien se considera suficiente un esquema aditivo. Asistir a un espectáculo audiovisual vendría a ser en definitiva ver las imágenes más oír los sonidos, permaneciendo dócilmente cada percepción en su lugar". (Chion, 1993: 11).

Sin embargo, y ya más adelante nos ocuparemos de ampliar este tema, en realidad la decodificación de mensajes de un medio visual y sonoro no es la simple sumatoria de percepciones realizadas mediante la vista y el oído. La cuestión es más compleja, y por supuesto es aprovechada por el realizador de noticias para televisión.
Por ahora, destacamos aquí otro hecho que define al medio televisivo: la TV lleva a la sala de nuestro hogar todo tipo de espectáculo a los que, antes de ella, debíamos "espectar" en un lugar que no nos era propio, como la cancha de fútbol o el salón de un teatro.

"Durante muchos siglos el espectáculo fue un ritual limitado a unos espacios y tiempos definidos. Además, los espectáculos estaban perfectamente clasificados en función de una serie de variables temáticas y estilísticas: circo, deportes, teatro, ópera, magia, conciertos... La televisión ha supuesto una revolución radical. Por una parte, el espectáculo se convierte en una posibilidad cotidiana. No hace falta desplazarse ni esperar al tiempo asignado para el ritual. La televisión sirve, a través de diversas cadenas, espectáculo constante y gratuito. Espectáculo en casa. Espectáculo a todas horas. Por otra parte. La televisión se convierte en un medio devorador. Lo fagocita todo. Lo incorpora todo, y en este sentido se convierte en un espectáculo de espectáculos: cine, teatro, ópera, deportes, circo, magia, conciertos... Todo cabe, y todo es transformado por el medio, para servirlo a un espectador ávido, que pide siempre más de lo mismo.
La televisión es espectáculo porque, además de fagocitar todos los demás espectáculos, incorpora en su programación una multiplicidad de discursos con carácter espectacular: series, telefilmes, programas de variedades, magazines, concursos... Pero también porque convierte en espectáculo la realidad." (Ferrés, 1994: 42).

No sólo cambia el hecho de que el espectador ya no tiene que dejar su hogar para ver un espectáculo. Si no que, además, la televisión le muestra todo en formato espectacular porque necesita entretenerlo. De lo contrario, el espectador hará uso de su control remoto y buscará otro espectáculo que lo entretenga más.

"... la experiencia televisiva tiende a incrementar el sentido de la impaciencia. La letra impresa obliga a ejercitarse en la postergación del placer, en la satisfacción retardada y, por tanto, en la paciencia; sólo después de realizar las complejas operaciones del análisis lógico y gramatical se comprende el sentido, y sólo entonces puede producirse el placer. El goce del texto escrito proviene del significado, no del significante. Las imágenes, en cambio, ofrecen una gratificación inmediata derivada del propio significante. Satisfacción instantánea, no retardada. A esto hay que añadir la hiperestimulación sensorial, que incrementa aún más la gratificación instantánea. Y cuando la experiencia no es gratificante, cabe siempre la posibilidad de cambiar de canal." (Ferrés, 1994: 35).

En el mismo texto, pero anteriormente, Joan Ferrés explica cómo y por qué se produce esta nueva modalidad de consumo de la información en la TV:

"Montaje trepidante, cortes, elipsis, falta de continuidad narrativa, zig-zags imprevistos... Una de las consecuencias más evidentes de la hiperestimulación sensorial es la visión de la realidad que comporta. La hiperestimulación sensorial lleva a ofrecer una visión fragmentada y compartimentada de la realidad. Como indica D. Wolton, lo único que importa en este contexto es la sorpresa, y el zapping es el instrumento de la sorpresa. Lo que el espectador pide a la televisión es: "¡Sorpréndame, por favor!". La gratificación producida por la estimulación sensorial se convierte en un fin en sí misma. El zapping fou sería la manifestación extrema de esta tendencia a la simple gratificación sensorial y, en consecuencia, al sinsentido.
El hecho de que este tratamiento fragmentado se aplique indistintamente a todos los programas, desde los espots publicitarios a las noticias de los informativos, lleva a un cierto igualamiento valorativo entre ellos. El medio se convierte en fin. No importa el sentido. Los significantes tienen valor en sí mismos. Utilizando palabras de P. A. Mercier, si el zapping pone de manifiesto una infidelidad a los programas o a las cadenas, es porque la fidelidad se vuelca globalmente en el medio". (Ferrés, 1994:28).

El hábito de recepción del espectáculo por parte del espectador ha cambiado, como bien lo decía Eco. Gracias a la TV lo consume en casa y, gracias a la gran oferta de espectáculos, se vuelve exigente en lo que se refiere a la gratificación. Por tanto, en el caso de la difusión periodística en televisión, la tarea de redefinición de formatos de las noticias no sólo se ve alterada por la naturaleza técnica del medio, sino también por la competencia que el propio medio le genera al programa periodístico que intente dar información a través de la televisión.
Más allá de que los profesionales de la información en TV deben también ceñirse a "una especie de narración concatenada y construida según pasajes necesarios" al momento de transmitir una noticia en imágenes (porque, como dijimos antes, de no ser así la información sería imposible de ser interpretada), ahora deben ser perfectamente conscientes de que el telediario o noticiero está inserto dentro de una programación que muestra todo tipo de espectáculos.
Pero eso no es todo: los noticieros o informativos comienzan a competir con espectáculos que son brindados a través de otros canales de televisión que se transmiten al mismo tiempo. Hete aquí la gran competencia.
Ahora la noticia televisiva no sólo compite con la que es brindada a través de la prensa gráfica (diarios o revistas) o la que llega a la ciudadanía a través de la radio... El periodismo televisivo compite con la misma televisión... Algo hay que hacer para que la atención del espectador no se centre en otro espectáculo. Algo hay que hacer con la noticia para que esta sea "gratificante". Y aquí nos enfrentamos a la segunda noción de espectáculo en relación con la noticia televisiva.
Espectáculo es aquello que miramos desde lejos, sí, como aportaba González Requena. Pero existe también una modalidad espectacular.
Generalmente, los espectáculos que nombramos están "musicalizados", tienen sus correspondientes "bandas sonoras".
"Una buena parte del poder de fascinación de la televisión proviene del hecho de que cumple todas las funciones propias del espectáculo:
? La gratificación sensorial, proveniente de un bombardeo de estímulos visuales y sonoros. Las luces, las formas y los colores resultan gratificadores por sí mismos, como los son las músicas y sonidos. Ya a finales de los años 20 la realizadora francesa Germaine Dulac a firmó que "cine y música tienen esto en común, en ambos el sólo movimiento puede crear emoción, mediante su ritmo y su desarrollo". Pero la gratificación sensorial se incrementa por la aparición constante de personajes seductores (hombres atractivos y dinámicos, bellas mujeres), de escenarios fascinantes (paisajes exóticos, ambientes de lujo), de objetos atractivos (vestidos lujosos, joyas, automóviles ostentosos, comidas y bebidas abundantes)...
? La gratificación mental, derivada de la fabulación y la fantasía, que satisfacen una necesidad básica. "El mundo de la fantasía, de los sueños, de la poesía y de las fábulas es tan necesario para la salud mental como el alimento para el cuerpo" (J. Lorenzo González, 1988, pág. 86). La persona necesita mitos para vivir como necesita aire para respirar. Se dice que ya en los albores de la humanidad los hombres se reunían alrededor de los primeros fuegos para jugar y para contar historias. Las narraciones como evasión, como tregua en el combate de la vida, pero también como oportunidad para darle un sentido. La persona necesita símbolos. "El hombre necesita completar la realidad con un mundo ideal" (citado por B. Bettelheim, 1991, pág. 98).
? La gratificación psíquica, proveniente de la liberación catártica que provoca los procesos de identificación y proyección, al permitir al telespectador elaborar sus conflictos internos". (Ferrés, 1994: 49, 50).

Vemos que el espectador necesita gratificación en tres niveles. En relación con este problema, una de las ventajas con las que cuenta el realizador de noticias para TV es que el lenguaje que se utiliza en ese medio es el de la emoción y, para ello, goza de la posibilidad de la explotación del recurso de la música. Por otro lado, el realizador televisivo sigue necesitando de la lógica de las narraciones tradicionales (Eco lo decía tanto en relación con la TV como en lo referente al Cine), pero, por otro lado, la gratificación debe también alcanzar al nivel psíquico.
¿Cómo hacer para que un noticiero satisfaga este último nivel de necesidad? Bueno, primeramente, podemos decir que pueden llevar a la reflexión, pero de forma tal que el espectador no necesite realizar una tarea intelectual muy profunda, porque no apela a la razón sino a los sentimientos.

"Si la televisión desarrolla sistemas perceptivos distintos que la lectura y activa procesos mentales diferentes, es lógico que movilice otro tipo de respuestas. Si privilegia la percepción sobre la abstracción, lo sensitivo sobre lo conceptual, es natural que tienda a provocar respuestas de carácter emotivo más que de carácter racional. Lo que significa que las respuestas que solicita la televisión van más en la línea "me gusta - no me gusta" que en la línea "estoy de acuerdo - no estoy de acuerdo". Lo intuitivo y lo emocional tenderá a primar sobre lo intelectual y racional". (Ferrés, 1994: 33).

Por lo mismo, aquí vale la pena indicar, mediante las palabras de Maury Green, por qué el medio audiovisual (ya sea cine o TV), puede estructurar su mensaje apelando a la emoción.

"La imagen móvil da a la televisión un carácter inigualado en los medios informativos. Ningún otro medio lleva los acontecimientos directamente a la sala del telespectador, y proyecta el significado de los hechos de un modo tan inmediato en su mente y su corazón. Esto no significa otra cosa que lo que el realizador de películas cinematográficas ha sabido desde hace tiempo: la imagen móvil es la fuerza artística más poderosa en la historia humana. Su potencial dramático ha estimulado a los artistas del cien desde D. W. Grifith hasta Françoise Truffaut. Ningún arte presenta un desafío mayor a sus especialistas, pues la imagen móvil abarca todas las demás artes del hombre". (Green, 1973: 117)

Entonces, el periodismo televisivo goza de la posibilidad de presentar la información de manera artística. Además de que el medio le permite mostrarla a manera de espectáculo asume que su receptor espera espectáculo y, por tanto, espectaculariza la realidad.

"La televisión es espectáculo, por una parte, porque selecciona aquella porción de la realidad que responde mejor a las exigencias espectaculares; por otra, porque impone un tratamiento espectacular a cualquier realidad a la que se aproxima. Incluso la política se ha convertido en espectáculo. "En otros tiempos los políticos eran las ideas. Hoy son las personas. O más bien los personajes, ya que cada dirigente parece elegir un empleo y desempeñar un papel. Como en el espectáculo. A partir de ahora, la política se inclina a la puesta en escena. En lo sucesivo, cada dirigente se exhibe y juega el papel de vedette. Así se realiza la personalización del poder. Fiel a su etimología. ¿Acaso la palabra persona no viene del latín persona, que significa máscara de teatro?" (R. G. Schwartzenberg, 1978, pág.9).
Por otra parte, basta echar una mirada a la estructura de los telediarios. Tanto en España como en el resto del mundo tiene una estructura equiparable a la de cualquier espectáculo del show-business. El espectáculo comienza con las noticias más duras: muertes, atentados, accidentes, enfrentamientos... Para el final se reservan informaciones que garanticen un happy end: deportes y demás noticias amables. Las músicas contribuyen a la fiesta mediante una adecuada ritualización del discurso.
El periodismo televisivo representa el triunfo de la puesta en escena, de la escenificación, el triunfo de la forma sobre el contenido. Es la servidumbre que debe pagar un medio que, icónico, privilegia la magia sobre la lógica, la emoción sobre la razón". (Ferrés, 1994: 43).

Ante esta cuestión, recordamos parte de la letra de un tema de Soda Stereo que ironiza sobre el ejercicio del periodismo en los noticieros.

"Es un absurdo diseño del pensamiento... sin dirección.
Nadie perturbará tus sueños, querida...
Todo está justo, todo estudiado, equilibrado.
¡Perdón! ¡Pero alguien gritó! ...Alguien lloró...
¿Realidad o ficción?
No podrás cenar sin tu noticiero, ¡no podrás hacer tu digestión...
sin sobresaltos!
¿Acaso pensabas sentarte
a ver la lluvia de meteoritos desde tu cama?
Es inútil tomarte en serio...
Imagino que siempre hay un reino para destronar y luego olvidar...
¡Perdón! ¡Pero alguien gritó! ...Alguien lloró... ¿Realidad o ficción?..."

Capítulo II
Hacer periodismo en TV: Cómo informar de manera emocionante y espectacular.


Concluimos el capítulo anterior con la letra de una canción. En ella se alude al tema del tratamiento periodístico en televisión y cómo este cumple una serie de reglas.
La canción de Soda Stereo dice lo mismo que José Pablo Feinmann comenta de este modo:

"Podemos estar viendo los más pavorosos ardores de una guerra, podemos estar sobrecogidos por tanta crueldad, pero no durará mucho. La imagen habrá de cambiar de inmediato y en la pantalla aparecerá un comercial o un desfile de modas o la visita de alguna sofisticada y errática princesa... y el horror de la guerra -la emoción que esas imágenes habían despertado- quedará atrás. Vivimos en una época de la eliminación y no de la fijación". (Feinmann, 1999: 71).

La información en Televisión asume el formato de historia que comienza con un hecho impactante y la mayor de las veces cruento, continúa con datos más livianos que amplían la noticia del comienzo o la relacionan con otros temas y finalmente se cierra con una nota de color, a veces predicciones oraculares del tipo horóscopos, y los datos del tiempo, con la sonrisa tranquilizadora del o la presentadora del programa, porque...

"La era de los media sobreexpone la desdicha de los hombres pero desdramatiza el sentido de la falta, la velocidad de la información crea la emoción y la diluye al mismo tiempo". (Lipovetsky, 1994: 57).

Es que como bien lo decía Maury Green, la TV maneja el código de la emoción, pero no por ello sume en pasiones al telespectador sin suministrar al mismo tiempo un desenlace esperado... El "Happy End" que citaba Ferrés.
Ahora, sabemos que todo espectáculo es acompañado por la música. El Cine hace un excelente uso de ella para generar sensaciones, "crear clima". Podemos ver la misma imagen con diferentes bandas sonoras y cambiará radicalmente el modo en que interpretemos dicha imagen.

Función emotiva de la musicalización.

La TV, está de más decirlo, también utiliza la música. Pero la pregunta es: ¿Qué función puede cumplir la música al momento de narrar, para televisión, un hecho noticia?... Pues bien, potencia aún más el predominio de la emoción en el espectador al momento de "leer" un texto periodístico televisivo y, además, espectaculariza la información.

"... la música expresa directamente su participación en la emoción de la escena, adaptando el ritmo, el tono, y el fraseo, y eso, evidentemente, en función de códigos culturales de la tristeza, de la alegría, de la emoción y del movimiento". (Green, 1973: 19).

¿Cuántas veces presenciamos, a través de la pantalla, las dolorosas escenas del sepelio de un policía? Muchas, lamentablemente.
Vimos en esos momentos el llanto de sus deudos, el recorrido de los coches del cortejo hasta el cementerio, el rito protocolar cumplido por sus compañeros de la fuerza, algún representante del gobierno entregar a su viuda una medalla de honor en reconocimiento por el agente que murió en cumplimiento del deber... Y nos emocionamos, como cuando vemos una película... Porque muchas veces la TV se limita a mostrar las imágenes con la marcha fúnebre como único acompañamiento sonoro del código icónico... Como en una película.
También vimos infinidad de veces el reencuentro de unos padres con un hijo, que se había extraviado, y felizmente vuelve a su hogar. Obviamente la música tenderá a parecerse a las utilizadas en una telenovela. Pero no vemos una telenovela. Vemos un hecho real.
La llegada de la Selección Nacional a Ezeiza, luego de haber triunfado en el exterior, trayendo con ella una Copa más para festejar... El periodista comenta lo que estamos viendo: "¡Llegaron al fin los campeones! ¡La hinchada delira y se agolpa alrededor de los jugadores! La alegría que aquí se vive es indescriptible..."
Muy probablemente el comentarista deje que su voz se pierda entre el fragor de los gritos de victoria de los festejantes y, no sería nada raro, que finalmente se cierre el informe con el tema musical "Carrozas de fuego", de Vangelis. Exactamente como en una película...

"Todos los programas de noticias en la televisión comienzan, terminan, y en alguna parte son interrumpidos con música. He encontrado pocos estadounidenses que consideren esta costumbre como algo extraño, lo que he tomado como evidencia de la desaparición de líneas de demarcación entre el discurso público serio y el entretenimiento. ¿Qué tienen que ver las noticias con la música? ¿Por qué está allí? Asumo que está allí por la misma razón que la música se utiliza en los teatros y los filmes: para crear un estado de ánimo y motivo central del entretenimiento. Si no hubiera música - tal como ocurre cuando cualquier programa de televisión es interrumpido para insertar un avance de noticias - los televidentes esperarían algo realmente alarmante que podría alterar sus vidas. Pero mientras la música sigue allí, como marco para el programa, el telespectador se siente reconfortado creyendo que no hay nada importante de lo cual alarmarse y que, en efecto, los acontecimientos que está percibiendo tienen tanta relación con la realidad, como las escenas de una obra de teatro". (Postman, 1991: 106, 107).

Estamos por fin hablando de tratamiento espectacular, y no de espectáculo por el hecho irrefutable de que la noticia será mirada a la distancia. Sin embargo...

"Muchas personas que trabajan en los noticiarios o se ocupan de ello deploran el uso de la palabra "espectáculo" para describir las emisiones de noticias en televisión". (Green, 1973: 66).

Este resquemor a utilizar el término con relación a la información tiene origen en que "espectáculo" es una palabra que se asocia con lo que tiene que ver con el mero entretenimiento, con lo kitsch. Y no queda bien homologar la realidad que afecta de un modo u otro a la población con aquello que sólo sirve para distenderla, entretenerla. Pero...

"Por otra parte, y esto es lo más significativo, las emisiones de noticias son espectáculos, y los intentos por cambiar el nombre no alterarán la situación. Lo que se distribuye por televisión es tanto espectáculo como información. Con su énfasis en lo visual, la televisión trata de mostrar los hechos tal como sucedieron.
En un sentido mucho más sutil, la emisión de noticias es un espectáculo porque debe ser organizada de acuerdo con los mismos principios psicológicos que determinan la estructura de una obra teatral, una comedia cinematográfica, o, tal vez con más precisión, un espectáculo de variedades. El Random House Dictionary of the English Language da como primera definición de "entretener" la de "atraer la atención agradablemente". Este es exactamente el propósito noticiario de televisión, no en cuanto al contenido sino al estilo. Debe ser una calculada fusión de noticias y personalidad, presentada en forma tal que atraiga la atención y el interés de la audiencia.
Alcanzar esto en el tipo de continuo espacio - temporal simulado por la televisión, exige del periodista un conjunto de valores que difieren considerablemente de los valores de los medios impresos y en menor grado de los de la radio. El periodista de televisión tiene la obligación de pensar que toda la emisión no es una colección de noticias sino un espectáculo cuya finalidad primaria es la de transmitir las noticias. Los espectáculos informativos de televisión que dejan vagamente insatisfecho al telespectador son casi siempre producto de periodistas que no logran captar esta característica de su medio, o que, consciente o inconscientemente rechazan toda conexión con el "mundo del espectáculo". Pero lo sepan o no y les guste o no, están en el mundo del espectáculo.
La preparación de una emisión informativa en la forma de un espectáculo abarca los métodos del reportaje individual, el estilo de la redacción, la distribución de las diversas noticias y de las personas que salen al aire dentro del espectáculo, y las transiciones mediante las cuales se interconectan las noticias". (Green, 1973: 67).

Como repetimos hasta el cansancio, cada medio determina el modo en el que el periodista debe de presentar la información. Y con la TV no ocurre lo contrario.
Pero el medio audiovisual tiene una particularidad que el periodista no puede pasar por alto al momento de producir un "texto para televisión".
Esto presenta un problema inédito para, por ejemplo, el periodista de la gráfica. ¿Qué problema?...

"El problema que presenta un sistema de valores informativos basado en lo visual, la personalidad o los criterios de entretenimiento, es su ignorancia de lo significativo. Un hecho visualmente poco llamativo, como una audiencia pública sobre los cambios propuestos en el sistema de leyes relativas al bienestar social, puede tener mucha más importancia para la sociedad que una ruidosa y colorida demostración estudiantil contra la política de alojamiento, seguida por una administración universitaria. Sin embargo, cuando se debe decidir entre ambas, existe la tendencia a utilizar la noticia visualmente estimulante de la demostración y a dejar de lado la noticia más importante sobre el bienestar. Cuando se permite que esta tendencia determine el contenido del noticiario, se priva al telespectador de su derecho a ser informado de los hechos que más le importan. En lugar de eso, se lo entretiene y se lo mantiene en la ignorancia". (Green, 1973: 68).

Es verdad: el problema del periodista de TV con relación al tema del tratamiento de la información está cercado, por un lado, por la naturaleza técnica del medio y el modo en el que la noticia será percibida y, por otro, el problema ético viene a sumarle inconvenientes.

En TV la noticia debe ser breve.

¿Cómo redactar para TV respetando las "leyes gramaticales" del medio y, al mismo tiempo, informar con precisión sobre lo que "le interesa al país"? Porque, recordando una vez más lo dicho por Eco respecto a la narrativa en televisión...

