| CONFLICTO
EN MEDIO ORIENTE: TRATAMIENTO PERIODÍSTICO DE LOS MEDIOS GRÁFICOS
ARGENTINOS "CLARIN" Y "LA NACIÓN" |
TESIS
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| ¿Cómo nos informan los medios gráficos sobre los
temas bélico religiosos que ocurren en el mundo? Frente a este
interrogante, se ofrece un panorama sobre el tratamiento que
los más prestigiosos medios gráficos nacionales hicieron a propósito
de los enfrentamientos en Tierra Santa, en ocasión de la visita
de Sharon a la Explanada de las Mezquitas. Este texto, tesis
de licenciatura, fue presentado el 10 de agosto de 2001, como
trabajo final de la asignatura “Seminario de Investigación Periodística”,
a cargo del Profesor Periodista Raúl Horacio Burzaco, del 5°
año de la carrera de Periodismo en la Facultad de Ciencias de
la Educación y de la Comunicación Social de la Universidad del
Salvador. |
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Introducción
Como es de público conocimiento, el mundo ha sido y es testigo de
nuevos enfrentamientos armados en Medio Oriente.
Israelíes y palestinos vuelven a confrontarse por razones territoriales.
Nuevamente el fantasma de la guerra en Tierra Santa es tapa de diarios
y revistas en todo el mundo, a la par que las cadenas internacionales
de noticias informan al instante de cualquier cambio brusco de situación
en el mapa de Oriente Medio, resoluciones de la Organización de Naciones
Unidas (ONU), y acciones militares emprendidas por Estados Unidos,
la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) o países linderos
a la zona de conflicto.
El tema ocupa gran parte de los conocidos "tiempos de Agenda de los
medios", no sólo por el interés humano que este despierta (provocado
por las ya innumerables víctimas que se suman a la lista de caídos
en dicho territorio), sino también por las implicaciones políticas
y económicas que puede ocasionar a nivel mundial, que van desde atentados
terroristas en distintos puntos del Globo Terráqueo hasta suba del
coste del petróleo que, se sabe, repercute en la economía de formas
muy diversas.
Ahora, la pregunta que nos ocupa en relación con Conflicto en Medio
Oriente y el tratamiento periodístico de este tema por parte de los
medios gráficos nacionales es la siguiente:
¿Los más prestigiosos matutinos argentinos, los diarios Clarín y La
Nación, le han dado al tema, en su tratamiento periodístico, la dimensión
que este realmente alcanza?
Mediante una rápida lectura exploratoria puede verse que el tema ha
sido profusamente tratado desde el costado bélico y, más puntualmente,
en el aspecto del terrorismo internacional. El tema económico (suba
del costo del crudo, real y posible), en tanto, es relegado a unas
pocas líneas. De lo antedicho, puede deducirse que:
Hipótesis:
El tratamiento periodístico de los diarios Clarín y La Nación sobre
el tema Conflicto en Medio Oriente tiene un carácter más espectacular
que informativo.
El presente trabajo de investigación tiene como finalidad el replanteo
de las funciones periodísticas de los medios gráficos en un momento
en el que el auge de las cadenas de televisión satelital o de cable
hace del tratamiento de los temas bélicos un espectáculo de la realidad.
Para ello comenzaremos con una breve reseña del devenir histórico
de los medios de comunicación y de los cambios que el ejercicio del
periodismo debió afrontar ante el avance tecnológico y la impronta
que este causó en los estilos periodísticos.
Explicaremos el carácter informativo del tratamiento de la actualidad
periodística, y definiremos el término espectacular en relación con
la información.
Para ello nos basaremos en la teoría de la fijación de los tiempos
de Agenda, o Agenda Setting, en la teoría crítica y en investigaciones
históricas sobre Conflicto en Medio Oriente y en aportes de vertiente
psicológica.
Analizaremos textos periodísticos de los medios gráficos argentinos
Clarín y La Nación, referentes a Conflicto en Medio Oriente, publicados
a lo largo de un mes: del 13 de septiembre al 13 de octubre de 2000.
Finalmente, ensayaremos una conclusión que intentará explicar el por
qué del estilo del tratamiento de los medios elegidos como objeto
de análisis.
Capítulo I
Medios de Comunicación: Cómo la naturaleza técnica del canal condiciona
el tratamiento periodístico de las noticias.
Cuando abordamos el estudio de las Ciencias de la Comunicación Social,
parte muy importante (por no decir imprescindible) de esa labor de
formación profesional es la profundización en el conocimiento del
devenir histórico de los adelantos tecnológicos de los medios que
sirven a la difusión de mensajes que serán recibidos por públicos
muy numerosos: los Medios de Comunicación Social.
Es así como, cuando nos adentramos en la historia de los medios de
comunicación, vemos que el adelanto tecnológico impacta no sólo social
y económicamente en un grupo humano, sino que, particularmente, causa
un estado de desequilibrio dentro del ámbito de los medios de comunicación
periodística.
La sociedad conoce un determinado medio, que a su vez tiene un modo
propio de transmitir la información. Así todo se desarrolla tranquilamente
tanto para emisores como para receptores. Es allí cuando la tecnología
hace su impronta, rica en novedad y modernidad. Pero el advenimiento
de la novedad tiene un precio a pagar: el desequilibrio.
¿A qué nos referimos con el término "desequilibrio"? A la situación
desconocida, tanto para el medio de comunicación ya establecido como
para el público receptor - consumidor - usuario del mismo, ocasionada
por la aparición de un nuevo canal y una novedosa forma de comunicación
social.
El medio nuevo trae consigo todo un abanico de posibilidades técnicas,
hasta entonces nunca vistas, para la difusión de la información. Pero
el tiempo que media entre la llegada de dichas posibilidades, el aprovechamiento
de las mismas por parte de los profesionales y/o trabajadores de la
comunicación, y el aprendizaje del público para realizar una lectura
apropiada de la modalidad última de encodificar dicha información,
no es corto.
El Periódico: un espacio propicio para la defensa de las propias
ideas.
Iniciemos una breve reseña del devenir histórico de los medios de
Comunicación Social, y de las formas que fue asumiendo el desarrollo
de la labor periodística.
Y para ello, por supuesto que debemos comenzar con el periódico.
Ya desde su nombre podemos comprender algo de la naturaleza del mismo.
Hablamos de periódico y no de diario. Y no es difícil suponer por
qué.
No nos remontaremos a los orígenes de la imprenta, pero señalemos
que, en un principio, el aporte de Gutenberg a la humanidad, la imprenta
de tipos móviles, no era un elemento que cualquier persona pudiera
poseer.
Fue muy lento el proceso para que la imprenta se constituyera en un
medio que sirviera a la difusión de contenidos de interés social.
Y mucho más para que sirviera a la impresión de periódicos.
El poseedor de una imprenta, podía utilizarla con distintos fines:
usarla para imprimir obras que fueran de su propio interés, y para
darlas a conocer. O para difundir sus propios textos con sus propias
ideas.
Por estas y otras razones (coste de papel, por ejemplo; obtención
de licencias para la publicación, etc.), la periodicidad de los textos
periodísticos que la imprenta reproducía era más extensa que hoy en
día. De allí el nombre "periódico": aparecía con un intervalo determinado
de días entre cada ejemplar.
En soporte papel, el periódico servía como espacio para la defensa
de ideas políticas, económicas, filosóficas o religiosas de su editor
y de columnistas y/o colaboradores.
Primeramente, este medio de comunicación era adquirido por los lectores
mediante la modalidad de suscripción. Más tarde, se descubre la posibilidad
de incluir anuncios publicitarios a cambio de colaboraciones económicas.
Luego, la imprenta se volvió más factible de ser usufructuada por
un número más elevado de personas, y se hace más fácil el imprimir
cotidianamente, gracias a que los gastos de impresión se costeaban
mejor por el aporte de capitales que llegaban de manos de la publicidad.
Es allí cuando aparece el diario.
El Diario y el surgimiento del Periodismo Informativo.
En el mismo soporte que el periódico, el diario hace que la información
llegue cotidianamente a un número mucho mayor de lectores.
Pero no podemos dejar de señalar que, hasta que este medio se convirtiera
en lo que hoy podemos llamar periodísticamente un diario, tuvo que
transcurrir, otra vez, un tiempo bastante largo.
"Ese modo de comunicación masiva que llamamos diarios y revistas,
tuvo en sus inicios (siglos XVIII y XIX) la finalidad no tanto de
propagar noticias o hechos objetivos, como opiniones. Propagar opiniones
era el objetivo de aquellos que se decidían a fundar los periódicos,
sirviendo a determinados grupos de poder, o bien constituyéndose en
poderes indirectos debido a su peso en la opinión de las élites de
cada época.
Puede decirse que es sólo a partir de 1883, con el New York Sun, cuando
el menú comunicativo incluyó de modo sistemático las noticias...".
(León, 1993: 128).
Y aquí nos enfrentamos a uno de los primeros cambios que afrontó el
periodismo en su modo de estructurar su discurso. Se pasaba del Periodismo
de Opinión al Periodismo Informativo.
Periodismo de Opinión vs. Periodismo Informativo.
Es esta quizá la vez primera en que el periodismo tuvo que reformularse.
¿Qué es informar y qué es opinar? Pregunta, esta última, que aún en
nuestro tiempo, los comunicadores sociales del ámbito periodístico
se realizan, como parte del problema ético de la vocación del periodista.
Una pregunta que surge ante este planteo puede ser: ¿El periodismo
de opinión, es realmente periodismo? Algunos detractores de ese tipo
de discurso periodístico, que pasaba a dejarse un tanto relegado,
apuntan que la defensa de una idea en contra de otra es en realidad
un modo de hacer política. Y no reniegan con ello de la actividad
política, sino del enmascaramiento que esta sufre cuando la forma
de realizarla es a través de un texto que pretende ser periodístico.
Alegan, estos detractores, que una opinión puede ser leída, por algún
lector incauto o poco informado sobre el tema, equivocadamente, como
si fuera un hecho.
Los defensores del antiguo modo de hacer periodismo sostienen que
la difusión de ideas también pertenece al espacio de acción del periodista.
Y si esas ideas son opiniones, merecen igualmente tener un espacio
en los medios.
Es así cómo, en el diario, comienzan a coexistir dos formas de ejercer
el periodismo: el género de opinión, y el género informativo.
Definición y apología del Periodismo Informativo.
Para entender lo que es periodismo informativo, habría anteriormente
que definir qué entendemos por información y, por consiguiente, qué
es informar.
Transcribimos aquí, una primera definición de información, extraída
de la Enciclopedia Ilustrada de la Lengua Castellana, Sapiens:
"Información: (Del latín informatio, - onis.) f. Acción y efecto de
informar o de informarse. // Indagación jurídica y legal de un hecho
o delito. // Pruebas de calidad y circunstancias necesarias en un
sujeto para un honor o un empleo. // ant. fig. Instrucción, educación."
Otro modo de explicar el término que nos ocupamos de definir es la
que nos ofrece el diccionario Pequeño Larousse Ilustrado:
"Información: f. Acción y efecto de informar. // Averiguación jurídica
de una causa: abrir una información. // Investigación o averiguación,
informe. // Reseña dada por un periódico, por la radio o la televisión."
El mismo texto, al momento de definir el término informar lo hace
como sigue:
"Informar: v.t. (lat. Informare). Enterar, instruir. (Sinónimo: anunciar,
comunicar, dar a conocer, enseñar, participar.)"
Como podemos apreciar, tanto en el caso de la definición de la palabra
información como también en la del término informar se hace alusión
a las pruebas y a la educación o instrucción.
Refiriéndonos específicamente a la acepción periodística de ambos
términos, es ilustrativo citar aquí un párrafo de una estudiosa del
tema, la licenciada en Ciencias de la Información, Concha Fagoaga,
quien se encarga de aclarar cuáles son las funciones del periodista
que redacta textos del género informativo:
"Los periodistas no sólo reproducen lo que ven y oyen, ejercen también
una investigación sobre lo acontecido porque los hechos no se producen
descontextualizados de una situación económica, social y política
concreta. Los hechos no surgen aislados de una realidad más amplia,
se insertan en ella...". (Fagoaga, 1982: 11).
Por su parte, Eugenio Castelli explica al género informativo en estas
líneas:
"El periodismo informativo procura dar a conocer lo relativo a un
hecho ocurrido o por ocurrir, ciñéndose en lo posible a la exigencia
básica de verdad, o fidelidad al acontecer; para que su mensaje logre
su objeto debe asegurarse su correcta recepción e interpretación.
A tal fin, el redactor debe ajustar su estilo, sus recursos expresivos,
tanto a las exigencias del contenido como a la capacidad receptiva
del lector." (Castelli, 1968: 181).
De las precedentes definiciones, podemos extraer que: El periodismo
informativo tiene como finalidad el dar a conocer los hechos de la
realidad, ciñéndose a los lineamientos dados por las pruebas que sobre
dichos hechos el periodista conozca mediante un trabajo de investigación.
Hechos que el periodista deberá contextualizar para una correcta interpretación
de los mismos por parte del lector, ateniéndose al estilo adecuado
exigido por el contenido a difundir.
Hemos ya definido qué entendemos por periodismo informativo. Continuemos
ahora con el desarrollo tecnológico de los medios.
En los primeros tiempos, el periodista contaba sólo con el uso de
la lengua escrita y su capacidad narrativa puesta al servicio de la
información. Pues, recordemos, que en los albores de la prensa diaria,
los sistemas de impresión eran pobres en cuanto a posibilidades de
innovación en la diagramación de las páginas de los diarios.
Se sabe que luego la producción gráfica trajo recursos que enriquecieron
el diseño de los textos periodísticos: las páginas se hicieron más
"livianas". Es decir; se introdujeron cantidad de tipos y tamaños
de letra, creció la importancia visual de los titulares, e incluso
se sumaron a los textos imágenes fotográficas.
Con este inédito estado de cosas, el periodista podía jugar con más
elementos al momento de narrar los hechos. Por su parte, el lector
tenía que aprender a entender el nuevo código del periodismo escrito,
para un mejor aprovechamiento de la lectura del mismo.
Una vez readaptados a la realidad presente, se restablecería el equilibrio.
Pero, como es de esperarse en el universo de los medios de comunicación,
este equilibrio no tardaría en volver a "quebrarse". La sociedad estaba
a punto de presenciar la llegada de la radio.
Y la radio llegó para establecer nuevas formas de comunicar la noticia.
La Radio y el aporte de instantaneidad en la difusión de noticias.
Aquí también aclaramos que no nos explayaremos en detalles referentes
a la instauración de la radio como medio de comunicación social o
de masas, y luego como canal de difusión de información periodística.
Sólo señalaremos los factores que entorpecían el establecimiento de
la misma en la función que conocemos que cumple en la actualidad.
Al comienzo de la era de la comunicación radial, los aparatos receptores
de la frecuencia de radio eran una rareza. Por razones de escasez
de producción de los mismos, y porque muy pocos podían contar con
uno de ellos, en un principio la comunicación radial fue un experimento
de "radioaficionados": científicos que se ocupaban del estudio de
este revolucionario canal de comunicación.
Luego, la radio fue utilizada por organismos de gobierno, para transmisiones
de carácter militar. Sólo mucho después el medio de comunicación sonoro
se popularizó y se constituyó como uno de los principales canales
para uso de difusión periodística.
Con la radio la información era factible de ser suministrada con aditamentos
que la hacían más atractiva: el lenguaje hablado, la oralidad... con
todos los matices que ella tiene. Matices conocidos como entonación,
modulación y vocalización. Y todo aquello que tiene de particular
la voz humana: el tono, el timbre y la intensidad.
Pero no acaban con los encantos de la voz humana los flamantes atractivos
del medio radial. La radio cuenta con cuatro pilares famosos sobre
los que puede estructurar su discurso: la voz, el silencio, la música
y los efectos especiales. Y con estos cuatro elementos, el realizador
de "textos periodísticos radiales" puede ahora crear toda una batería
de formatos nuevos para la encodificación de la información periodística.
No es difícil suponer que, en un principio, no se supieron explotar
las potencialidades del medio sonoro conocido como radio. Transcurrió
un tiempo prudencial hasta que los "hombres de radio" encontraran
la vertiente a seguir en la construcción de las noticias. Y el "radioescucha",
lo mismo que con los cambios en el diario, tuvo que incorporar una
nueva forma de "lectura de la información".
Nuevamente en equilibrio con el medio recién llegado, el que entró
en crisis fue el diario. ¿Por qué? Porque la prensa escrita tenía
ahora un fuerte competidor. Un competidor que hacía no sólo que la
información fuera más atrayente y, si se quiere, "entretenida", sino
que además lograba que el receptor se informara en un tiempo mucho
más breve que el que le insumía el informarse a través del diario.
El público ya no tenía que leer para saber lo que pasaba, simplemente
podía oír radio mientras cocinaba, conducía su automóvil o trabajaba.
La radio crece en capacidades de captar los hechos noticiables. Con
la incorporación del nuevo medio al concierto de los canales de difusión
de la información, se incorporan mayores elementos técnicos que sirven
al ejercicio del periodismo radial.
Las radioemisoras suman a sus producciones periodísticas un factor
que hará que la noticia llegue al público con una velocidad antes
jamás pensada: el "móvil de exteriores".
Ya no sólo cuenta con la información que les suministraban los cables
de las agencias de noticias, los textos de la prensa gráfica o las
informaciones que los periodistas podían obtener el día anterior,
o antes de la emisión del programa... Ahora la propia radio era capaz
de obtener datos inéditos en el mismo momento en que estos acontecían.
El cronista de exteriores, comúnmente conocido como "movilero", estaba
ahora en la calle a la espera de que los hechos se produjeran. Si
el acontecimiento era relevante para la labor periodística del medio
para el que trabajaba, la emisora podía interrumpir la transmisión
y brindar a su público la noticia del hecho en el momento en que este
estaba ocurriendo.
Con la radio la información adquiere el valor de instantaneidad.
El diario, entonces, debía reformularse. Y lo hizo. Ahora la noticia
gráfica era tratada de otro modo. Se informaba en pocas líneas y,
en un espacio mayor de la superficie de página, el periodismo escrito
se ocupaba de interpretarla, contextualizarla, analizarla.
El Periodismo Interpretativo es un modo de informar explicando
los hechos.
Definíamos más arriba la primer variable de nuestra hipótesis de trabajo:
qué es lo que entendemos cómo periodismo informativo.
Sin embargo, y para evitar equívocos, tenemos que indicar que en la
historia del periodismo gráfico, cuando se cuestionaba la opinión
como ejercicio de la profesión (y precisamente por ello) se hacía
especial hincapié en la objetividad del periodismo informativo. A
tal punto llegaba dicha concepción del periodismo, que el redactor
debía limitarse a narrar los hechos tal cual acontecían, sin dar mayor
espacio a la interpretación.
Por ese entonces, incluso, la interpretación no era bien vista, dado
que se creía que con ella el periodista estaba vertiendo sobre las
páginas no sólo información, sino también opinión.
Pero recordemos las definiciones que encontramos de los términos información
e informar. Vimos que en ambas hacía aparición la noción de enseñanza.
Asimismo, también notamos que para Fagoaga es importante que quede
en claro que un "hecho noticia" no se produce en forma aislada, sino
que, por el contrario, es consecuencia de situaciones o realidades
políticas, económicas y sociales dentro de las que éste se produce.
Esta labor de contextualización de las noticias es una tarea de enseñanza,
en la que se le brindan al lector todos los elementos necesarios para
que comprenda qué es lo que está ocurriendo y por qué ocurre.
"Los nuevos periodistas norteamericanos suelen denominar con el despectivo
término stenographic reporting el resultado de aquellos periodistas
que se limitaban a describir y repetir declaraciones formuladas. Utilizan
esa terminología irónica y peyorativa con la manifiesta intencionalidad
de poner de relieve el interpretative reporting, término de oposición
a aquél y cuyo planteamiento no es precisamente la mera descripción
de los hechos, ya que todos los hechos tienen múltiples explicaciones
y todas tratan de esclarecer lo acontecido.
"Los acontecimientos se describen y se analizan en el tratamiento
de la información por la misma razón que el lenguaje cotidiano no
sólo es descriptivo, es también analítico, razonador finalmente. Describir
hechos fragmentarios sin explicarlos puede ser un brillante ejercicio
de estilo que no presupone, en un principio, que lo relatado haya
sido construido con la mayor objetividad posible; la ordenación correcta
de citas y datos, la reproducción de hechos que da lugar al esquema
piramidal que estructura el "relato objetivo de los hechos", no es
suficiente." (Fagoaga, 1982: 11, 12).