"La noticia en televisión no ha sido narrada plenamente hasta que se ha dicho la última palabra y se ha mostrado la última imagen. Nunca se la escribe con la idea de acortarla si falta tiempo, tal como se escribe una noticia en los diarios para el caso de que falte espacio en las columnas.
Esto se debe en primer lugar a que la naturaleza de la televisión exige una unidad dramática, y en segundo lugar a que el problema en el estudio no se asemeja al problema en la sala de composición. Cuando deben efectuarse ajustes por razones de tiempo, es más fácil y más rápido eliminar noticias enteras del espectáculo que suprimir partes de las noticias. Este proceso por lo general tiene lugar en los últimos minutos anteriores a la salida al aire, e inclusive cuando el espectáculo se encuentra ya en el aire, y por eso la rapidez es esencial.
La unidad aristotélica de la noticia en televisión es lo que hace difícil acortarla. No ha sido escrita para que se le corte la parte final o alguna otra parte. Tiene un comienzo, un medio y un fin, y la eliminación de cualquier parte hace que carezca de sentido, del mismo modo que la omisión del último acto de una obra teatral bien escrita hace que la obra deje de tener sentido. Además, la brevedad de la noticia acentúa esta característica resistencia al acortamiento. Es una criatura flaca y descarnada que deja al telespectador con hambre de más: no hay carne sobre sus huesos". (Green, 1973: 111,112).

¿Qué repercusión puede ocasionar esta característica propia del modo de dar noticias por TV? Como no se puede acortar la información, dado que debe tener una estructura narrativa como la que Aristóteles propone, el periodista la arma el contenido del noticiero siguiendo las leyes de la brevedad. Pero esto también tiene sus consecuencias.

"Si bien la brevedad no siempre sugiere trivialidad, en este caso lo hace. Es simplemente imposible transmitir un sentido de seriedad sobre cualquier acontecimiento si sus implicaciones se agotan en menos de un minuto. En efecto, está claro que las noticias de la televisión carecen de intención en cuanto a sugerir que cualquier relato tiene implicaciones, puesto que ello requería de los telespectadores el continuar pensando sobre ello una vez terminado, y por lo tanto obstruyendo su atención hacia el próximo relato que espera pacientemente entre bastidores". (Postman, 1991: 107).

Otro aditamento se le suma al periodista al momento de narrar para televisión: debe mostrar espectáculo porque es lo que el medio exige; debe mostrar lo que es verdaderamente importante sobre lo que en realidad es "pura imagen", debe "entretener" a su público, y no puede acortar la información como puede hacerlo el redactor periodístico en un diario, porque, en TV...

"...tenemos una estructura de la narración informativa que va desde el clímax a las causas y de éstas a los efectos. No todas las noticias pueden seguir este modelo, del mismo modo que no todas las obras de teatro siguen el modelo de la naciente acción, el clímax y el desenlace". (Green, 1973, 113).

Afortunadamente, así como cada medio tiene su modo particular de suministrar la información, también cumple un rol que le es propio dentro del universo mediático... Es el asunto del "equilibrio" del que hablábamos en un comienzo. Pero ¿este estado de equilibrio es alcanzado? ¿Cómo funciona el ordenamiento de las informaciones que llegan a través de los diferentes medios? Veamos a continuación una nueva serie de inconvenientes a superar para lograr el mejor desempeño de cada medio en su función propia.

"Dice el proverbio chino: una imagen vale más que mil palabras. Los acontecimientos de Rumania, o los de la guerra del Golfo, plantearon de forma clara el problema de la credibilidad de la información televisada. La supremacía de la imagen - a la que evoca acertadamente este proverbio -, la captación en directo de la realidad, al abolir la mediación periodística, debería permitir a cualquiera asistir a la historia en vivo, ante la posibilidad de poder interrogarla.
En tal caso, ¿ilustran las desviaciones informativas aludidas el fin del mito aquel de la imagen como reflejo de la realidad, o el fracaso de ciertas escenificaciones de lo real? Este cuestionamiento con respecto a la fascinación por la imagen ¿no llega cuando algunos reconocen enfáticamente que la imagen, como cualquier otra fuente de información, debe pasar por el tamiz de la deontología periodística?
Más allá de estas preguntas ¿no es verdad que los límites de un modelo televisivo comercial, fuertemente marcado por el sello de la competencia entre las cadenas en el entramado de la información, se alcanzan cuando el scoop lo disputa al distanciamiento crítico? Finalmente, ¿no es en la naturaleza misma del medio - en su racionalidad técnica propia - en donde hay que buscar el abandono de la información televisada?
En resumen, por todas estas razones de orden estructural o especulativo, ¿es la televisión el medio apropiado para presentar una información plural y crítica?". (Guyot, Jacques. En Comunicación y Sociedad, 1991: 59,60).

¿Información o Conocimiento? La llegada de la Desinformación

La pregunta que Guyot plantea en la última cita puede ser respondida mediante un ejemplo citado por Postman, y que pone en evidencia un serio problema a resolver por parte de los profesionales de la información... Y es justamente esa palabra, información, la que Postman cuestiona cuando se refiere al periodismo televisivo.

"... consideremos el caso de Irán durante el drama denominado "La crisis de los rehenes en Irán". No creo que haya habido en muchos años ninguna noticia que recibiese una atención más continuada por parte de la televisión. De ahí que debamos suponer que los estadounidenses conocen casi todo lo que se puede saber sobre este infeliz acontecimiento. Y ahora os planteo las siguientes preguntas: ¿Sería una exageración decir que ni siquiera el uno por ciento de nuestra gente sabe cuál es el idioma que hablan los iraníes? ¿O qué significa o implica la palabra "Ayatollah"? ¿O conoce detalles de los dogmas de las creencias religiosa iraníes? ¿O las principales tendencias de su historia política? ¿O sabe quién era el Sha y de dónde vino?
No obstante, cada uno tenía una opinión respecto de estos acontecimientos, puesto que en este país todos tienen derecho a opinar, y ciertamente es muy útil cuando se acercan los encuestadores. Pero estas son opiniones muy diferentes de las que prevalecían en los siglos XVIII y XIX. Quizá sea más preciso llamarlas emociones en lugar de opiniones, cosa que explicaría por qué cambian cada semana, según nos indican las encuestas. Lo que pasa aquí es que la televisión está alterando el significado de la expresión "estar informado", al crear un tipo de información, que para ser más exactos, habría de calificar como desinformación. Y estoy empleando esta palabra casi en el mismo sentido en que es utilizada por los espías de la CIA o la KGB. La desinformación no significa información falsa, sino engañosa, equivocada, irrelevante, fragmentada, o superficial; información que crea la ilusión de que sabemos algo, pero que de hecho nos aparta del conocimiento. Al decir esto no quiero insinuar que los noticiarios de la televisión pretendan deliberadamente privar a los estadounidenses de una comprensión coherente y contextual de su mundo. Lo que quiero decir es que cuando las noticias son presentadas como entretenimiento, ése es el resultado inevitable. Y al afirmar que los noticiarios de la televisión entretienen pero no informan, estoy diciendo algo mucho más serio, que estamos siendo privados de una información auténtica y perdiendo el sentido de lo que significa estar bien informado. La ignorancia es siempre corregible, pero ¿qué pasaría con nosotros si llegáramos a aceptar que la ignorancia es conocimiento?". (Postman, 1991: 110, 111).

Aquí está planteado ya el problema de saber o estar informado. Lo importante para el medio, en resumidas cuentas, es que lo que se produzca en el público sea la sensación de que saben. Que sepan o no ya no es importante. Esto nos lleva a pensar en una frase de un nefasto personaje de la obra de Ray Bradbury, Fahrenheit 451:

"Dale a la gente concursos que puedan ganar recordando la letra de las canciones más populares, o los nombres de las capitales de Estado o cuánto maíz produjo Iowa el año pasado. Atibórralos de datos no combustibles, lánzales encima tantos "hechos" que se sientan abrumados, pero totalmente al día en cuanto a información. Entonces tendrán la sensación de que piensan, tendrán la impresión de que se mueven sin moverse. Y serán felices...". (Bradbury, 1998: 71).

Es que, como suponía Aldous Huxley, el público se narcotiza con los medios, y mucho más con la TV, porque, recordemos que este medio es el que más y mejor explota el costado de la emoción, de la sensación... como una droga. Y además, el medio tiene la delicadeza de presentar los hechos de manera tal que los vivamos como si fueran un espectáculo más, alejado de nosotros y que comienza, se desarrolla y se resuelve en pantalla, acompañado por la música adecuada y los efectos especiales que más atractivo lo vuelvan.
Probablemente no sepa el espectador de la noticia cuáles son las causas que la originaron. La TV no se preocupa en suministrar esos datos que sirvan para la contextualización del dato y la comprensión de las repercusiones que el hecho puede generar o genera en el medio social al que se lo muestra. Pero esto no sería problema si los medios restantes, tanto la Radio como la Prensa Gráfica y, hoy, Internet (Red Internacional de Comunicación), se ocuparan de cumplir con el rol que les es dado dentro de la batería mediática. De lo que estamos hablando es de la ley de complementariedad y jerarquización de los medios de Comunicación.

Complementariedad y jerarquización de los medios.

"Durante mucho tiempo, el tratamiento de la información era ilustrado por el esquema de la complementariedad de los medios de comunicación. Cuestión de especificidad técnica: la radio anunciaba, la televisión mostraba y, finalmente la prensa explicaba; cada uno tenía definido su rol en la cadena del tratamiento y difusión de la información: la radio o la primicia del acontecimiento; la televisión o la ilustración mediante la imagen; la prensa escrita o el análisis en perspectiva de la actualidad. Podemos subrayar igualmente que la lógica editorial de los noticieros televisados se inspiraba a partir de las decisiones y jerarquías establecidas por la prensa escrita.

La inversión de los roles.

La competencia desenfrenada de los años ochenta ha cambiado por completo esta regla. Los acontecimientos de Rumania vinieron a cuestionar la mencionada repartición de tareas entre los medios. Así, hemos podido ver la sorprendente lógica editorial de periódicos de reputación seria que, arrancando con las imágenes de la " masacre de Timisoara" y pasando por alto a sus corresponsales en Rumania, tomaron tal y como venían las "informaciones" difundidas por los canales de televisión. Al mismo tiempo, y por un efecto de altavoz, la prensa escrita acreditó considerablemente la manipulación rumana. En lo sucesivo, es la televisión la que arma la primera plana y decide las opciones editoriales para el conjunto de la prensa". (Guyot, Jacques. En Comunicación y Sociedad, 1991: 60).

Es verdad, ahora es muy frecuente que las grandes cadenas de noticias en televisión satelital o de cable sean las que fijen los temas de agenda. Esto se debe a que dichas cadenas cuentan con la infraestructura que les permite mostrar con un alto grado de velocidad lo que está ocurriendo en el exterior. Por tanto, los medios gráficos se alimentan de la información que estas cadenas televisivas suministran. Es mucho más barato para el medio gráfico abastecerse de este modo de noticias de último momento que mediante el tradicional enviado especial o corresponsal extranjero. Y ni que hablar cuando el tema de la agenda periodística es un tema bélico. ¿Para qué arriesgar un equipo de trabajo cuando CNN (Cable News Network), por nombrar una de ellas, tiene en el lugar a periodistas que le cuentan lo que ocurre con imágenes altamente ricas en información ( o que al menos así lo parecen)?

"En primer lugar está claro que el sistema de los mass media se autorrealimenta. Los medios de comunicación reciben principalmente su información de agencias de noticias o de otros medios. En segundo lugar esto supone la autolegitimación del sistema informativo como principal fuente para la producción de noticias. No sólo los mass media son el principal medio de información para la audiencia sino también para los otros medios de comunicación. En definitiva se institucionalizan como los medios de producción del conocimiento social de la vida cotidiana. En tercer lugar se va a producir un efecto de eco porque todos los medios de comunicación hablan de lo mismo. Desde el punto de vista de los temas tratados apenas hay grandes diferencias entre los distintos medios. Por ello las primicias, que permiten que un medio se diferencie de los demás, son tan valoradas en el ámbito periodístico". (Rodrigo Alsina, 1991: 51).

El problema no es que los medios de comunicación tomen datos vertidos por otros medios u otras fuentes. El problema comienza cuando un medio empieza a influir en el modo de presentar la información en otro canal, que tiene una naturaleza técnica diferente y que, por tanto, debe presentarla también de otro modo. De lo contrario, la gente deja de percibir datos que son medulares al momento de entender qué es lo que realmente pasa, cómo pasa y por qué. Y, lo que es más importante, cómo ese hecho lo afecta en forma personal.

La Contaminación Televisiva en la Prensa Gráfica.

¿Qué es esto de "contaminación televisiva"? Simplemente una forma de nombrar al fenómeno por el cual el estilo periodístico propio de la TV comienza a hacer aparición nada menos que en el diario y en la revista.
A continuación transcribiremos el tema tratado por Postman.

"Así como lo hizo la imprenta en otros tiempos, la televisión ha logrado el poder de definir la forma en que las noticias deben darse a conocer, como también ha definido cómo debemos responder a ellas. Al presentar las noticias como un vodevil, la televisión induce a otros medios a hacer lo mismo, de manera que todo el entorno informativo comienza a imitar la televisión.
Por ejemplo, el diario nacional más reciente y de más éxito, USA Today (Estados Unidos Hoy), está modelado precisamente en el formato de la televisión, se vende en las calles en contenedores que simulan ser televisores. Las noticias son extraordinariamente breves, su diseño se apoya mucho en fotografías, diagramas y otros gráficos, algunos impresos en varios colores. Sus mapas del tiempo son un deleite para la vista; su sección de deportes incluye tantas estadísticas inútiles como para confundir a un ordenador. En consecuencia, USA Today, que comenzó como republicano en septiembre de 1982, se ha convertido, en julio de 1984, en el tercer diario más vendido en los Estados Unidos, según el Audit Bureau of Circulations, y está en vías de superar rápidamente al Daily News y el Wall Street Journal. Periodistas de una tendencia más tradicional lo han criticado por su superficialidad y sensacionalismo, pero los editores del diario permanecen firmes en su indiferencia entre los estándares tipográficos. El editor en jefe, John Quinn, ha afirmado: "No queremos emprender proyectos de las dimensiones de los que ganan premios. No se premian los mejores párrafos de investigación". He aquí un sorprendente tributo a la resonancia de la epistemología de la televisión: en la era de la televisión, el párrafo se está convirtiendo en la unidad básica de las noticias impresas. Más aún, el señor Quinn no necesita inquietarse demasiado por privarse de premios. A medida que otros periódicos se unan a la transformación, no puede un público insensible a la contradicción y narcotizado por la Televisión estar muy lejos el día que se otorguen premios a la mejor frase investigadora". (Postman, 1991: 115, 116).

Si el público está insensibilizado porque la TV lo acostumbró a presenciar grandes dramas en vivo y en directo a la manera de mirar una serie de aventuras, es función del diario explicar cuáles son las repercusiones que esa serie de aventuras puede traerle como ciudadano del mundo.
Y no es casual que hayamos elegido la expresión "ciudadano del mundo"... El diario siempre debe ofrecer a su lector los elementos que expliquen los datos. Y cuánto más cuando los datos que se narran ocurren en latitudes lejanas, con culturas diferentes.
Citábamos más arriba el caso del tratamiento periodístico que recibió el episodio de los rehenes en Irán, sabemos lo que ocurrió con el tratamiento que se le dio a la Guerra del Golfo... Medio Oriente es el tema de este trabajo, por lo tanto, explicaremos qué sucede con los temas que aparecen en la sección Internacionales de la prensa gráfica.

Capítulo III.
Los temas de Exteriores en el Diario: La necesidad de contextualización.


Cuando el diario hace un seguimiento del tema a tratar por un espacio que puede exceder a los consabidos tiempos de agenda, evidentemente estamos hablando de un hecho que, por sus características, tiene implicancias importantes por la razón que fuera.
Si esas implicancias tienen origen en hechos precedentes que, en su momento, no alcanzaron el nivel de trascendencia que ameritara la aparición en los medios, o si esas causas originarias son demasiado remotas (caso conflicto en Bosnia, por citar un tema diferente del que nos ocupa), es necesario que el redactor realice una tarea de contextualización para que su lector comprenda de qué se le está hablando. De lo contrario percibirá la realidad en modo fragmentario, inconexo y, si se quiere, incoherente, por lo que no es raro que lea muy superficialmente la información. Pero, también puede darse que esos datos sean presentados de forma tal que, aunque no lo informen acabadamente sobre el tema, lo entretengan y, como decía Bradbury, crean que están informados y se sientan felices.
Lo ideal, en cuanto a tratamiento de temas que correspondan al área Internacionales o Exteriores, sería que se cumpliera lo que Lorenzo Gomis narra en dos de sus obras.

"En El medio media (Gomis, 1974, 1987) expuse una concepción del interés periodístico que englobaba el interés del hecho y su importancia en un criterio conjunto de selección de noticias que tuviera en cuenta, de una manera equilibrada, lo que el hecho dará que hablar y lo que el hecho dará que hacer. Los periódicos, observaba, no tienen en cuenta únicamente lo que podríamos llamar criterio "comercial" - darle al público lo que quiere -, especialmente en la prensa más solvente, que es también por eso mismo la más influyente. Las noticias políticas, sobre todo de política internacional, reciben en los periódicos - y lo mismo podríamos decir de los demás medios - un tratamiento superior al que resultaría de una simple aplicación del criterio comercial, de lo que hará vender más o aumentar más la audiencia. Los medios no sólo tiene en cuenta el "interés" de un hecho, sino también de su "importancia". (Gomis, 1991: 103).

Ya dijimos qué entendemos por tratamiento informativo de los hechos noticia: informar contextualizando los hechos. Tarea que realiza el periodismo interpretativo pero que mejor se ciñe a la labor de informar a conciencia, porque hace docencia.

El Back - Ground como elemento para la educación.

¿Qué estrategias puede seguir un periodista para informar explicando los hechos sin incurrir en la difusión de su opinión o apreciación personal de los datos? Una muy útil e importante es la del uso del back- ground, o relato de antecedentes.

"El uso del término back - Ground, generalizado en múltiples disciplinas científicas, tiene un particular enfoque en las disciplinas que estudia el Tratamiento de la Información. La comprensión de éste término nos ha permitido traducirlo anteriormente como datos antecedentes. Algunos autores lo definen como "todo material subyacente o circunstancial relacionado con el hecho que origina la noticia" (Charnley, 1971:435), que, como puede deducirse, es una definición excesivamente globalizadora en la que habría que entrar ofreciendo ciertas explicaciones. Empecemos por las que proporciona el propio Charnley:
- El back - Ground es presentado objetivamente.
- Su único propósito es ayudar al receptor a situar el acontecimiento en el debido contexto.
- No evalúa el significado de las noticias, pero le da elementos al lector para que él mismo haga la evaluación". (Fagoaga, 1982: 37).
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Ahora bien: la necesidad de brindar al lector datos que sirvan a la labor de interpretación personal responde a una verdad que bien describe Gomis en estas líneas...

"La noticia más útil al lector u oyente, aquella por la que con razón pudiera pagar más, será aquella que mejor le sirva para entender lo que pasa y hacerse cargo de lo que va a pasar, para entender lo que le espera o también aquello en lo que él mismo pueda influir". (Gomis, 1991: 93).

Particularmente en el caso de noticias de Conflicto en Medio Oriente, que suceden en lugares distantes en todo el sentido de la palabra para la mayor cantidad de ciudadanos del mundo (distante geográficamente y culturalmente), cabe la posibilidad de que el lector poco informado se pregunte por qué el diario que lee cotidianamente sigue destinándole espacios en sus páginas a un mismo tema durante semanas, meses y años. ¿Por qué la muerte de un estudiante judío o palestino aparece en Internacionales cuando mueren estudiantes en todo el mundo, y mucho más cerca que en Tierra Santa? ¿En qué puede eso afectarlo? ¿Para qué le puede servir saberlo?
Para que el corto texto que puede aparecer en formato de "suelto" tenga sentido para él es necesario indicar que puede eso generar un nuevo altercado de proporciones mayores que repercutan en la economía internacional. Es aquí cuando la necesidad de contextualización se hace más evidente. Y la contextualización puede estar dada en forma de cronología.

"Las cronologías se identifican como aquellos mensajes que correlacionan hechos para dar sentido a un determinado acontecimiento en una sucesión temporal. El criterio que rige en las redacciones de los media para ofrecer al receptor este tipo de mensajes es el de contextualizar unos hechos: declaración de guerra de un país a otro (...), acción terrorista de un grupo armado, victoria final en un campeonato mundial de fútbol, etc. En esos casos, al lado del relato principal, siguiendo la técnica que en la prensa norteamericana se denomina sidebar, es muy probable que el receptor se encuentre con unos datos cronológicamente ordenados y que se muestran como antecedentes de los hechos descriptos en el relato principal. La cronología sirve al receptor para obtener una información contextual". (Fagoaga, 1982: 38).

El relato cronológico se hace muy importante al momento de explicar las causas del por qué del enfrentamiento en Bosnia: los antecedentes se remontan a la primer guerra mundial. En el caso de Conflicto en Medio oriente, veremos en capítulos venideros las razones fundamentales por las que se enfrentan israelíes y palestinos actualmente.

"El relato de antecedentes o relato back - ground es ampliamente practicado en la prensa escrita y en todo tipo de periodismo electrónico y sirve para dar relevancia, contextual igualmente, a determinados mensajes. También se suelen presentar con la técnica sidebar, aunque podrían abandonar esta independencia de columnas o espacios y "formar parte del cuerpo de la noticia, pero a cambio de alargarla demasiado" (Fontcuberta, 1981:150); de ahí que el sidebar se use con más frecuencia.
El criterio que hace recurrir al relato de antecedentes es el de prestar relevancia a determinados personajes o acontecimientos significados en el mensaje principal; el ejemplo lo puede ofrecer la elección de determinada figura para un cargo público. En este caso, al lado del relato principal podríamos encontrar un mensaje complementario en donde se relacionen datos biográficos del personaje, bien como recopilación de hechos anecdóticos bien como obra realizada, a modo de los currícula, aunque la tendencia actual es ofrecer una síntesis en la que se manifieste lo privado (aficiones, entorno social, etc.) y lo público, aquellos datos que guardan una relación lógica con su elección para un cargo público, como son metas, valores, etc.
En el caso de prestar relevancia a determinados acontecimientos, el relato de antecedentes se aplica ante situaciones donde este tipo de relato redunda en beneficio de la estimación de que "se ha entrado en crisis", valoración que queda expresada en el relato principal". (Fagoaga, 1982:43).

La contextualización viene a salvar el estanco de la incertidumbre del lector. ¿Quién es el Ayatollah?, preguntaba Postman, ¿El público lo sabe?. ¿Quién es Milosevic? ¿Qué significa "solución final"?... Sería altamente beneficioso para el lector que el periodista se preguntara si él, como público, podrá hacerse una idea de lo que le están narrando.

"Al estudiar el significado de la incertidumbre, distingue Anthony Downs (1973) entre raciocinio, conocimiento contextual e información. Por incertidumbre entiende la carencia de conocimiento seguro acerca del curso del pasado, del presente, el futuro o de sucesos hipotéticos. Por raciocinio entiende la posibilidad de utilizar los procesos lógicos y los principios del análisis causal; da por supuesto que todos los hombres lo poseen. Por conocimiento contextual entiende la conciencia de las fuerzas básicas influyentes en determinado campo de operaciones. Consiste en la captación de las relaciones existentes entre las variables fundamentales en determinado campo. El conocimiento contextual es más específico que el raciocinio, no es común a todos los hombres, sino adquirido en mayor o menor grado mediante la educación, y puede ser objeto de especialización. Por información entiende finalmente los datos acerca de la evolución y situación actual de las variables que constituyen el objeto del conocimiento contextual.
Así, añade Downs, un sujeto puede conocer la estructura monetaria de un país sin estar informado del nivel actual del tipo de interés, del volumen de la oferta monetaria, etc. La falta de conocimiento contextual constituye la ignorancia, que hay que distinguir de la falta de información. Para combatir la ignorancia el hombre necesita educación, mientras que para combatir la falta de información (si ya se posee conocimiento contextual) lo único que necesita es información, que es menos cara que la educación, pero también tiene un coste. De estas definiciones se desprende según el profesor de Stanford que un sujeto puede poseer conocimiento contextual sin estar informado, o estar informado sin poseer dicho conocimiento, pero que no puede interpretarse la información sin poseer conocimiento contextual". (Gomis, 1991: 96, 97).

Fijémonos aquí cómo la educación vuelve a relacionarse con el periodismo. En las definiciones que transcribíamos al principio de este trabajo leíamos que el término información está estrechamente vinculado con las palabras educación e investigación. Sin embargo acabamos de ver que en realidad no es lo mismo saber que estar informado (incluso lo vimos anteriormente también cuando nos referíamos a la desinformación): para que el lector sepa, para que comprenda, hay que contextualizar, y de esta manera, el periodista y el medio estarán educando.
Lamentablemente, en periodismo gráfico, el modo de informar se está asemejando peligrosamente al de la TV. Citábamos el caso del USA Today, que hasta se vende en escaparates que simulan ser televisores. También señalábamos lo arriesgado de que el medio gráfico comience a tomar la información que le llega por medio de la TV y la re- redacte copiando el estilo del medio audiovisual. ¿Por qué asumir una manera de informar que escapa a la naturaleza técnica del canal?
Si en TV la noticia se ve acotada por los tiempos del medio, por lo que hay que presentarla escuetamente; si en TV el código que prima es aquél que estimula la emoción; si en TV todo debe ser atractivo y entretenido nada mejor que el diario se ocupe de ampliar los datos, contextualizando, relacionando, ejemplificando. El diario tiene tiempo y espacio para ello.
Por ejemplo: si la información a dar es acerca de economía, podemos decir que nada resulta más aburrido, falto de emoción, lento y frío que el discurso televisivo de un economista que explica las subas y las bajas de la Bolsa y cómo lo que sucede con los mercados asiáticos, europeos o de Wall Street van a afectar la micro y macro economía nacional. Y justamente...

"La economía, en todos los aspectos y problemas que interesan directamente a la gente, se explica con dificultad sin relacionar normas, decisiones, efectos recíprocos, curso de las divisas, marcha global o regional de los mercados, caracterizados a su vez por acontecimientos que tienen importantes consecuencias en otros lugares". (Colombo, 1997: 13).

¿Hay un medio de comunicación más propicio para el tratamiento informativo de temas económicos que el diario? Puede que sí, tal vez. Pero nadie dudará en asegurar que la prensa gráfica es un sitio más que cómodo para que el periodista económico se explaye en textos ricos en datos y contextualizaciones que los aclaren.
Sucede que, como decía John Quinn, el diario cada vez menos está tentado de embarcarse en "proyectos de las dimensiones de los que ganan premios", y cada vez más se siente seducido a entrar en la vorágine de la información espectacular.

El papel de la emoción en el tratamiento periodístico de la información en gráfica.

"El sensacionalismo es la manera de privilegiar la sensación por sobre la convicción respecto de la veracidad de un hecho. Se difunde, a través de la espectacularidad, la sensación de que el señor X es corrupto. Y no existe el auténtico trabajo de probar si es efectivamente corrupto o no lo es.
Sin embargo, el periodismo no puede prescindir de la apelación permanente a la sensación. Ya se dijo, no existe en el periodismo la pretensión husserliana del concepto sin imagen. No hay conceptos puros. Por eso los medios se diagraman, las palabras se subrayan, resaltan y rodean a las fotografías. Por eso, el periodismo es también el arte de editar las palabras. Es decir, de imprimirlas en un código visual que atraiga el aparato perceptivo del lector, que promueva en el consumidor la sensación de que algo interesante se muestra en esas páginas. Todo periodismo, desde este punto de vista, es en alguna medida amarillo. El amarillo es el color del alerta, entre el rojo y el verde de los semáforos.
Un medio periodístico debe alertar. Debe sugerir que esa revista que se tiene entre las manos debe mirarse, o al menos "ojearse". Un medio es sensible, es un objeto, una cosa para ser vista u oída. Y todo puede detenerse allí. En la mera sensación que el público tiene al consumir ese medio.
Esa es la diferencia entre un medio periodístico y un libro. Un libro no es jamás meramente una sensación. Se lee o no se lee. No hay pasos intermedios. Una revista puede mirarse sin leerse, tal como ocurre con los objetos. Si un libro se queda en el nivel de objeto, porque es simplemente un objeto puesto en una biblioteca o sobre una mesa, ese objeto no se ha constituido en un libro. En cambio, una revista y un diario son lo que son aunque no se lean, aunque sólo se miren. Hay muchísima gente que compra el diario y que no lo lee, basta con tenerlo entre las manos para vivir la sensación de estar informado.
Un medio periodístico que se precie debe entonces tener una estructura que convoque a la sensibilidad, debe portar una forma que atrape rápidamente al sistema "gestáltico" del consumidor. Esa forma, esa "gestalt" está en general muy bien estudiada. Esa forma es una pura ficción. Es la ficción que rodea - y a veces encubre y aún sustituye - al concepto. Pero la forma también es significativa. No sólo encubre, también muestra". (Wiñazki, 1995: 45, 46).

A la indiferencia del público frente a la profundidad de la información ("compra el diario y no lo lee"), a la preeminencia de la imagen sobre los contenidos informativos y no espectaculares, a la moda de querer aparecer como informado pero sin importar el ser entendido en nada, al diario hay que sumarle otro fenómeno, no menos importante por cierto.

"Como vemos, el sistema informativo en la parte industrial y acomodada del mundo ha entrado en una base turbulenta, en la que aparecen confusos los puntos y los valores de referencia, poco claro el juego de las partes (¿quién dicta una línea de trabajo, los periodistas, el mercado?), y han desaparecido unos cuantos asideros que durante décadas delimitaron y orientaron el oficio de informar incluso en el más libre de los mundos. Una gigantesca ola de material "recibido y publicado" está llenando los diarios y los telediarios del mundo. Agencias, iglesias, centros de investigación, gobiernos, oficinas de prensa, organizaciones internacionales, grupos organizados de presión y de divulgación dan noticias, ofrecen revelaciones, indican orientaciones, proponen resultados no controlados de investigaciones y sondeos, nos dicen qué queremos, cómo es y cómo debe ser la relación de nuestros hijos, con nuestra familia, comenzando, por la procreación (...) Y es natural que alrededor de estas fuentes interesadas - que no se descubren y se dejan representar por los diarios que "gustosamente" relanzan y publican - surjan debates tan encendidos como desligados de la realidad". (Colombo, 1997: 20, 21).

Se mezclan ahora todos los problemas de los que venimos hablando: informar o entretener, periodismo o ley de mercado, emoción o razón, información o desinformación. A esto, recordemos, hay que agregarle el peligro que entraña el hecho de que la prensa gráfica tome información desde la televisión. Fijémonos qué pasó con el caso que citamos a continuación.

Guerra y Terrorismo: temas ideales para el tratamiento espectacular.

"La CIA y la KGB popularizaron el término desinformación para referirse a un tipo de información que, sin ser engañosa, aparta del auténtico conocimiento. Tal vez una buena parte de la información que se ofrece desde la televisión responda a este planteamiento.
El comportamiento de los medios de masas, y de la televisión en particular, durante la Guerra del Golfo fue un ejemplo perfecto de desinformación. Se confundió información con propaganda. Se silenciaron informaciones como las manifestaciones pacifistas. Se enmascararon las informaciones verdaderamente interesantes para evitar que, como ocurrió con la guerra de Vietnam, la opinión pública sensibilizada se pusiera en contra. Se convirtió la guerra en un simulacro, en un videojuego apasionante. Se intoxicó a la opinión pública haciendo hincapié en motivaciones de defensa de los derechos de los pueblos, y silenciando los auténticos móviles económicos del conflicto...". (Ferrés, 1994:87).

Respecto al Conflicto en el Golfo Pérsico, es oportuno citar también lo que el Licenciado en Ciencia Política y periodista Enrique Oliva, cuyo seudónimo es Françoise Lepot, narra en una obra de análisis político que tiene dicha guerra como objeto de estudio.

"Todas las partes intervinientes en el conflicto del Golfo coincidieron en una esmerada censura de prensa impidiendo el acceso a la información y proporcionando noticias capciosas preparadas por expertos psicológicos, ya repetidas en otras contiendas. La burla ha sido tan grande que los medios engañados casi no se animaron a reconocer plenamente que fueron objeto de estafas, tanto en lo profesional como en lo económico". (Lepot, 1991:228).

Como la TV necesita del espectáculo para impactar, y como la guerra en el Golfo Pérsico era una contienda muy particular (transcurría sin datos sobre bajas o heridos), se utilizó la imagen de un cormorán (ave marina), que había muerto como consecuencia del derrame de petróleo, originado por Saddam Hussein.
El derrame de petróleo, a su vez, fue presentado por los medio como "la catástrofe ecológica mayor de todos los tiempos".
Finalmente, científicos que analizaron la foto del ave empretolada aseguraron con pleno conocimiento de causa que la misma no pertenecía a la zona de conflicto de ese momento. Respecto a la "catástrofe ecológica", luego se supo que hubo en el planeta derrames petroleros de mayor envergadura y que trajeron peores consecuencias con anterioridad a la Guerra del Golfo.

"Lo cierto es que se multiplicaron luego los escándalos demostrando que las filmaciones difundidas por ambos bandos eran trucadas, realizadas en entrenamientos o montadas especialmente. Las transmisiones "exclusivas" de la cadena televisiva norteamericana CNN (Cable News Network) son atacadas furiosamente por la competencia. No faltan también quienes califican de "colaborador" de Saddam Hussein al veterano de tantas guerras, el neocelandés Peter Arnett, pleno de condecoraciones y premios (entre ellos el Pulitzer).
La mayor culpa de esta situación está en las restricciones durísimas a la prensa, que ha debido deducir o reproducir información parcial y nada seria". (Lepot, 1991: 230).

¿Hace falta evidenciar por qué es peligroso el hecho de que los periodistas gráficos tomen a la TV como fuente de información? El problema de la TV es que favorece una sensación de credibilidad muy importante, porque ella "nos muestra lo que está sucediendo"... Eco diría "está transmitiendo y es verdad", es que ella puede jugar la "estrategia de la ilusión".
Como para "embarrar la cancha" aún más, se presenta intencionadamente una guerra a manera de "Videojuego", en TV nos dan informaciones periodísticas en medio de un programa que engloba distintos tipos de contenidos. Y los noticieros se estructuran como una serie de entretenimientos.

"Entra así en crisis la relación de verdad factual sobre la que reposaba la dicotomía entre programas de información y programas de ficción, y esta crisis tiende cada vez más a implicar a la televisión en un conjunto, transformándola de vehículo de hechos (considerado neutral) en aparato para la producción de hechos, es decir, de espejo de la realidad pasa a ser productora de realidad". (Eco, 1999: 158).

Para completar el comentario del filósofo y semiólogo italiano, agregamos una nueva cita de Joan Ferrés, que explica mejor que nosotros cómo el diario debe trabajar más para que lo que comunica sea percibido con un nivel de credibilidad semejante al que logra alcanzar la TV.

"Mientras el lector de un periódico es consciente de que aquel texto es un discurso, de que hay un mediador que lo ha elaborado seleccionando y organizando los signos, y de que, en consecuencia, está leyendo opinión, el que contempla una imagen o las noticias de un informativo está convencido de que misteriosamente se le ha abierto una ventana a la realidad, que aparece ante sus ojos de un manera nítida y transparente. Aparentemente en la imagen televisiva no hay mediación ni discurso, porque no hay signos sino realidades. Esta ilusión de verosimilitud incrementa, pues, la impresión de que la televisión es una tecnología neutra, transparente, que se limita a reproducir la realidad tal como es". (Ferrés, 1994: 63).

La guerra del Golfo fue una ocasión en la que esta ilusión televisiva fue explotada con un fin político. Además, fue mostrada por CNN al mundo entero, como "la Guerra en Directo". Sin embargo, las imágenes a las que el mundo asistió desde su casa, cenando o tomando café, lleno de emoción ante lo que veía, luego se supo (veíamos más arriba) que no sólo respondían a una campaña de desinformación generada desde Estados Unidos, sino que dichas "tomas en directo" eran en realidad imágenes de archivo. La TV sirvió de escenario a una guerra montada para ser televisada, como serie de acción plena de drama y sensacionalismo.
Además, y esto es una característica compartida por todos los medios de comunicación en general, al público se le ofrecen noticias a través de un mismo canal pero que no se relacionan entre sí de ninguna manera. Tanto en gráfica como en TV podemos recibir datos de deportes, política y espectáculos de manera continua, y al mismo tiempo, sin relación de continuidad, en el mismo soporte.

"Un diario, una revista, un noticiero televisivo son obras paradigmáticamente eclécticas. Mezclan la frivolidad con la política, el comentario de una obra literaria con un artículo deportivo, así "halagan" el gusto del aficionado... ". (Wiñazki, 1995: 32, 33).

En la sección de Internacionales de un periódico, por ejemplo, puede aparecer en gran número de líneas la cobertura de un nuevo rebrote de violencia en Palestina, nos cuentan cómo reaccionaron los palestinos o los judíos ante una nueva provocación del bando contrario, nos enteramos del afán de los jefes de Estado de diversos países por lograr un acuerdo en Medio Oriente, sabemos lo que le dijo el primer mandatario israelí a su par estadounidense cuando se reunieron en Francia con el presidente francés, mientras que también nos cuentan qué paso cuando, al mismo tiempo, Madeleine Albright charlaba con el jefe de la OLP en Inglaterra. Y así "nos enteramos de todo" sobre ese tema.
Si seguimos con la lectura del diario, tal vez leamos la sección Economía. Allí nos cuentan que los jefes de las compañías petroleras están tratando de fijar un nuevo precio al crudo, que está en suba. Pero ¿cuántas líneas son dedicadas a explicar que, lo que leemos en Internacionales en formato de relato de una serie de TV, historieta o película de acción genera tanta repercusión a nivel mundial por el hecho de que ese conflicto puede provocar una estampida en el precio del petróleo? O: ¿Se le indica al lector que para ampliar su conocimiento sobre el caso puede dirigirse a la sección Economía si está leyendo Internacionales y, viceversa si es al contrario?
Las respuestas a estos interrogantes nos las dará el análisis que presentaremos más adelante. Pero, como reza el título de este párrafo del trabajo, no hay mejor tema para el redactor de la sección Exteriores, si lo que pretende es brindar a su público un relato emocionante y lleno de vértigo, que el de la Guerra. Porque no hay drama que posea tantos elementos definitorios que sensibilicen al lector a tal punto como los que atañen al sentimiento y las pasiones humanas.
En la Guerra hay odio y hay amor. Odio por el enemigo, amor por la Patria o por el ideal por el que se va a la conflagración, un amor, que roza el fanatismo, hasta a dar la vida por la causa. Hay dolor y hay alegría: dolor por la muerte de un camarada, alegría cuando se ha ganado una batalla.
Para colmo, el caso de la Guerra en Medio Oriente presenta otros muchos rasgos que hacen aún más posible el tratamiento "de impacto" de la información.
En el capítulo que sigue explicaremos cuáles son los antecedentes de esta guerra sin cuartel y, aparentemente, sin final. Ahora sólo recordamos que en ella hay un factor que la hace característica: la religión. El enfrentamiento se produce entre islámicos y judíos. Los primeros tienen el precepto de la Guerra Santa, o Jihad. Los segundos tienen el recuerdo de la Ley del Talión.
Esta Ley, o principio, tuvo su origen en Babilonia, quinientos años antes de la legislación mosaica, en el código conocido como Hammurabi. Sin embargo fue el pruebo hebreo quien lo instituyó como ley penal exclusiva, para aplicarla rigurosamente, de acuerdo con los preceptos bíblicos que establecen (en Exodo, Cap. 21, versículo 24) la obligación de pagar "ojo por ojo, diente por diente, mano por mano". A pesar de que en la actualidad esta Ley no está en vigencia, el proceder de Israel ante cada ataque palestino parece responder a esta normativa.
Por su parte, la Jihad, o Guerra Santa islámica, es el nombre que recibe toda lucha por una causa santa, justa y patriótica. Los árabes denominan jihad a, por un lado, la propaganda religiosa y, en otro sentido, a la Guerra Santa.
Este encuentro de normas de pueblos enfrentados deriva en un fenómeno que hoy conocemos como Terrorismo. Y que, en el caso de Conflicto en Oriente Medio, puede generar atentados en lugares alejados de la zona en guerra.
El fantasma de la posibilidad de que una bomba estalle en el país del lector del diario y no en Tierra Santa hace que la guerra se sienta más cercana. Y esto, obviamente, potencia la sensibilidad, la emoción y la pasión en el lector. Por lo que, si el redactor quisiera, podría construir un discurso melodramático, espectacular, más que informativo.
Colombo decía que las redacciones de los diarios están plagadas de material "recibido y publicado", Postman indicaba que los diarios se ciñen cada vez menos a la tarea de investigación de la información, Wiñazki agregaba que el diario también se constituye en objeto de consumo necesitado de ser agradable para ser comprado. Entonces, no es raro que los temas importantes y complicados empiecen a ser tratados también en la gráfica apelando a la emoción, focalizando en el costado sensible del dato periodístico y no en lo que lógicamente puede generar a gran escala... Porque para ello el discurso corre el riesgo de tornarse muy aburrido, muy extenso, para un lector acostumbrado a lo emocionante, lo vertiginoso y lo entretenido.

Capítulo IV.
Oriente Medio... Un medio ambiente propicio para el conflicto.


Para comprender el por qué de la eterna lucha en una zona geográfica que tantas veces vemos en guerra, ya sea a través de la TV, mediante textos periodísticos o en recreaciones que el Cine realiza por el alto contenido emocional del tema, creemos que, justamente, para que el lector esté "informado" sobre las causas de los últimos enfrentamientos bélicos en Medio Oriente, lo indicado es presentarles una brevísima reseña de hechos que conforman esta historia de creencias, fanatismos, intereses políticos y económicos que terminan, más tarde o más temprano, en nuevos derramamientos de sangre y en muertes de seres humanos que nacen y mueren en situación de conflicto.
Comenzamos definiendo quiénes son los judíos, término que muchas veces utilizamos sin conocer su etimología.
Como la historia de Tierra Santa lo requiere, indicaremos también la cronología histórico religiosa, y su dicotomía entre la historia bíblica y la científica.
Luego nos adentraremos en un rapidísimo recorrido de los hechos del pasado siglo y, finalmente, explicaremos cuáles son las causas más recientes que provocaron el brote de violencia de septiembre de 2000.
Iniciemos, ahora sí, la narración de los acontecimientos más remotos que acaecieron en esta tierra de guerra y de Fe.

¿Quiénes son los judíos?

Parece interesante primeramente aclarar una serie de términos que suelen utilizarse cuando nos referimos al pueblo de Israel, pero que tienden a ser mal empleados y, de esta manera, se prestan a confusiones.
La palabra judío se usa como sinónimo de hebreos e israelitas. Sin embargo no es así.
Históricamente la palabra hebreo no tiene connotación racial, por lo que se aplicaba a cualquier tribu nómade semita (Palabra que designa a todos los descendientes de Sem, primogénito de Noé. Semitas son tanto los judíos como los árabes.) que vivieron en el Mediterráneo oriental antes del 1300 antes de Cristo. En la historia judía este nombre se les daba a las tribus que aceptaron a Yahvé como su único Dios. El termino "ivri" (hebreo) significa "de la otra orilla".
Por su parte, el término israelita hace referencia a un grupo nacional y étnico determinado, descendientes de los hebreos y unidos por lazos culturales a través de su religión. Cabe aclarar que Israel es el segundo nombre de Jacob, hijo de Isaac descendiente de Abraham.
A su vez, judío deriva de Judá hijo de Jacob Israel. El nombre de Judá pasó a designar a la más importante de las legendarias doce tribus de Canaán.
Actualmente, los judíos, más que conformar una raza, son miembros de una comunidad o asociación étnica independiente. Y los términos que acabamos de definir son empleados de la siguiente forma:
· Pueblo Judío.
· Lenguaje hebreo.
· Tierra de Israel (Eretz Israel).