Como podrá verse, el periodismo que asumió el nombre de periodismo
interpretativo, pone en duda la supuesta objetividad tan defendida
por los adeptos al periodismo informativo.
"El esfuerzo por concentrarse en la transmisión de informaciones lo
más "objetivas" posible dejaba ver sus limitaciones. No bastaba contar
noticias. Entre las dos guerras, el "crack" del 29 y la depresión
que le siguió habían puesto de manifiesto la necesidad de tener en
cuenta al ciudadano en el gobierno de la nación y de que estuviera
al corriente de lo que pasaba o iba a pasar. Aparecieron nuevos semanarios
de noticias, como Time y Newsweek, que consiguieron grandes tiradas,
y también aumentó la lectura de las publicaciones como el Reader's
Digest y revistas mensuales semejantes. Se trataba de ofrecer un máximo
de información digerible por línea o por párrafo. Time anunciaba que
no tendría editoriales, pero llenaba de juicios las informaciones.
El público leía las informaciones con más atención y curiosidad y
quedaba más satisfecho. La polémica ente los defensores del periodismo
"objetivo", de "hechos", y los que optaban por una información más
libre, que llamaban a menudo " interpretativa", era inevitable, atravesaría
el Atlántico y se reproduciría en Londres y en París, ya después de
la segunda guerra mundial. Se necesitaba - insistían - un periodismo
más explicativo, más "interpretativo".
En lo que se producía un amplio consenso era en que no bastaba la
noticia pura y en que había que flanquearla de material complementario,
datos sobre el trasfondo, artículos explicativos, reportajes de primera
mano y, finalmente, comentarios. Había que llevar al lector al teatro
de los hechos, presentarle al reportero que le iba a hacer vivir el
drama a medida que se produjera, acostumbrarle a tener cerca el análisis
de experto de talento y experiencia que desde lo alto de su columna
predecía y juzgaba. Pero los mismos defensores del "interpretative
reporting" apuntaban que el juicio que se requiere para la interpretación
no es diferente del que se necesita para la selección de los hechos
en el más factual y "objetivo" de los periodistas.
Un director asociado del New York Times, Lester Markel, argüía por
ejemplo lo siguiente. Los detractores de la interpretación dicen que
la información debería reducirse a los "hechos". Pero ¿qué hechos?
Tomemos al más "objetivo" de los reporteros. Recoge cincuenta hechos;
de los cincuenta selecciona doce, que considera suficientemente importantes
para incluirlos en la información, dejando fuera treinta y ocho. Es
el primer ejercicio de juicio. Pero sólo uno de tales hechos constituirá
el "lead" de la información. Segundo juicio. Y el director decidirá
que la información vaya en la página 1 o en la 29, lo que varía mucho
la resonancia de la noticia. Es el tercer juicio.
Lo que el llamado periodismo "interpretativo" hace con las informaciones
es ampliar el margen de interpretación. Captar una noticia en el más
típico periodismo de "hechos" era ya, y sigue siendo, interpretar
la realidad social, pero el "interpretative reporting" ensancha el
margen de interpretación para servir mejor al lector y darle más elementos
de juicio para que a su vez él interprete la actualidad que se le
sirve". (Gomis, 1991: 110, 111).
Ante este nuevo replanteo de lo que es informar objetivamente (¿enumeración
ordenada de datos o explicación del dato en servicio de la comprensión
del mismo?), surge todo un nuevo trabajo de delimitación de las funciones
del periodismo. Además no debemos olvidar que el periodismo asumía
nuevas formas de encodificar el mensaje cada vez que surgía en el
horizonte un nuevo canal para la transmisión de los mensajes.
"En el proceso informativo, entendiendo éste como toda fase técnica
previa a la comunicación de masas, los periodistas centran su atención
en el cómo de este proceso y que expresa "tanto la forma que recibe
el mensaje para adecuarse tanto al canal y al público, como el tratamiento
organizativo que requieren los distintos contenidos para ser informados
y comunicados" (Benito, 1973: 275).
Las disciplinas que investigan este elemento del proceso tienen por
objeto lo que denominan Tratamiento de la Información y que de hecho
es lo que constituye el núcleo de la especialización técnica en la
preparación de profesionales del periodismo y que de acuerdo con Benito
se puede definir como "las diferentes formas que recibe el mensaje
para su mejor comunicación y efectos consiguientes" (1973: 282).
El Tratamiento de la Información así entendido no es en definitiva
más que la permanente delimitación de las diferentes formas que otorgan
funcionalidad al lenguaje periodístico. No es que el lenguaje tenga
una función periodística, como aclara Núñez Ladeveze (1977: 126);
es que la función periodística implica un tratamiento determinado
del lenguaje que permita cumplir sus funciones sociales". (Fagoaga,
1982: 12, 13).
La licenciada española ahora focaliza en la necesidad del periodista
de reparar en la naturaleza de los medios al momento de concebir el
mensaje, así como en el perfil de los receptores.
Aparece también lo que se refiere al "Tratamiento de la Información",
que debe servir a la comprensibilidad de las noticias, para que el
trabajo del periodista asuma el rol indicado dentro de la sociedad
en la que está inmerso.
Recordemos una vez más lo que acontece con un medio de comunicación
periodístico cuando uno nuevo hace aparición: se produce un desequilibrio
que será salvado una vez que ambos aprendan a coexistir; es decir,
cuando cada uno encuentre el lugar y la función para los que, dadas
sus características técnicas, está mejor capacitado para ocupar y
ejecutar.
Dijimos que la radio aportaba a la labor informativa la virtud de
la instantaneidad. El diario, por su parte, se convierte en el mejor
espacio para la explicación exhaustiva de la noticia. Por tanto es
que, al momento de definir el término "Informativo" con relación al
ejercicio del periodismo gráfico, nos acercamos más a la definición
tradicional del periodismo interpretativo, que a la aceptada como
correspondiente al género informativo.
El Periodismo en Televisión: Rumbo a una nueva definición. Reacomodadas
las funciones de los medios de comunicación, llegó la televisión.
Pero, la historia de la TV no fue más fácil que la de la radio. El
medio audiovisual tuvo que sortear una larga serie de obstáculos antes
de poder ser considerado un medio de comunicación social.
Ahora el público lector, receptor, de noticias se convertía en espectador
de la primicia periodística.
La autenticidad de los hechos no necesitaba ya ser contada por el
locutor, ni escrita por el redactor. Bastaba sólo una cámara y el
presentador de noticias para saber lo que ocurría. Y la TV pasó a
convertirse en escenario sobre el que desfilaba el espectáculo de
la realidad.
¿Qué ocurrió con el diario entonces? Tuvo que volver a definir su
rol en el universo de los medios de comunicación.
La Noticia como Espectáculo: El aporte de la Televisión.
Si lo que nos ocupa es tratar de definir el carácter de espectacularidad
en la noticia, es imposible que no hablemos del periodismo televisivo.
Más allá de lo que los estudios de la investigación en comunicación
ha realizado, y realiza, sobre el tema de los efectos del medio televisivo
en el público, trataremos de explicar primero las características
de la TV como medio de comunicación y, luego, las del mensaje periodístico
televisivo.
"El Medio es el Mensaje..."
...ya lo dijo Herbert Marshall McLuhan en su famosa y renombrada tesis
- slogan.
¿Qué quiere el estudioso canadiense decir con ello? Pues, como la
afirmación lo indica, quiere significar que el medio de comunicación,
según sea la tecnología que lo sustenta, determina los modos de percepción
del contenido por parte del público.
¿Cuál es, entonces, la característica que distingue al mensaje televisivo
del resto de los mensajes de los medios de difusión?
La respuesta parece obvia: la TV es un medio que, gracias a su tecnología,
produce mensajes de carácter audiovisual. Como receptores de los contenidos,
podemos verlos y oírlos. A veces también leerlos. Pero, sin lugar
a dudas, el sentido que predomina en el momento de percibir el mensaje
televisivo es el sentido de la vista. Por tanto, podemos afirmar que
el mensaje televisivo es un mensaje visual.
Establecido que el mensaje que difunde la TV es de carácter eminentemente
visual, tenemos que decir que...
"... la televisión es un medio de comunicación que trabaja con lenguajes
múltiples y que moviliza, en sus bien diversos mensajes, multitud
de códigos preexistentes". (González Requena, 1995: 25).
¿Por qué ahora nos referimos a la multiplicidad de códigos preexistentes?
La respuesta nos obliga a reiterar el tema del desequilibrio de cada
medio al hacer aparición uno nuevo en el universo mediático.
Así como la prensa gráfica y la radio tuvieron que dejar transcurrir
un tiempo hasta que los trabajadores de cada uno de esos medios conocieran
las potencialidades que dichos canales ofrecían para la mejor difusión
de las noticias, con la televisión ocurrió algo más complejo... Es
que aquí la noticia no sólo era "consumida" a través de uno sólo de
los cinco sentidos. Ahora la información podía ser vista (mirada o
leída) y escuchada.
Era todo una novedad. Y la tarea de construir el mensaje periodístico
para TV exigía el manejo de códigos ya conocidos (el lingüístico,
el musical, el kinésico (gestual), el prosódico (la entonación), por
nombrar algunos), y utilizarlos al mismo tiempo o alternativamente
para la estructuración de un "macro código" que integrara a los anteriores.
El realizador de la noticia debería conocer las técnicas de montaje
propias del cine y saber utilizar la música para acompañar ya sea
el discurso hablado del presentador de noticias frente a la cámara
o al "hecho noticia" propiamente dicho mostrado en imágenes.
Y aquí se presenta un serio problema: ahora, la noticia es espectáculo.
"¿Qué es un espectáculo? Difícil de responder, al menos aparentemente.
Infinidad de actividades pueden alimentar un espectáculo: una actuación
circense, una representación teatral, una misa, un carnaval, un film,
los diversos números de una feria, un programa de televisión (...)
De este listado abierto, indefinido, caótico, algo, al menos, podemos
deducir: que el espectáculo consiste en la puesta en relación de dos
factores: una determinada actividad que se ofrece y un determinado
sujeto que la contempla. Nace así el espectáculo, de la dialéctica
de estos dos elementos que se materializa en la forma de relación
espectacular". (González Requena, 1995: 55).
El espectáculo es entonces resultado de la interacción que se da entre
el sujeto espectador y la exhibición que éste puede observar.
Ahora bien, para mejor entender el término que nos ocupa, podemos
decir que los tres sentidos que el espectador no necesita para disfrutar
del espectáculo son el gusto, el olfato y el tacto. Y son justamente
estos tres los sentidos del ser humano que más y mejor caracterizan
la relación de intimidad, por ser los tres que más se utilizan en
esa situación.
El hombre debe estar cercano a otro ser humano para tener una relación
íntima. Precisamente lo contrario es lo que ocurre en la relación
espectacular.
La relación espectacular se establece en la distancia. Distancia entre
observado y observador que beneficia la tarea de escrutamiento del
observante.
Estamos refiriéndonos con todo esto (que parece un trabalenguas) tan
sólo a un sentido que se pone en acción para el disfrute de un espectáculo:
la vista. Sin embargo, no es el único: el oído juega un rol importante
en la relación espectacular, pero es sólo el compañero de la vista.
"Y sin embargo sucede que en multitud de espectáculos el sonido desempeña
un papel notable: desde la danza al recital, al concierto o el mitin
político. Pero en todos ellos el oído comparte su tarea con la vista,
y es la visión del cuerpo que actúa - del cuerpo que genera el sonido
- lo que certifica en todos estos eventos su carácter espectacular.
La vista se nos presenta entonces, en todos los casos, como el sentido
rey, como aquel sobre el que el sujeto se constituye en espectador.
Y sin duda nada mejor que la mirada para sustentar una relación con
otro cuerpo del que se carece". (González Requena, 1995: 57).
El espectador entonces utiliza su vista como instrumento para "poseer"
de alguna manera aquel otro cuerpo que contempla pero que está alejado
de él.
¿Pero qué pasa cuando hablamos del espectáculo televisivo? Al observar
ese tipo de espectáculo, el espectador ni siquiera mira un cuerpo.
Por el contrario, el televidente ve en pantalla manchas lumínicas
que hacen la ilusión de cuerpos humanos, paisajes y demás. Mas el
equívoco carece de importancia: lo que realmente interesa es que el
espectador acepte la ilusión y la asuma como una realidad.
Esto es lo que sucede cuando miramos televisión. Vemos una sucesión
de imágenes que están ocurriendo en lugares alejados de nuestro entorno
inmediato y, a veces, las imágenes que miramos se generan a miles
de kilómetros de distancia.
Claro que, en sus inicios, la TV no nos podía acercar hechos tan lejanos
hasta nuestros hogares. En un principio, sólo estaba capacitada para
transmitir en vivo desde los estudios de la televisora, o en su defecto
(y en contadas oportunidades), desde algún espacio al aire libre.
Fue más tarde cuando, gracias a la tecnología de las cámaras, la TV
sumó la posibilidad de grabar imágenes y transmitirlas en diferido
primero, y luego también en vivo desde exteriores... El móvil de la
radio asumía diferencias que servían a la difusión televisiva. Recurso
que, está de más decirlo, fue rápidamente aprovechado por el periodismo.
El hombre pudo ver entonces a los enviados especiales en acción, al
periodista entrevistando en vivo y en directo a una diva del cine,
a un político relevante o a una estrella del rock. La humanidad se
conmovió con los envíos de los corresponsales de guerra, y se divirtió
con las genialidades del "periodista estrella"... Y eso que aún no
se conocía la televisión satelital.
Con la TV por cable, y luego la satelital, el periodismo asiste a
la llegada de la información visual en tiempo real.
Ahora la noticia que sucede en el otro lado del mundo puede ser "mostrada",
sin importar distancia alguna, a través de las cámaras y de los televisores,
a cómodos usuarios sentados en sus casas, comiendo o disfrutando de
un café...
¿Qué hizo el periodismo con la noticia televisiva? La adecuó al medio
por la que sería difundida: la convirtió en espectáculo.
Nuestra aseveración se relaciona con lo citado más arriba: espectáculo
es aquello que deviene de la relación espectacular entre dos sujetos:
el ser u objeto observable, y la persona observadora, que mira desde
la distancia.
Es en la distancia que suceden los hechos noticia que el noticiero
nos muestra, nos "ofrece para que miremos". Por ello, ahora, la noticia
es una forma más de espectáculo, porque ocurre lejos y es desde lejos
que podemos verla.
Pero la noción de espectáculo en concomitancia con la noticia televisiva
no se agota en el hecho irrefutable de la relación espectacular que
el medio provoca por su naturaleza técnica.
El concepto espectáculo dentro del periodismo en TV hace aparición
también en lo que llamamos tratamiento periodístico de la noticia.
El problema del tratamiento periodístico en TV.
Ya dijimos que la TV exige al comunicador poner en juego los conocimientos
previos que éste posea sobre códigos que preexisten al medio audiovisual
del que hablamos.
Todo lo que se muestra en televisión debe obedecer a una estructura
comunicativa que está dada por la naturaleza del medio, como recordábamos
decía Marshall McLuhan. Y la TV tiene una forma de comunicar que se
asemeja a lo que es la comunicación a través del Cine, y a su vez,
tiene características que le son propias y que el Cine obtuvo de ella.
"El cine, de hecho, al menos en sus formas tradicionales, había habituado
al espectador a una especie de narración concatenada y construida
según pasajes necesarios, según las leyes de la poética aristotélica:
serie de acontecimientos terribles o conmovedores que acaecen a un
personaje capaz de determinar una identificación por parte del espectador;
desarrollo de estos acontecimientos hasta alcanzar el máximo de tensión
y la crisis; desenlace de la crisis (y de los nudos dramáticos) con
conclusión y pacificación de las emociones en juego. Dicho de otro
modo, como la novela ochocentista y como la tragedia clásica, el film
se estructuraba según un comienzo, un desarrollo y un fin, durante
cuyos momentos todo elemento de la acción parecía necesitado de una
especie de ley de economía de la narración, conspirando todo hacia
la "catástrofe" final, en una alineación narrativa de lo esencial,
con exclusión de todo cuanto fuese resultado casual a fines del desarrollo
de la acción. Ahora bien, con la toma directa televisiva se ha ido
afirmando un modo de "narrar" los acontecimientos totalmente distinto:
la toma directa manda a las ondas las imágenes de un acontecimiento
en el preciso momento en que tiene lugar, y el director se halla,
por un lado, obligado a organizar una "narración" capaz de ofrecer
una exposición lógica y ordenada de cuanto ocurre, pero, por otro,
debe también saber introducir en su "narración" todos aquellos acontecimientos
imprevistos, aquellos factores imponderables y aleatorios que el desarrollo
autónomo e incontrolable del hecho real propone. Y aunque sepa controlar
estas aportaciones ocasionales, no podrá dejar de presentar una "narración"
cuyo ritmo, cuya dosificación entre esencial y no esencial sean profundamente
distintos de cuanto ocurre en el cine: habituando así al público a
un nuevo tipo de cañamazo narrativo, continuamente alterado en lo
superfluo, pero por otra parte capaz de hacer gustar de modo nuevo
la compleja casualidad de los acontecimientos cotidianos (que el film
nos había habituado a olvidar, en su obra de selección y de depuración
narrativa). No es quizás accidental que, sólo tras unos años de habituación
al relato televisivo, también el cine haya adoptado posiciones encaminadas
a un diverso tipo de narración". (Eco, 1995: 308, 309).
Vemos así cómo otra vez un medio debe adecuarse a la nueva situación
cuando aparece un canal de comunicación distinto.
Tanto el Cine como la TV adoptan estilos de tratamientos del contenido
que son propios del otro... Un nuevo medio enriquece al antecesor,
y el antecesor hace escuela para los trabajadores del nuevo medio.
Sin embargo, la comparación que más arriba nos comentaba Umberto Eco
no es compartida por todos los teóricos que discutían sobre el tema
en la mesa redonda "Influencias recíprocas entre Cine y Televisión",
a la que él asistió en 1962.
"Se dijo que era impropio llamar narración a la toma directa, puesto
que "narración" presupone decantación y formación de la experiencia
- y en último término, "poesía" - mientras que en la toma de televisión
se tiene una pura y simple crónica reproductiva". (Eco, 1995: 309.
Es interesante señalar que aquí se presenta una vez más el caso de
la discusión entre la reproducción de datos de la realidad al momento
de encodificar un mensaje vs. la defensa de un orden que permita la
mejor interpretación de los contenidos.
En este caso, los teóricos se refieren a la argumentación narrativa
del mensaje estético (tanto cinematográfico como literario), en detrimento
del formato del mensaje televisivo, que es "desordenado" porque se
ocupa de "narrar" hechos que están pasando, y que por tanto no sabemos
dónde concluyen y, a veces, desconocemos también el origen.
Mas, a pesar de ello, es verdad que el "narrador televisivo" necesita
acudir a las leyes de la narrativa tradicional y de la cinematográfica.
Si así no lo hiciera, lo que percibimos a través de la pantalla de
los televisores sería un contenido caótico e incomprensible.
"Sobre estas discusiones gravitaba en realidad la sombra de un equívoco,
debido quizás a la escasa familiaridad de los estudiosos, ilustres
en otros campos con el medio televisivo. De hecho, como otros advirtieron,
no es cierto que la toma directa en televisión constituya una exposición
fiel e incontaminada de cuanto ocurre; lo que ocurre, encuadrado en
la pequeña pantalla, enfocado previamente según una elección de ángulos,
llega al director en tres o cinco monitores, y entre estas tres o
cinco imágenes él escoge la que se va a mandar a las ondas, instituyendo
de tal forma un montaje, improvisado si se quiere y simultáneo con
el acontecimiento, pero "montaje" al fin, lo cual equivale a decir
"interpretación" y "elección".