Antecedentes

"...Mi padre era un arameo errante", dice Moisés en Deuteronómio 26,5. Y es razonablemente adecuado identificar a los antepasados de los hebreos como arameos nómades.
Además de tener sangre aramea, el aspecto físico de los judíos actuales es resultado de la mezcla con otras razas, como por ejemplo la hitita y la amorrea.
El idioma hebreo pertenece al grupo de lenguas semíticas del noroeste.
Según tradiciones y teorías históricas, los antecesores arameos de Israel se localizarían en la ciudad de Ur de Caldea, en Sumer, en el curso inferior del río Éufrates. Aproximadamente durante los primeros años del segundo milenio a. C. un conjunto de tribus arameas arribaron a los alrededores de Carrae (actual Harran, Turquía y antigua ciudad babilónica). Posteriormente uniones familiares de miembros de estas tribus se dirigieron hacia el oeste y el sur, estableciéndose en forma dispersa a orillas del río Jordán.
Estas comunidades metamorfosearon en las tribus hebreas, que incluyen a las amonitas, moabitas, edomitas y los hebreos, que rendían culto a Yahvé. En la Biblia este período es conocido como el tiempo de Los Patriarcas.

La Historia

Bíblicamente la historia del pueblo de Dios comienza con el destierro de Adán y Eva del Paraíso.
Luego sus descendientes Abel y Caín se enfrentan y más tarde Noé será el elegido para la construcción del Arca que daría una nueva oportunidad a ese pueblo descarriado: El Arca de la Alianza.
Posteriormente, Abraham, nativo de Ur de Caldea, recibirá una nueva promesa divina... La Tierra Prometida: Canaán.
Se embarca Abraham en la tarea de encontrar la Tierra del Señor, pero el no alcanzó jamás esa dicha. Su ansiado hijo Isaac tampoco pudo ver nunca la tierra de Canaán. Jacob Israel, hijo de este último, en cambio, disfrutó de ese momento tan esperado.
Pero la historia judía que se narra en el Antiguo Testamento debe ser vista teniendo en cuenta la conciencia nacional que profesaban los escribas de los siglos V y VI a. C.
En su afán de relatar una historia con un antepasado común para todos, los recopiladores de las tradiciones orales incluyeron leyendas a las que dieron categoría de hechos históricos.
Mas con esto no queremos decir que la historia que nos cuenta el Antiguo Testamento no tenga asidero en la realidad. Muy por el contrario, la narrativa bíblica es acorde a la teoría histórica.
Como sabemos la Biblia habla de Doce Tribus hebreas descendientes de Jacob Israel: Aser, Benjamín, Dan, Gad, Isacar, José, Judá, Leví, Neftalí, Rubén, Simeón y Zabulón.
Si bien los estudiosos de la Biblia ven en este relato un sentido simbólico, de hecho ciertas tribus sí tenían un parentesco sanguíneo. Las tribus de Rubén, Simeón, Leví y Judá eran parientes directos, ya que descendían de la misma madre. Las tribus de Aser y Gad eran tribus subordinadas, ya que descendían de sirvientes.

El Éxodo

Aquí se presenta la mayor dicotomía entre la historia bíblica y la historia de los historiadores.
En el Antiguo Testamento el hecho histórico del éxodo es presentado como un episodio de grandes proporciones. El Pueblo, guiado por Moisés, alcanzó la liberación con la ayuda divina (con las siete plagas y la apertura del Mar Rojo incluidas). Huían de la ira del Faraón, quien los consideraba una amenaza por ser tan numerosos y propensos a multiplicarse en alto grado.
Sin embargo, y como contrapartida, en la historia egipcia la población judía y sus posibles repercusiones no figuran en monumentos ni se encuentran restos arqueológicos que nos cuenten nada parecido al éxodo.
Los historiadores consideran al éxodo como un esfuerzo de resultados favorables de los hebreos que estaban sometidos a la esclavitud en Egipto, y que aspiraban a reunirse con otras tribus de las que eran familiares. Probablemente los hebreos de Egipto no fueron un número elevado y por ello no tuvieron mayor trascendencia en esa tierra.
Pero volvamos al relato bíblico... Moisés, a lo largo de los años de peregrinaje por el desierto, recibe las Tablas de la Ley en el Monte Sinaí. Así esta religión incorporó conceptos que hacen referencia a la propiedad privada, los derechos individuales, la moralidad sexual y a la importancia de la igualdad entre todos los miembros de la comunidad.
Como principal característica distintiva de los semitas nómades está el respeto a los derechos personales y el amor por la libertad. Esto, sumándose al concepto de un Dios Creador, Legislador y Rey, formó parte de la religión de Israel y, con posterioridad, de la teoría política.
Con Josué a la cabeza, sucesor de Moisés, las tribus cruzaron el Río Jordán, conquistaron Jericó y se establecieron al oeste de Palestina. Se enfrentaron a los cananneos, se defendieron de las invasiones moabitas, madianitas y, sobre todo, filisteas, logrando asegurar sus tierras.
El continuo enfrentamiento con los filisteos es narrado por las Santas Escrituras en el pasaje de David y Goliat. De hecho los filisteos eran de una fuerte contextura física y de elevada estatura, igual que el gigante Goliat.

Los Reyes

Con Saúl se da inicio al período conocido como el de Los Reyes. Lo sucede David, quien es considerado como el verídico fundador de Israel, ya que fue quien logró la dominación de Jerusalén, también conocida como Monte Sión (era el sitio mayormente protegido de toda Palestina, por eso fue el más tardíamente anexado), convirtiéndola en la capital del reino.
Salomón, hijo de David, es quien asume el reinado luego de la muerte de su padre. Sobre todo recordado por haber ordenado la construcción del Templo de Jerusalén, Salomón es el símbolo del rey lleno de esplendor.
Gracias al correcto manejo que hizo de los tesoros le dio enorme prosperidad al reino que heredó de David. Logró unificar la administración interna y robusteció la industria y el comercio exterior uniendo Africa, Asia, Arabia y Asia Menor.
Así como su padre es autor de los Salmos, Salomón lo es del Cantar de los Cantares. Hermoso poema que narra el devenir de la historia de dos amantes que representan los encuentros y desencuentros de Dios e Israel: el amado y la amada. Dios y su pueblo elegido.
Sin embargo, su sistema de gobierno no dejaba del todo contentos a sus súbditos. Los impuestos eran demasiado elevados y esto originó inestabilidad política.
Sus leyes opresivas y un estilo de vida demasiado refinado no correspondían con la austeridad israelita ni con su sueño democrático. Por esto, a la muerte de Salomón, el reino se dividió en dos: el reino de Judá, que reunió a la tribu que le da el nombre y a la tribu Benjamín, y el de Israel, que abarcó a las diez restantes.

La división de Israel

A partir de ese momento la historia en Tierra Santa es un constante narrar de enfrentamientos entre pequeños grupos. Con constantes altibajos sociales y económicos, continuas amenazas foráneas de invasión (como la asiria, por ejemplo) el reino de Israel se fue desgastando y muchos de sus habitantes partieron al destierro.
Judá, por su parte, a pesar de ser tributario de Asiria, pudo mantener una independencia de carácter nominal a lo largo de otros 135 años.
Pero otro hecho vendría a trastocar la historia del pueblo hebreo, el comienzo de una guerra contra Judá, que sería declarada por un personaje que todas las Pascuas es recordado por los judíos en el ritual religioso: Nabucodonosor.

La aparición de Nabucodonosor
"...Si de ti me olvidara, ¡hay de mí, Jerusalén!"

En el 598 a. C. el rey babilonio Nabucodonosor II, declaró la guerra al reino de Judá, que se negaba a someterse a los caldeos. Los pobladores de Judá fueron considerados potenciales revolucionarios y, por lo tanto, los deportaron a Babilonia. Así se inició el cautiverio babilónico y el destierro.
Nabucodonosor además es quien ordenó la primera demolición del Templo de Jerusalén. Por ello es también recordado como uno de los peores opresores del pueblo judío.
Es en este período en el que en la Biblia hacen aparición lo profetas. Vinieron a mantener la esperanza en la próxima vuelta a Jerusalén ("...El año próximo, en Jerusalén"), a mantener viva la fe en la liberación y en el amor de su Dios. Es así como en distintos rituales religiosos siempre se mantiene presente la esperanza de un futuro mejor, la recordación de todos los tormentos sufridos pero superados y la confianza en que Yahvé nunca olvidará a su pueblo amado.
En la cena de la Pascua judía, el Séder de Pésaj, los comensales repiten año tras año "...En cada generación hay quienes se levantan contra nosotros para destruirnos y aniquilarnos. Pero el Señor, Bendito Sea, nos libra de sus manos".

El retorno a Jerusalén

En el 539 a. C. Ciro II el Grande, fundador del Imperio Persa, conquistó Babilonia y publicó al año siguiente un edicto que le daba la libertad a los judíos.
De esta manera se dio inicio al retorno tan esperado por los judíos del exilio babilónico. Cerca de 42.000 miembros de la comunidad exiliada comenzaron a preparar el regreso. Liderados por un príncipe de la casa de David, llamado Zorobabel, la expedición se dirigió a Jerusalén.
Encontraron a Eretz Israel desolada por los años de guerras contra los caldeos. Pero el amor a La Tierra Prometida motivó en los judíos que regresaron a ella un fervor inusitado por devolverle a su amada Israel su merecido esplendor.
Promediando el siglo IV a. C. Judea se convirtió en un país organizado por estrictas doctrinas religiosas. El dominio estaba ejercido por una fuerte clase sacerdotal.
La Ley, Torá o Pentateuco, regía la vida de los judíos. Fue durante esos años en los que los Escribas y Doctores de la Ley lograron darle forma definitiva a las Sagradas Escrituras.
Los judíos se dedicaron a la reconstrucción del Templo de Salomón, ese que Nabucodonosor II había derribado.
La reconstrucción del Templo finalizó en el 516 a. C., año que fue considerado por el pueblo judío como el año en el que verdaderamente acabó el exilio babilónico.

El advenimiento del Mesías

Cuando se produce el surgimiento del Cristianismo la historia del Pueblo de Israel va a vivir un cambio que, probablemente, en el momento en el que se produjo ni ellos pudieron darse cuenta.
Palestina era un mandato en manos del Imperio Romano. En el año 76 d. C. el emperador Tito Flavio, hijo de su antecesor Vespasiano, ordena la demolición del segundo Templo. Judea siguió existiendo de manera nominal, pues la sabiduría judía se desplazó a otros lugares.
Posteriormente el emperador Adriano decide reconstruir Jerusalén como ciudad pagana. Incluso le cambió el nombre: pasó a llamarse Aelia Capitolina en honor a Júpiter. Sumó a esta afrenta un decreto en el que prohibía la circuncisión, causando aún más descontento entre los judíos de la diáspora como en los de Judea.

Breve reseña de los últimos cien años

Como sabemos, luego de la segunda destrucción del Templo los judíos perdieron su lugar de reunión, su libre actuar en Eretz Israel, su lugar de pertenencia.
La aparición del Islam también contribuyó a la dispersión de los judíos, que se vieron postergados para la obtención del reconocimiento del derecho de poseer un Estado propio como cualquier otra Nación.
A estos sinsabores se sumaron constantes brotes de antisemitismo, que hicieron eclosión en la Segunda Guerra Mundial con un nuevo Faraón, otro Nabucodonosor: más cruel, más brutal: Adolf Hitler.

Herzl y el nacimiento del Sionismo.

Durante siglos de exilio los judíos trataron de retornar a Tierra Santa, pero en contadísimas oportunidades, por no decir casi nunca, lograron concretar una organización que se ocupara de alcanzar la meta de una repatriación colectiva.
En los años que van de 1870 a 1896 recrudeció el sentimiento y el movimiento antisemita en Europa central y oriental. Este hecho hizo que renaciera la fe sionista en el seno de las comunidades judías.
Fue así como grupos de estudiantes judíos se establecieron en colonias agrícolas en Palestina, con el fin de recuperar la Tierra Prometida.
Visionariamente, a fines del siglo XIX, Theodor Herzl lo había anunciado: "Los judíos nunca estarán seguros si no pueden asegurarse una tierra que les sea propia". Así nació el Sionismo, movimiento político para la obtención de un Estado Judío.
Pero ¿quién es Theodor Herzl?

"Nacido en Budapest, en 1860, Herzl estudió derecho antes de dedicarse a la literatura. Como corresponsal en París de la Neue Freie Presse de 1891 a 1895, asistió al proceso Dreyfus. La conmoción que esto le provocó, lo llevó a redactar un llamamiento que constituye el primer esbozo de El Estado de los Judíos.
Inmediatamente después de la publicación, en 1895, de El Estado de los Judíos (Der Judenstaat), desplegó una intensa actividad política. Tomó contacto con el duque de Bade, luego se dirigió a Constantinopla, donde le propuso al Gran Visir una transacción: la concesión de la Tierra de Israel a cambio de que el pueblo judío salvara las finanzas del Imperio Otomano. Después de una entrevista decepcionante con el barón de Rothschild, Herzl decidió crear una organización que tendría como objetivo la fundación de un Estado judío. Una comisión preliminar que reunía algunos simpatizantes decidió convocar el Primer Congreso sionista y crear un periódico, Die Welt, que apareció por primera vez el 4 de junio de 1897". (Franck y Herszlikowicz, 1981: 38)

La primer reunión del Congreso sionista se realizó el 29 de agosto de 1897, y su misión perseguía un objetivo doble: por un lado, establecer la "Asamblea nacional del pueblo judío"; en otro sentido buscaba consolidar una organización sionista.

"En este sentido, constituyó en la historia judía un punto sin retorno, por dos razones: la primera estribaba en la participación activa de los representantes de todas las comunidades judías del este y del oeste, que demostraban que el sionismo ya no era un movimiento limitado a una región, sino un renacimiento nacional: la segunda residía en la adopción, tras debatir el problema, de un programa de acción, conocido con el nombre de "Programa de Basilea", que estaba redactado en estos términos: "El sionismo tiene como objetivo un Hogar nacional, legalmente garantizado y públicamente reconocido, para el pueblo judío en Palestina. Para llevar a cabo este objetivo, el Congreso considera los siguientes métodos:
"1º Fomentar la colonización de Palestina por parte de granjeros, campesinos y artesanos;
"2º Organizar a todo el judaísmo en cuerpos constituidos en el plano local y general, de acuerdo con las leyes de los respectivos países;
"3º Fortalecer el sentimiento nacional judío y la conciencia nacional;
"4º Instrumentar los medios necesarios par obtener el consentimiento de los gobiernos susceptibles de favorecer la realización de los objetivos del sionismo". (Franck y Herszlikowicz, 1981: 39)

En vida de Herzl, el Congreso se reunía todos los años. Mas, con la muerte del fundador, las reuniones comenzaron a espaciarse: a partir de 1903 se hacía una cada dos años, y la sede de la misma estaba fijada en relación con el país que alojara al presidente de turno del Comité.
Sin embargo, al contrario de lo que se podría pensar, esta dispersión geográfica y el plazo de dos años que mediaba entre reunión y reunión contribuyó a un fortalecimiento de la Organización. Esto es tan así que, en vísperas de la Primer Guerra Mundial estaba constituida de la siguiente forma: un presidente que tenía un ejecutivo que lo asistía, compuesto por seis miembros. Los siete estaban bajo el constante monitoreo de un Consejo permanente integrado por veintiséis miembros que eran, por decirlo así, una especie de delegación del Congreso sionista.
Pero este orden no iba a durar por mucho tiempo... El cambio venía acercándose con ruido de fusiles y gritos de guerra.

"El estallido del conflicto en 1914 asestó un golpe casi fatal a la Organización sionista, cuyos dirigentes y cuyas instituciones se encontraron repartidos en partes más o menos iguales en cada uno de ambos campos. La masa judía más numerosa vivía en la Rusia zarista, los judíos de Palestina en el Imperio Otomano, mientras que la dirección oficial del movimiento estaba en Berlín y sus organismos financieros en Londres. De los seis miembros del ejecutivo mundial, dos eran alemanes (entre ellos el presidente, Otto Warburg), tres rusos y uno austrohúngaro. Entre los veintiséis miembros del Consejo permanente, se contaban trece alemanes y austrohúngaros, siete rusos, dos ingleses, un francés, un belga, un holandés y un rumano. Los dirigentes sionistas, a excepción de los rusos, se mostraban tanto más dispuestos a abrazar la causa de su patria de adopción cuanto que, en ausencia de grupos militantes en el seno del Congreso, las Federaciones nacionales constituían la fuerza principal y el polo de atracción primordial. El rompimiento se hizo irreversible cuando en 1917 la "oficina sionista" de Londres funcionó en forma completamente independiente y se comprometió fundamentalmente del lado de Francia e Inglaterra, incluso antes de que esta hubiera prometido, por la Declaración Balfour, un Hogar nacional en Palestina a los judíos". (Franck y Herszlikowicz, 1981: 41, 42).

Estamos ya sobre el tema que originará conflictos de dimensiones impensadas en el momento tanto por los británicos como por árabes y judíos... En realidad, por el mundo entero, que se preparaba para asistir a un enfrentamiento que, aún hoy, sigue sin resolverse.
Pero, para poder continuar debemos primero aclarar qué es la Declaración Balfour.

La Declaración Balfour. Copiamos a continuación el artículo de la enciclopedia multimedia Microsoft Encarta '99.

"Balfour, Declaración, declaración emitida por Gran Bretaña el 2 de noviembre de 1917 en favor de la creación de una nación judía en Palestina. La idea fue consolidándose a través de una carta enviada en marzo de 1916 por el político británico Arthur James Balfour, que en esta época era ministro de Asuntos Exteriores del gabinete presidido por David Lloyd George, a Edmond James Rothschild, un destacado defensor del sionismo. El gobierno británico expresaba en este escrito su apoyo al "establecimiento de una nación para el pueblo judío en Palestina". Asimismo, Gran Bretaña se comprometía a poner "todo su empeño para facilitar la consecución de este objetivo, teniendo presente que no debía llevarse a cabo ninguna acción que pudiera perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades palestinas que no fueran judías, o los derechos o situación política de la que disfrutaran los miembros de la comunidad judía residentes en otros países".
Por lo general, se ha considerado que la declaración Balfour fue un compromiso unilateral adquirido por el gobierno británico. Su fin inmediato era conseguir el apoyo del pueblo judío, de otras naciones en lucha y de países neutrales, como Estados Unidos, a la causa aliada durante la I Guerra Mundial. En cuanto a los objetivos a largo plazo, el motivo que subyacía a la política británica era la importancia de Palestina como punto estratégico para las rutas marítimas y terrestres a la India y, sobre todo, como último eslabón en el Mediterráneo de los oleoductos procedentes de las regiones petrolíferas de Oriente Próximo. La creación de un estado sionista bajo protección británica habría proporcionado a Gran Bretaña la posesión de este codiciado trofeo, al tiempo que representaría una prueba fehaciente de la aplicación del lema de los aliados: "la autodeterminación de las pequeñas naciones". El 24 de julio de 1922, la declaración fue incorporada al mandato de la Sociedad de Naciones para Palestina, en el cual se establecían las condiciones conforme a las cuales se le confiaba a Gran Bretaña la administración temporal de este país en nombre de sus ciudadanos árabes y judíos. Una consecuencia indirecta de la declaración Balfour fue la proclamación de Israel como estado independiente en 1948 en la zona sometida a la supervisión británica."

Sin embargo, esta declaración no pudo poner arreglo al problema judío y, para colmo, generó aún más controversias en Palestina.
En primer lugar, nunca antes se había utilizado la expresión "Hogar nacional" dentro del ámbito del derecho internacional. Esto ocasionó que algunos intérpretes del texto vieran en la frase que el gobierno de Gran Bretaña no tenía verdadera intención de asegurar un Estado a los judíos, sino tan sólo asegurarles la posibilidad de gozar de autonomía cultural en Palestina y, consolidar el poder inglés en un suelo circundado por territorios poseedores de petróleo.
Por otro lado, la declaración originaba una contradicción en los compromisos asumidos por el gobierno británico para con los árabes...

"La llamada "Declaración Balfour", como se ha vulgarizado, consistió en parte del texto de una carta que el mencionado ministro inglés dirigió a Lord Walter Rothschild en su carácter de representante de la colectividad judía en el Reino Unido.
La "Declaración Balfour" alcanzó valor de documento y compromiso que los hebreos tomaron en serio, razón por la cual los sionistas comenzaron a movilizarse para obtener su cumplimiento.
El proyecto no agradó a los palestinos y a los pueblos árabes, que lo rechazaron siempre, negándole a Gran Bretaña el derecho a disponer de lo que ellos consideraban sus tierras, su patria. Su sentir fue resumido por Arthur Koestler: "Una nación ha prometido solemnemente a una segunda el territorio de una tercera".
Los judíos reivindicaban la región por haber sido su patria durante un milenio, hasta que en el año 135 de nuestra era la última insurrección de los hebreos contra la dominación romana determinó su aplastamiento. Pero renació como "la tierra prometida", no sólo en el sentido bíblico sino en el político que acordaron a la "Declaración Balfour".
Los ingleses no escatimaron maniobras de dilación para no cumplir con su promesa, y nace de allí una serie ininterrumpida de conflictos sangrientos que convulsionan al Medio Oriente con este tema como clave central de una crisis generalizada". (Lepot, 1991: 155, 156).

Sucede que, en 1915, fecha del acuerdo de Mac Mahon - Hussein, los ingleses se habían comprometido a construir un gran gobierno árabe cuyo jerarca sería el jerife de la Meca: Hussein. Este compromiso, de carácter jurídico, servía a los árabes para la reivindicación sobre Palestina.
Esta contradicción fue zanjada cuando, el 3 de enero de 1919 el emir Feisal (hijo de Hussein y reconocido por las grandes potencias internacionales como el representante de los árabes del Cercano Oriente) firmó con el presidente de la Organización sionista, Jaím Weizmann, un acuerdo por el que el reinado árabe, amparado en el acuerdo Hussein - Mac Mahon, reconocían a Palestina como Estado judío.
Cuando todo parecía encaminarse hacia la solución definitiva, es Inglaterra la que decide renegar de sus compromisos.
Sin embargo, esto no hizo que el derecho internacional desconociera a la Declaración Balfour. Mas esto no amilanó a Gran Bretaña, y poco después se decidió a efectuar la primera partición de Palestina, amputando la mayor parte del territorio al "Hogar nacional judío".
Esta medida fue ratificada el 16 de septiembre de 1922, ocasionando un durísimo golpe a las aspiraciones sionistas, dado que 84.000 km. 2 de Palestina situados al norte del Jordán fueron separados de Palestina occidental.
¿Qué quiere esto decir? Que a partir de ese momento el compromiso inglés sólo se refería a 27.000 km. 2, los que van del Mediterráneo al Jordán. Pero, de esta forma, se solucionaba el problema político con los árabes palestinos. A partir de ese momento estos constituían las dos terceras partes de la población que vivía al este del río Jordán, disponiendo así de un país tres veces y media mayor que el que correspondía a los judíos.

"Durante su mandato (1922-1948) los británicos encontraron difícil de reconciliar las promesas hechas a ambas comunidades. Las organizaciones sionistas mantuvieron la emigración judía a gran escala y algunos hablaron de la constitución de un Estado judío en toda Palestina. Esta actitud provocó el rechazo de los palestinos temerosos de ser desposeídos de sus territorios por los sionistas; hubo ataques antisionistas en Jerusalén (1920) y Jaffa (1921). En 1922, una declaración británica rechazó las reivindicaciones sionistas sobre toda Palestina y limitó la inmigración judía, pero reafirmó el apoyo al 'hogar nacional judío'. Los británicos propusieron establecer un consejo legislativo, pero los palestinos rechazaron este consejo por considerarlo discriminatorio.
Después de 1928, cuando la inmigración judía se incrementó ligeramente, la política británica a este respecto osciló bajo las conflictivas presiones arabe-judías. La emigración aumentó bruscamente tras la llegada (1933) del régimen nazi a Alemania; en 1935 casi 62.000 judíos entraron en Palestina. El temor a la dominación judía fue la principal causa de la revuelta árabe que estalló en 1936 y continuó intermitentemente hasta 1939. En esa época Gran Bretaña había restringido de nuevo la emigración y la adquisición de tierras por parte de los judíos".

La Segunda Guerra.

Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, las idas y vueltas por Palestina se detuvieron. Pero, cuando la cruenta conflagración acabó y dejó ver cuáles habían sido los resultados para el pueblo judío que aún no lograba consolidar una nación, el tema volvió a estar sobre el tapete.
El desastre del Holocausto traería a los judíos una consecuencia favorable: la simpatía internacional por la causa judía. Mas esto no lograba que Inglaterra aceptara en dicha zona a los refugiados que querían ingresar al mandato británico en Palestina.
Finalmente, y ante la presión internacional, Gran Bretaña decidió delegar responsabilidades en Naciones Unidas en 1947, alegando que el mandato en Palestina era "impracticable".
Esta decisión indicaba el comienzo de nuevos enfrentamientos. Pero esta vez no serían diplomáticos.

"Aunque los palestinos superaban a los judíos en número (aproximadamente 1.300.000 frente a 600.000 respectivamente), estos últimos estaban mejor preparados. Tenían un gobierno semiautónomo, dirigido por David Ben Gurión, y su milicia, la Haganah, estaba bien entrenada y tenía experiencia. Los palestinos, por otra parte, nunca se habían recobrado de la revuelta árabe, y la mayoría de sus dirigentes estaban en el exilio. El muftí de Jerusalén, su principal portavoz, se negó a aceptar el plan de la ONU que establecía la división de la zona en dos estados, uno árabe y otro judío, en noviembre de 1947, mientras que los judíos lo aceptaron. En la lucha militar posterior, fueron derrotados los palestinos".

Finalmente, el 14 de mayo de 1948, el mundo asistió a una de las gestas más impresionantes de la historia: el renacer de Israel. Pero este logro judío, hizo que cinco ejércitos árabes, acudiendo en apoyo de los palestinos, atacaran a Israel de forma inmediata. Israel, a pesar de estar rodeada por territorios en manos de enemigos políticos, derrotó a los ejércitos árabes, incrementando su territorio. Jordania quedó con la orilla oeste del río Jordán y la franja de Gaza fue ocupada por Egipto.

Israel: el nacimiento de una nación envuelta en guerra.

A partir de Mayo 14, 1948, en Israel se inicia por fin un período en el que los judíos tienen bajo su gobierno una nación propia. Pero comienza al mismo tiempo una seguidilla interminable e intermitente de enfrentamientos.
No vamos a contar detalladamente todas las revueltas que allí se sucedieron. El tema de la Declaración Balfour quisimos tratarlo más detenidamente por creer que desde allí puede comprenderse mejor la razón de las luchas eternas entre israelíes y palestinos... A ambos se les había prometido el mismo territorio. Es lógico que esa tierra genere tanta controversia, sobre todo si esa tierra es Tierra Santa y, por añadidura, tiene petróleo en sus entrañas.
Nos limitamos ahora a decir que:
La nacionalización del canal de Suez de julio de 1956, llevada a cabo por el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser provocó un enfrentamiento con Francia y Gran Bretaña. Además, al mismo tiempo, cerró la única salida de Israel al mar Rojo. Esto dio a Israel un motivo para intervenir e invadir la península del Sinaí, hecho que tuvo lugar el 29 de octubre de 1956.
Durante los años posteriores al conflicto del Sinaí, la tensión verbal y militar entre Israel y los países árabes no paró nunca. Se sucedieron incidentes armados importantes con Egipto, Jordania, Siria y con los mismos palestinos. Oriente Próximo no tardó muchos años en volver a vivir en guerra. En el verano de 1967 tuvo lugar la llamada Guerra de los Seis Días, que se inició el 18 de mayo.
Luego, el septiembre negro. Más tarde La Guerra del Yom Kippur (día del perdón), el 6 de octubre de 1973.
Evidentemente, Tierra Santa está sesgada por el conflicto.

Los personajes del conflicto actual.

Para empezar a tratar el tema de la última revuelta en Medio Oriente hay que aclarar una serie de datos que los medios nos tienen acostumbrados a oír nombrar o a leer en el diario.
A lo largo de todo este capítulo nos encargamos de definir quiénes son los judíos, cómo se debatió Tierra Santa desde un comienzo en una serie interminable de enfrentamientos y de nombrar algunas de las causas por las que judíos y árabes están en pie de guerra desde mediados del siglo XX.
Pero, en la actualidad, ¿quiénes se enfrentan con Israel? ¿Cuál es la zona en conflicto por la que pelean? ¿Cómo repercute la guerra en el coste del crudo a nivel internacional? ¿Cómo juega su rol el terrorismo y en manos de quién está?
A continuación trataremos de echar luz sobre estas cuestiones.

¿Quiénes son los palestinos?

Son aquellos árabes que habitaban el mandato británico antes de la declaración de Israel como nación mundialmente reconocida.
Cuando esto sucede, los que quedan sin Estado son ellos, los árabes. Es entonces cuando comienza una nueva historia para la consolidación de un Estado Nación.

"El momento en el que el sionismo alcanza su objetivo prioritario representa un punto de partida para las aspiraciones nacionales de los árabes palestinos. Si bien ya se había generado un sentimiento de identidad nacional ante la amenazante perspectiva de extinción de la Palestina árabe, es a partir de 1948 cuando se impone la necesidad de identificar metas totalmente nuevas. Paradójicamente, les resultó más fácil a los judíos dispersos por el mundo definir el objetivo de su lucha de liberación que a los árabes presentes en la tierra de los ideales comunes a unos y otros. Tras el nacimiento del Estado de Israel empieza a desarrollarse una conciencia específicamente palestina entre quienes, en el pasado, sabían sólo que formaban parte de la gran familia de las poblaciones hermanas". (Sokolowicz, 1991: 71).

El primer congreso comunitario se encargó de reconocer la pertenencia del pueblo a Siria. Pero, con todas las idas y vueltas que trajo la Declaración Balfour, y finalmente la declaración del Estado israelí, hace que los palestinos pasen a depender de la ayuda política y militar de los países árabes.

"La monarquía jordana se anexó las zonas que al oeste del río quedaron en poder de su ejército, incluida la parte antigua de Jerusalén. Bajo el dominio jordano y bajo el egipcio, en la franja de Gaza, las grandes familias pierden el papel preponderante que habían desempeñado durante decenios. Surgen a nivel local promotores de acciones antiisraelíes, ligados generalmente a los respectivos ocupantes. Ante el rigor de los métodos de ocupación, se abre camino entre los palestinos la conciencia de estar viviendo un drama que es sólo de ellos, diferente de cómo pueden sentirlo los países hermanos..." (Sokolowicz, 1991: 74).

A estos hechos le sigue el sueño del panaribismo, que proclamó el Movimiento de Nacionalistas Árabes como un intento de llegar a la liberación política y la justicia social. En medio de este espíritu de unión árabe, el líder egipcio Gamal Abdel Nasser acondiciona escuadrones conocidos como fedayns, que se encargarían de realizar incursiones armadas en Israel.

"Los árabes que huyeron de Palestina al crearse el estado de Israel han dado lugar a grupos guerrilleros en constante actividad. En 1970 y 1977, Israel invadió el sur de el Líbano, en operación de castigo contra las bases de guerrilleros palestinos. Ya en 1968 Beirut había sido atacada por el mismo motivo. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenó a Israel, que respondió afirmando que antes de que acabase el año establecería unos doscientos mil inmigrantes judíos más.
La cuestión de Oriente Medio parece alargarse en el tiempo sin solución próxima".

Sin embargo, los sentimientos puramente palestinos se ven representados por grupos que nacerán recién en la segunda mitad de la década del '50.
El más importante de esos grupos será Al Fatah, liderado por Yasser (o Yasir) Arafat.

Yasser Arafat y la OLP

La periodista italiana, Oriana Fallaci, en su famoso libro Entrevista con la historia hace una descripción de uno de los personajes más representativos de la lucha por la liberación de Palestina. Con sus líneas nos quedamos para conocer un poco a este famoso líder árabe.

"El hombre más célebre de la resistencia palestina es también el más misterioso; la cortina de silencio que rodea su vida es tan tupida que uno se pregunta si no constituye una astucia para incrementar su publicidad, una coquetería para hacerlo más valioso. Conseguir una entrevista con él es dificilísimo. Con el pretexto de que está siempre de viaje a El Cairo o a Rabat, al Líbano o Arabia Saudí, a Moscú o a Damasco, te la hacen desear durante días, durante semanas, y si al final te la conceden es con el aire de regalarte un privilegio especial o una exclusiva de la que no eres digno. En el intermedio buscas, como es natural, recoger noticias sobre su carácter, su pasado. Pero te dirijas a quien te dirijas, no encuentras más que un embarazoso mutismo sólo justificado, en parte, por el hecho de que Al Fatah mantiene sobre sus jefes el más absoluto secreto y no proporciona jamás su biografía. Confidencias secretas te susurrarán que no es comunista, ni lo será, ni aunque lo adoctrinase Mao Tsé-tung en persona. Se trata de un militar, repiten, de un patriota, no de un ideólogo. Difusas informaciones te confirmarán que nació en Jerusalén hace treinta, o tal vez cuarenta, o acaso cincuenta años, que su familia era noble y que tuvo una juventud agitada; su padre poseía antiguas riquezas que las confiscaciones no habían dañado excesivamente. Estas confiscaciones, acontecidas a lo largo de siglo y medio, fueron impuestas por los egipcios a ciertos latifundios y determinados inmuebles del centro de El Cairo. ¿Y luego? Veamos: luego, en 1947, Yasser había combatido contra los hebreos que daban vida a Israel y se había matriculado en la universidad de El Cairo para estudiar ingeniería. Por aquellos años había fundado la Asociación de estudiantes palestinos, la misma de la que saldría el núcleo de Al Fatah. Obtenida la licenciatura, fue a trabajar a Kuwait donde fundó un periódico que incitaba a la lucha nacionalista y entró a formar parte de un grupo que se llamaba "Hermanos Musulmanes". En 1955 volvió a Egipto para asistir a un curso de oficiales y especializarse en explosivos. En 1965 contribuyó de modo especial al nacimiento de Al Fatah asumiendo el nombre de Abu Ammar, o sea "el que construye", "padre constructor". En 1967 fue elegido presidente de la OLP, Organización para la Liberación de Palestina..." (Fallaci, 1986: 136).

La pintoresca información que nos da Oriana puede completarse con el artículo que a él le dedica la enciclopedia Microsoft Encarta '99.

"Arafat, Yasir (1929- ), político y militar palestino, máximo dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), desde 1989 primer presidente, si bien en el exilio, del autoproclamado Estado independiente de Palestina y, a partir de 1994, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, entidad reconocida por el propio Estado de Israel.
Combatiente palestino
Nacido en Jerusalén, creció en El Cairo y en su ciudad natal, la cual abandonó tras el establecimiento del Estado de Israel en 1948, para pasar a luchar en las fuerzas palestinas del muftí de Jerusalén en la primera Guerra Árabe-israelí (denominada por los israelíes guerra de la Independencia). En 1956, se graduó en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de El Cairo, donde fue entrenado como fedayín ('comando'). En ese mismo año, sirvió en el Ejército egipcio durante la campaña de Suez (la segunda Guerra Árabe-israelí). Tres años más tarde, fundó el grupo guerrillero al Fatah. Durante los siguientes años, mientras trabajaba en una empresa de construcción en Kuwait, organizó las actividades de los fedayines dentro del territorio israelí. Después de que, en 1964, al Fatah se integrara en la OLP, Arafat se convirtió en presidente de esta última (1968), cambiando su enfoque panárabe por las aspiraciones nacionales palestinas tras su expulsión de Jordania en 1970. Después de que la Liga Árabe reconociera a la OLP como representante exclusivo de los árabes palestinos en 1974, Arafat trabajó para obtener el reconocimiento internacional de la organización, convirtiéndose en ese año en el primer representante de un organismo no gubernamental (la OLP) en asistir a una sesión plenaria de la Asamblea General de Naciones Unidas.
También realizó grandes esfuerzos para desprenderse de su imagen terrorista y sustituirla por la de un estadista moderno. En 1988, proclamó en Argel (donde se instaló la OLP tras su expulsión del Líbano en 1982) el Estado palestino independiente, y reconoció al Estado de Israel, cumpliendo de este modo una condición fundamental impuesta por Estados Unidos para el reconocimiento de la OLP. Al año siguiente, el Consejo Nacional Palestino le nombró presidente del autoproclamado Estado independiente de Palestina. Desde entonces, residió alternativamente en Túnez y Bagdad. Su apoyo a Irak durante la guerra del Golfo Pérsico (1991) socavó su posición internacional, especialmente respecto de la mayoría de los gobiernos árabes de la zona.
Presidente de la Autoridad Nacional Palestina
Sin embargo, después de negociaciones secretas, Arafat y el primer ministro israelí, el laborista Isaac Rabin, acordaron la firma de un acuerdo de paz en Washington, el 13 de septiembre de 1993, que exigía a Israel y a la OLP el reconocimiento mutuo y el comienzo del autogobierno palestino en la franja de Gaza y en la ciudad cisjordana de Jericó. Las fuerzas israelíes por fin se retiraron de estas zonas en mayo de 1994, y Arafat fue recibido por una gran multitud en julio, cuando regresó como presidente de la Autoridad Nacional Palestina (el órgano ejecutivo para la gobernación de los territorios autónomos palestinos que habían sido ocupados por Israel en 1967: Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este). Sin embargo, la radicalización de grupos terroristas palestinos, como Hamas, y el rechazo civil a la cooperación policial con Israel, siguieron perturbando su gobierno. Pero, en enero de 1996, después de su triunfo en las elecciones legislativas, fue elegido presidente, ahora con el reconocimiento expreso de Israel y de la comunidad internacional, de la Autoridad Nacional Palestina. En 1994, obtuvo, junto con los políticos israelíes Simón Peres e Isaac Rabin, el Premio Nobel de la Paz.
En abril de 1996, Yasir Arafat logró que el Parlamento palestino en el exilio (Consejo Nacional Palestino) reformara la Constitución en el sentido de no reconocer como necesaria la lucha contra Israel. En septiembre de ese mismo año, la construcción de un túnel bajo la ciudad vieja de Jerusalén a cargo del nuevo primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, del partido derechista Likud, estuvo a punto de llevar a la resurrección de la intifada palestina en Gaza, Cisjordania y en la propia Jerusalén, con el resultado de decenas de muertos por ambas partes. En enero de 1997, inició conversaciones con Netanyahu que culminaron en un acuerdo para la retirada israelí de la ciudad de Hebrón. En cuanto a la política exterior, Arafat firmó, el 24 de febrero de ese año, con la Unión Europea (UE) su primer acuerdo de envergadura internacional desde la creación de la Autoridad Nacional, y el 3 de marzo logró que el propio presidente estadounidense, Bill Clinton, condenara la construcción de nuevas viviendas judías en Jerusalén, hecho que había supuesto el inicio de lo que se dio en llamar la 'segunda intifada'. Tras la crisis entre la Autoridad Nacional de Palestina y el gobierno de Netanyahu, éste y Arafat se comprometieron, el 9 de octubre de 1997, a reiniciar las conversaciones de paz, después de ocho meses de silencio.

Como acabamos de ver, conocer la biografía de Arafat es adentrarse en la historia misma de los últimos cincuenta años en Tierra Santa. Por eso es que le dedicamos tanto espacio dentro de nuestro trabajo.
Vimos cómo participó tanto de la lucha armada y terrorista contra Israel en defensa de los intereses palestinos así como también participó y participa en encuentros para la consolidación del Estado Palestino en misiones de paz.
Dado que varios datos que se nombrarán en los textos periodísticos que analizaremos están explicados dentro de la biografía del Líder de la OLP, no nos detendremos más en ampliar la información. Sólo agregamos unos datos que definen con un poco más de claridad a los palestinos, ese pueblo sin territorio que hoy se encuentra en situación similar a la que atravesaban a principios del siglo pasado sus hermanos y contrincantes judíos.

"Los palestinos, a partir de su diáspora, han vivido un proceso similar al del pueblo judío. Sintiéndose sin patria, perseguidos por plantear "incomodidades", se han encerrado en sí mismos con solidaridad. Han aprendido a valorizar el tiempo y el dinero. Algunos se han enriquecido. Otros han estudiado. Se han transformado en los más capacitados del Medio Oriente, con un nivel de instrucción cercano al de Israel y muy por encima del promedio árabe. Las funciones técnicas y gerenciales las ocupan ellos por ser los más eficientes. Lo mismo ocurre con las fuerzas armadas de distintos países del Golfo, donde son los oficiales e instructores más capacitados.
Las estadísticas sobre su cantidad son dispares y obligan a promediarlas según las fuentes. El total de palestinos en el mundo alcanzaría a cerca de cinco millones. De éstos cada día hay menos en Israel (590.000, y 900.000 en Cisjordania).
El Estado con más palestinos es Jordania. Su vecindad ha llevado allí a los refugiados de distintas épocas, que ya alcanzan a 1.500.000. es la colectividad más importante del país en todo sentido, pues está en las dirigencias y hasta poseen sus propios cuerpos integrados en las fuerzas armadas del reino. La intelectualidad también cuenta con ellos en primeros planos y en particular el periodismo". (Lepot, 1991: 158, 159).

Como se verá, la población palestina, donde quiera que ella se asiente hasta la proclamación del Estado palestino en territorio real, es digna de respeto. Están altamente capacitados y capacitan, sobre todo en un tema que mueve a prestarles atención: capacitan militarmente. Y recordemos que los fundadores de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), fueron, en su origen, participantes de agrupaciones de corte terrorista. Uno de ellos, justamente, es Yasser Arafat.
Pero otro aspecto por el que los palestinos merecen la atención mundial (además del derecho a poseer un Estado, como los judíos), es que la población se reparte de manera muy interesante para el panorama político de Oriente Medio y del mundo, a lo largo de toda la Península Arábiga.
Françoise Lepot, en su libro En El Golfo..., da los datos que por la época de la Guerra del Golfo Pérsico se manejaban respecto a los palestinos en la zona de conflicto. Pero, además, deja claro cómo, a pesar de no poseer un territorio propio, los palestinos se ubican en puestos de poder desde los que pueden ejercer presión política... Exactamente la misma estrategia de los sionistas antes de la proclamación del Estado de Israel.