Si es típico del arte elaborar un material bruto de experiencia para
convertirlo en una organización de datos tal que refleje la personalidad
del propio autor, la toma directa de televisión contiene in nuce las
coordenadas esenciales del acto artístico. En medida elemental, en
forma tan sencilla y tosca que bordea siempre la caída con la pura
improvisación carente de reflexión, pero las contiene. Y aunque la
característica "específica" de la televisión en toma directa sea narrar
sobre la base de una provocación inmediata de la realidad y según
exigencias de simultaneidad, la operación que el director realiza
puede compararse a una narración, a la elaboración de un punto de
vista personal sobre los hechos. De ahí la posibilidad de relacionar
ciertos episodios de la experiencia televisiva a otros episodios del
cine actual, aún distinguiendo las modalidades de la narración televisiva
de las de una cinematografía que provoca y finge, con mucha mayor
consciencia y cálculo estético, la dispersión y la accidentalidad
de la vida vivida. Por otra parte, se tuvo cuidado en advertir que,
cuando se formulan analogías entre nuevo cine y práctica de televisión,
no nos referimos tanto a derivaciones directas por parte del director,
como a la existencia de nuevos hábitos receptivos que la televisión
ha cultivado indudablemente en el espectador". (Eco, 1995: 309, 310).
Detengámonos aquí, en los "hábitos receptivos" a los que se refiere
Umberto Eco.
Dijimos anteriormente que no sólo el realizador de cada medio debe
aprender a encodificar mensajes siguiendo una estructura que es dada
por el nuevo medio en sí, sino que también el público tiene que habituarse
a una nueva forma de recibir información. Y no estamos hablando de
información en el sentido periodístico de la palabra, sino en el sentido
amplio del término.
También señalábamos que, como asevera González Requena, en el espectáculo
los sentidos que se ponen en funcionamiento dentro de la relación
espectacular son dos: la vista y el oído. Por ello: ¿Qué cambia para
el receptor gracias a la aparición del nuevo medio?
Para empezar, la forma de consumir el espectáculo. Ya no hay que salir
de casa para acceder a la posibilidad de disfrutar de uno. La "tele"
nos trae el espectáculo a casa.
Por otro lado, el público está obligado por el medio a consumir la
información mediante una nueva forma de decodificación de mensajes
que se ha dado en llamar "audiovisión".
"(...) las películas, la televisión y los medios audiovisuales en
general no se dirigen sólo a la vista. En su espectador - su "audio-
espectador" - suscitan una actitud perceptiva específica que, en esta
obra, proponemos llamar la audiovisión.
Una actividad que, curiosamente, nunca se ha considerado en su novedad:
sigue diciéndose "ver" una película o una emisión, ignorando la modificación
introducida por la banda sonora. O bien se considera suficiente un
esquema aditivo. Asistir a un espectáculo audiovisual vendría a ser
en definitiva ver las imágenes más oír los sonidos, permaneciendo
dócilmente cada percepción en su lugar". (Chion, 1993: 11).
Sin embargo, y ya más adelante nos ocuparemos de ampliar este tema,
en realidad la decodificación de mensajes de un medio visual y sonoro
no es la simple sumatoria de percepciones realizadas mediante la vista
y el oído. La cuestión es más compleja, y por supuesto es aprovechada
por el realizador de noticias para televisión.
Por ahora, destacamos aquí otro hecho que define al medio televisivo:
la TV lleva a la sala de nuestro hogar todo tipo de espectáculo a
los que, antes de ella, debíamos "espectar" en un lugar que no nos
era propio, como la cancha de fútbol o el salón de un teatro.
"Durante muchos siglos el espectáculo fue un ritual limitado a unos
espacios y tiempos definidos. Además, los espectáculos estaban perfectamente
clasificados en función de una serie de variables temáticas y estilísticas:
circo, deportes, teatro, ópera, magia, conciertos... La televisión
ha supuesto una revolución radical. Por una parte, el espectáculo
se convierte en una posibilidad cotidiana. No hace falta desplazarse
ni esperar al tiempo asignado para el ritual. La televisión sirve,
a través de diversas cadenas, espectáculo constante y gratuito. Espectáculo
en casa. Espectáculo a todas horas. Por otra parte. La televisión
se convierte en un medio devorador. Lo fagocita todo. Lo incorpora
todo, y en este sentido se convierte en un espectáculo de espectáculos:
cine, teatro, ópera, deportes, circo, magia, conciertos... Todo cabe,
y todo es transformado por el medio, para servirlo a un espectador
ávido, que pide siempre más de lo mismo.
La televisión es espectáculo porque, además de fagocitar todos los
demás espectáculos, incorpora en su programación una multiplicidad
de discursos con carácter espectacular: series, telefilmes, programas
de variedades, magazines, concursos... Pero también porque convierte
en espectáculo la realidad." (Ferrés, 1994: 42).
No sólo cambia el hecho de que el espectador ya no tiene que dejar
su hogar para ver un espectáculo. Si no que, además, la televisión
le muestra todo en formato espectacular porque necesita entretenerlo.
De lo contrario, el espectador hará uso de su control remoto y buscará
otro espectáculo que lo entretenga más.
"... la experiencia televisiva tiende a incrementar el sentido de
la impaciencia. La letra impresa obliga a ejercitarse en la postergación
del placer, en la satisfacción retardada y, por tanto, en la paciencia;
sólo después de realizar las complejas operaciones del análisis lógico
y gramatical se comprende el sentido, y sólo entonces puede producirse
el placer. El goce del texto escrito proviene del significado, no
del significante. Las imágenes, en cambio, ofrecen una gratificación
inmediata derivada del propio significante. Satisfacción instantánea,
no retardada. A esto hay que añadir la hiperestimulación sensorial,
que incrementa aún más la gratificación instantánea. Y cuando la experiencia
no es gratificante, cabe siempre la posibilidad de cambiar de canal."
(Ferrés, 1994: 35).
En el mismo texto, pero anteriormente, Joan Ferrés explica cómo y
por qué se produce esta nueva modalidad de consumo de la información
en la TV:
"Montaje trepidante, cortes, elipsis, falta de continuidad narrativa,
zig-zags imprevistos... Una de las consecuencias más evidentes de
la hiperestimulación sensorial es la visión de la realidad que comporta.
La hiperestimulación sensorial lleva a ofrecer una visión fragmentada
y compartimentada de la realidad. Como indica D. Wolton, lo único
que importa en este contexto es la sorpresa, y el zapping es el instrumento
de la sorpresa. Lo que el espectador pide a la televisión es: "¡Sorpréndame,
por favor!". La gratificación producida por la estimulación sensorial
se convierte en un fin en sí misma. El zapping fou sería la manifestación
extrema de esta tendencia a la simple gratificación sensorial y, en
consecuencia, al sinsentido.
El hecho de que este tratamiento fragmentado se aplique indistintamente
a todos los programas, desde los espots publicitarios a las noticias
de los informativos, lleva a un cierto igualamiento valorativo entre
ellos. El medio se convierte en fin. No importa el sentido. Los significantes
tienen valor en sí mismos. Utilizando palabras de P. A. Mercier, si
el zapping pone de manifiesto una infidelidad a los programas o a
las cadenas, es porque la fidelidad se vuelca globalmente en el medio".
(Ferrés, 1994:28).
El hábito de recepción del espectáculo por parte del espectador ha
cambiado, como bien lo decía Eco. Gracias a la TV lo consume en casa
y, gracias a la gran oferta de espectáculos, se vuelve exigente en
lo que se refiere a la gratificación. Por tanto, en el caso de la
difusión periodística en televisión, la tarea de redefinición de formatos
de las noticias no sólo se ve alterada por la naturaleza técnica del
medio, sino también por la competencia que el propio medio le genera
al programa periodístico que intente dar información a través de la
televisión.
Más allá de que los profesionales de la información en TV deben también
ceñirse a "una especie de narración concatenada y construida según
pasajes necesarios" al momento de transmitir una noticia en imágenes
(porque, como dijimos antes, de no ser así la información sería imposible
de ser interpretada), ahora deben ser perfectamente conscientes de
que el telediario o noticiero está inserto dentro de una programación
que muestra todo tipo de espectáculos.
Pero eso no es todo: los noticieros o informativos comienzan a competir
con espectáculos que son brindados a través de otros canales de televisión
que se transmiten al mismo tiempo. Hete aquí la gran competencia.
Ahora la noticia televisiva no sólo compite con la que es brindada
a través de la prensa gráfica (diarios o revistas) o la que llega
a la ciudadanía a través de la radio... El periodismo televisivo compite
con la misma televisión... Algo hay que hacer para que la atención
del espectador no se centre en otro espectáculo. Algo hay que hacer
con la noticia para que esta sea "gratificante". Y aquí nos enfrentamos
a la segunda noción de espectáculo en relación con la noticia televisiva.
Espectáculo es aquello que miramos desde lejos, sí, como aportaba
González Requena. Pero existe también una modalidad espectacular.
Generalmente, los espectáculos que nombramos están "musicalizados",
tienen sus correspondientes "bandas sonoras".
"Una buena parte del poder de fascinación de la televisión proviene
del hecho de que cumple todas las funciones propias del espectáculo:
? La gratificación sensorial, proveniente de un bombardeo de estímulos
visuales y sonoros. Las luces, las formas y los colores resultan gratificadores
por sí mismos, como los son las músicas y sonidos. Ya a finales de
los años 20 la realizadora francesa Germaine Dulac a firmó que "cine
y música tienen esto en común, en ambos el sólo movimiento puede crear
emoción, mediante su ritmo y su desarrollo". Pero la gratificación
sensorial se incrementa por la aparición constante de personajes seductores
(hombres atractivos y dinámicos, bellas mujeres), de escenarios fascinantes
(paisajes exóticos, ambientes de lujo), de objetos atractivos (vestidos
lujosos, joyas, automóviles ostentosos, comidas y bebidas abundantes)...
? La gratificación mental, derivada de la fabulación y la fantasía,
que satisfacen una necesidad básica. "El mundo de la fantasía, de
los sueños, de la poesía y de las fábulas es tan necesario para la
salud mental como el alimento para el cuerpo" (J. Lorenzo González,
1988, pág. 86). La persona necesita mitos para vivir como necesita
aire para respirar. Se dice que ya en los albores de la humanidad
los hombres se reunían alrededor de los primeros fuegos para jugar
y para contar historias. Las narraciones como evasión, como tregua
en el combate de la vida, pero también como oportunidad para darle
un sentido. La persona necesita símbolos. "El hombre necesita completar
la realidad con un mundo ideal" (citado por B. Bettelheim, 1991, pág.
98).
? La gratificación psíquica, proveniente de la liberación catártica
que provoca los procesos de identificación y proyección, al permitir
al telespectador elaborar sus conflictos internos". (Ferrés, 1994:
49, 50).
Vemos que el espectador necesita gratificación en tres niveles. En
relación con este problema, una de las ventajas con las que cuenta
el realizador de noticias para TV es que el lenguaje que se utiliza
en ese medio es el de la emoción y, para ello, goza de la posibilidad
de la explotación del recurso de la música. Por otro lado, el realizador
televisivo sigue necesitando de la lógica de las narraciones tradicionales
(Eco lo decía tanto en relación con la TV como en lo referente al
Cine), pero, por otro lado, la gratificación debe también alcanzar
al nivel psíquico.
¿Cómo hacer para que un noticiero satisfaga este último nivel de necesidad?
Bueno, primeramente, podemos decir que pueden llevar a la reflexión,
pero de forma tal que el espectador no necesite realizar una tarea
intelectual muy profunda, porque no apela a la razón sino a los sentimientos.
"Si la televisión desarrolla sistemas perceptivos distintos que la
lectura y activa procesos mentales diferentes, es lógico que movilice
otro tipo de respuestas. Si privilegia la percepción sobre la abstracción,
lo sensitivo sobre lo conceptual, es natural que tienda a provocar
respuestas de carácter emotivo más que de carácter racional. Lo que
significa que las respuestas que solicita la televisión van más en
la línea "me gusta - no me gusta" que en la línea "estoy de acuerdo
- no estoy de acuerdo". Lo intuitivo y lo emocional tenderá a primar
sobre lo intelectual y racional". (Ferrés, 1994: 33).
Por lo mismo, aquí vale la pena indicar, mediante las palabras de
Maury Green, por qué el medio audiovisual (ya sea cine o TV), puede
estructurar su mensaje apelando a la emoción.
"La imagen móvil da a la televisión un carácter inigualado en los
medios informativos. Ningún otro medio lleva los acontecimientos directamente
a la sala del telespectador, y proyecta el significado de los hechos
de un modo tan inmediato en su mente y su corazón. Esto no significa
otra cosa que lo que el realizador de películas cinematográficas ha
sabido desde hace tiempo: la imagen móvil es la fuerza artística más
poderosa en la historia humana. Su potencial dramático ha estimulado
a los artistas del cien desde D. W. Grifith hasta Françoise Truffaut.
Ningún arte presenta un desafío mayor a sus especialistas, pues la
imagen móvil abarca todas las demás artes del hombre". (Green, 1973:
117)
Entonces, el periodismo televisivo goza de la posibilidad de presentar
la información de manera artística. Además de que el medio le permite
mostrarla a manera de espectáculo asume que su receptor espera espectáculo
y, por tanto, espectaculariza la realidad.
"La televisión es espectáculo, por una parte, porque selecciona aquella
porción de la realidad que responde mejor a las exigencias espectaculares;
por otra, porque impone un tratamiento espectacular a cualquier realidad
a la que se aproxima. Incluso la política se ha convertido en espectáculo.
"En otros tiempos los políticos eran las ideas. Hoy son las personas.
O más bien los personajes, ya que cada dirigente parece elegir un
empleo y desempeñar un papel. Como en el espectáculo. A partir de
ahora, la política se inclina a la puesta en escena. En lo sucesivo,
cada dirigente se exhibe y juega el papel de vedette. Así se realiza
la personalización del poder. Fiel a su etimología. ¿Acaso la palabra
persona no viene del latín persona, que significa máscara de teatro?"
(R. G. Schwartzenberg, 1978, pág.9).
Por otra parte, basta echar una mirada a la estructura de los telediarios.
Tanto en España como en el resto del mundo tiene una estructura equiparable
a la de cualquier espectáculo del show-business. El espectáculo comienza
con las noticias más duras: muertes, atentados, accidentes, enfrentamientos...
Para el final se reservan informaciones que garanticen un happy end:
deportes y demás noticias amables. Las músicas contribuyen a la fiesta
mediante una adecuada ritualización del discurso.
El periodismo televisivo representa el triunfo de la puesta en escena,
de la escenificación, el triunfo de la forma sobre el contenido. Es
la servidumbre que debe pagar un medio que, icónico, privilegia la
magia sobre la lógica, la emoción sobre la razón". (Ferrés, 1994:
43).
Ante esta cuestión, recordamos parte de la letra de un tema de Soda
Stereo que ironiza sobre el ejercicio del periodismo en los noticieros.
"Es un absurdo diseño del pensamiento... sin dirección.
Nadie perturbará tus sueños, querida...
Todo está justo, todo estudiado, equilibrado.
¡Perdón! ¡Pero alguien gritó! ...Alguien lloró...
¿Realidad o ficción?
No podrás cenar sin tu noticiero, ¡no podrás hacer tu digestión...
sin sobresaltos!
¿Acaso pensabas sentarte
a ver la lluvia de meteoritos desde tu cama?
Es inútil tomarte en serio...
Imagino que siempre hay un reino para destronar y luego olvidar...
¡Perdón! ¡Pero alguien gritó! ...Alguien lloró... ¿Realidad o ficción?..."
Capítulo II
Hacer periodismo en TV: Cómo informar de manera emocionante y espectacular.
Concluimos el capítulo anterior con la letra de una canción. En ella
se alude al tema del tratamiento periodístico en televisión y cómo
este cumple una serie de reglas.
La canción de Soda Stereo dice lo mismo que José Pablo Feinmann comenta
de este modo:
"Podemos estar viendo los más pavorosos ardores de una guerra, podemos
estar sobrecogidos por tanta crueldad, pero no durará mucho. La imagen
habrá de cambiar de inmediato y en la pantalla aparecerá un comercial
o un desfile de modas o la visita de alguna sofisticada y errática
princesa... y el horror de la guerra -la emoción que esas imágenes
habían despertado- quedará atrás. Vivimos en una época de la eliminación
y no de la fijación". (Feinmann, 1999: 71).
La información en Televisión asume el formato de historia que comienza
con un hecho impactante y la mayor de las veces cruento, continúa
con datos más livianos que amplían la noticia del comienzo o la relacionan
con otros temas y finalmente se cierra con una nota de color, a veces
predicciones oraculares del tipo horóscopos, y los datos del tiempo,
con la sonrisa tranquilizadora del o la presentadora del programa,
porque...
"La era de los media sobreexpone la desdicha de los hombres pero desdramatiza
el sentido de la falta, la velocidad de la información crea la emoción
y la diluye al mismo tiempo". (Lipovetsky, 1994: 57).
Es que como bien lo decía Maury Green, la TV maneja el código de la
emoción, pero no por ello sume en pasiones al telespectador sin suministrar
al mismo tiempo un desenlace esperado... El "Happy End" que citaba
Ferrés.
Ahora, sabemos que todo espectáculo es acompañado por la música. El
Cine hace un excelente uso de ella para generar sensaciones, "crear
clima". Podemos ver la misma imagen con diferentes bandas sonoras
y cambiará radicalmente el modo en que interpretemos dicha imagen.
Función emotiva de la musicalización.
La TV, está de más decirlo, también utiliza la música. Pero la pregunta
es: ¿Qué función puede cumplir la música al momento de narrar, para
televisión, un hecho noticia?... Pues bien, potencia aún más el predominio
de la emoción en el espectador al momento de "leer" un texto periodístico
televisivo y, además, espectaculariza la información.
"... la música expresa directamente su participación en la emoción
de la escena, adaptando el ritmo, el tono, y el fraseo, y eso, evidentemente,
en función de códigos culturales de la tristeza, de la alegría, de
la emoción y del movimiento". (Green, 1973: 19).
¿Cuántas veces presenciamos, a través de la pantalla, las dolorosas
escenas del sepelio de un policía? Muchas, lamentablemente.
Vimos en esos momentos el llanto de sus deudos, el recorrido de los
coches del cortejo hasta el cementerio, el rito protocolar cumplido
por sus compañeros de la fuerza, algún representante del gobierno
entregar a su viuda una medalla de honor en reconocimiento por el
agente que murió en cumplimiento del deber... Y nos emocionamos, como
cuando vemos una película... Porque muchas veces la TV se limita a
mostrar las imágenes con la marcha fúnebre como único acompañamiento
sonoro del código icónico... Como en una película.
También vimos infinidad de veces el reencuentro de unos padres con
un hijo, que se había extraviado, y felizmente vuelve a su hogar.
Obviamente la música tenderá a parecerse a las utilizadas en una telenovela.
Pero no vemos una telenovela. Vemos un hecho real.
La llegada de la Selección Nacional a Ezeiza, luego de haber triunfado
en el exterior, trayendo con ella una Copa más para festejar... El
periodista comenta lo que estamos viendo: "¡Llegaron al fin los campeones!
¡La hinchada delira y se agolpa alrededor de los jugadores! La alegría
que aquí se vive es indescriptible..."
Muy probablemente el comentarista deje que su voz se pierda entre
el fragor de los gritos de victoria de los festejantes y, no sería
nada raro, que finalmente se cierre el informe con el tema musical
"Carrozas de fuego", de Vangelis. Exactamente como en una película...
"Todos los programas de noticias en la televisión comienzan, terminan,
y en alguna parte son interrumpidos con música. He encontrado pocos
estadounidenses que consideren esta costumbre como algo extraño, lo
que he tomado como evidencia de la desaparición de líneas de demarcación
entre el discurso público serio y el entretenimiento. ¿Qué tienen
que ver las noticias con la música? ¿Por qué está allí? Asumo que
está allí por la misma razón que la música se utiliza en los teatros
y los filmes: para crear un estado de ánimo y motivo central del entretenimiento.
Si no hubiera música - tal como ocurre cuando cualquier programa de
televisión es interrumpido para insertar un avance de noticias - los
televidentes esperarían algo realmente alarmante que podría alterar
sus vidas. Pero mientras la música sigue allí, como marco para el
programa, el telespectador se siente reconfortado creyendo que no
hay nada importante de lo cual alarmarse y que, en efecto, los acontecimientos
que está percibiendo tienen tanta relación con la realidad, como las
escenas de una obra de teatro". (Postman, 1991: 106, 107).
Estamos por fin hablando de tratamiento espectacular, y no de espectáculo
por el hecho irrefutable de que la noticia será mirada a la distancia.
Sin embargo...
"Muchas personas que trabajan en los noticiarios o se ocupan de ello
deploran el uso de la palabra "espectáculo" para describir las emisiones
de noticias en televisión". (Green, 1973: 66).