"En el Líbano habían 490.000 y una parte se trasladó con el cuartel general de Yasser Arafat a Túnez. A continuación figura Kuwait con 300.000 y nada hace pensar que hayan salido después de la ocupación. Es probable que muchos de ellos se sumaran a las fuerzas de Saddam Hussein como combatientes o, por lo menos, continuando en las tareas técnicas civiles en funciones gerenciales.
Siria tiene otros 230.000 y Arabia Saudita 140.000 (militares en especial y técnicos). Los Emiratos Arabes Unidos poseen 37.000, Egipto 35.000. Qatar ha recibido 25.000 y la misma Libia, en su mayoría para las fuerzas armadas.
Curiosamente, en Iraq hay muy pocos. Sólo 20.000, mientras que en los Estados Unidos pasan los 100.000. el resto se ha dispersado en otros países cercanos y lejanos.
¿Qué papel pueden jugar en esta poscrisis los palestinos? Es una incógnita, en particular los que tienen funciones de mando en fuerzas armadas que enfrentaron a Irak. En Jordania, por ejemplo, ya no es un secreto que controlan el país y lo empujan, con el apoyo masivo de la población, a tomar posiciones más contundentes. Una nueva complicación en el ya convulso Cercano Oriente". (Lepot, 1991: 159).

Posicionados de esta manera, los palestinos influyen en los países poseedores de las más importantes reservas de petróleo... Y esto muchas veces hace que el precio del crudo trepe, provocando caos económico en el mundo y, especialmente, en Estados Unidos.

La zona en disputa hoy.

Para comprender los sucesos acaecidos durante el período elegido para analizar los textos periodísticos gráficos de las secciones de exteriores de los diarios Clarín y La Nación, antes de describir esos hechos debemos conocer a dos personajes muy relevantes en la zona de conflicto e internacionalmente. Los presentaremos siguiendo el criterio cronológico, respetando sus fechas de nacimiento, aunque se verá que esto es inverso al orden temporal en el que ambos alcanzan la primer magistratura de Israel.

Ariel Sharon: "El Halcón" israelí.

Ariel Sharon, nacido en Kfar Malal en 1928, se unió a las filas de la Haganá a la edad de 14 años, en 1942.
Aclaramos que Haganá es el nombre que recibe la organización militar para la defensa judía de más relevancia dentro de Israel.
Durante la Guerra de la Independencia dirigió una compañía de infantería en la Brigada Alexandroni. En 1953 creó y condujo la unidad de comando especial, llamada comando "101", que se ocupó de llevar a cabo una serie de operaciones de represalias. Más tarde, en 1956, Sharon fue nombrado comandante del Cuerpo de Paracaidistas y con ese cargo combatió en la Campaña del Sinaí. En 1957 asistió al Camberley Staff College en Gran Bretaña.
Entre los años 1958 y 1962 Sharon sirvió como comandante de Brigada de Infantería y como Comandante de la Escuela de Infantería.
Ariel Sharon asistió a la Escuela de Derecho de la Universidad de Tel Aviv.
En 1964 fue designado Jefe de Personal del Comando Norte y, en 1966, obtuvo el nombramiento de Jefe del Departamento de Entrenamiento del Ejército. También participó en la Guerra de los Seis Días como comandante de una división blindada y en 1969 fue nombrado Jefe de Personal del Comando Sur.
En junio de 1972 Sharon se retiró del ejército, pero en 1973 fue llamado a servicio militar activo en la Guerra de Yom Kipur (Día del Perdón) para estar al frente de una división blindada y cruzar el Canal de Suez.
Durante diciembre de 1973 fue elegido como miembro de la Knéset, pero renunció un año después para servir como asesor de seguridad del entonces primer ministro Yitzhak Rabin, en el año 1975.
(El término Knéset se refiere al parlamento unicameral, al cuerpo legislativo de Israel, que tomó su nombre de la Knéset Haguedolá (Gran Asamblea), que fue el consejo representativo judío, integrado por ciento veinte (120) miembros, que fue convocado por Esdrás y Nehemías en el siglo V a. C. Actualmente este parlamento sigue siendo conformado por ciento veinte miembros.)
Ariel Sharon fue reelegido en 1977 para integrar la Knéset, bajo la lista de Shlomtzion. Cuando fue designado ministro de Agricultura por el primer gobierno de Menahem Beguin, fomentó la cooperación agrícola con Egipto.
Entre 1981 y 1983 Sharon sirvió como ministro de Defensa, cargo en el que se desempeñó durante la Guerra del Líbano, y desde el que pudo que desmembrar las infraestructuras terroristas de la O.L.P. en ese país.
Como parte de su política internacional desempeñó un papel destacado al reanudar las relaciones diplomáticas con las naciones africanas que habían roto sus lazos con Israel durante la Guerra de Yom Kipur. Y en noviembre de 1981 consiguió el primer acuerdo de cooperación estratégica con los E.E.U.U., ampliando relaciones de seguridad entre Israel y varias naciones. Sharon también estuvo al frente de la campaña que trajo a Israel miles de judíos etíopes a través de Sudán.
Entre los años 1984 a 1990 sirvió como ministro de Industria y Comercio, período durante el que pudo lograr la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, en 1985.
En los años siguientes, entre 1990 a 1992, se desempeñó como ministro de Construcción y Vivienda. Posteriormente a la caída de la Unión Soviética y junto con las olas inmigratorias provenientes de Rusia, inició y llevó a cabo un programa de absorción de inmigrantes, en Israel, incluyendo la construcción de 144.000 apartamentos.
Integró la Comisión de Asuntos Extranjeros y de Defensa de la Knéset entre los años 1992 a 1996.
En julio de 1996 Sharon fue nombrado ministro de Infraestructuras Nacionales, cargo desde el que fomentó iniciativas conjuntas con Jordania, Egipto y los palestinos. También fue Presidente de la Comisión Ministerial para el Progreso de las Condiciones de los Beduinos.
Fue designado ministro de Relaciones Exteriores en octubre de 1998, y el encargado de conducir negociaciones hacia un acuerdo final con la Autoridad Palestina. Sharon acompañó al primer ministro Netanyahu a Wye River Plantation, donde actuó como jefe de la negociación.
Como ministro de Relaciones Exteriores Ariel Sharon mantuvo contactos con líderes americanos, europeos, palestinos y árabes para lograr avances en el proceso de paz. En ésta labor se dedicó principalmente a la creación y fomento de proyectos tales como el "Flagship Water Project", creado por la Comunidad Internacional con el fin de lograr una solución a largo plazo para la crisis de agua de la región y una base de relaciones pacíficas entre Israel, Jordania, los palestinos y otros países de Medio Oriente.
Después de la elección de Ehud Barak como primer ministro, en mayo de 1999, Sharon fue elegido líder interino del partido Likud, para ocupar posteriormente el cargo de Jefe del Partido, en setiembre de 1999.
La visita que realizó a la Explanada de las Mezquitas, el 28 septiembre de 2000, desencadenó una serie de hechos de sangre entre palestinos e israelíes, dado la susceptibilidad de los primeros por la nueva postergación que había sufrido la proclamación del Estado palestino, que se había fijado en los encuentros de Camp David para el 13 de ese mes.
Ariel Sharon, este hombre apodado "El Halcón", viudo y padre de dos hijos, tiene una formación académica en Leyes y Estudios de Medio Oriente, títulos que obtuvo en la Universidad Hebrea de Jerusalén, en 1962. También publicó numerosos artículos en periódicos locales y extranjeros y un libro... Y es el político más aborrecido y repudiado por los palestinos, dado que fue responsable de las masacres de refugiados en los campos de Sabra y Shatila, de El Líbano. Fue en septiembre de 1982 cuando falangistas libaneses, aliados de "El Halcón" Sharon, dieron muerte a miles de personas (entre mil 500 y 2 mil 500) en los nombrados campos, que estaban rodeados por tanques israelíes.
Fue el 8 de febrero de 1983 cuando la Comisión Investigadora israelí de esas masacres dictó un veredicto en el que se reconoció la responsabilidad de Ariel Sharon. Por ello fue destituido del cargo de secretario de Defensa del gobierno de Menahem Begin.
Sharon, de 69 años, firmemente decidido a impedir la firma de un acuerdo de paz con los palestinos, a convertirse en premier israelí y contando con el respeto de un importante número de compatriotas, fue elegido Primer Ministro de Israel el 6 de febrero de 2001.

Ehud Barak: Primer Ministro Israelí (1999- 2001).

Ehud Barak, nacido en 1942 en el Kibutz Mishmar Hasharón, se enroló en las Fuerzas de Defensa de Israel en 1959, donde sirvió como soldado y comandante de una unidad de élite y en varias otras posiciones de comando, como Comandante de Brigada de Tanques y Comandante de División Blindada, así como posiciones en el Estado Mayor General, entre ellas Director del Servicio de Inteligencia.
En 1967, durante la Guerra de los Seis Días, Barak fue comandante de un grupo de reconocimiento, y en la Guerra de Yom Kipur, ocurrida en 1973, se desempeñó como comandante de un batallón de tanques en el frente sur en la península del Sinaí.
Fue nombrado jefe de la División de Planeación de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) y elevado al grado de Mayor General en enero de 1982. Durante la operación "Paz para la Galilea", en el mismo año, Barak sirvió como vice comandante de las fuerzas israelíes en El Líbano.
En abril de 1983, el Mayor General Barak fue nombrado jefe de la División de Inteligencia en el Cuartel General de las FDI. Y en enero de 1986 obtuvo el cargo de comandante del Comando Central de las FDI.
Más tarde, en mayo de 1987, asumió como vice jefe de Estado Mayor.
En abril de 1991, fue destacado como el decimocuarto jefe de Estado Mayor General y elevado al grado de Teniente General, el más alto del ejército israelí.
Luego de la firma, en mayo de 1994, del Acuerdo Gaza-Jericó con los palestinos, el Teniente General Barak supervisó el redespliegue de las FDI (Fuerzas de Defensa Israelíes) en la Franja de Gaza y Jericó.
Desempeñó un papel central en la conclusión del acuerdo de paz con Jordania, firmado en 1994, y se reunió con su contraparte siria en el marco de las negociaciones sirio-israelíes.
El General Barak fue galardonado con la Medalla de Servicio Distinguido, así como otras cuatro menciones por su valor y excelencia operacional.
Barak obtuvo un grado de Bachiller en Ciencias en física y matemática de la Universidad Hebrea de Jerusalén (1976) y el segundo grado en Sistemas de Ingeniería Económica en la Universidad de Stanford, California (1978).
Alcanzó el nombramiento de Ministro del Interior en julio de 1995, y sirvió como Ministro de Relaciones Exteriores desde noviembre de 1995 hasta junio del siguiente año.
Desde 1996 hasta 1999 fue presidente del Partido Laborista y miembro de la Knéset (el parlamento israelí).
Finalmente, Ehud Barak alcanza la cumbre de su carrera política cuando, el 17 de mayo de 1999, fue electo Primer Ministro de Israel. Presentó su gobierno a la Knéset el 6 de julio siguiente y ocupó la primera magistratura ejerciendo también el cargo de Ministro de Defensa, hasta el 7 de marzo de 2001. Fecha en la que asume Ariel Sharon.

El inicio del altercado en Tierra Santa.

Cuando parecía que la paz estaba por lograrse en una zona que vive en guerra desde 1948, sucede lo que nadie esperaba: una nueva "intifada" (guerra de piedras) nada menos que en el lugar donde confluyen sitios sagrados para las tres religiones monoteístas más importantes del mundo.
Jerusalén, ciudad sagrada por albergar al Muro de los Lamentos, visitado por los judíos del mundo entero, resto histórico del Templo de Salomón; Jerusalén, ciudad en la que se encuentra el Santo Sepulcro, sitio de peregrinaje para los cristianos de todo el planeta; Jerusalén, ciudad en la que se ubica la Explanada de las Mezquitas, lugar santo de los musulmanes todos... Jerusalén vuelve a ser escenario de guerra.
En julio de 2000, entre los días 11 y 24, se celebró una cumbre en Camp David (EE.UU.), auspiciada por el Presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, en un esfuerzo destinado a llegar a un acuerdo sobre el estatuto permanente.
A pesar de que las negociaciones no fueron fáciles, las partes representadas por el premier israelí Ehud Barak y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat se han puesto de acuerdo en que los siguientes principios guíen sus negociaciones:
1) El objetivo de las negociaciones es poner fin a décadas de conflicto y lograr una paz justa y duradera. 2) Las dos partes se comprometen a continuar sus esfuerzos por concluir lo antes posible un acuerdo sobre todos los asuntos relacionados con el estatuto permanente.
3) Las dos partes convienen que las negociaciones basadas sobre las Resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU son el único medio de llegar a tal acuerdo y se comprometen a crear un ambiente propicio para dichas negociaciones, libre de toda presión, intimidación o amenaza de violencia.
4) Las dos partes comprenden la importancia de evitar acciones unilaterales susceptibles de comprometer el resultado de las negociaciones y que sus divergencias serán resueltas únicamente por medio de negociaciones llevadas a cabo de buena fe.
5) Las dos partes están de acuerdo en que Estados Unidos continúe siendo un interlocutor esencial en la búsqueda de la paz, y continuarán consultando de forma estrecha al Presidente Bill Clinton y a la Secretaria [de Estado Madeleine] Albright.
Lamentablemente el acuerdo no llegó a concretarse, porque la cumbre tripartita de Camp David finalizó sin que palestinos e israelíes llegaran a ningún tipo de arreglo.
Poco antes de agotar el plazo marcado por el presidente Clinton, la Casa Blanca tuvo que anunciar el fin de unas conversaciones de paz hipotecadas por la intransigencia del gobierno de Israel, demasiado cercano a los postulados de la extrema derecha judía.
Hassan Abdel Rahman, representante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Washington, declaró que los israelíes pretendieron imponer su criterio en lo relativo a los asentamientos en los territorios ocupados y en ningún momento se mostraron dispuestos a aceptar la soberanía palestina en el este de Jerusalén.
Fue ante esta discrepancia que Yasser Arafat, alegando que según el calendario del acuerdo firmado en Oslo (Noruega), en 1993 (por él mismo y el entonces presidente israelí, Simón Peres) en 1999 debería haberse creado el Estado palestino, amenazó con declararlo el 13 de septiembre de 2000.
A estas declaraciones, el presidente de Israel, Ehud Barak, respondió que si eso ocurriera unilateralmente su país adoptaría medidas de fuerza, como bloqueos y ocupaciones de tierra.
Desde la perspectiva de EEUU e Israel, la mejor salida para la negociación sería:
· Creación de un Estado palestino que controle entre el 50% el 90% de Gaza y Cisjordania, con atribuciones interiores pero sin ejército;
· Jerusalén bajo control de Israel, incluyendo las zonas árabes.
· Se amplían los límites de Jerusalén para que la ANP instale en ellos su capital;
· Los refugiados no vuelven. Israel no reconoce ninguna responsabilidad sobre ellos, pero Tel Aviv y Washington canalizarían fondos para miles de familias, facilitarían la reunificación y entregarían millones de dólares a los Estados que los acogen y a la comunidad internacional (quizá la ONU) para que gestionen su integración local.

Como es de imaginarse, los palestinos no estuvieron para nada de acuerdo con la propuesta de que Jerusalén quedara bajo dominación judía, ni con que los refugiados no pudieran ingresar al nuevo Estado. A continuación citamos un párrafo publicado en webislam.com, sitio de origen árabe en Internet.

"El escritor y académico palestino Edward Said ridiculizaba hace pocas fechas al plan Clinton por recompensar a Israel con "la anexión de las mejoras tierras de Cisjordania y de la mayoría de Jerusalén Este", además de llenar los territorios palestinos con estaciones de alerta temprana, garantizar el control israelí de las fronteras palestinas, de los recursos acuíferos y de todas las carreteras, y de asegurar que los millones de refugiados palestinos nunca podrán regresar a sus hogares.
A cambio de todo esto a los palestinos se les ofrece una franja de terreno que los israelíes cederían en el área del desierto del Néguev y que ha sido utilizada por aquellos como un depósito de residuos tóxicos.
Sin embargo, estas propuestas han parecido demasiado a la derecha del establishment sionista. En concreto, el Likud ha rechazado la posibilidad de que la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén pueda ser devuelta a los palestinos. Los sionistas, especialmente los fundamentalistas judíos, denominan a este lugar como el Monte del Templo, y lo han convertido en el epicentro del nacionalismo judío".

Tal el clima en Medio Oriente, no es de extrañar que el más mínimo acto de provocación de cualquiera de las dos partes enfrentadas desencadenará, una vez más, una escalada de violencia.
La tensión entre palestinos e israelíes, siempre muy fuerte, se agudizó desde el lunes 25 de septiembre, día en que Ariel Sharon, líder ultranacionalista del partido derechista Likud, anunció que visitaría el Monte del Templo, la Explanada de las Mezquitas para los árabes, con el fin de reiterar allí su voluntad de mantener la soberanía israelí sobre el lugar.
Al día siguiente, Adan Huseini, director del Waqf, fundación religiosa musulmana que administra la Explanada de las Mezquitas, calificó como una provocación la visita. El miércoles 27, el Consejo Legislativo palestino advirtió al gobierno de Israel que la visita podría tener "graves consecuencias" y le pidió hacer lo imposible para evitarla. Pero esto fue en vano.
El jueves 28, a partir de las 3 de la mañana, fuerzas policíacas israelíes prohibieron el acceso a la Explanada y se desplegaron por sus alrededores. Tiradores de élite se instalaron en los techos del vecindario.
Fue hacia las 10 de la mañana cuando Sharon llegó acompañado por varios diputados del Likud, rodeado por decenas de guardaespaldas, varios centenares de soldados y decenas de reporteros, irrumpiendo en la Explanada desierta.
Los viernes son día de oración para los musulmanes. Suelen acudir masivamente a la mezquita Al Aqsa, que se encuentra en la Explanada. Por esta razón el viernes 29 el lugar estaba lleno y custodiado por un enorme despliegue de policías y tiradores de élite.
Lo que se temía que ocurriera pasó.
Como forma de vengarse de la visita de Sharon, jóvenes musulmanes lanzaron piedras contra los fieles judíos que rezaban en el Muro de los Lamentos, ubicado abajo de la mezquita.
En respuesta, la policía israelí comenzó a disparar contra la multitud, con balas de hule (balas metálicas cubiertas con una capa de plástico), balas reales y gases lacrimógenos.
El pánico se expandió. El resultado de este hecho fue el saldo de siete muertos palestinos y 220 heridos: 44 policías israelíes, y los demás palestinos...
En escasas horas la violencia se propagó a Jerusalén Oriental, Gaza, Cisjordania y a Galilea, donde viven numerosos árabes-israelíes.

Capítulo V.
Conflicto en Medio Oriente: El tratamiento periodístico de Clarín y La Nación.

Para que un medio considere que el hecho es digno de ser noticia lo primero que debe este hacer es romper con la rutina de alguna manera. Para Miguel Rodrigo Alsina, el hecho noticia debe producir una "variación en el sistema" dentro del que se produce. Es decir: noticia es aquello que no ocurre cotidianamente.
Claro que por no ocurrir cotidianamente no siempre el hecho noticia es inesperado. Por ejemplo: un evento cultural, que fue debidamente planificado por sus organizadores, seguramente es conocido por el medio mucho antes de que este tenga lugar en el tiempo... Saben que se va a producir porque los productores se habrán ocupado de hacérselos saber.
Si de lo que nos vamos a ocupar de analizar es el tratamiento periodístico que le brindaron los diarios Clarín y La Nación al tema del conflicto en Oriente Medio, vamos primero a decir una serie de cosas.
¿Qué hace que un tema ocupe espacio dentro las páginas de un diario? Bueno, pues son los valores de noticiabilidad que dicho tema tenga. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de valores de noticiabilidad o valores noticias? A todas aquellas circunstancias particulares que hacen al hecho que será considerado noticia por el medio que lo va a difundir. U otro ejemplo podría representarlo el hecho de la visita al país de un mandatario extranjero. Dicha visita estará debidamente agendada por el gobierno en ejercicio y, por lo tanto, es casi seguro que los medios estén preavisados de la misma (salvo que sea una visita secreta).
Sin embargo, los hechos noticias que más ruido suelen causar dentro del ámbito de los medios son aquellos que surgen de manera inesperada.

"... la aventura periodística puede ser comprendida desde la caología. La caología es una nueva disciplina científica que estudia el desorden. Que se constituye como reflejo de ese desorden como un collage y lo interpreta de manera creativa. Los caólogos creen que es en ese desorden donde puede brotar el cambio cualitativo.
El periodismo es entonces una actividad vertiginosa y de riesgo que muestra el desorden, que vive de lo que rompe con las regularidades: la noticia". (Wiñazki, 1995: 32).

La noticia altera o varía el sistema, "desordenándolo" de alguna manera. Esto es lo que en teoría del periodismo se conoce con el nombre de "acontecimiento".
Para que un acontecimiento sea tal y no pierda su carácter de "acontecimiento" no puede prolongarse demasiado en el tiempo, porque, de lo contrario, se convertiría en un hecho rutinario y perdería su carácter de noticia periodística. Porque...

"...La rapidez del acontecimiento significa que el mismo debe aparecer y variar rápidamente. El acontecimiento tiene su índice de caducidad, porque la variación, con el paso del tiempo, se trasforma en "lo normal". Podríamos hablar de una transformación del acontecimiento en norma consuetudinaria. El grado de obsolescencia o caducidad de un acontecimiento variará según su importancia, espectacularidad, etc. No todos los acontecimientos tiene el mismo grado de obsolescencia; en ciertas ocasiones, un hecho mantiene su categoría de acontecimiento a raíz de las nuevas variaciones que se vayan introduciendo sobre el acontecimiento primigenio". (Rodrigo Alsina, 1993: 99).

Es claro que los diarios nos mantienen informados sobre temas que se extienden en el tiempo y en la aparición dentro de sus páginas durante semanas enteras. Y esto se debe a que, como acabamos de leer, puede que el acontecimiento surja como novedoso, pero que luego sigan sucediéndose circunstancias que lo metamorfoseen de manera tal que lo perpetúen en los tiempos de los medios.
Ahora bien, esas circunstancias que vienen a metamorfosear el acontecimiento primero cumplen la misma función de variación del sistema que nombrábamos más arriba. Pero para que un hecho alcance la categoría de acontecimiento, la variación que produzca dentro del sistema debe cumplir ciertos requisitos.