Este resquemor a utilizar el término con relación a la información
tiene origen en que "espectáculo" es una palabra que se asocia con
lo que tiene que ver con el mero entretenimiento, con lo kitsch. Y
no queda bien homologar la realidad que afecta de un modo u otro a
la población con aquello que sólo sirve para distenderla, entretenerla.
Pero...
"Por otra parte, y esto es lo más significativo, las emisiones de
noticias son espectáculos, y los intentos por cambiar el nombre no
alterarán la situación. Lo que se distribuye por televisión es tanto
espectáculo como información. Con su énfasis en lo visual, la televisión
trata de mostrar los hechos tal como sucedieron.
En un sentido mucho más sutil, la emisión de noticias es un espectáculo
porque debe ser organizada de acuerdo con los mismos principios psicológicos
que determinan la estructura de una obra teatral, una comedia cinematográfica,
o, tal vez con más precisión, un espectáculo de variedades. El Random
House Dictionary of the English Language da como primera definición
de "entretener" la de "atraer la atención agradablemente". Este es
exactamente el propósito noticiario de televisión, no en cuanto al
contenido sino al estilo. Debe ser una calculada fusión de noticias
y personalidad, presentada en forma tal que atraiga la atención y
el interés de la audiencia.
Alcanzar esto en el tipo de continuo espacio - temporal simulado por
la televisión, exige del periodista un conjunto de valores que difieren
considerablemente de los valores de los medios impresos y en menor
grado de los de la radio. El periodista de televisión tiene la obligación
de pensar que toda la emisión no es una colección de noticias sino
un espectáculo cuya finalidad primaria es la de transmitir las noticias.
Los espectáculos informativos de televisión que dejan vagamente insatisfecho
al telespectador son casi siempre producto de periodistas que no logran
captar esta característica de su medio, o que, consciente o inconscientemente
rechazan toda conexión con el "mundo del espectáculo". Pero lo sepan
o no y les guste o no, están en el mundo del espectáculo.
La preparación de una emisión informativa en la forma de un espectáculo
abarca los métodos del reportaje individual, el estilo de la redacción,
la distribución de las diversas noticias y de las personas que salen
al aire dentro del espectáculo, y las transiciones mediante las cuales
se interconectan las noticias". (Green, 1973: 67).
Como repetimos hasta el cansancio, cada medio determina el modo en
el que el periodista debe de presentar la información. Y con la TV
no ocurre lo contrario.
Pero el medio audiovisual tiene una particularidad que el periodista
no puede pasar por alto al momento de producir un "texto para televisión".
Esto presenta un problema inédito para, por ejemplo, el periodista
de la gráfica. ¿Qué problema?...
"El problema que presenta un sistema de valores informativos basado
en lo visual, la personalidad o los criterios de entretenimiento,
es su ignorancia de lo significativo. Un hecho visualmente poco llamativo,
como una audiencia pública sobre los cambios propuestos en el sistema
de leyes relativas al bienestar social, puede tener mucha más importancia
para la sociedad que una ruidosa y colorida demostración estudiantil
contra la política de alojamiento, seguida por una administración
universitaria. Sin embargo, cuando se debe decidir entre ambas, existe
la tendencia a utilizar la noticia visualmente estimulante de la demostración
y a dejar de lado la noticia más importante sobre el bienestar. Cuando
se permite que esta tendencia determine el contenido del noticiario,
se priva al telespectador de su derecho a ser informado de los hechos
que más le importan. En lugar de eso, se lo entretiene y se lo mantiene
en la ignorancia". (Green, 1973: 68).
Es verdad: el problema del periodista de TV con relación al tema del
tratamiento de la información está cercado, por un lado, por la naturaleza
técnica del medio y el modo en el que la noticia será percibida y,
por otro, el problema ético viene a sumarle inconvenientes.
En TV la noticia debe ser breve.
¿Cómo redactar para TV respetando las "leyes gramaticales" del medio
y, al mismo tiempo, informar con precisión sobre lo que "le interesa
al país"? Porque, recordando una vez más lo dicho por Eco respecto
a la narrativa en televisión...
"La noticia en televisión no ha sido narrada plenamente hasta que
se ha dicho la última palabra y se ha mostrado la última imagen. Nunca
se la escribe con la idea de acortarla si falta tiempo, tal como se
escribe una noticia en los diarios para el caso de que falte espacio
en las columnas.
Esto se debe en primer lugar a que la naturaleza de la televisión
exige una unidad dramática, y en segundo lugar a que el problema en
el estudio no se asemeja al problema en la sala de composición. Cuando
deben efectuarse ajustes por razones de tiempo, es más fácil y más
rápido eliminar noticias enteras del espectáculo que suprimir partes
de las noticias. Este proceso por lo general tiene lugar en los últimos
minutos anteriores a la salida al aire, e inclusive cuando el espectáculo
se encuentra ya en el aire, y por eso la rapidez es esencial.
La unidad aristotélica de la noticia en televisión es lo que hace
difícil acortarla. No ha sido escrita para que se le corte la parte
final o alguna otra parte. Tiene un comienzo, un medio y un fin, y
la eliminación de cualquier parte hace que carezca de sentido, del
mismo modo que la omisión del último acto de una obra teatral bien
escrita hace que la obra deje de tener sentido. Además, la brevedad
de la noticia acentúa esta característica resistencia al acortamiento.
Es una criatura flaca y descarnada que deja al telespectador con hambre
de más: no hay carne sobre sus huesos". (Green, 1973: 111,112).
¿Qué repercusión puede ocasionar esta característica propia del modo
de dar noticias por TV? Como no se puede acortar la información, dado
que debe tener una estructura narrativa como la que Aristóteles propone,
el periodista la arma el contenido del noticiero siguiendo las leyes
de la brevedad. Pero esto también tiene sus consecuencias.
"Si bien la brevedad no siempre sugiere trivialidad, en este caso
lo hace. Es simplemente imposible transmitir un sentido de seriedad
sobre cualquier acontecimiento si sus implicaciones se agotan en menos
de un minuto. En efecto, está claro que las noticias de la televisión
carecen de intención en cuanto a sugerir que cualquier relato tiene
implicaciones, puesto que ello requería de los telespectadores el
continuar pensando sobre ello una vez terminado, y por lo tanto obstruyendo
su atención hacia el próximo relato que espera pacientemente entre
bastidores". (Postman, 1991: 107).
Otro aditamento se le suma al periodista al momento de narrar para
televisión: debe mostrar espectáculo porque es lo que el medio exige;
debe mostrar lo que es verdaderamente importante sobre lo que en realidad
es "pura imagen", debe "entretener" a su público, y no puede acortar
la información como puede hacerlo el redactor periodístico en un diario,
porque, en TV...
"...tenemos una estructura de la narración informativa que va desde
el clímax a las causas y de éstas a los efectos. No todas las noticias
pueden seguir este modelo, del mismo modo que no todas las obras de
teatro siguen el modelo de la naciente acción, el clímax y el desenlace".
(Green, 1973, 113).
Afortunadamente, así como cada medio tiene su modo particular de suministrar
la información, también cumple un rol que le es propio dentro del
universo mediático... Es el asunto del "equilibrio" del que hablábamos
en un comienzo. Pero ¿este estado de equilibrio es alcanzado? ¿Cómo
funciona el ordenamiento de las informaciones que llegan a través
de los diferentes medios? Veamos a continuación una nueva serie de
inconvenientes a superar para lograr el mejor desempeño de cada medio
en su función propia.
"Dice el proverbio chino: una imagen vale más que mil palabras. Los
acontecimientos de Rumania, o los de la guerra del Golfo, plantearon
de forma clara el problema de la credibilidad de la información televisada.
La supremacía de la imagen - a la que evoca acertadamente este proverbio
-, la captación en directo de la realidad, al abolir la mediación
periodística, debería permitir a cualquiera asistir a la historia
en vivo, ante la posibilidad de poder interrogarla.
En tal caso, ¿ilustran las desviaciones informativas aludidas el fin
del mito aquel de la imagen como reflejo de la realidad, o el fracaso
de ciertas escenificaciones de lo real? Este cuestionamiento con respecto
a la fascinación por la imagen ¿no llega cuando algunos reconocen
enfáticamente que la imagen, como cualquier otra fuente de información,
debe pasar por el tamiz de la deontología periodística?
Más allá de estas preguntas ¿no es verdad que los límites de un modelo
televisivo comercial, fuertemente marcado por el sello de la competencia
entre las cadenas en el entramado de la información, se alcanzan cuando
el scoop lo disputa al distanciamiento crítico? Finalmente, ¿no es
en la naturaleza misma del medio - en su racionalidad técnica propia
- en donde hay que buscar el abandono de la información televisada?
En resumen, por todas estas razones de orden estructural o especulativo,
¿es la televisión el medio apropiado para presentar una información
plural y crítica?". (Guyot, Jacques. En Comunicación y Sociedad, 1991:
59,60).
¿Información o Conocimiento? La llegada de la Desinformación
La pregunta que Guyot plantea en la última cita puede ser respondida
mediante un ejemplo citado por Postman, y que pone en evidencia un
serio problema a resolver por parte de los profesionales de la información...
Y es justamente esa palabra, información, la que Postman cuestiona
cuando se refiere al periodismo televisivo.
"... consideremos el caso de Irán durante el drama denominado "La
crisis de los rehenes en Irán". No creo que haya habido en muchos
años ninguna noticia que recibiese una atención más continuada por
parte de la televisión. De ahí que debamos suponer que los estadounidenses
conocen casi todo lo que se puede saber sobre este infeliz acontecimiento.
Y ahora os planteo las siguientes preguntas: ¿Sería una exageración
decir que ni siquiera el uno por ciento de nuestra gente sabe cuál
es el idioma que hablan los iraníes? ¿O qué significa o implica la
palabra "Ayatollah"? ¿O conoce detalles de los dogmas de las creencias
religiosa iraníes? ¿O las principales tendencias de su historia política?
¿O sabe quién era el Sha y de dónde vino?
No obstante, cada uno tenía una opinión respecto de estos acontecimientos,
puesto que en este país todos tienen derecho a opinar, y ciertamente
es muy útil cuando se acercan los encuestadores. Pero estas son opiniones
muy diferentes de las que prevalecían en los siglos XVIII y XIX. Quizá
sea más preciso llamarlas emociones en lugar de opiniones, cosa que
explicaría por qué cambian cada semana, según nos indican las encuestas.
Lo que pasa aquí es que la televisión está alterando el significado
de la expresión "estar informado", al crear un tipo de información,
que para ser más exactos, habría de calificar como desinformación.
Y estoy empleando esta palabra casi en el mismo sentido en que es
utilizada por los espías de la CIA o la KGB. La desinformación no
significa información falsa, sino engañosa, equivocada, irrelevante,
fragmentada, o superficial; información que crea la ilusión de que
sabemos algo, pero que de hecho nos aparta del conocimiento. Al decir
esto no quiero insinuar que los noticiarios de la televisión pretendan
deliberadamente privar a los estadounidenses de una comprensión coherente
y contextual de su mundo. Lo que quiero decir es que cuando las noticias
son presentadas como entretenimiento, ése es el resultado inevitable.
Y al afirmar que los noticiarios de la televisión entretienen pero
no informan, estoy diciendo algo mucho más serio, que estamos siendo
privados de una información auténtica y perdiendo el sentido de lo
que significa estar bien informado. La ignorancia es siempre corregible,
pero ¿qué pasaría con nosotros si llegáramos a aceptar que la ignorancia
es conocimiento?". (Postman, 1991: 110, 111).
Aquí está planteado ya el problema de saber o estar informado. Lo
importante para el medio, en resumidas cuentas, es que lo que se produzca
en el público sea la sensación de que saben. Que sepan o no ya no
es importante. Esto nos lleva a pensar en una frase de un nefasto
personaje de la obra de Ray Bradbury, Fahrenheit 451:
"Dale a la gente concursos que puedan ganar recordando la letra de
las canciones más populares, o los nombres de las capitales de Estado
o cuánto maíz produjo Iowa el año pasado. Atibórralos de datos no
combustibles, lánzales encima tantos "hechos" que se sientan abrumados,
pero totalmente al día en cuanto a información. Entonces tendrán la
sensación de que piensan, tendrán la impresión de que se mueven sin
moverse. Y serán felices...". (Bradbury, 1998: 71).
Es que, como suponía Aldous Huxley, el público se narcotiza con los
medios, y mucho más con la TV, porque, recordemos que este medio es
el que más y mejor explota el costado de la emoción, de la sensación...
como una droga. Y además, el medio tiene la delicadeza de presentar
los hechos de manera tal que los vivamos como si fueran un espectáculo
más, alejado de nosotros y que comienza, se desarrolla y se resuelve
en pantalla, acompañado por la música adecuada y los efectos especiales
que más atractivo lo vuelvan.
Probablemente no sepa el espectador de la noticia cuáles son las causas
que la originaron. La TV no se preocupa en suministrar esos datos
que sirvan para la contextualización del dato y la comprensión de
las repercusiones que el hecho puede generar o genera en el medio
social al que se lo muestra. Pero esto no sería problema si los medios
restantes, tanto la Radio como la Prensa Gráfica y, hoy, Internet
(Red Internacional de Comunicación), se ocuparan de cumplir con el
rol que les es dado dentro de la batería mediática. De lo que estamos
hablando es de la ley de complementariedad y jerarquización de los
medios de Comunicación.
Complementariedad y jerarquización de los medios.
"Durante mucho tiempo, el tratamiento de la información era ilustrado
por el esquema de la complementariedad de los medios de comunicación.
Cuestión de especificidad técnica: la radio anunciaba, la televisión
mostraba y, finalmente la prensa explicaba; cada uno tenía definido
su rol en la cadena del tratamiento y difusión de la información:
la radio o la primicia del acontecimiento; la televisión o la ilustración
mediante la imagen; la prensa escrita o el análisis en perspectiva
de la actualidad. Podemos subrayar igualmente que la lógica editorial
de los noticieros televisados se inspiraba a partir de las decisiones
y jerarquías establecidas por la prensa escrita.
La inversión de los roles.
La competencia desenfrenada de los años ochenta ha cambiado por completo
esta regla. Los acontecimientos de Rumania vinieron a cuestionar la
mencionada repartición de tareas entre los medios. Así, hemos podido
ver la sorprendente lógica editorial de periódicos de reputación seria
que, arrancando con las imágenes de la " masacre de Timisoara" y pasando
por alto a sus corresponsales en Rumania, tomaron tal y como venían
las "informaciones" difundidas por los canales de televisión. Al mismo
tiempo, y por un efecto de altavoz, la prensa escrita acreditó considerablemente
la manipulación rumana. En lo sucesivo, es la televisión la que arma
la primera plana y decide las opciones editoriales para el conjunto
de la prensa". (Guyot, Jacques. En Comunicación y Sociedad, 1991:
60).
Es verdad, ahora es muy frecuente que las grandes cadenas de noticias
en televisión satelital o de cable sean las que fijen los temas de
agenda. Esto se debe a que dichas cadenas cuentan con la infraestructura
que les permite mostrar con un alto grado de velocidad lo que está
ocurriendo en el exterior. Por tanto, los medios gráficos se alimentan
de la información que estas cadenas televisivas suministran. Es mucho
más barato para el medio gráfico abastecerse de este modo de noticias
de último momento que mediante el tradicional enviado especial o corresponsal
extranjero. Y ni que hablar cuando el tema de la agenda periodística
es un tema bélico. ¿Para qué arriesgar un equipo de trabajo cuando
CNN (Cable News Network), por nombrar una de ellas, tiene en el lugar
a periodistas que le cuentan lo que ocurre con imágenes altamente
ricas en información ( o que al menos así lo parecen)?
"En primer lugar está claro que el sistema de los mass media se autorrealimenta.
Los medios de comunicación reciben principalmente su información de
agencias de noticias o de otros medios. En segundo lugar esto supone
la autolegitimación del sistema informativo como principal fuente
para la producción de noticias. No sólo los mass media son el principal
medio de información para la audiencia sino también para los otros
medios de comunicación. En definitiva se institucionalizan como los
medios de producción del conocimiento social de la vida cotidiana.
En tercer lugar se va a producir un efecto de eco porque todos los
medios de comunicación hablan de lo mismo. Desde el punto de vista
de los temas tratados apenas hay grandes diferencias entre los distintos
medios. Por ello las primicias, que permiten que un medio se diferencie
de los demás, son tan valoradas en el ámbito periodístico". (Rodrigo
Alsina, 1991: 51).
El problema no es que los medios de comunicación tomen datos vertidos
por otros medios u otras fuentes. El problema comienza cuando un medio
empieza a influir en el modo de presentar la información en otro canal,
que tiene una naturaleza técnica diferente y que, por tanto, debe
presentarla también de otro modo. De lo contrario, la gente deja de
percibir datos que son medulares al momento de entender qué es lo
que realmente pasa, cómo pasa y por qué. Y, lo que es más importante,
cómo ese hecho lo afecta en forma personal.
La Contaminación Televisiva en la Prensa Gráfica.
¿Qué es esto de "contaminación televisiva"? Simplemente una forma
de nombrar al fenómeno por el cual el estilo periodístico propio de
la TV comienza a hacer aparición nada menos que en el diario y en
la revista.
A continuación transcribiremos el tema tratado por Postman.
"Así como lo hizo la imprenta en otros tiempos, la televisión ha logrado
el poder de definir la forma en que las noticias deben darse a conocer,
como también ha definido cómo debemos responder a ellas. Al presentar
las noticias como un vodevil, la televisión induce a otros medios
a hacer lo mismo, de manera que todo el entorno informativo comienza
a imitar la televisión.
Por ejemplo, el diario nacional más reciente y de más éxito, USA Today
(Estados Unidos Hoy), está modelado precisamente en el formato de
la televisión, se vende en las calles en contenedores que simulan
ser televisores. Las noticias son extraordinariamente breves, su diseño
se apoya mucho en fotografías, diagramas y otros gráficos, algunos
impresos en varios colores. Sus mapas del tiempo son un deleite para
la vista; su sección de deportes incluye tantas estadísticas inútiles
como para confundir a un ordenador. En consecuencia, USA Today, que
comenzó como republicano en septiembre de 1982, se ha convertido,
en julio de 1984, en el tercer diario más vendido en los Estados Unidos,
según el Audit Bureau of Circulations, y está en vías de superar rápidamente
al Daily News y el Wall Street Journal. Periodistas de una tendencia
más tradicional lo han criticado por su superficialidad y sensacionalismo,
pero los editores del diario permanecen firmes en su indiferencia
entre los estándares tipográficos. El editor en jefe, John Quinn,
ha afirmado: "No queremos emprender proyectos de las dimensiones de
los que ganan premios. No se premian los mejores párrafos de investigación".
He aquí un sorprendente tributo a la resonancia de la epistemología
de la televisión: en la era de la televisión, el párrafo se está convirtiendo
en la unidad básica de las noticias impresas. Más aún, el señor Quinn
no necesita inquietarse demasiado por privarse de premios. A medida
que otros periódicos se unan a la transformación, no puede un público
insensible a la contradicción y narcotizado por la Televisión estar
muy lejos el día que se otorguen premios a la mejor frase investigadora".
(Postman, 1991: 115, 116).
Si el público está insensibilizado porque la TV lo acostumbró a presenciar
grandes dramas en vivo y en directo a la manera de mirar una serie
de aventuras, es función del diario explicar cuáles son las repercusiones
que esa serie de aventuras puede traerle como ciudadano del mundo.
Y no es casual que hayamos elegido la expresión "ciudadano del mundo"...
El diario siempre debe ofrecer a su lector los elementos que expliquen
los datos. Y cuánto más cuando los datos que se narran ocurren en
latitudes lejanas, con culturas diferentes.
Citábamos más arriba el caso del tratamiento periodístico que recibió
el episodio de los rehenes en Irán, sabemos lo que ocurrió con el
tratamiento que se le dio a la Guerra del Golfo... Medio Oriente es
el tema de este trabajo, por lo tanto, explicaremos qué sucede con
los temas que aparecen en la sección Internacionales de la prensa
gráfica.
Capítulo III.
Los temas de Exteriores en el Diario: La necesidad de contextualización.
Cuando el diario hace un seguimiento del tema a tratar por un espacio
que puede exceder a los consabidos tiempos de agenda, evidentemente
estamos hablando de un hecho que, por sus características, tiene implicancias
importantes por la razón que fuera.