"Esta variación del sistema para obtener la categoría de acontecimiento debe ser espectacular. La espectacularidad es otra de las características de la variación. Un acontecimiento es algo extraordinario, es decir, un hecho que va más allá de lo ordinario, de la normalidad. Una variación supone una ruptura de la normalidad y cuanto mayor sea esta ruptura más espectacular será el acontecimiento". (Rodrigo Alsina, 1993: 99).

También debemos aclarar aquí algo con relación a lo "espectacular" del acontecimiento. En capítulos anteriores hablamos sobre la noción de espectáculo: "espectáculo es aquello que se da en una relación espectacular, entre un objeto o ser que se ofrece a la vista y un sujeto observante".
Dijimos también que lo "espectacular" en periodismo puede darse en el tratamiento que sobre el hecho noticia se haga, asemejándolo a un espectáculo tradicional, cinematográfico o televisivo.
Puede que un medio decida darle mayor espacio o tiempo en los medios a un acontecimiento que en realidad no tenga tanta importancia como otro hecho que no aparece en ellos, o que aparece en un espacio / tiempo mucho menor. De esta manera, el hecho que más presencia tenga en los medios tendrá también más peso en la opinión pública que aquél que se le presenta de modo menos "espectacular". Y aquí estamos hablando otra vez de desinformación y técnicas de manipulación de la información.

"Decía que el acontecimiento debe ser extraordinario, pero aquí se plantea si lo extraordinario hace el acontecimiento o si el acontecimiento hace lo extraordinario. Es decir, la disyuntiva es si la realidad extraordinaria pasa a ser acontecimiento o si lo que se da es un hecho presentado de forma extraordinaria como acontecimiento". (Rodrigo Alsina, 1993: 101).

"Presentar de forma extraordinaria" puede ser perfectamente entendido como la profusa cobertura de un tema, dándole al lector una larga serie de datos sobre el mismo pero sin informar sobre las causas más profundas del hecho que tantas páginas o minutos ocupa dentro de un medio de comunicación... Una manera de "espectacularizar" la realidad.

"Si bien hablamos de espectacularidad al tratar la variación del sistema, debemos recogerla de nuevo aquí por lo que hace referencia al tratamiento espectacular de la variación. Es decir, cuando la espectacularidad no está en el hecho en sí, sino en la publicidad que se le da al mismo". (Rodrigo Alsina, 1993: 102).

El "problema palestino" como acontecimiento mediático.

Conflicto en Medio Oriente es un tema que, como vimos en el capítulo anterior, goza o padece de la particularidad de perpetuarse en el tiempo. Primero fue la lucha de los judíos por lograr la proclamación de su Estado... ahora es la causa palestina por alcanzar la meta de poseer un territorio propio.
Vimos también que estas cuestiones muchísimas veces se trataron de resolver mediante acciones bélicas. Que luchadores de ambos bandos han incursionado (e incursionan) en el terrorismo. Y que el esfuerzo por llegar a una solución es compartido por representantes de muchos países, que la Organización de Naciones Unidas (ONU) está siempre pendiente del tema y que la sumatoria de todos estos hechos hacen que "el problema palestino" sea reiteradamente tratado por los medios de comunicación del mundo entero.
Precisamente por esto es que Conflicto en Medio Oriente es un tema que, como Rodrigo Alsina señala en su libro La construcción de la noticia, tiene la característica que lo convierte en acontecimiento que se puede mantener en el tiempo, porque sigue presentando variaciones a lo largo de los años. Y esto seguirá siendo así mientras que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) no logre su objetivo de consolidar un territorio que ampare al Estado.
Ahora bien: ¿Qué nivel de interés puede alcanzar este tema en el lector medio?.
Para que el tema sea del interés del lector este tiene que cumplir con una serie de condiciones.

"Como ha desarrollado la teoría de la construcción del temario (agenda- setting) el público establece un temario de los asuntos más importantes. Aunque hay una serie de características que pueden condicionar la importancia del tema: la proximidad, la espectacularidad, la anormalidad, la imprevisibilidad, etc. Eyal, en su tesis doctoral (Mc Combs, M. E., 1981, pág. 132), distingue dos tipos de temas:
a) Los temas de los cuales los individuos tiene una experiencia directa y personal, y por los que se sienten mucho más implicados. Por ejemplo, la inflación, el paro...
b) Los temas que son casi dominio exclusivo de los mass media y en los que se da una menor implicación personal. Por ejemplo la guerra entre Irán e Irak". (Rodrigo Alsina, 1993: 104).

Estas características que cita Alsina tienen la particularidad de generar distintos tipos de implicación en los temas por parte del público. Y estos son los que van a pesar al momento de elevar un hecho a la categoría de noticia por parte del medio de comunicación.

"El grado de implicación presupuesto por la institución de los mass media es determinante a la hora de categorizar el hecho como acontecimiento y de valorarlo como noticia. Por ejemplo, un periódico local re cogerá como gran acontecimiento un atraco a una farmacia de la ciudad. Un periódico de ámbito nacional lo recogerá quizá sin darle excesiva importancia. Un periódico de otro país no lo considerará como acontecimiento digno de atención.
La proximidad geográfica del hecho supone una mayor implicación, para el centro del mismo que disminuye a medida que se agranda el círculo. Sin embargo la implicación no funciona sólo a través de mecanismos tan simples como los topográficos. Funciona también a través de efectos psicológicos de identificación, implicación afectiva, etc. Sería el caso de los acontecimientos producidos por los famosos.
A la hora de determinar la posible implicación de un acontecimiento entran en juego diferentes elementos. No siempre el factor geográfico es determinante a la hora de establecer la implicación. Es mayor la implicación para España de un discurso sobre política internacional del presidente Reagan que del Consejo General Andorrano.
En principio se podría decir que cuanta más gente se sienta implicada por un acontecimiento mayor será la importancia de éste. Sin embargo, tengamos en cuenta que son los mass media los que seleccionan los acontecimientos a partir del grado de implicación que les presuponen. De ahí que podamos descubrir una estrategia de implicación de los mass media.
Esta estrategia pasa por establecer un temario en los propios medios de los asuntos más relevantes del día. Este punto quizá sea el más deficiente de la teoría de la construcción del temario (agenda- setting). Mc Combs (1982, pág. 210- 221) señala los dos puntos de la estrategia teórica necesaria de la construcción del temario:
1. La relación directa y causal entre el contenido del temario de los medios y la subsiguiente percepción del público de lo que es el asunto más importante del día.
2. Descripción de cómo la gente organiza y estructura el mundo que le rodea". (Rodrigo Alsina, 1993: 105, 106).

Como se verá, el medio presenta los temas que serán los que obtendrán la atención de la opinión pública porque son los que ellos han establecido como "temas del día" según los criterios de selectividad que ya mencionamos. Para ello, los profesionales de la comunicación periodística analizan la realidad, interpretándola.

"La actividad profesional de los periodistas en los medios consiste en una interpretación sucesiva de la realidad social. Tal interpretación resulta posible gracias a la reducción de la realidad a hechos que puedan comunicarse como noticias. Estas noticias, ampliadas por medio de reportajes y crónicas y comentadas en artículos, editoriales y debates radiados o televisados, forman la imagen cambiante de la realidad de que se sirve el público para estar enterado, comentarla e intervenir en ella y de que se sirven los mismos actores y protagonistas de las acciones sociales para lo mismo. Los medios actúan de este modo como mediadores generalizados. Y esta es su función social." (Gomis, 1991: 175).

Parte de esta función social, como dijimos a lo largo de todo este trabajo, es la de presentar la información de manera tal que el público de verdad sepa lo que ocurre. Porque, como dice Rodrigo Alsina en el libro Los Medios de Comunicación ante el Terrorismo:

"Los miembros de la audiencia tienen una capacidad limitada de procesamiento de la información. Cuando se da una gran cantidad de información sobre un acontecimiento se llega a confundir lo anecdótico con lo sustancial. Se produce una sobrecarga de información. Sería el efecto similar a una pared en la que van apareciendo pintadas hasta ser tal el número de las mismas que sólo se percibe una mancha polícroma. De hecho si se considera que el efecto polvareda es más eficaz para esconder los hechos que cualquier práctica de censura, la polémica sobre el silencio informativo viene a perder sentido". (Rodrigo Alsina, 1991: 58).

Para evitar el efecto de desinformación los medios deben asumir la función social que les corresponde, como decíamos más arriba. Una de las formas de asumirla es la de efectuar un correcto análisis del hecho noticia.

"El análisis de la noticia como hecho puede hacerse situando el hecho en el contexto político y preguntándonos quién lo ha provocado - el sistema político, el ambiente social, los medios de comunicación o factores independientes de la voluntad humana - por iniciativa de quién se difunde y qué expresa - demanda, apoyo, exigencia de intereses del ambiente social, decisiones o asunción de responsabilidades del sistema político -, y examinando el sentido y las proporciones en que se ejerce la mediación.
La mediación política de los medios se ejerce a través de la difusión de hechos, pero también de la emisión de comentarios que lo explican, analizan y juzgan. Los periódicos tienen en los comentarios firmados y especialmente en los editoriales con que expresan su propia opinión un instrumento de mediación extremadamente cualificado". (Gomis, 1991: 182, 183).

Lo que dice Lorenzo Gomis es lo que postulábamos en los primeros capítulos de este trabajo. Una de las funciones sociales más importantes del periodismo es la de contextualizar la noticia para, de este modo, explicársela al lector y que este puede saber cómo puede ella afectarlo.
Lamentablemente, sin embargo, muchas veces vimos que esto no ocurre. El medio elige espectacularizar la información, explotando los ribetes emocionales de los hechos y sin hacer foco en lo que verdaderamente importa de la noticia o acontecimiento.
Es que, como veíamos más arriba, la noticia puede generar distintos tipos de implicaciones por parte del lector. Para el destinatario de la información...

"Evidentemente, cada acontecimiento - noticia tendrá un grado de implicación determinado.
Los grados de mayor a menor implicación podrían ser:
1. Implicación directa y personal. Son aquellas noticias que afectan directamente a la vida cotidiana del individuo. Por ejemplo, la subida de los impuestos.
2. Implicación directa y no personal. Afecta directamente de forma emotiva o ideológica, pero no tiene una incidencia relevante en la vida cotidiana de la persona. Por ejemplo, la victoria del equipo de fútbol del que se es simpatizante.
3. Implicación indirecta. No afecta directamente al individuo, que percibe la noticia como algo que sucede en otro tiempo o lugar y a otras personas. Por ejemplo, la victoria de otro equipo de fútbol.
4. No implicación. El individuo se siente indiferente a la información recibida. Por ejemplo, la baja de la cotización de Siemens en la Bolsa de Francfort". (Rodrigo Alsina, 1993: 103).

Como puede deducirse, la implicación que puede generar el caso de Conflicto en Medio Oriente responde al punto uno: Implicación directa y personal. Que las revueltas en Tierra Santa generen un alza en el coste del petróleo hace que el precio de productos que necesitan de la energía del crudo para su facturación también suba. Y ni hablar si el país receptor de las noticias no tiene petróleo propio. Se sumará al hecho de la suba de precios de los productos que pueden ser manufacturados en el exterior (donde tampoco cuenten con grandes reservas petroleras) el problema propio de la falta de abastecimiento... Como consecuencia, sube el precio de las tarifas de los transportes y de todo lo demás.
Otro factor que causa una implicación directa y personal es el tema del terrorismo internacional, factor que aparece cuando hablamos de enfrentamientos entre israelíes y palestinos.
Nuestro país sabe de eso; recordemos los atentados irresueltos a la Embajada de Israel, en marzo de 1992 y a la Asociación Mutual Argentino Israelí (AMIA), en julio de 1994.
Particularmente, el tema del terrorismo plantea una enorme tentación para ejercer un tratamiento espectacular de la información, porque...

"Los acontecimientos terroristas pueden ser descritos poniendo mucho énfasis en su aspecto emotivo. De esta forma mediante invocaciones emotivas se canalizan juicios sobre los hechos". (Rodrigo Alsina, 1991: 54).

El peligro radica en exacerbar la carga dramática del acontecimiento y con eso provocar pánico en la población. Que puede llegar a creer que conoce toda la información por el simple hecho de que el medio le suministra todos los detalles cuando, ya vimos anteriormente, la profusión de datos no asegura la información real. Puede ser desinformación. Es que...

"En sí misma la información sobre los atentados terroristas lleva una carga emocional. Pero la información debe favorecer el conocimiento de los datos de la realidad sin recurrir a incitaciones emotivas exageradas. Se debe intentar no dejarse llevar por las reacciones más primitivas y espontáneas a que pueda dar lugar el terrorismo. En definitiva no se trata de reprimir las naturales reacciones emotivas, como de superarlas para una comprensión más amplia de los hechos. La noticia debe incitar a hacer una valoración racional de los acontecimientos". (Rodrigo Alsina, 1991: 55, 56).

Sin embargo, veremos a continuación cómo, muchas veces, la prensa tiende a generar una implicación de tipo "implicación indirecta" cuando se trata del tema Conflicto en Medio Oriente... "No afecta directamente al individuo, que percibe la noticia como algo que sucede en otro tiempo o lugar y a otras personas".
Y también puede encontrarse en los textos periodísticos un intento por provocar el tipo de implicación "directa y no personal. Afecta directamente de forma emotiva o ideológica, pero no tiene una incidencia relevante en la vida cotidiana de la persona".
Y recordemos que el lenguaje de la emoción es el lenguaje que define al medio televisivo y a l espectáculo en general... Cosas que tendrían que tener una distancia mayor de la que tiene respecto del ejercicio del periodismo gráfico.

El tratamiento de Clarín sobre Oriente Medio.

El jueves 14 de septiembre de 2000, en la página treinta y dos de la sección Internacionales, ocupando todo el ancho de página, en el sector inferior de la misma se lee el titular "El Estado que aún no pudo nacer".
En 69 líneas y a cuatro columnas el matutino se encarga de contarnos que la proclamación del Estado palestino, que se esperaba fuera el día anterior (13 de septiembre), finalmente no se produjo.
Lo interesante, sin embargo, es la estructura que Clarín le da al relato: comienza con la negativa de la proclamación, se cuenta el enojo que esto provocó en organizaciones fundamentalistas (como Hamas) y las desgracias de personajes que aparecen como protagonistas de una novela.
Así podemos leer: "Abu Imad volvió del Golfo pérsico seis años atrás y en los últimos meses contaba día por día el tiempo que faltaba hasta el 13 de septiembre, cuando esperaba que el estado palestino le otorgase su pasaporte. Tras la postergación, Abu Imad sigue sin poder salir de los límites de la Autoridad Palestina...". Muy triste, por cierto, la historia de Abu Imad. Pero más triste es para el lector no tener el más mínimo dato que le explique por qué el diario le dedica líneas a una persona que ni siquiera se ocupa de explicar quién es.
Pero Abu Imad no es el único que sufre. Yamila también... "Duelo como el que sintió Yamila y sus siete hijos, tras haber visitado ayer a su marido en una cárcel israelí (...) "ahora nos dicen que la nueva fecha es el 15 de noviembre", dice Yamila, con más rabia que dolor. "Pero a esta altura ya perdimos la confianza".
Lamentable lo que padece Yamila. Y lamentable que nunca sepamos en esta nota quién es Yamila, ni quién es su marido y por qué lo encarcelaron.
El texto va aproximándose a su fin. Es entonces cuando se alude a "un millar de activistas pacifistas" que "marchaban anoche cerca de la ciudad vieja, proclamando la necesidad de llegar a un acuerdo", nos cuentan que hubo negociaciones en Washington con el mismo objetivo y nos dicen que "puede que finalmente llegue el acuerdo israelí-palestino".
Puede decirse que: faltan datos explicativos en el texto. En su lugar hay historias personales de perfectos desconocidos. La noticia cumple con la estructura aristotélica, que dijimos se conforma de introducción, nudo y desenlace y que, además, satisface la necesidad de un final alentador, que viene a remediar el posible desasosiego del inicio de la misma, en la que nos cuentan una mala noticia... Es la lógica del mensaje televisivo.
Pero el lector puede no tener la más mínima idea de cuál es la necesidad de que el diario le dedique este espacio, dado que no explica antecedentes, causas y posibles repercusiones.
El sábado 23 del mismo mes, en la página 23 de Internacionales también, Clarín titula "Jerusalén: audaz idea de Barak" a una nota de una columna, en la que se narra que el premier israelí propone lo que ya había propuesto Yasser Arafat... Que Jerusalén, en la zona de la Explanada de las Mezquitas y el Monte del Templo quede bajo la soberanía de Naciones Unidas.

Días más tarde, el 29 de septiembre, en página 35, una nota titulada "Choques en lugares sagrados de Jerusalén: 30 heridos" ocupa el ángulo inferior izquierdo, en tres columnas. En ella sí se explica por qué la visita de Sharon a la Explanada de las Mezquitas provocó incidentes, y se da una breve reseña de los procedimientos "antipacifistas" de "El Halcón" Ariel Sharon, comentando su enfrentamiento político con Netanyahu, con quien se enfrentará por la presidencia del país.

Al día siguiente, el 30 de septiembre, en la página 50 puede leerse el titular "Sigue la violencia en Jerusalén: 7 muertos y más de 200 heridos" y el subtítulo "Palestinos chocaron con la policía israelí en el disputado Monte del Templo- Había centenares de judíos por el Año Nuevo- los choque empezaron el jueves por la visita de un líder de la derecha israelí". Ambos ocupando todo el ancho de página.
La nota se ocupa de narrar con lujo de detalles los enfrentamientos en la ciudad santa, de contar que representantes israelíes y palestinos están reunidos en Washington tratando de llegar a un acuerdo al mismo tiempo que la sangre vuelve a correr en Jerusalén y que la Jihad Islámica (movimiento radical palestino) asegura que vengará a los mártires. Mientras que la Secretaria de Estado Madeleine Albright llama por teléfono a representantes de ambos bandos en su brega por la paz.
Lo que nunca se explicó es el origen del conflicto. Eso sí: una fotografía que ocupa más de la mitad de tres de las cuatro columnas de la página y nos muestra a un palestino herido en la cabeza, que sangra, mientras compañeros de la causa lo asisten.
Una cosa que llama la atención es que, en la página que se enfrenta a la nota, en el ángulo superior derecho se lee un saludo de un alto funcionario del gobierno de la provincia de Buenos Aires que les desea a los judíos feliz año nuevo en hebreo: "Shaná Tová". Esto puede sonar irónico, pero también puede acentuar la identificación con el dolor de una de las partes del conflicto.
En esa misma página puede leerse una nota sobre una reunión que se celebraba en Caracas, Venezuela, entre Irán e Irak.
En cuatro líneas de la única columna de la nota se lee: "El precio del crudo era otro asunto que se suponía iba a ser discutido, pero fue retirado de la agenda en el último minuto por razones aún no reveladas".
¿Puede que esas razones sean los enfrentamientos en Israel?...
¿Podía presentarse más información complementaria en la noticia sobre Israel, en lugar de tanto espacio dedicado a la fotografía y a la información sobre las idas y vueltas en el Monte del Templo? La respuesta parece ser afirmativa.

El domingo 1º de octubre el tratamiento del tema ocupa ya más espacio. La información va de la página 34 a la 36. Pero aquí lo interesante es el tratamiento fotográfico que recibe el tema.
En la doble página integrada por la 34 y la 35 el lector puede ver por sobre el título "Sangrienta batalla entre israelíes y palestinos" cuatro fotografía secuenciadas, al mejor estilo de los fotogramas cinematográficos, de las dramáticas imágenes de un padre palestino que intenta proteger a su hijo (que el epígrafe se encarga de indicar que tiene 12 años) de las balas que se disparan israelíes y palestinos.
La misma imagen, vale la pena señalar, recorrió el mundo gracias a las cadenas internacionales de noticias, y conmovieron a la opinión pública internacional.
La secuencia de fotos termina con la de la muerte del chiquito y las heridas de su padre, que no lo pudo salvar.
Sin duda no hay cosa más conmovedora, y es comprensible que la imagen sea tomada también por la gráfica. Lo que no se puede asegurar es que sea necesario que se la presente de esa manera: como los cuadritos de una revista de historietas, de margen a margen en la doble página.
El texto, por su parte, nuevamente se encarga de relatar todos los detalles de la historia de los últimas enfrentamientos en Jerusalén, todos los intentos de todas las partes por lograr la paz y la intervención de representantes extranjeros con el mismo objetivo. Más las condenas a Israel por parte de los países árabes.
En la página siguiente, la 36, un artículo de análisis titulado "Una provocación para fusilar el plan de paz" vuelve a contar el acto de Sharon cuando visitó la Explanada de la Mezquitas y sus intentos por lograr la presidencia de Israel. Una foto de dos columnas de ancho y unos 9 cm de alto muestra a jóvenes palestinos que escapan de la ofensiva israelí. Y en una columna ofrecen datos sobre Ariel Sharon y sus antecedentes belicistas.
Pero de los antecedentes y causas del conflicto no se lee nada.

Ya el 2 de octubre el tema está en tapa, en el ángulo superior derecho, con el titular "Palestinos e israelíes, una tregua al fin de otro día negro", un mapita de la zona de conflicto y un adelanto de nota de 14 líneas en una columna.
En las páginas 30 y 31 se puede ver el titular "Anuncian una tregua en Oriente Medio tras otro día de violencia". Fotos de 12 cm de ancho por 11 de alto muestran escenas de esa violencia. Un mapa de la zona de conflicto ocupa 8 cm de ancho por 7 de alto. ¿El texto? Vuelve a narrar con todos los detalles los enfrentamientos, contar qué armas se utilizan, enumerar los llamados de dirigentes de países extranjeros que luchan por la paz en el lugar... Lo de siempre.
En la página 31, a tres columnas, un recuadro nos dice "Así murió Muhammad", el niño de doce años que el padre no pudo evitar que mataran, y que volvemos a ver en la foto.
También a tres columnas, debajo del recuadro, otro dice "Impotencia y desesperación", en el que amplían los datos sobre los tristes festejos del año nuevo judío, el 5761 de esa religión. Más datos sobre Sharon, algo de Barak, pero nada de explicación ni antecedentes del conflicto.