Si esas implicancias tienen origen en hechos precedentes que, en su
momento, no alcanzaron el nivel de trascendencia que ameritara la
aparición en los medios, o si esas causas originarias son demasiado
remotas (caso conflicto en Bosnia, por citar un tema diferente del
que nos ocupa), es necesario que el redactor realice una tarea de
contextualización para que su lector comprenda de qué se le está hablando.
De lo contrario percibirá la realidad en modo fragmentario, inconexo
y, si se quiere, incoherente, por lo que no es raro que lea muy superficialmente
la información. Pero, también puede darse que esos datos sean presentados
de forma tal que, aunque no lo informen acabadamente sobre el tema,
lo entretengan y, como decía Bradbury, crean que están informados
y se sientan felices.
Lo ideal, en cuanto a tratamiento de temas que correspondan al área
Internacionales o Exteriores, sería que se cumpliera lo que Lorenzo
Gomis narra en dos de sus obras.
"En El medio media (Gomis, 1974, 1987) expuse una concepción del interés
periodístico que englobaba el interés del hecho y su importancia en
un criterio conjunto de selección de noticias que tuviera en cuenta,
de una manera equilibrada, lo que el hecho dará que hablar y lo que
el hecho dará que hacer. Los periódicos, observaba, no tienen en cuenta
únicamente lo que podríamos llamar criterio "comercial" - darle al
público lo que quiere -, especialmente en la prensa más solvente,
que es también por eso mismo la más influyente. Las noticias políticas,
sobre todo de política internacional, reciben en los periódicos -
y lo mismo podríamos decir de los demás medios - un tratamiento superior
al que resultaría de una simple aplicación del criterio comercial,
de lo que hará vender más o aumentar más la audiencia. Los medios
no sólo tiene en cuenta el "interés" de un hecho, sino también de
su "importancia". (Gomis, 1991: 103).
Ya dijimos qué entendemos por tratamiento informativo de los hechos
noticia: informar contextualizando los hechos. Tarea que realiza el
periodismo interpretativo pero que mejor se ciñe a la labor de informar
a conciencia, porque hace docencia.
El Back - Ground como elemento para la educación.
¿Qué estrategias puede seguir un periodista para informar explicando
los hechos sin incurrir en la difusión de su opinión o apreciación
personal de los datos? Una muy útil e importante es la del uso del
back- ground, o relato de antecedentes.
"El uso del término back - Ground, generalizado en múltiples disciplinas
científicas, tiene un particular enfoque en las disciplinas que estudia
el Tratamiento de la Información. La comprensión de éste término nos
ha permitido traducirlo anteriormente como datos antecedentes. Algunos
autores lo definen como "todo material subyacente o circunstancial
relacionado con el hecho que origina la noticia" (Charnley, 1971:435),
que, como puede deducirse, es una definición excesivamente globalizadora
en la que habría que entrar ofreciendo ciertas explicaciones. Empecemos
por las que proporciona el propio Charnley:
- El back - Ground es presentado objetivamente.
- Su único propósito es ayudar al receptor a situar el acontecimiento
en el debido contexto.
- No evalúa el significado de las noticias, pero le da elementos al
lector para que él mismo haga la evaluación". (Fagoaga, 1982: 37).
-
Ahora bien: la necesidad de brindar al lector datos que sirvan a la
labor de interpretación personal responde a una verdad que bien describe
Gomis en estas líneas...
"La noticia más útil al lector u oyente, aquella por la que con razón
pudiera pagar más, será aquella que mejor le sirva para entender lo
que pasa y hacerse cargo de lo que va a pasar, para entender lo que
le espera o también aquello en lo que él mismo pueda influir". (Gomis,
1991: 93).
Particularmente en el caso de noticias de Conflicto en Medio Oriente,
que suceden en lugares distantes en todo el sentido de la palabra
para la mayor cantidad de ciudadanos del mundo (distante geográficamente
y culturalmente), cabe la posibilidad de que el lector poco informado
se pregunte por qué el diario que lee cotidianamente sigue destinándole
espacios en sus páginas a un mismo tema durante semanas, meses y años.
¿Por qué la muerte de un estudiante judío o palestino aparece en Internacionales
cuando mueren estudiantes en todo el mundo, y mucho más cerca que
en Tierra Santa? ¿En qué puede eso afectarlo? ¿Para qué le puede servir
saberlo?
Para que el corto texto que puede aparecer en formato de "suelto"
tenga sentido para él es necesario indicar que puede eso generar un
nuevo altercado de proporciones mayores que repercutan en la economía
internacional. Es aquí cuando la necesidad de contextualización se
hace más evidente. Y la contextualización puede estar dada en forma
de cronología.
"Las cronologías se identifican como aquellos mensajes que correlacionan
hechos para dar sentido a un determinado acontecimiento en una sucesión
temporal. El criterio que rige en las redacciones de los media para
ofrecer al receptor este tipo de mensajes es el de contextualizar
unos hechos: declaración de guerra de un país a otro (...), acción
terrorista de un grupo armado, victoria final en un campeonato mundial
de fútbol, etc. En esos casos, al lado del relato principal, siguiendo
la técnica que en la prensa norteamericana se denomina sidebar, es
muy probable que el receptor se encuentre con unos datos cronológicamente
ordenados y que se muestran como antecedentes de los hechos descriptos
en el relato principal. La cronología sirve al receptor para obtener
una información contextual". (Fagoaga, 1982: 38).
El relato cronológico se hace muy importante al momento de explicar
las causas del por qué del enfrentamiento en Bosnia: los antecedentes
se remontan a la primer guerra mundial. En el caso de Conflicto en
Medio oriente, veremos en capítulos venideros las razones fundamentales
por las que se enfrentan israelíes y palestinos actualmente.
"El relato de antecedentes o relato back - ground es ampliamente practicado
en la prensa escrita y en todo tipo de periodismo electrónico y sirve
para dar relevancia, contextual igualmente, a determinados mensajes.
También se suelen presentar con la técnica sidebar, aunque podrían
abandonar esta independencia de columnas o espacios y "formar parte
del cuerpo de la noticia, pero a cambio de alargarla demasiado" (Fontcuberta,
1981:150); de ahí que el sidebar se use con más frecuencia.
El criterio que hace recurrir al relato de antecedentes es el de prestar
relevancia a determinados personajes o acontecimientos significados
en el mensaje principal; el ejemplo lo puede ofrecer la elección de
determinada figura para un cargo público. En este caso, al lado del
relato principal podríamos encontrar un mensaje complementario en
donde se relacionen datos biográficos del personaje, bien como recopilación
de hechos anecdóticos bien como obra realizada, a modo de los currícula,
aunque la tendencia actual es ofrecer una síntesis en la que se manifieste
lo privado (aficiones, entorno social, etc.) y lo público, aquellos
datos que guardan una relación lógica con su elección para un cargo
público, como son metas, valores, etc.
En el caso de prestar relevancia a determinados acontecimientos, el
relato de antecedentes se aplica ante situaciones donde este tipo
de relato redunda en beneficio de la estimación de que "se ha entrado
en crisis", valoración que queda expresada en el relato principal".
(Fagoaga, 1982:43).
La contextualización viene a salvar el estanco de la incertidumbre
del lector. ¿Quién es el Ayatollah?, preguntaba Postman, ¿El público
lo sabe?. ¿Quién es Milosevic? ¿Qué significa "solución final"?...
Sería altamente beneficioso para el lector que el periodista se preguntara
si él, como público, podrá hacerse una idea de lo que le están narrando.
"Al estudiar el significado de la incertidumbre, distingue Anthony
Downs (1973) entre raciocinio, conocimiento contextual e información.
Por incertidumbre entiende la carencia de conocimiento seguro acerca
del curso del pasado, del presente, el futuro o de sucesos hipotéticos.
Por raciocinio entiende la posibilidad de utilizar los procesos lógicos
y los principios del análisis causal; da por supuesto que todos los
hombres lo poseen. Por conocimiento contextual entiende la conciencia
de las fuerzas básicas influyentes en determinado campo de operaciones.
Consiste en la captación de las relaciones existentes entre las variables
fundamentales en determinado campo. El conocimiento contextual es
más específico que el raciocinio, no es común a todos los hombres,
sino adquirido en mayor o menor grado mediante la educación, y puede
ser objeto de especialización. Por información entiende finalmente
los datos acerca de la evolución y situación actual de las variables
que constituyen el objeto del conocimiento contextual.
Así, añade Downs, un sujeto puede conocer la estructura monetaria
de un país sin estar informado del nivel actual del tipo de interés,
del volumen de la oferta monetaria, etc. La falta de conocimiento
contextual constituye la ignorancia, que hay que distinguir de la
falta de información. Para combatir la ignorancia el hombre necesita
educación, mientras que para combatir la falta de información (si
ya se posee conocimiento contextual) lo único que necesita es información,
que es menos cara que la educación, pero también tiene un coste. De
estas definiciones se desprende según el profesor de Stanford que
un sujeto puede poseer conocimiento contextual sin estar informado,
o estar informado sin poseer dicho conocimiento, pero que no puede
interpretarse la información sin poseer conocimiento contextual".
(Gomis, 1991: 96, 97).
Fijémonos aquí cómo la educación vuelve a relacionarse con el periodismo.
En las definiciones que transcribíamos al principio de este trabajo
leíamos que el término información está estrechamente vinculado con
las palabras educación e investigación. Sin embargo acabamos de ver
que en realidad no es lo mismo saber que estar informado (incluso
lo vimos anteriormente también cuando nos referíamos a la desinformación):
para que el lector sepa, para que comprenda, hay que contextualizar,
y de esta manera, el periodista y el medio estarán educando.
Lamentablemente, en periodismo gráfico, el modo de informar se está
asemejando peligrosamente al de la TV. Citábamos el caso del USA Today,
que hasta se vende en escaparates que simulan ser televisores. También
señalábamos lo arriesgado de que el medio gráfico comience a tomar
la información que le llega por medio de la TV y la re- redacte copiando
el estilo del medio audiovisual. ¿Por qué asumir una manera de informar
que escapa a la naturaleza técnica del canal?
Si en TV la noticia se ve acotada por los tiempos del medio, por lo
que hay que presentarla escuetamente; si en TV el código que prima
es aquél que estimula la emoción; si en TV todo debe ser atractivo
y entretenido nada mejor que el diario se ocupe de ampliar los datos,
contextualizando, relacionando, ejemplificando. El diario tiene tiempo
y espacio para ello.
Por ejemplo: si la información a dar es acerca de economía, podemos
decir que nada resulta más aburrido, falto de emoción, lento y frío
que el discurso televisivo de un economista que explica las subas
y las bajas de la Bolsa y cómo lo que sucede con los mercados asiáticos,
europeos o de Wall Street van a afectar la micro y macro economía
nacional. Y justamente...
"La economía, en todos los aspectos y problemas que interesan directamente
a la gente, se explica con dificultad sin relacionar normas, decisiones,
efectos recíprocos, curso de las divisas, marcha global o regional
de los mercados, caracterizados a su vez por acontecimientos que tienen
importantes consecuencias en otros lugares". (Colombo, 1997: 13).
¿Hay un medio de comunicación más propicio para el tratamiento informativo
de temas económicos que el diario? Puede que sí, tal vez. Pero nadie
dudará en asegurar que la prensa gráfica es un sitio más que cómodo
para que el periodista económico se explaye en textos ricos en datos
y contextualizaciones que los aclaren.
Sucede que, como decía John Quinn, el diario cada vez menos está tentado
de embarcarse en "proyectos de las dimensiones de los que ganan premios",
y cada vez más se siente seducido a entrar en la vorágine de la información
espectacular.
El papel de la emoción en el tratamiento periodístico de la información
en gráfica.
"El sensacionalismo es la manera de privilegiar la sensación por sobre
la convicción respecto de la veracidad de un hecho. Se difunde, a
través de la espectacularidad, la sensación de que el señor X es corrupto.
Y no existe el auténtico trabajo de probar si es efectivamente corrupto
o no lo es.
Sin embargo, el periodismo no puede prescindir de la apelación permanente
a la sensación. Ya se dijo, no existe en el periodismo la pretensión
husserliana del concepto sin imagen. No hay conceptos puros. Por eso
los medios se diagraman, las palabras se subrayan, resaltan y rodean
a las fotografías. Por eso, el periodismo es también el arte de editar
las palabras. Es decir, de imprimirlas en un código visual que atraiga
el aparato perceptivo del lector, que promueva en el consumidor la
sensación de que algo interesante se muestra en esas páginas. Todo
periodismo, desde este punto de vista, es en alguna medida amarillo.
El amarillo es el color del alerta, entre el rojo y el verde de los
semáforos.
Un medio periodístico debe alertar. Debe sugerir que esa revista que
se tiene entre las manos debe mirarse, o al menos "ojearse". Un medio
es sensible, es un objeto, una cosa para ser vista u oída. Y todo
puede detenerse allí. En la mera sensación que el público tiene al
consumir ese medio.
Esa es la diferencia entre un medio periodístico y un libro. Un libro
no es jamás meramente una sensación. Se lee o no se lee. No hay pasos
intermedios. Una revista puede mirarse sin leerse, tal como ocurre
con los objetos. Si un libro se queda en el nivel de objeto, porque
es simplemente un objeto puesto en una biblioteca o sobre una mesa,
ese objeto no se ha constituido en un libro. En cambio, una revista
y un diario son lo que son aunque no se lean, aunque sólo se miren.
Hay muchísima gente que compra el diario y que no lo lee, basta con
tenerlo entre las manos para vivir la sensación de estar informado.
Un medio periodístico que se precie debe entonces tener una estructura
que convoque a la sensibilidad, debe portar una forma que atrape rápidamente
al sistema "gestáltico" del consumidor. Esa forma, esa "gestalt" está
en general muy bien estudiada. Esa forma es una pura ficción. Es la
ficción que rodea - y a veces encubre y aún sustituye - al concepto.
Pero la forma también es significativa. No sólo encubre, también muestra".
(Wiñazki, 1995: 45, 46).
A la indiferencia del público frente a la profundidad de la información
("compra el diario y no lo lee"), a la preeminencia de la imagen sobre
los contenidos informativos y no espectaculares, a la moda de querer
aparecer como informado pero sin importar el ser entendido en nada,
al diario hay que sumarle otro fenómeno, no menos importante por cierto.
"Como vemos, el sistema informativo en la parte industrial y acomodada
del mundo ha entrado en una base turbulenta, en la que aparecen confusos
los puntos y los valores de referencia, poco claro el juego de las
partes (¿quién dicta una línea de trabajo, los periodistas, el mercado?),
y han desaparecido unos cuantos asideros que durante décadas delimitaron
y orientaron el oficio de informar incluso en el más libre de los
mundos. Una gigantesca ola de material "recibido y publicado" está
llenando los diarios y los telediarios del mundo. Agencias, iglesias,
centros de investigación, gobiernos, oficinas de prensa, organizaciones
internacionales, grupos organizados de presión y de divulgación dan
noticias, ofrecen revelaciones, indican orientaciones, proponen resultados
no controlados de investigaciones y sondeos, nos dicen qué queremos,
cómo es y cómo debe ser la relación de nuestros hijos, con nuestra
familia, comenzando, por la procreación (...) Y es natural que alrededor
de estas fuentes interesadas - que no se descubren y se dejan representar
por los diarios que "gustosamente" relanzan y publican - surjan debates
tan encendidos como desligados de la realidad". (Colombo, 1997: 20,
21).
Se mezclan ahora todos los problemas de los que venimos hablando:
informar o entretener, periodismo o ley de mercado, emoción o razón,
información o desinformación. A esto, recordemos, hay que agregarle
el peligro que entraña el hecho de que la prensa gráfica tome información
desde la televisión. Fijémonos qué pasó con el caso que citamos a
continuación.
Guerra y Terrorismo: temas ideales para el tratamiento espectacular.
"La CIA y la KGB popularizaron el término desinformación para referirse
a un tipo de información que, sin ser engañosa, aparta del auténtico
conocimiento. Tal vez una buena parte de la información que se ofrece
desde la televisión responda a este planteamiento.
El comportamiento de los medios de masas, y de la televisión en particular,
durante la Guerra del Golfo fue un ejemplo perfecto de desinformación.
Se confundió información con propaganda. Se silenciaron informaciones
como las manifestaciones pacifistas. Se enmascararon las informaciones
verdaderamente interesantes para evitar que, como ocurrió con la guerra
de Vietnam, la opinión pública sensibilizada se pusiera en contra.
Se convirtió la guerra en un simulacro, en un videojuego apasionante.
Se intoxicó a la opinión pública haciendo hincapié en motivaciones
de defensa de los derechos de los pueblos, y silenciando los auténticos
móviles económicos del conflicto...". (Ferrés, 1994:87).
Respecto al Conflicto en el Golfo Pérsico, es oportuno citar también
lo que el Licenciado en Ciencia Política y periodista Enrique Oliva,
cuyo seudónimo es Françoise Lepot, narra en una obra de análisis político
que tiene dicha guerra como objeto de estudio.
"Todas las partes intervinientes en el conflicto del Golfo coincidieron
en una esmerada censura de prensa impidiendo el acceso a la información
y proporcionando noticias capciosas preparadas por expertos psicológicos,
ya repetidas en otras contiendas. La burla ha sido tan grande que
los medios engañados casi no se animaron a reconocer plenamente que
fueron objeto de estafas, tanto en lo profesional como en lo económico".
(Lepot, 1991:228).
Como la TV necesita del espectáculo para impactar, y como la guerra
en el Golfo Pérsico era una contienda muy particular (transcurría
sin datos sobre bajas o heridos), se utilizó la imagen de un cormorán
(ave marina), que había muerto como consecuencia del derrame de petróleo,
originado por Saddam Hussein.
El derrame de petróleo, a su vez, fue presentado por los medio como
"la catástrofe ecológica mayor de todos los tiempos".
Finalmente, científicos que analizaron la foto del ave empretolada
aseguraron con pleno conocimiento de causa que la misma no pertenecía
a la zona de conflicto de ese momento. Respecto a la "catástrofe ecológica",
luego se supo que hubo en el planeta derrames petroleros de mayor
envergadura y que trajeron peores consecuencias con anterioridad a
la Guerra del Golfo.
"Lo cierto es que se multiplicaron luego los escándalos demostrando
que las filmaciones difundidas por ambos bandos eran trucadas, realizadas
en entrenamientos o montadas especialmente. Las transmisiones "exclusivas"
de la cadena televisiva norteamericana CNN (Cable News Network) son
atacadas furiosamente por la competencia. No faltan también quienes
califican de "colaborador" de Saddam Hussein al veterano de tantas
guerras, el neocelandés Peter Arnett, pleno de condecoraciones y premios
(entre ellos el Pulitzer).
La mayor culpa de esta situación está en las restricciones durísimas
a la prensa, que ha debido deducir o reproducir información parcial
y nada seria". (Lepot, 1991: 230).
¿Hace falta evidenciar por qué es peligroso el hecho de que los periodistas
gráficos tomen a la TV como fuente de información? El problema de
la TV es que favorece una sensación de credibilidad muy importante,
porque ella "nos muestra lo que está sucediendo"... Eco diría "está
transmitiendo y es verdad", es que ella puede jugar la "estrategia
de la ilusión".
Como para "embarrar la cancha" aún más, se presenta intencionadamente
una guerra a manera de "Videojuego", en TV nos dan informaciones periodísticas
en medio de un programa que engloba distintos tipos de contenidos.
Y los noticieros se estructuran como una serie de entretenimientos.
"Entra así en crisis la relación de verdad factual sobre la que reposaba
la dicotomía entre programas de información y programas de ficción,
y esta crisis tiende cada vez más a implicar a la televisión en un
conjunto, transformándola de vehículo de hechos (considerado neutral)
en aparato para la producción de hechos, es decir, de espejo de la
realidad pasa a ser productora de realidad". (Eco, 1999: 158).
Para completar el comentario del filósofo y semiólogo italiano, agregamos
una nueva cita de Joan Ferrés, que explica mejor que nosotros cómo
el diario debe trabajar más para que lo que comunica sea percibido
con un nivel de credibilidad semejante al que logra alcanzar la TV.
"Mientras el lector de un periódico es consciente de que aquel texto
es un discurso, de que hay un mediador que lo ha elaborado seleccionando
y organizando los signos, y de que, en consecuencia, está leyendo
opinión, el que contempla una imagen o las noticias de un informativo
está convencido de que misteriosamente se le ha abierto una ventana
a la realidad, que aparece ante sus ojos de un manera nítida y transparente.
Aparentemente en la imagen televisiva no hay mediación ni discurso,
porque no hay signos sino realidades. Esta ilusión de verosimilitud
incrementa, pues, la impresión de que la televisión es una tecnología
neutra, transparente, que se limita a reproducir la realidad tal como
es". (Ferrés, 1994: 63).
La guerra del Golfo fue una ocasión en la que esta ilusión televisiva
fue explotada con un fin político. Además, fue mostrada por CNN al
mundo entero, como "la Guerra en Directo". Sin embargo, las imágenes
a las que el mundo asistió desde su casa, cenando o tomando café,
lleno de emoción ante lo que veía, luego se supo (veíamos más arriba)
que no sólo respondían a una campaña de desinformación generada desde
Estados Unidos, sino que dichas "tomas en directo" eran en realidad
imágenes de archivo. La TV sirvió de escenario a una guerra montada
para ser televisada, como serie de acción plena de drama y sensacionalismo.
Además, y esto es una característica compartida por todos los medios
de comunicación en general, al público se le ofrecen noticias a través
de un mismo canal pero que no se relacionan entre sí de ninguna manera.
Tanto en gráfica como en TV podemos recibir datos de deportes, política
y espectáculos de manera continua, y al mismo tiempo, sin relación
de continuidad, en el mismo soporte.
"Un diario, una revista, un noticiero televisivo son obras paradigmáticamente
eclécticas. Mezclan la frivolidad con la política, el comentario de
una obra literaria con un artículo deportivo, así "halagan" el gusto
del aficionado... ". (Wiñazki, 1995: 32, 33).
En la sección de Internacionales de un periódico, por ejemplo, puede
aparecer en gran número de líneas la cobertura de un nuevo rebrote
de violencia en Palestina, nos cuentan cómo reaccionaron los palestinos
o los judíos ante una nueva provocación del bando contrario, nos enteramos
del afán de los jefes de Estado de diversos países por lograr un acuerdo
en Medio Oriente, sabemos lo que le dijo el primer mandatario israelí
a su par estadounidense cuando se reunieron en Francia con el presidente
francés, mientras que también nos cuentan qué paso cuando, al mismo
tiempo, Madeleine Albright charlaba con el jefe de la OLP en Inglaterra.
Y así "nos enteramos de todo" sobre ese tema.
Si seguimos con la lectura del diario, tal vez leamos la sección Economía.
Allí nos cuentan que los jefes de las compañías petroleras están tratando
de fijar un nuevo precio al crudo, que está en suba. Pero ¿cuántas
líneas son dedicadas a explicar que, lo que leemos en Internacionales
en formato de relato de una serie de TV, historieta o película de
acción genera tanta repercusión a nivel mundial por el hecho de que
ese conflicto puede provocar una estampida en el precio del petróleo?
O: ¿Se le indica al lector que para ampliar su conocimiento sobre
el caso puede dirigirse a la sección Economía si está leyendo Internacionales
y, viceversa si es al contrario?
Las respuestas a estos interrogantes nos las dará el análisis que
presentaremos más adelante. Pero, como reza el título de este párrafo
del trabajo, no hay mejor tema para el redactor de la sección Exteriores,
si lo que pretende es brindar a su público un relato emocionante y
lleno de vértigo, que el de la Guerra. Porque no hay drama que posea
tantos elementos definitorios que sensibilicen al lector a tal punto
como los que atañen al sentimiento y las pasiones humanas.
En la Guerra hay odio y hay amor. Odio por el enemigo, amor por la
Patria o por el ideal por el que se va a la conflagración, un amor,
que roza el fanatismo, hasta a dar la vida por la causa. Hay dolor
y hay alegría: dolor por la muerte de un camarada, alegría cuando
se ha ganado una batalla.
Para colmo, el caso de la Guerra en Medio Oriente presenta otros muchos
rasgos que hacen aún más posible el tratamiento "de impacto" de la
información.
En el capítulo que sigue explicaremos cuáles son los antecedentes
de esta guerra sin cuartel y, aparentemente, sin final. Ahora sólo
recordamos que en ella hay un factor que la hace característica: la
religión. El enfrentamiento se produce entre islámicos y judíos. Los
primeros tienen el precepto de la Guerra Santa, o Jihad. Los segundos
tienen el recuerdo de la Ley del Talión.
Esta Ley, o principio, tuvo su origen en Babilonia, quinientos años
antes de la legislación mosaica, en el código conocido como Hammurabi.
Sin embargo fue el pruebo hebreo quien lo instituyó como ley penal
exclusiva, para aplicarla rigurosamente, de acuerdo con los preceptos
bíblicos que establecen (en Exodo, Cap. 21, versículo 24) la obligación
de pagar "ojo por ojo, diente por diente, mano por mano". A pesar
de que en la actualidad esta Ley no está en vigencia, el proceder
de Israel ante cada ataque palestino parece responder a esta normativa.
Por su parte, la Jihad, o Guerra Santa islámica, es el nombre que
recibe toda lucha por una causa santa, justa y patriótica. Los árabes
denominan jihad a, por un lado, la propaganda religiosa y, en otro
sentido, a la Guerra Santa.
Este encuentro de normas de pueblos enfrentados deriva en un fenómeno
que hoy conocemos como Terrorismo. Y que, en el caso de Conflicto
en Oriente Medio, puede generar atentados en lugares alejados de la
zona en guerra.
El fantasma de la posibilidad de que una bomba estalle en el país
del lector del diario y no en Tierra Santa hace que la guerra se sienta
más cercana. Y esto, obviamente, potencia la sensibilidad, la emoción
y la pasión en el lector. Por lo que, si el redactor quisiera, podría
construir un discurso melodramático, espectacular, más que informativo.
Colombo decía que las redacciones de los diarios están plagadas de
material "recibido y publicado", Postman indicaba que los diarios
se ciñen cada vez menos a la tarea de investigación de la información,
Wiñazki agregaba que el diario también se constituye en objeto de
consumo necesitado de ser agradable para ser comprado. Entonces, no
es raro que los temas importantes y complicados empiecen a ser tratados
también en la gráfica apelando a la emoción, focalizando en el costado
sensible del dato periodístico y no en lo que lógicamente puede generar
a gran escala... Porque para ello el discurso corre el riesgo de tornarse
muy aburrido, muy extenso, para un lector acostumbrado a lo emocionante,
lo vertiginoso y lo entretenido.
Capítulo IV.
Oriente Medio... Un medio ambiente propicio para el conflicto.
Para comprender el por qué de la eterna lucha en una zona geográfica
que tantas veces vemos en guerra, ya sea a través de la TV, mediante
textos periodísticos o en recreaciones que el Cine realiza por el
alto contenido emocional del tema, creemos que, justamente, para que
el lector esté "informado" sobre las causas de los últimos enfrentamientos
bélicos en Medio Oriente, lo indicado es presentarles una brevísima
reseña de hechos que conforman esta historia de creencias, fanatismos,
intereses políticos y económicos que terminan, más tarde o más temprano,
en nuevos derramamientos de sangre y en muertes de seres humanos que
nacen y mueren en situación de conflicto.
Comenzamos definiendo quiénes son los judíos, término que muchas veces
utilizamos sin conocer su etimología.
Como la historia de Tierra Santa lo requiere, indicaremos también
la cronología histórico religiosa, y su dicotomía entre la historia
bíblica y la científica.
Luego nos adentraremos en un rapidísimo recorrido de los hechos del
pasado siglo y, finalmente, explicaremos cuáles son las causas más
recientes que provocaron el brote de violencia de septiembre de 2000.
Iniciemos, ahora sí, la narración de los acontecimientos más remotos
que acaecieron en esta tierra de guerra y de Fe.
¿Quiénes son los judíos?
Parece interesante primeramente aclarar una serie de términos que
suelen utilizarse cuando nos referimos al pueblo de Israel, pero que
tienden a ser mal empleados y, de esta manera, se prestan a confusiones.
La palabra judío se usa como sinónimo de hebreos e israelitas. Sin
embargo no es así.
Históricamente la palabra hebreo no tiene connotación racial, por
lo que se aplicaba a cualquier tribu nómade semita (Palabra que designa
a todos los descendientes de Sem, primogénito de Noé. Semitas son
tanto los judíos como los árabes.) que vivieron en el Mediterráneo
oriental antes del 1300 antes de Cristo. En la historia judía este
nombre se les daba a las tribus que aceptaron a Yahvé como su único
Dios. El termino "ivri" (hebreo) significa "de la otra orilla".
Por su parte, el término israelita hace referencia a un grupo nacional
y étnico determinado, descendientes de los hebreos y unidos por lazos
culturales a través de su religión. Cabe aclarar que Israel es el
segundo nombre de Jacob, hijo de Isaac descendiente de Abraham.
A su vez, judío deriva de Judá hijo de Jacob Israel. El nombre de
Judá pasó a designar a la más importante de las legendarias doce tribus
de Canaán.
Actualmente, los judíos, más que conformar una raza, son miembros
de una comunidad o asociación étnica independiente. Y los términos
que acabamos de definir son empleados de la siguiente forma:
· Pueblo Judío.
· Lenguaje hebreo.
· Tierra de Israel (Eretz Israel).
Antecedentes
"...Mi padre era un arameo errante", dice Moisés en Deuteronómio 26,5.
Y es razonablemente adecuado identificar a los antepasados de los
hebreos como arameos nómades.
Además de tener sangre aramea, el aspecto físico de los judíos actuales
es resultado de la mezcla con otras razas, como por ejemplo la hitita
y la amorrea.
El idioma hebreo pertenece al grupo de lenguas semíticas del noroeste.
Según tradiciones y teorías históricas, los antecesores arameos de
Israel se localizarían en la ciudad de Ur de Caldea, en Sumer, en
el curso inferior del río Éufrates. Aproximadamente durante los primeros
años del segundo milenio a. C. un conjunto de tribus arameas arribaron
a los alrededores de Carrae (actual Harran, Turquía y antigua ciudad
babilónica). Posteriormente uniones familiares de miembros de estas
tribus se dirigieron hacia el oeste y el sur, estableciéndose en forma
dispersa a orillas del río Jordán.
Estas comunidades metamorfosearon en las tribus hebreas, que incluyen
a las amonitas, moabitas, edomitas y los hebreos, que rendían culto
a Yahvé. En la Biblia este período es conocido como el tiempo de Los
Patriarcas.
La Historia
Bíblicamente la historia del pueblo de Dios comienza con el destierro
de Adán y Eva del Paraíso.
Luego sus descendientes Abel y Caín se enfrentan y más tarde Noé será
el elegido para la construcción del Arca que daría una nueva oportunidad
a ese pueblo descarriado: El Arca de la Alianza.
Posteriormente, Abraham, nativo de Ur de Caldea, recibirá una nueva
promesa divina... La Tierra Prometida: Canaán.
Se embarca Abraham en la tarea de encontrar la Tierra del Señor, pero
el no alcanzó jamás esa dicha. Su ansiado hijo Isaac tampoco pudo
ver nunca la tierra de Canaán. Jacob Israel, hijo de este último,
en cambio, disfrutó de ese momento tan esperado.
Pero la historia judía que se narra en el Antiguo Testamento debe
ser vista teniendo en cuenta la conciencia nacional que profesaban
los escribas de los siglos V y VI a. C.
En su afán de relatar una historia con un antepasado común para todos,
los recopiladores de las tradiciones orales incluyeron leyendas a
las que dieron categoría de hechos históricos.
Mas con esto no queremos decir que la historia que nos cuenta el Antiguo
Testamento no tenga asidero en la realidad. Muy por el contrario,
la narrativa bíblica es acorde a la teoría histórica.
Como sabemos la Biblia habla de Doce Tribus hebreas descendientes
de Jacob Israel: Aser, Benjamín, Dan, Gad, Isacar, José, Judá, Leví,
Neftalí, Rubén, Simeón y Zabulón.
Si bien los estudiosos de la Biblia ven en este relato un sentido
simbólico, de hecho ciertas tribus sí tenían un parentesco sanguíneo.
Las tribus de Rubén, Simeón, Leví y Judá eran parientes directos,
ya que descendían de la misma madre. Las tribus de Aser y Gad eran
tribus subordinadas, ya que descendían de sirvientes.
El Éxodo
Aquí se presenta la mayor dicotomía entre la historia bíblica y la
historia de los historiadores.
En el Antiguo Testamento el hecho histórico del éxodo es presentado
como un episodio de grandes proporciones. El Pueblo, guiado por Moisés,
alcanzó la liberación con la ayuda divina (con las siete plagas y
la apertura del Mar Rojo incluidas). Huían de la ira del Faraón, quien
los consideraba una amenaza por ser tan numerosos y propensos a multiplicarse
en alto grado.
Sin embargo, y como contrapartida, en la historia egipcia la población
judía y sus posibles repercusiones no figuran en monumentos ni se
encuentran restos arqueológicos que nos cuenten nada parecido al éxodo.
Los historiadores consideran al éxodo como un esfuerzo de resultados
favorables de los hebreos que estaban sometidos a la esclavitud en
Egipto, y que aspiraban a reunirse con otras tribus de las que eran
familiares. Probablemente los hebreos de Egipto no fueron un número
elevado y por ello no tuvieron mayor trascendencia en esa tierra.
Pero volvamos al relato bíblico... Moisés, a lo largo de los años
de peregrinaje por el desierto, recibe las Tablas de la Ley en el
Monte Sinaí. Así esta religión incorporó conceptos que hacen referencia
a la propiedad privada, los derechos individuales, la moralidad sexual
y a la importancia de la igualdad entre todos los miembros de la comunidad.
Como principal característica distintiva de los semitas nómades está
el respeto a los derechos personales y el amor por la libertad. Esto,
sumándose al concepto de un Dios Creador, Legislador y Rey, formó
parte de la religión de Israel y, con posterioridad, de la teoría
política.
Con Josué a la cabeza, sucesor de Moisés, las tribus cruzaron el Río
Jordán, conquistaron Jericó y se establecieron al oeste de Palestina.
Se enfrentaron a los cananneos, se defendieron de las invasiones moabitas,
madianitas y, sobre todo, filisteas, logrando asegurar sus tierras.
El continuo enfrentamiento con los filisteos es narrado por las Santas
Escrituras en el pasaje de David y Goliat. De hecho los filisteos
eran de una fuerte contextura física y de elevada estatura, igual
que el gigante Goliat.
Los Reyes
Con Saúl se da inicio al período conocido como el de Los Reyes. Lo
sucede David, quien es considerado como el verídico fundador de Israel,
ya que fue quien logró la dominación de Jerusalén, también conocida
como Monte Sión (era el sitio mayormente protegido de toda Palestina,
por eso fue el más tardíamente anexado), convirtiéndola en la capital
del reino.
Salomón, hijo de David, es quien asume el reinado luego de la muerte
de su padre. Sobre todo recordado por haber ordenado la construcción
del Templo de Jerusalén, Salomón es el símbolo del rey lleno de esplendor.
Gracias al correcto manejo que hizo de los tesoros le dio enorme prosperidad
al reino que heredó de David. Logró unificar la administración interna
y robusteció la industria y el comercio exterior uniendo Africa, Asia,
Arabia y Asia Menor.
Así como su padre es autor de los Salmos, Salomón lo es del Cantar
de los Cantares. Hermoso poema que narra el devenir de la historia
de dos amantes que representan los encuentros y desencuentros de Dios
e Israel: el amado y la amada. Dios y su pueblo elegido.
Sin embargo, su sistema de gobierno no dejaba del todo contentos a
sus súbditos. Los impuestos eran demasiado elevados y esto originó
inestabilidad política.
Sus leyes opresivas y un estilo de vida demasiado refinado no correspondían
con la austeridad israelita ni con su sueño democrático. Por esto,
a la muerte de Salomón, el reino se dividió en dos: el reino de Judá,
que reunió a la tribu que le da el nombre y a la tribu Benjamín, y
el de Israel, que abarcó a las diez restantes.
La división de Israel
A partir de ese momento la historia en Tierra Santa es un constante
narrar de enfrentamientos entre pequeños grupos. Con constantes altibajos
sociales y económicos, continuas amenazas foráneas de invasión (como
la asiria, por ejemplo) el reino de Israel se fue desgastando y muchos
de sus habitantes partieron al destierro.
Judá, por su parte, a pesar de ser tributario de Asiria, pudo mantener
una independencia de carácter nominal a lo largo de otros 135 años.
Pero otro hecho vendría a trastocar la historia del pueblo hebreo,
el comienzo de una guerra contra Judá, que sería declarada por un
personaje que todas las Pascuas es recordado por los judíos en el
ritual religioso: Nabucodonosor.
La aparición de Nabucodonosor
"...Si de ti me olvidara, ¡hay de mí, Jerusalén!"
En el 598 a. C. el rey babilonio Nabucodonosor II, declaró la guerra
al reino de Judá, que se negaba a someterse a los caldeos. Los pobladores
de Judá fueron considerados potenciales revolucionarios y, por lo
tanto, los deportaron a Babilonia. Así se inició el cautiverio babilónico
y el destierro.
Nabucodonosor además es quien ordenó la primera demolición del Templo
de Jerusalén. Por ello es también recordado como uno de los peores
opresores del pueblo judío.
Es en este período en el que en la Biblia hacen aparición lo profetas.
Vinieron a mantener la esperanza en la próxima vuelta a Jerusalén
("...El año próximo, en Jerusalén"), a mantener viva la fe en la liberación
y en el amor de su Dios. Es así como en distintos rituales religiosos
siempre se mantiene presente la esperanza de un futuro mejor, la recordación
de todos los tormentos sufridos pero superados y la confianza en que
Yahvé nunca olvidará a su pueblo amado.
En la cena de la Pascua judía, el Séder de Pésaj, los comensales repiten
año tras año "...En cada generación hay quienes se levantan contra
nosotros para destruirnos y aniquilarnos. Pero el Señor, Bendito Sea,
nos libra de sus manos".
El retorno a Jerusalén
En el 539 a. C. Ciro II el Grande, fundador del Imperio Persa, conquistó
Babilonia y publicó al año siguiente un edicto que le daba la libertad
a los judíos.
De esta manera se dio inicio al retorno tan esperado por los judíos
del exilio babilónico. Cerca de 42.000 miembros de la comunidad exiliada
comenzaron a preparar el regreso. Liderados por un príncipe de la
casa de David, llamado Zorobabel, la expedición se dirigió a Jerusalén.
Encontraron a Eretz Israel desolada por los años de guerras contra
los caldeos. Pero el amor a La Tierra Prometida motivó en los judíos
que regresaron a ella un fervor inusitado por devolverle a su amada
Israel su merecido esplendor.
Promediando el siglo IV a. C. Judea se convirtió en un país organizado
por estrictas doctrinas religiosas. El dominio estaba ejercido por
una fuerte clase sacerdotal.
La Ley, Torá o Pentateuco, regía la vida de los judíos. Fue durante
esos años en los que los Escribas y Doctores de la Ley lograron darle
forma definitiva a las Sagradas Escrituras.
Los judíos se dedicaron a la reconstrucción del Templo de Salomón,
ese que Nabucodonosor II había derribado.
La reconstrucción del Templo finalizó en el 516 a. C., año que fue
considerado por el pueblo judío como el año en el que verdaderamente
acabó el exilio babilónico.
El advenimiento del Mesías
Cuando se produce el surgimiento del Cristianismo la historia del
Pueblo de Israel va a vivir un cambio que, probablemente, en el momento
en el que se produjo ni ellos pudieron darse cuenta.
Palestina era un mandato en manos del Imperio Romano. En el año 76
d. C. el emperador Tito Flavio, hijo de su antecesor Vespasiano, ordena
la demolición del segundo Templo. Judea siguió existiendo de manera
nominal, pues la sabiduría judía se desplazó a otros lugares.
Posteriormente el emperador Adriano decide reconstruir Jerusalén como
ciudad pagana. Incluso le cambió el nombre: pasó a llamarse Aelia
Capitolina en honor a Júpiter. Sumó a esta afrenta un decreto en el
que prohibía la circuncisión, causando aún más descontento entre los
judíos de la diáspora como en los de Judea.
Breve reseña de los últimos cien años
Como sabemos, luego de la segunda destrucción del Templo los judíos
perdieron su lugar de reunión, su libre actuar en Eretz Israel, su
lugar de pertenencia.
La aparición del Islam también contribuyó a la dispersión de los judíos,
que se vieron postergados para la obtención del reconocimiento del
derecho de poseer un Estado propio como cualquier otra Nación.