Octubre 3, 2000. En tapa, ángulo inferior izquierdo a una columna, título: "La violencia en Oriente Medio, fuera de control" y adelanto de nota en cinco líneas.
Esta vez la información va de la página 24 a la 27. En la primera de ellas el título nos cuenta que en "Oriente Medio: Ya hay 56 muertos y 1.500 heridos".
Foto de soldados israelíes disparando sus fusiles y texto que no difiere mucho del que leímos el día precedente.
En la página que sigue el título reza: "Sara, otra niña asesinada", en un texto de cuatro columnas que narra cómo fue la muerte de la niña, referencia al caso de Muhammad y nos proporcionan el relato tristísimo de las vivencias de las familias de estos niños. Con foto del funeral de Sara incluida.
Otra vez con foto ilustrativa, en la página 26, el titular a cuatro columnas nos dice "No vemos cumplir los sueños", y nos cuentan en un texto que ocupa la mitad de página la historia de Osana Yeda, joven de 23 años que quería ser ingeniero aeronáutico, que antes de salir y encontrar su muerte "se bañó y se afeitó"... Otra triste historia en Tierra Santa contada por el tío de la víctima.
Finalmente, en la página 27, nos enteramos que "Albright se reunirá con Arafat y Barak en París" y de cuál es "La posición de Israel". Claro que la información no ocupa ni la tercera parte que ocupó todo lo precedente. Pero los datos tampoco explican mucho: son las idas y venidas de siempre.
Nuevamente no hay material explicativo de las causas y repercusiones.

Es el 4 de octubre que en la sección Opinión, en página 30, a dos columnas en el ángulo inferior izquierdo, el tema de Conflicto en Medio Oriente hace aparición, con el título "Se aleja la paz en Oriente Medio". Un mínimo de explicación puede encontrarse en las líneas. Pero un mínimo: no hay mucho material complementario.
Sigue la información en las páginas 32, 33 y 34, en el mismo estilo que los días anteriores. Sólo varía que ahora hay una cronología de dos columnas, con gráfico, de los incidentes desde 1936 a septiembre y octubre de 2000. Sin embargo, nada sobre la Declaración Balfour.
Eso sí, hay más fotos e historias de personas que nunca conoceremos.

El 5 de octubre, en la página 30, nos enteramos de que "Arafat y Barak acuerdan poner fin a la violencia", con foto de Annan, Barak, Chirac, Albright y Arafat.
El texto cuenta con lujo de detalles los sucesos de la reunión, y hace un brevísimo resumen de la visita de Sharon a la Explanada de las Mezquitas.
Luego, en la página 32, un título dice: "La economía, el otro lado del choque palestino- israelí". En los días que van de conflicto es la vez primera que el diario nos cuenta las diferencias económicas que existen en Israel en detrimento de los palestinos.
Y en la página consecutiva, nuevamente nos enteramos de la muerte de un chico a manos de balas del ejército israelí.

El estilo de Clarín no va a variar en el tratamiento del tema en todo el mes que analizamos. Por ello, a continuación transcribimos los titulares.

Octubre 6: Palestinos e israelíes intentan consolidar una frágil tregua (pág. 36). Ordenan el estado de alerta en Israel; Un sueño que está cada vez más lejos (Pág. 37).

Octubre 7: Recrudecen los choques entre palestinos e israelíes: 11 muertos (pág. 59). Hamas reclama al mundo islámico lucha contra Israel; Argentina: reacción de los árabes (pág. 60).

Octubre 8: Israel dio un ultimátum de 48 horas a Arafat (pág. 38). Dos gobiernos debilitado (pág. 39). Queman la bíblica tumba de José (pág. 40).

Octubre 9: (tapa, ángulo inferior derecho) Oriente Medio: contra reloj buscan para la guerra.
Diplomacia contra reloj para evitar una guerra (pág. 28); Crece la protesta contra Israel en los países árabes; Aviones israelíes sobre Beirut (pág. 29). Noam, el soldado israelí que no quiso reprimir a palestinos (pág. 30). El conflicto llegó hasta Brooklyn (pág. 31).

Octubre 10: (tapa, ángulo inferior izquierdo) Otra esperanza para la paz en Medio Oriente.
El premier israelí prorrogó su ultimátum a Arafat (pág. 32). Un Día del Perdón diferente (pág. 33). "Al pueblo palestino se le terminó la paciencia", "Arafat no quiere aparecer cediendo" (pág. 34).

Octubre 11: Presión mundial para un acuerdo palestino-israelí (pág. 40). Hatikva cambió el turismo por la violencia antiárabe (pág. 41). Losa argentinos, divididos entre viajar o no a Tierra Santa (pág. 42).

Octubre 12: Barak y Arafat acordaron con la ONU una cumbre militar (pág. 44). "Nuestro objetivo es la paz", "Dilema de los pacifistas (pág. 45).

Octubre 13: (tapa) titular principal: Hay peligro de guerra total en oriente Medio. Titulares secundarios: El precio del petróleo se disparó y caen las bolsas (marginado a la derecha). Aumentan las medidas de seguridad en la Argentina (marginado a la izquierda).
Fuerte trepada del petróleo: 8,7 %; Otra amenaza en los surtidores. Ambos en la sección Economía, pág. 36.
Ya en Internacionales vemos: Israel bombardeó a los palestinos y hay peligro de guerra en Oriente Medio. (pág. 40). Líderes débiles y vacío de ideas en las potencias (pág. 41). Miedo y tristeza entre la gente de los dos pueblos; Catorce días marcados por la violencia (cronología a una columna), (pág. 42). Clinton demandó un inmediato cese al fuego (pág. 43). Argentina aumenta las medidas de seguridad; "Situación insostenible"; "Querían matar a Arafat" (pág. 45). Explosión en un destructor de Estados Unidos: sospechan que fue un acto terrorista (titular a dos páginas entre la 48 y 49).

Las incógnitas que habría que responder son, entre otras, las siguientes:
La muerte de chicos palestinos e israelíes, que por accidente se encontraron en medio del enfrentamiento de esos dos pueblos es por cierto y sin dudas muy lamentable. Pero ¿cuántos niños mueren en nuestro país, por estas épocas, al quedar indefensos en medio de un tiroteo entre policías y ladrones? ¿El diario nos cuenta sus historias? Sí, las cuenta, cuando el caso pasa a ser ya investigado por la justicia y sus padres se encaminan en la lucha por el esclarecimiento de sus muertes. Pero no inmediatamente al día que sigue del infausto hecho. Cosa que sí ocurre con los chicos que mueren en Tierra Santa.
Lo anterior nos lleva a recordar uno de los tipos de implicación que genera la noticia: "directa y no personal. Afecta directamente de forma emotiva o ideológica, pero no tiene una incidencia relevante en la vida cotidiana de la persona".
Otra de las cuestiones es: ¿cuántos adolescentes de 23 años en nuestro país no pueden cumplir sus sueños? Muchos, por desgracia. Algunos porque mueren a manos de delincuentes, otros porque no pueden conseguir trabajo, no pueden estudiar y por razones diversas que se relacionan con problemas sociales y económicos. Sin embargo, Clarín no nos facilita sus historias para condolernos con ellos y sus familias. Sólo lo hace cuando, como dijimos antes, el tema cobra relevancia por otras razones.
Vimos, sí, que ya avanzado el conflicto, el matutino hizo relación entre el recrudecimiento de la violencia en Israel y nuestro país, por la arista terrorista del tema. Lo mismo hizo con respecto al alza del petróleo, que podía preverse pero, sin embargo, no lo adelantó.
Conflicto en Medio Oriente, según Clarín, pudo ser seguido por los lectores en formato de novela secuenciada, con profusión de detalles que pueden resultar "emocionantes" y "atrapantes", pero con escaso número de datos que realmente interesaran a la población, haciendo hincapié en el costado emocional del tema y relegando lo lógico y racional. Incluso las imágenes potenciaban este hecho, ocupando espacio que podía ser aprovechado para la mejor contextualización del "problema palestino".
Ciertamente que la gráfica no tienen el recurso de la música para espectacularizar los temas a tratar, pero sí tiene a su favor el impacto de los titulares y la profusión de líneas en las páginas de sus diarios... Y recordemos que la cantidad de datos no asegura el estar informados, si el periodista o el medio no se ocupa de contextualizar adecuadamente los hechos, sobre todo de la sección Internacionales, que tan complejas repercusiones puede traer.
Por consiguiente, creemos que podemos afirmar que, como dice nuestra hipótesis: "El tratamiento periodístico de Clarín sobre el tema Conflicto en Medio Oriente tiene un carácter más espectacular que informativo".

La Nación y las noticias sobre Tierra Santa.

El tema que nos ocupa aparece en La Nación el 10 de septiembre de 2000, en la página 7 de la sección Exteriores, con el titular "Aplazan la proclamación de un Estado Palestino". Informa sobre la situación y señala que "Es un gesto hacia el proceso de paz".
Vuelve a ocupar espacio el día doce del mismo mes, cuando "Los palestinos exigen concesiones", en la página 3, centro, a tres columnas. Las exigencias son a cambio de la postergación en la proclamación del Estado. Se informa sobre la opinión de Israel, y el tema acaba allí.
Pasan unos días, hasta que el 17 de septiembre, página 7, en el margen inferior izquierdo un "suelto" de 23 líneas nos dice que: "Israel. Polémica propuesta de dos letras para el Himno". Así nos enteramos de la proposición de crear una letra en árabe para los pobladores palestinos de Israel.
El 23 del mismo mes, en página 2, parte inferior de página, cuatro columnas marginadas a la izquierda se lee: "Propuesta de Israel sobre Jerusalén". Así titula La Nación la noticia de la propuesta de Barak de dejar Jerusalén en manos de la ONU. E indican que la esperanza de que esto pueda alcanzarse está en manos del presidente francés Jacques Chirac.
(Recordemos que la misma noticia en Clarín sólo mereció una columna, a diferencia de este caso, en el que se le dedican cuatro).
La Nación brinda datos antecedentes sobre la misma propuesta realizada por Arafat anteriormente y explica cómo dirigentes de otras naciones influyen en la resolución o no del problema.
Septiembre 26. En la página 3, ángulo inferior izquierdo a dos columnas se lee: "Medio Oriente: Barak se reunió con Arafat". Aquí se informa que "Fue la primera cumbre desde Camp David", y en el texto que acompaña se narra qué representó tanto la reunión de Camp David como lo acontecido en esta última. También se dice que continuarán las charlas "hoy en Washington".
Sin novedades hasta el próximo 29, cuando en la página 4, en el ángulo inferior izquierdo a dos columnas leemos: "Disturbios en la Explanada de las Mezquitas" a modo de antetítulo. El titular: "Barak considera la división de Jerusalén". Acompaña a la nota una fotografía con un epígrafe que reza: "un manifestante palestino, sin soltar su bastón, amenaza con lanzar una piedra contra la policía".
Hasta ahora, La Nación tampoco ha brindado mucha información complementaria, pero sí explica un poco más los acuerdos de Camp David. Otra diferencia es que no aparecen historias de personas de las que no nos explican quiénes son. Sólo se limitan al hecho político.
El 30 de septiembre el tema llega la tapa. En la mitad inferior, marginado a la derecha en dos columnas y con foto leemos: "Violencia en Jerusalén". Se adelanta el tema y se remite la página 2. Allí leemos: "Los peores incidentes de los últimos años: siete muertos y al menos 220 heridos en la Ciudad Vieja".
El texto narra los hechos, cuenta también los esfuerzos de representantes de EE.UU. Por frenar la escalada de violencia y tres fotos acompañan la nota. Los epígrafes dicen: "Un joven palestino es escoltado por soldados israelíes, tras ser detenido". "Niños y mujeres en estado de pánico, son desalojados de la amurallada Ciudad Vieja". "Un joven palestino con el rostro ensangrentado".
Si bien la cantidad de fotografías puede ser importante, al menos no se cuentan historias de personas desconocidas, como si fueran personajes de una película de guerra.
Otro titular dice: "Cruentos enfrentamientos en Jericó". Aquí se ven datos al estilo Clarín. Pero acompaña el dato una infografía con mapa de la zona de conflicto.
En una columna se encuentra otro titulo que dice: "Sangre en un sitio de veneración", y el texto se encarga de explicar la importancia del lugar para ambas religiones de los pueblos enfrentados.
El 1ª de octubre el tema otra vez está en tapa, con el título "Recrudece la violencia en Gaza y Cisjordania". Se adelanta nuevamente el tema y se remite a página 2, donde, a cinco columnas, se lee el titular "Baño de sangre en Gaza y Cisjordania". El texto se encarga de suministrar detalles de los enfrentamientos y en la página 3 se ven tres fotografías de Muhammad y su padre, en un recuadro que tiene una de mayor tamaño en la parte superior, una que le sigue en tamaño en el ángulo izquierdo y otra inferior al lado de esta. Todas con epígrafes correspondientes.
Si bien la imagen de Muhammad está tanto en Clarín como en La Nación, este último no la presenta a manera de fotogramas. Y el tema termina con un "copete" que dice "La tragedia de padre e hijo". "El palestino Jamal Aldura trató en vano de proteger de las balas a su hijo Rami, de 12 años, cuando ambos quedaron atrapados en medio del fuego cruzado entre soldados israelíes y manifestantes; el niño murió instantáneamente, y su padre quedó herido".
El 2 de octubre el tema nuevamente está en tapa, con titular a tres columnas, en el centro de la página, que dice: "Se agravan los choques de israelíes y palestinos", con foto de niño palestino que corre entre dos hombres armados en Gaza. Sigue en página 2 con el titular a 6 columnas: "Se extiende la ola de violencia en Israel". Al texto lo acompañan fotos e infografías (mapa de la zona de conflicto y cronología de los últimos cinco días).
En general los textos no traen mucha información complementaria, salvo alguna que otra infografía y mapas de las zonas en conflicto, sumado a cronologías de los últimos días. Lo que sí podemos decir es que el espacio que le dedica La Nación a Conflicto en Oriente Medio no es tan extenso como el que le dedicó Clarín. Por lo tanto se ciñeron al relato de los acontecimientos, sin prestarle páginas enteras a historias particulares de los caídos en los enfrentamientos.
Como en el caso de Clarín, en La Nación tampoco varía el tratamiento del tema a lo largo del mes analizado. Por eso repetimos la modalidad de copiar titulares.

Octubre 3: (tapa) Israel vivió ayer su día de más violencia.
Se extiende la ola de violencia en Israel; Otra intifada; Un niño, eje de la conmoción (pág. 2). El impacto en el diálogo podría ser mayor al esperado (pág. 3).

Octubre 4: (tapa) Temor a la guerra total en un clima de odio y locura.
Clima de odio y locura en Medio Oriente; Choque y misiles en Gaza; hay dos víctimas: los palestinos y los israelíes (pág. 2). Annan: "Estamos cerca de una guerra total"; Barak y Arafat, en una crucial cumbre en París (pág. 3). El padre de un niño palestino muerto exigió venganza (pág. 4).

Octubre 5: (tapa) Fracasó un acuerdo entre Barak y Arafat.
Fracasó la cumbre entre Arafat y Barak; Alertar sobre el peligro para los norteamericanos (pág. 2). Atacan la embajada de EE UU en Siria (pág. 3). El gobierno de Barak tuvo firme voluntad (pág. 5).

Octubre 6: (tapa) Alerta en Israel por otro desafío palestino.
Tensión en Israel por otro desafío palestino (pág. 5). Barak instó a Arafat a volver al diálogo (pág. 6)

Octubre 7: Israel: 11 muertos por el "día de la ira"; Una intifada espontánea que se tornó incontrolable (pág. 5). EE UU llama a reanudar en Washington el diálogo de paz; Los palestinos pidieron mayor solidaridad a los árabes (pág. 6).

Octubre 8: (tapa) Peligro de guerra total en Medio Oriente.
Barak le dio un ultimátum a Arafat; Cierran el aeropuerto de Gaza (pág. 2). Destruyen en Nablús la tumba de José; Un lugar sagrado del judaísmo; La ONU condenó a Israel por la violencia (pág. 3). Siria legitimó los ataques a Israel del grupo Hezbollah (partido de Dios, comando pro iraní) (pág. 4).

Octubre 9: (tapa) Máxima tensión: vence el ultimátum de Israel.
Vence hoy el ultimátum de Israel a Arafat; Frenéticos esfuerzos diplomáticos (pág. 2). El Líbano puso sus tropas en alerta en la frontera con Israel (pág. 9).

Octubre 10: (tapa) Israel extendió el ultimátum a Arafat.
Barak extendió el ultimátum a Arafat (pág. 2). Intensas gestiones de los EE UU para acordar otra cumbre (pág. 3). La violencia desnuda décadas de odio entre árabes y judíos (pág. 4).

Octubre 11: Negocian en Israel pero hay más choques; Suba del petróleo; La SIDE analizó ayer el conflicto (pág. 2). "Nunca estuvimos en una situación tan grave como esta"; Una nueva generación de enemigos adolescentes (pág. 3).

Octubre 12: (tapa) Primer avance para poder frenar los choques.
La pedagogía de la violencia; Con la violencia llegaron el bloqueo y la falta de alimentos (pág. 2).

Octubre 13: (tapa) Dramática escalada de violencia en Medio Oriente.
Dramática escalada en Medio Oriente; Fue mucho más terrible que Bosnia o Kosovo; Hacia un desenlace incierto (pág. 2). Occidente instó al diálogo y el mundo árabe culpó a Israel (pág. 3). El gobierno argentino reforzó la seguridad en puntos clave; Atentado suicida contra destructor de EE UU en Yemen (pág. 4).

Como se podrá ver, los titulares de La Nación no se diferencian mucho de los de Clarín. Lo que cambia entre ambos medios, como ya dijimos, es la cantidad de páginas que cada uno le dedica al tema y la ausencia en La Nación de historias particulares, teñidas de dramatismo y sensación.
En lo que sí podemos concluir es en que es evidente que los medios se han limitado a reproducir las informaciones vertidas por las agencias de noticias y por lo que las cadenas internacionales de información televisiva han puesto en el tapete conocido como el "temario de los medios".
Particularmente en el caso de La Nación no podemos afirmar que el tratamiento haya sido "espectacular". Lo que sí podemos indicar es que hubiera sido beneficioso para el lector que se le suministrará mayor cantidad de material complementario para contextualizar el hecho y comprender los antecedentes, las repercusiones y las implicancias que este tiene a nivel mundial.

Conclusión.

La hipótesis de trabajo de esta sencilla labor de investigación fue: El tratamiento periodístico de los diarios Clarín y La Nación sobre el tema Conflicto en Medio Oriente tiene un carácter más espectacular que informativo.
Concluimos en que en el caso del diario Clarín podemos afirmar que dicha hipótesis se cumple. Respecto al caso La Nación, no, pero igualmente decimos que hubiera sido más productiva la lectura para sus consumidores si éste les hubiera facilitado más material complementario, o "back- ground", para comprender el problema del Conflicto en Medio Oriente.
Vimos que la televisión ha viciado el estilo del tratamiento de las noticias en los medios gráficos, que la prensa escrita se está limitando a reproducir informaciones que le llegan a través de las agencias de noticias y otras fuentes, que toma a la TV como una fuente más, y que muchas veces no constata los datos que ésta le brinda con el producto de la propia investigación... Vimos también por qué es que esto ocurre: tanto los medios como la gente está ya acostumbrada a la información procesada, de rápida lectura, que no necesite mucho esfuerzo intelectual, ya sea por criterios de intereses comerciales (en los medios), como por motivos de búsqueda de entretenimiento (del público).
Una cita de Miguel Wiñazki viene muy bien para explicar este fenómeno.

"La frivolidad es uno de los más clásicos géneros periodísticos. Y, para sorpresa de cierto intelectualismo, habrá de afirmarse que no siempre la frivolidad es análoga a la superficialidad. La frivolidad periodística es la prolongación del chisme de aldea propalado por los altavoces de los medios, como sugería Isaac Joseph en El transeúnte y el espacio urbano. La superficialidad o la profundidad del chisme multimedial dependen del lector. El lector lee la frivolidad con superficialidad o con profundidad. La frivolidad de lo que se muestra en primera instancia es también un indicador profundo de los tiempos que corren. Es un síntoma. Evidencia la tremenda necesidad de evasión, muestra también la miseria humana tantas veces revestida de ostentación y lujo. Salvando las distancias, así como Marcel Proust desplegó una demoledora crítica de la aristocracia francesa con todo lo que minuciosamente mostraba de ella en su monumental Búsqueda del tiempo perdido, así, la frivolidad expuesta en los medios es una buena forma de establecer una Crítica de la Frivolidad, desde la exposición de la frivolidad misma. Entonces paradojalmente la superficialidad es profunda y representa la "profunda falta de profundidad". Y al mismo tiempo, quizá la frivolidad sea útil para pensar en una Crítica de la Profundidad." (Wiñazki, 1995: 41, 42).

Creemos que cada medio de comunicación tiene una función propia dentro del tablero de la comunicación social, y creemos que el diario es el medio más idóneo para informar la verdad, contextualizando y haciendo docencia. Nada más superficial hay que saber un montón de datos sin comprender el significado de los mismos, nada más cercano a la desinformación...
Por ello proponemos que el diario asuma su función social y combata la "profunda falta de profundidad" de muchos ámbitos de la comunicación mediada.

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