A estos sinsabores se sumaron constantes brotes de antisemitismo,
que hicieron eclosión en la Segunda Guerra Mundial con un nuevo Faraón,
otro Nabucodonosor: más cruel, más brutal: Adolf Hitler.
Herzl y el nacimiento del Sionismo.
Durante siglos de exilio los judíos trataron de retornar a Tierra
Santa, pero en contadísimas oportunidades, por no decir casi nunca,
lograron concretar una organización que se ocupara de alcanzar la
meta de una repatriación colectiva.
En los años que van de 1870 a 1896 recrudeció el sentimiento y el
movimiento antisemita en Europa central y oriental. Este hecho hizo
que renaciera la fe sionista en el seno de las comunidades judías.
Fue así como grupos de estudiantes judíos se establecieron en colonias
agrícolas en Palestina, con el fin de recuperar la Tierra Prometida.
Visionariamente, a fines del siglo XIX, Theodor Herzl lo había anunciado:
"Los judíos nunca estarán seguros si no pueden asegurarse una tierra
que les sea propia". Así nació el Sionismo, movimiento político para
la obtención de un Estado Judío.
Pero ¿quién es Theodor Herzl?
"Nacido en Budapest, en 1860, Herzl estudió derecho antes de dedicarse
a la literatura. Como corresponsal en París de la Neue Freie Presse
de 1891 a 1895, asistió al proceso Dreyfus. La conmoción que esto
le provocó, lo llevó a redactar un llamamiento que constituye el primer
esbozo de El Estado de los Judíos.
Inmediatamente después de la publicación, en 1895, de El Estado de
los Judíos (Der Judenstaat), desplegó una intensa actividad política.
Tomó contacto con el duque de Bade, luego se dirigió a Constantinopla,
donde le propuso al Gran Visir una transacción: la concesión de la
Tierra de Israel a cambio de que el pueblo judío salvara las finanzas
del Imperio Otomano. Después de una entrevista decepcionante con el
barón de Rothschild, Herzl decidió crear una organización que tendría
como objetivo la fundación de un Estado judío. Una comisión preliminar
que reunía algunos simpatizantes decidió convocar el Primer Congreso
sionista y crear un periódico, Die Welt, que apareció por primera
vez el 4 de junio de 1897". (Franck y Herszlikowicz, 1981: 38)
La primer reunión del Congreso sionista se realizó el 29 de agosto
de 1897, y su misión perseguía un objetivo doble: por un lado, establecer
la "Asamblea nacional del pueblo judío"; en otro sentido buscaba consolidar
una organización sionista.
"En este sentido, constituyó en la historia judía un punto sin retorno,
por dos razones: la primera estribaba en la participación activa de
los representantes de todas las comunidades judías del este y del
oeste, que demostraban que el sionismo ya no era un movimiento limitado
a una región, sino un renacimiento nacional: la segunda residía en
la adopción, tras debatir el problema, de un programa de acción, conocido
con el nombre de "Programa de Basilea", que estaba redactado en estos
términos: "El sionismo tiene como objetivo un Hogar nacional, legalmente
garantizado y públicamente reconocido, para el pueblo judío en Palestina.
Para llevar a cabo este objetivo, el Congreso considera los siguientes
métodos:
"1º Fomentar la colonización de Palestina por parte de granjeros,
campesinos y artesanos;
"2º Organizar a todo el judaísmo en cuerpos constituidos en el plano
local y general, de acuerdo con las leyes de los respectivos países;
"3º Fortalecer el sentimiento nacional judío y la conciencia nacional;
"4º Instrumentar los medios necesarios par obtener el consentimiento
de los gobiernos susceptibles de favorecer la realización de los objetivos
del sionismo". (Franck y Herszlikowicz, 1981: 39)
En vida de Herzl, el Congreso se reunía todos los años. Mas, con la
muerte del fundador, las reuniones comenzaron a espaciarse: a partir
de 1903 se hacía una cada dos años, y la sede de la misma estaba fijada
en relación con el país que alojara al presidente de turno del Comité.
Sin embargo, al contrario de lo que se podría pensar, esta dispersión
geográfica y el plazo de dos años que mediaba entre reunión y reunión
contribuyó a un fortalecimiento de la Organización. Esto es tan así
que, en vísperas de la Primer Guerra Mundial estaba constituida de
la siguiente forma: un presidente que tenía un ejecutivo que lo asistía,
compuesto por seis miembros. Los siete estaban bajo el constante monitoreo
de un Consejo permanente integrado por veintiséis miembros que eran,
por decirlo así, una especie de delegación del Congreso sionista.
Pero este orden no iba a durar por mucho tiempo... El cambio venía
acercándose con ruido de fusiles y gritos de guerra.
"El estallido del conflicto en 1914 asestó un golpe casi fatal a la
Organización sionista, cuyos dirigentes y cuyas instituciones se encontraron
repartidos en partes más o menos iguales en cada uno de ambos campos.
La masa judía más numerosa vivía en la Rusia zarista, los judíos de
Palestina en el Imperio Otomano, mientras que la dirección oficial
del movimiento estaba en Berlín y sus organismos financieros en Londres.
De los seis miembros del ejecutivo mundial, dos eran alemanes (entre
ellos el presidente, Otto Warburg), tres rusos y uno austrohúngaro.
Entre los veintiséis miembros del Consejo permanente, se contaban
trece alemanes y austrohúngaros, siete rusos, dos ingleses, un francés,
un belga, un holandés y un rumano. Los dirigentes sionistas, a excepción
de los rusos, se mostraban tanto más dispuestos a abrazar la causa
de su patria de adopción cuanto que, en ausencia de grupos militantes
en el seno del Congreso, las Federaciones nacionales constituían la
fuerza principal y el polo de atracción primordial. El rompimiento
se hizo irreversible cuando en 1917 la "oficina sionista" de Londres
funcionó en forma completamente independiente y se comprometió fundamentalmente
del lado de Francia e Inglaterra, incluso antes de que esta hubiera
prometido, por la Declaración Balfour, un Hogar nacional en Palestina
a los judíos". (Franck y Herszlikowicz, 1981: 41, 42).
Estamos ya sobre el tema que originará conflictos de dimensiones impensadas
en el momento tanto por los británicos como por árabes y judíos...
En realidad, por el mundo entero, que se preparaba para asistir a
un enfrentamiento que, aún hoy, sigue sin resolverse.
Pero, para poder continuar debemos primero aclarar qué es la Declaración
Balfour.
La Declaración Balfour. Copiamos a continuación el artículo de
la enciclopedia multimedia Microsoft Encarta '99.
"Balfour, Declaración, declaración emitida por Gran Bretaña el 2 de
noviembre de 1917 en favor de la creación de una nación judía en Palestina.
La idea fue consolidándose a través de una carta enviada en marzo
de 1916 por el político británico Arthur James Balfour, que en esta
época era ministro de Asuntos Exteriores del gabinete presidido por
David Lloyd George, a Edmond James Rothschild, un destacado defensor
del sionismo. El gobierno británico expresaba en este escrito su apoyo
al "establecimiento de una nación para el pueblo judío en Palestina".
Asimismo, Gran Bretaña se comprometía a poner "todo su empeño para
facilitar la consecución de este objetivo, teniendo presente que no
debía llevarse a cabo ninguna acción que pudiera perjudicar los derechos
civiles y religiosos de las comunidades palestinas que no fueran judías,
o los derechos o situación política de la que disfrutaran los miembros
de la comunidad judía residentes en otros países".
Por lo general, se ha considerado que la declaración Balfour fue un
compromiso unilateral adquirido por el gobierno británico. Su fin
inmediato era conseguir el apoyo del pueblo judío, de otras naciones
en lucha y de países neutrales, como Estados Unidos, a la causa aliada
durante la I Guerra Mundial. En cuanto a los objetivos a largo plazo,
el motivo que subyacía a la política británica era la importancia
de Palestina como punto estratégico para las rutas marítimas y terrestres
a la India y, sobre todo, como último eslabón en el Mediterráneo de
los oleoductos procedentes de las regiones petrolíferas de Oriente
Próximo. La creación de un estado sionista bajo protección británica
habría proporcionado a Gran Bretaña la posesión de este codiciado
trofeo, al tiempo que representaría una prueba fehaciente de la aplicación
del lema de los aliados: "la autodeterminación de las pequeñas naciones".
El 24 de julio de 1922, la declaración fue incorporada al mandato
de la Sociedad de Naciones para Palestina, en el cual se establecían
las condiciones conforme a las cuales se le confiaba a Gran Bretaña
la administración temporal de este país en nombre de sus ciudadanos
árabes y judíos. Una consecuencia indirecta de la declaración Balfour
fue la proclamación de Israel como estado independiente en 1948 en
la zona sometida a la supervisión británica."
Sin embargo, esta declaración no pudo poner arreglo al problema judío
y, para colmo, generó aún más controversias en Palestina.
En primer lugar, nunca antes se había utilizado la expresión "Hogar
nacional" dentro del ámbito del derecho internacional. Esto ocasionó
que algunos intérpretes del texto vieran en la frase que el gobierno
de Gran Bretaña no tenía verdadera intención de asegurar un Estado
a los judíos, sino tan sólo asegurarles la posibilidad de gozar de
autonomía cultural en Palestina y, consolidar el poder inglés en un
suelo circundado por territorios poseedores de petróleo.
Por otro lado, la declaración originaba una contradicción en los compromisos
asumidos por el gobierno británico para con los árabes...
"La llamada "Declaración Balfour", como se ha vulgarizado, consistió
en parte del texto de una carta que el mencionado ministro inglés
dirigió a Lord Walter Rothschild en su carácter de representante de
la colectividad judía en el Reino Unido.
La "Declaración Balfour" alcanzó valor de documento y compromiso que
los hebreos tomaron en serio, razón por la cual los sionistas comenzaron
a movilizarse para obtener su cumplimiento.
El proyecto no agradó a los palestinos y a los pueblos árabes, que
lo rechazaron siempre, negándole a Gran Bretaña el derecho a disponer
de lo que ellos consideraban sus tierras, su patria. Su sentir fue
resumido por Arthur Koestler: "Una nación ha prometido solemnemente
a una segunda el territorio de una tercera".
Los judíos reivindicaban la región por haber sido su patria durante
un milenio, hasta que en el año 135 de nuestra era la última insurrección
de los hebreos contra la dominación romana determinó su aplastamiento.
Pero renació como "la tierra prometida", no sólo en el sentido bíblico
sino en el político que acordaron a la "Declaración Balfour".
Los ingleses no escatimaron maniobras de dilación para no cumplir
con su promesa, y nace de allí una serie ininterrumpida de conflictos
sangrientos que convulsionan al Medio Oriente con este tema como clave
central de una crisis generalizada". (Lepot, 1991: 155, 156).
Sucede que, en 1915, fecha del acuerdo de Mac Mahon - Hussein, los
ingleses se habían comprometido a construir un gran gobierno árabe
cuyo jerarca sería el jerife de la Meca: Hussein. Este compromiso,
de carácter jurídico, servía a los árabes para la reivindicación sobre
Palestina.
Esta contradicción fue zanjada cuando, el 3 de enero de 1919 el emir
Feisal (hijo de Hussein y reconocido por las grandes potencias internacionales
como el representante de los árabes del Cercano Oriente) firmó con
el presidente de la Organización sionista, Jaím Weizmann, un acuerdo
por el que el reinado árabe, amparado en el acuerdo Hussein - Mac
Mahon, reconocían a Palestina como Estado judío.
Cuando todo parecía encaminarse hacia la solución definitiva, es Inglaterra
la que decide renegar de sus compromisos.
Sin embargo, esto no hizo que el derecho internacional desconociera
a la Declaración Balfour. Mas esto no amilanó a Gran Bretaña, y poco
después se decidió a efectuar la primera partición de Palestina, amputando
la mayor parte del territorio al "Hogar nacional judío".
Esta medida fue ratificada el 16 de septiembre de 1922, ocasionando
un durísimo golpe a las aspiraciones sionistas, dado que 84.000 km.
2 de Palestina situados al norte del Jordán fueron separados de Palestina
occidental.
¿Qué quiere esto decir? Que a partir de ese momento el compromiso
inglés sólo se refería a 27.000 km. 2, los que van del Mediterráneo
al Jordán. Pero, de esta forma, se solucionaba el problema político
con los árabes palestinos. A partir de ese momento estos constituían
las dos terceras partes de la población que vivía al este del río
Jordán, disponiendo así de un país tres veces y media mayor que el
que correspondía a los judíos.
"Durante su mandato (1922-1948) los británicos encontraron difícil
de reconciliar las promesas hechas a ambas comunidades. Las organizaciones
sionistas mantuvieron la emigración judía a gran escala y algunos
hablaron de la constitución de un Estado judío en toda Palestina.
Esta actitud provocó el rechazo de los palestinos temerosos de ser
desposeídos de sus territorios por los sionistas; hubo ataques antisionistas
en Jerusalén (1920) y Jaffa (1921). En 1922, una declaración británica
rechazó las reivindicaciones sionistas sobre toda Palestina y limitó
la inmigración judía, pero reafirmó el apoyo al 'hogar nacional judío'.
Los británicos propusieron establecer un consejo legislativo, pero
los palestinos rechazaron este consejo por considerarlo discriminatorio.
Después de 1928, cuando la inmigración judía se incrementó ligeramente,
la política británica a este respecto osciló bajo las conflictivas
presiones arabe-judías. La emigración aumentó bruscamente tras la
llegada (1933) del régimen nazi a Alemania; en 1935 casi 62.000 judíos
entraron en Palestina. El temor a la dominación judía fue la principal
causa de la revuelta árabe que estalló en 1936 y continuó intermitentemente
hasta 1939. En esa época Gran Bretaña había restringido de nuevo la
emigración y la adquisición de tierras por parte de los judíos".
La Segunda Guerra.
Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, las idas y vueltas
por Palestina se detuvieron. Pero, cuando la cruenta conflagración
acabó y dejó ver cuáles habían sido los resultados para el pueblo
judío que aún no lograba consolidar una nación, el tema volvió a estar
sobre el tapete.
El desastre del Holocausto traería a los judíos una consecuencia favorable:
la simpatía internacional por la causa judía. Mas esto no lograba
que Inglaterra aceptara en dicha zona a los refugiados que querían
ingresar al mandato británico en Palestina.
Finalmente, y ante la presión internacional, Gran Bretaña decidió
delegar responsabilidades en Naciones Unidas en 1947, alegando que
el mandato en Palestina era "impracticable".
Esta decisión indicaba el comienzo de nuevos enfrentamientos. Pero
esta vez no serían diplomáticos.
"Aunque los palestinos superaban a los judíos en número (aproximadamente
1.300.000 frente a 600.000 respectivamente), estos últimos estaban
mejor preparados. Tenían un gobierno semiautónomo, dirigido por David
Ben Gurión, y su milicia, la Haganah, estaba bien entrenada y tenía
experiencia. Los palestinos, por otra parte, nunca se habían recobrado
de la revuelta árabe, y la mayoría de sus dirigentes estaban en el
exilio. El muftí de Jerusalén, su principal portavoz, se negó a aceptar
el plan de la ONU que establecía la división de la zona en dos estados,
uno árabe y otro judío, en noviembre de 1947, mientras que los judíos
lo aceptaron. En la lucha militar posterior, fueron derrotados los
palestinos".
Finalmente, el 14 de mayo de 1948, el mundo asistió a una de las gestas
más impresionantes de la historia: el renacer de Israel. Pero este
logro judío, hizo que cinco ejércitos árabes, acudiendo en apoyo de
los palestinos, atacaran a Israel de forma inmediata. Israel, a pesar
de estar rodeada por territorios en manos de enemigos políticos, derrotó
a los ejércitos árabes, incrementando su territorio. Jordania quedó
con la orilla oeste del río Jordán y la franja de Gaza fue ocupada
por Egipto.
Israel: el nacimiento de una nación envuelta en guerra.
A partir de Mayo 14, 1948, en Israel se inicia por fin un período
en el que los judíos tienen bajo su gobierno una nación propia. Pero
comienza al mismo tiempo una seguidilla interminable e intermitente
de enfrentamientos.
No vamos a contar detalladamente todas las revueltas que allí se sucedieron.
El tema de la Declaración Balfour quisimos tratarlo más detenidamente
por creer que desde allí puede comprenderse mejor la razón de las
luchas eternas entre israelíes y palestinos... A ambos se les había
prometido el mismo territorio. Es lógico que esa tierra genere tanta
controversia, sobre todo si esa tierra es Tierra Santa y, por añadidura,
tiene petróleo en sus entrañas.
Nos limitamos ahora a decir que:
La nacionalización del canal de Suez de julio de 1956, llevada a cabo
por el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser provocó un enfrentamiento
con Francia y Gran Bretaña. Además, al mismo tiempo, cerró la única
salida de Israel al mar Rojo. Esto dio a Israel un motivo para intervenir
e invadir la península del Sinaí, hecho que tuvo lugar el 29 de octubre
de 1956.
Durante los años posteriores al conflicto del Sinaí, la tensión verbal
y militar entre Israel y los países árabes no paró nunca. Se sucedieron
incidentes armados importantes con Egipto, Jordania, Siria y con los
mismos palestinos. Oriente Próximo no tardó muchos años en volver
a vivir en guerra. En el verano de 1967 tuvo lugar la llamada Guerra
de los Seis Días, que se inició el 18 de mayo.
Luego, el septiembre negro. Más tarde La Guerra del Yom Kippur (día
del perdón), el 6 de octubre de 1973.
Evidentemente, Tierra Santa está sesgada por el conflicto.
Los personajes del conflicto actual.
Para empezar a tratar el tema de la última revuelta en Medio Oriente
hay que aclarar una serie de datos que los medios nos tienen acostumbrados
a oír nombrar o a leer en el diario.
A lo largo de todo este capítulo nos encargamos de definir quiénes
son los judíos, cómo se debatió Tierra Santa desde un comienzo en
una serie interminable de enfrentamientos y de nombrar algunas de
las causas por las que judíos y árabes están en pie de guerra desde
mediados del siglo XX.
Pero, en la actualidad, ¿quiénes se enfrentan con Israel? ¿Cuál es
la zona en conflicto por la que pelean? ¿Cómo repercute la guerra
en el coste del crudo a nivel internacional? ¿Cómo juega su rol el
terrorismo y en manos de quién está?
A continuación trataremos de echar luz sobre estas cuestiones.
¿Quiénes son los palestinos?
Son aquellos árabes que habitaban el mandato británico antes de la
declaración de Israel como nación mundialmente reconocida.
Cuando esto sucede, los que quedan sin Estado son ellos, los árabes.
Es entonces cuando comienza una nueva historia para la consolidación
de un Estado Nación.
"El momento en el que el sionismo alcanza su objetivo prioritario
representa un punto de partida para las aspiraciones nacionales de
los árabes palestinos. Si bien ya se había generado un sentimiento
de identidad nacional ante la amenazante perspectiva de extinción
de la Palestina árabe, es a partir de 1948 cuando se impone la necesidad
de identificar metas totalmente nuevas. Paradójicamente, les resultó
más fácil a los judíos dispersos por el mundo definir el objetivo
de su lucha de liberación que a los árabes presentes en la tierra
de los ideales comunes a unos y otros. Tras el nacimiento del Estado
de Israel empieza a desarrollarse una conciencia específicamente palestina
entre quienes, en el pasado, sabían sólo que formaban parte de la
gran familia de las poblaciones hermanas". (Sokolowicz, 1991: 71).
El primer congreso comunitario se encargó de reconocer la pertenencia
del pueblo a Siria. Pero, con todas las idas y vueltas que trajo la
Declaración Balfour, y finalmente la declaración del Estado israelí,
hace que los palestinos pasen a depender de la ayuda política y militar
de los países árabes.
"La monarquía jordana se anexó las zonas que al oeste del río quedaron
en poder de su ejército, incluida la parte antigua de Jerusalén. Bajo
el dominio jordano y bajo el egipcio, en la franja de Gaza, las grandes
familias pierden el papel preponderante que habían desempeñado durante
decenios. Surgen a nivel local promotores de acciones antiisraelíes,
ligados generalmente a los respectivos ocupantes. Ante el rigor de
los métodos de ocupación, se abre camino entre los palestinos la conciencia
de estar viviendo un drama que es sólo de ellos, diferente de cómo
pueden sentirlo los países hermanos..." (Sokolowicz, 1991: 74).
A estos hechos le sigue el sueño del panaribismo, que proclamó el
Movimiento de Nacionalistas Árabes como un intento de llegar a la
liberación política y la justicia social. En medio de este espíritu
de unión árabe, el líder egipcio Gamal Abdel Nasser acondiciona escuadrones
conocidos como fedayns, que se encargarían de realizar incursiones
armadas en Israel.
"Los árabes que huyeron de Palestina al crearse el estado de Israel
han dado lugar a grupos guerrilleros en constante actividad. En 1970
y 1977, Israel invadió el sur de el Líbano, en operación de castigo
contra las bases de guerrilleros palestinos. Ya en 1968 Beirut había
sido atacada por el mismo motivo. El Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas condenó a Israel, que respondió afirmando que antes de que
acabase el año establecería unos doscientos mil inmigrantes judíos
más.
La cuestión de Oriente Medio parece alargarse en el tiempo sin solución
próxima".
Sin embargo, los sentimientos puramente palestinos se ven representados
por grupos que nacerán recién en la segunda mitad de la década del
'50.
El más importante de esos grupos será Al Fatah, liderado por Yasser
(o Yasir) Arafat.
Yasser Arafat y la OLP
La periodista italiana, Oriana Fallaci, en su famoso libro Entrevista
con la historia hace una descripción de uno de los personajes más
representativos de la lucha por la liberación de Palestina. Con sus
líneas nos quedamos para conocer un poco a este famoso líder árabe.
"El hombre más célebre de la resistencia palestina es también el más
misterioso; la cortina de silencio que rodea su vida es tan tupida
que uno se pregunta si no constituye una astucia para incrementar
su publicidad, una coquetería para hacerlo más valioso. Conseguir
una entrevista con él es dificilísimo. Con el pretexto de que está
siempre de viaje a El Cairo o a Rabat, al Líbano o Arabia Saudí, a
Moscú o a Damasco, te la hacen desear durante días, durante semanas,
y si al final te la conceden es con el aire de regalarte un privilegio
especial o una exclusiva de la que no eres digno. En el intermedio
buscas, como es natural, recoger noticias sobre su carácter, su pasado.
Pero te dirijas a quien te dirijas, no encuentras más que un embarazoso
mutismo sólo justificado, en parte, por el hecho de que Al Fatah mantiene
sobre sus jefes el más absoluto secreto y no proporciona jamás su
biografía. Confidencias secretas te susurrarán que no es comunista,
ni lo será, ni aunque lo adoctrinase Mao Tsé-tung en persona. Se trata
de un militar, repiten, de un patriota, no de un ideólogo. Difusas
informaciones te confirmarán que nació en Jerusalén hace treinta,
o tal vez cuarenta, o acaso cincuenta años, que su familia era noble
y que tuvo una juventud agitada; su padre poseía antiguas riquezas
que las confiscaciones no habían dañado excesivamente. Estas confiscaciones,
acontecidas a lo largo de siglo y medio, fueron impuestas por los
egipcios a ciertos latifundios y determinados inmuebles del centro
de El Cairo. ¿Y luego? Veamos: luego, en 1947, Yasser había combatido
contra los hebreos que daban vida a Israel y se había matriculado
en la universidad de El Cairo para estudiar ingeniería. Por aquellos
años había fundado la Asociación de estudiantes palestinos, la misma
de la que saldría el núcleo de Al Fatah. Obtenida la licenciatura,
fue a trabajar a Kuwait donde fundó un periódico que incitaba a la
lucha nacionalista y entró a formar parte de un grupo que se llamaba
"Hermanos Musulmanes". En 1955 volvió a Egipto para asistir a un curso
de oficiales y especializarse en explosivos. En 1965 contribuyó de
modo especial al nacimiento de Al Fatah asumiendo el nombre de Abu
Ammar, o sea "el que construye", "padre constructor". En 1967 fue
elegido presidente de la OLP, Organización para la Liberación de Palestina..."
(Fallaci, 1986: 136).
La pintoresca información que nos da Oriana puede completarse con
el artículo que a él le dedica la enciclopedia Microsoft Encarta '99.
"Arafat, Yasir (1929- ), político y militar palestino, máximo dirigente
de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), desde 1989
primer presidente, si bien en el exilio, del autoproclamado Estado
independiente de Palestina y, a partir de 1994, presidente de la Autoridad
Nacional Palestina, entidad reconocida por el propio Estado de Israel.
Combatiente palestino
Nacido en Jerusalén, creció en El Cairo y en su ciudad natal, la cual
abandonó tras el establecimiento del Estado de Israel en 1948, para
pasar a luchar en las fuerzas palestinas del muftí de Jerusalén en
la primera Guerra Árabe-israelí (denominada por los israelíes guerra
de la Independencia). En 1956, se graduó en la Facultad de Ingeniería
de la Universidad de El Cairo, donde fue entrenado como fedayín ('comando').
En ese mismo año, sirvió en el Ejército egipcio durante la campaña
de Suez (la segunda Guerra Árabe-israelí). Tres años más tarde, fundó
el grupo guerrillero al Fatah. Durante los siguientes años, mientras
trabajaba en una empresa de construcción en Kuwait, organizó las actividades
de los fedayines dentro del territorio israelí. Después de que, en
1964, al Fatah se integrara en la OLP, Arafat se convirtió en presidente
de esta última (1968), cambiando su enfoque panárabe por las aspiraciones
nacionales palestinas tras su expulsión de Jordania en 1970. Después
de que la Liga Árabe reconociera a la OLP como representante exclusivo
de los árabes palestinos en 1974, Arafat trabajó para obtener el reconocimiento
internacional de la organización, convirtiéndose en ese año en el
primer representante de un organismo no gubernamental (la OLP) en
asistir a una sesión plenaria de la Asamblea General de Naciones Unidas.
También realizó grandes esfuerzos para desprenderse de su imagen terrorista
y sustituirla por la de un estadista moderno. En 1988, proclamó en
Argel (donde se instaló la OLP tras su expulsión del Líbano en 1982)
el Estado palestino independiente, y reconoció al Estado de Israel,
cumpliendo de este modo una condición fundamental impuesta por Estados
Unidos para el reconocimiento de la OLP. Al año siguiente, el Consejo
Nacional Palestino le nombró presidente del autoproclamado Estado
independiente de Palestina. Desde entonces, residió alternativamente
en Túnez y Bagdad. Su apoyo a Irak durante la guerra del Golfo Pérsico
(1991) socavó su posición internacional, especialmente respecto de
la mayoría de los gobiernos árabes de la zona.
Presidente de la Autoridad Nacional Palestina
Sin embargo, después de negociaciones secretas, Arafat y el primer
ministro israelí, el laborista Isaac Rabin, acordaron la firma de
un acuerdo de paz en Washington, el 13 de septiembre de 1993, que
exigía a Israel y a la OLP el reconocimiento mutuo y el comienzo del
autogobierno palestino en la franja de Gaza y en la ciudad cisjordana
de Jericó. Las fuerzas israelíes por fin se retiraron de estas zonas
en mayo de 1994, y Arafat fue recibido por una gran multitud en julio,
cuando regresó como presidente de la Autoridad Nacional Palestina
(el órgano ejecutivo para la gobernación de los territorios autónomos
palestinos que habían sido ocupados por Israel en 1967: Gaza, Cisjordania
y Jerusalén Este). Sin embargo, la radicalización de grupos terroristas
palestinos, como Hamas, y el rechazo civil a la cooperación policial
con Israel, siguieron perturbando su gobierno. Pero, en enero de 1996,
después de su triunfo en las elecciones legislativas, fue elegido
presidente, ahora con el reconocimiento expreso de Israel y de la
comunidad internacional, de la Autoridad Nacional Palestina. En 1994,
obtuvo, junto con los políticos israelíes Simón Peres e Isaac Rabin,
el Premio Nobel de la Paz.
En abril de 1996, Yasir Arafat logró que el Parlamento palestino en
el exilio (Consejo Nacional Palestino) reformara la Constitución en
el sentido de no reconocer como necesaria la lucha contra Israel.
En septiembre de ese mismo año, la construcción de un túnel bajo la
ciudad vieja de Jerusalén a cargo del nuevo primer ministro israelí,
Benjamín Netanyahu, del partido derechista Likud, estuvo a punto de
llevar a la resurrección de la intifada palestina en Gaza, Cisjordania
y en la propia Jerusalén, con el resultado de decenas de muertos por
ambas partes. En enero de 1997, inició conversaciones con Netanyahu
que culminaron en un acuerdo para la retirada israelí de la ciudad
de Hebrón. En cuanto a la política exterior, Arafat firmó, el 24 de
febrero de ese año, con la Unión Europea (UE) su primer acuerdo de
envergadura internacional desde la creación de la Autoridad Nacional,
y el 3 de marzo logró que el propio presidente estadounidense, Bill
Clinton, condenara la construcción de nuevas viviendas judías en Jerusalén,
hecho que había supuesto el inicio de lo que se dio en llamar la 'segunda
intifada'. Tras la crisis entre la Autoridad Nacional de Palestina
y el gobierno de Netanyahu, éste y Arafat se comprometieron, el 9
de octubre de 1997, a reiniciar las conversaciones de paz, después
de ocho meses de silencio.
Como acabamos de ver, conocer la biografía de Arafat es adentrarse
en la historia misma de los últimos cincuenta años en Tierra Santa.
Por eso es que le dedicamos tanto espacio dentro de nuestro trabajo.
Vimos cómo participó tanto de la lucha armada y terrorista contra
Israel en defensa de los intereses palestinos así como también participó
y participa en encuentros para la consolidación del Estado Palestino
en misiones de paz.
Dado que varios datos que se nombrarán en los textos periodísticos
que analizaremos están explicados dentro de la biografía del Líder
de la OLP, no nos detendremos más en ampliar la información. Sólo
agregamos unos datos que definen con un poco más de claridad a los
palestinos, ese pueblo sin territorio que hoy se encuentra en situación
similar a la que atravesaban a principios del siglo pasado sus hermanos
y contrincantes judíos.
"Los palestinos, a partir de su diáspora, han vivido un proceso similar
al del pueblo judío. Sintiéndose sin patria, perseguidos por plantear
"incomodidades", se han encerrado en sí mismos con solidaridad. Han
aprendido a valorizar el tiempo y el dinero. Algunos se han enriquecido.
Otros han estudiado. Se han transformado en los más capacitados del
Medio Oriente, con un nivel de instrucción cercano al de Israel y
muy por encima del promedio árabe. Las funciones técnicas y gerenciales
las ocupan ellos por ser los más eficientes. Lo mismo ocurre con las
fuerzas armadas de distintos países del Golfo, donde son los oficiales
e instructores más capacitados.
Las estadísticas sobre su cantidad son dispares y obligan a promediarlas
según las fuentes. El total de palestinos en el mundo alcanzaría a
cerca de cinco millones. De éstos cada día hay menos en Israel (590.000,
y 900.000 en Cisjordania).
El Estado con más palestinos es Jordania. Su vecindad ha llevado allí
a los refugiados de distintas épocas, que ya alcanzan a 1.500.000.
es la colectividad más importante del país en todo sentido, pues está
en las dirigencias y hasta poseen sus propios cuerpos integrados en
las fuerzas armadas del reino. La intelectualidad también cuenta con
ellos en primeros planos y en particular el periodismo". (Lepot, 1991:
158, 159).
Como se verá, la población palestina, donde quiera que ella se asiente
hasta la proclamación del Estado palestino en territorio real, es
digna de respeto. Están altamente capacitados y capacitan, sobre todo
en un tema que mueve a prestarles atención: capacitan militarmente.
Y recordemos que los fundadores de la Organización para la Liberación
de Palestina (OLP), fueron, en su origen, participantes de agrupaciones
de corte terrorista. Uno de ellos, justamente, es Yasser Arafat.
Pero otro aspecto por el que los palestinos merecen la atención mundial
(además del derecho a poseer un Estado, como los judíos), es que la
población se reparte de manera muy interesante para el panorama político
de Oriente Medio y del mundo, a lo largo de toda la Península Arábiga.
Françoise Lepot, en su libro En El Golfo..., da los datos que por
la época de la Guerra del Golfo Pérsico se manejaban respecto a los
palestinos en la zona de conflicto. Pero, además, deja claro cómo,
a pesar de no poseer un territorio propio, los palestinos se ubican
en puestos de poder desde los que pueden ejercer presión política...
Exactamente la misma estrategia de los sionistas antes de la proclamación
del Estado de Israel.
"En el Líbano habían 490.000 y una parte se trasladó con el cuartel
general de Yasser Arafat a Túnez. A continuación figura Kuwait con
300.000 y nada hace pensar que hayan salido después de la ocupación.
Es probable que muchos de ellos se sumaran a las fuerzas de Saddam
Hussein como combatientes o, por lo menos, continuando en las tareas
técnicas civiles en funciones gerenciales.
Siria tiene otros 230.000 y Arabia Saudita 140.000 (militares en especial
y técnicos). Los Emiratos Arabes Unidos poseen 37.000, Egipto 35.000.
Qatar ha recibido 25.000 y la misma Libia, en su mayoría para las
fuerzas armadas.
Curiosamente, en Iraq hay muy pocos. Sólo 20.000, mientras que en
los Estados Unidos pasan los 100.000. el resto se ha dispersado en
otros países cercanos y lejanos.
¿Qué papel pueden jugar en esta poscrisis los palestinos? Es una incógnita,
en particular los que tienen funciones de mando en fuerzas armadas
que enfrentaron a Irak. En Jordania, por ejemplo, ya no es un secreto
que controlan el país y lo empujan, con el apoyo masivo de la población,
a tomar posiciones más contundentes. Una nueva complicación en el
ya convulso Cercano Oriente". (Lepot, 1991: 159).
Posicionados de esta manera, los palestinos influyen en los países
poseedores de las más importantes reservas de petróleo... Y esto muchas
veces hace que el precio del crudo trepe, provocando caos económico
en el mundo y, especialmente, en Estados Unidos.
La zona en disputa hoy.
Para comprender los sucesos acaecidos durante el período elegido para
analizar los textos periodísticos gráficos de las secciones de exteriores
de los diarios Clarín y La Nación, antes de describir esos hechos
debemos conocer a dos personajes muy relevantes en la zona de conflicto
e internacionalmente. Los presentaremos siguiendo el criterio cronológico,
respetando sus fechas de nacimiento, aunque se verá que esto es inverso
al orden temporal en el que ambos alcanzan la primer magistratura
de Israel.
Ariel Sharon: "El Halcón" israelí.
Ariel Sharon, nacido en Kfar Malal en 1928, se unió a las filas de
la Haganá a la edad de 14 años, en 1942.
Aclaramos que Haganá es el nombre que recibe la organización militar
para la defensa judía de más relevancia dentro de Israel.
Durante la Guerra de la Independencia dirigió una compañía de infantería
en la Brigada Alexandroni. En 1953 creó y condujo la unidad de comando
especial, llamada comando "101", que se ocupó de llevar a cabo una
serie de operaciones de represalias. Más tarde, en 1956, Sharon fue
nombrado comandante del Cuerpo de Paracaidistas y con ese cargo combatió
en la Campaña del Sinaí. En 1957 asistió al Camberley Staff College
en Gran Bretaña.
Entre los años 1958 y 1962 Sharon sirvió como comandante de Brigada
de Infantería y como Comandante de la Escuela de Infantería.
Ariel Sharon asistió a la Escuela de Derecho de la Universidad de
Tel Aviv.
En 1964 fue designado Jefe de Personal del Comando Norte y, en 1966,
obtuvo el nombramiento de Jefe del Departamento de Entrenamiento del
Ejército. También participó en la Guerra de los Seis Días como comandante
de una división blindada y en 1969 fue nombrado Jefe de Personal del
Comando Sur.
En junio de 1972 Sharon se retiró del ejército, pero en 1973 fue llamado
a servicio militar activo en la Guerra de Yom Kipur (Día del Perdón)
para estar al frente de una división blindada y cruzar el Canal de
Suez.
Durante diciembre de 1973 fue elegido como miembro de la Knéset, pero
renunció un año después para servir como asesor de seguridad del entonces
primer ministro Yitzhak Rabin, en el año 1975.
(El término Knéset se refiere al parlamento unicameral, al cuerpo
legislativo de Israel, que tomó su nombre de la Knéset Haguedolá (Gran
Asamblea), que fue el consejo representativo judío, integrado por
ciento veinte (120) miembros, que fue convocado por Esdrás y Nehemías
en el siglo V a. C. Actualmente este parlamento sigue siendo conformado
por ciento veinte miembros.)
Ariel Sharon fue reelegido en 1977 para integrar la Knéset, bajo la
lista de Shlomtzion. Cuando fue designado ministro de Agricultura
por el primer gobierno de Menahem Beguin, fomentó la cooperación agrícola
con Egipto.
Entre 1981 y 1983 Sharon sirvió como ministro de Defensa, cargo en
el que se desempeñó durante la Guerra del Líbano, y desde el que pudo
que desmembrar las infraestructuras terroristas de la O.L.P. en ese
país.
Como parte de su política internacional desempeñó un papel destacado
al reanudar las relaciones diplomáticas con las naciones africanas
que habían roto sus lazos con Israel durante la Guerra de Yom Kipur.
Y en noviembre de 1981 consiguió el primer acuerdo de cooperación
estratégica con los E.E.U.U., ampliando relaciones de seguridad entre
Israel y varias naciones. Sharon también estuvo al frente de la campaña
que trajo a Israel miles de judíos etíopes a través de Sudán.
Entre los años 1984 a 1990 sirvió como ministro de Industria y Comercio,
período durante el que pudo lograr la firma del Tratado de Libre Comercio
con Estados Unidos, en 1985.
En los años siguientes, entre 1990 a 1992, se desempeñó como ministro
de Construcción y Vivienda. Posteriormente a la caída de la Unión
Soviética y junto con las olas inmigratorias provenientes de Rusia,
inició y llevó a cabo un programa de absorción de inmigrantes, en
Israel, incluyendo la construcción de 144.000 apartamentos.
Integró la Comisión de Asuntos Extranjeros y de Defensa de la Knéset
entre los años 1992 a 1996.
En julio de 1996 Sharon fue nombrado ministro de Infraestructuras
Nacionales, cargo desde el que fomentó iniciativas conjuntas con Jordania,
Egipto y los palestinos. También fue Presidente de la Comisión Ministerial
para el Progreso de las Condiciones de los Beduinos.
Fue designado ministro de Relaciones Exteriores en octubre de 1998,
y el encargado de conducir negociaciones hacia un acuerdo final con
la Autoridad Palestina. Sharon acompañó al primer ministro Netanyahu
a Wye River Plantation, donde actuó como jefe de la negociación.
Como ministro de Relaciones Exteriores Ariel Sharon mantuvo contactos
con líderes americanos, europeos, palestinos y árabes para lograr
avances en el proceso de paz. En ésta labor se dedicó principalmente
a la creación y fomento de proyectos tales como el "Flagship Water
Project", creado por la Comunidad Internacional con el fin de lograr
una solución a largo plazo para la crisis de agua de la región y una
base de relaciones pacíficas entre Israel, Jordania, los palestinos
y otros países de Medio Oriente.
Después de la elección de Ehud Barak como primer ministro, en mayo
de 1999, Sharon fue elegido líder interino del partido Likud, para
ocupar posteriormente el cargo de Jefe del Partido, en setiembre de
1999.
La visita que realizó a la Explanada de las Mezquitas, el 28 septiembre
de 2000, desencadenó una serie de hechos de sangre entre palestinos
e israelíes, dado la susceptibilidad de los primeros por la nueva
postergación que había sufrido la proclamación del Estado palestino,
que se había fijado en los encuentros de Camp David para el 13 de
ese mes.
Ariel Sharon, este hombre apodado "El Halcón", viudo y padre de dos
hijos, tiene una formación académica en Leyes y Estudios de Medio
Oriente, títulos que obtuvo en la Universidad Hebrea de Jerusalén,
en 1962. También publicó numerosos artículos en periódicos locales
y extranjeros y un libro... Y es el político más aborrecido y repudiado
por los palestinos, dado que fue responsable de las masacres de refugiados
en los campos de Sabra y Shatila, de El Líbano. Fue en septiembre
de 1982 cuando falangistas libaneses, aliados de "El Halcón" Sharon,
dieron muerte a miles de personas (entre mil 500 y 2 mil 500) en los
nombrados campos, que estaban rodeados por tanques israelíes.
Fue el 8 de febrero de 1983 cuando la Comisión Investigadora israelí
de esas masacres dictó un veredicto en el que se reconoció la responsabilidad
de Ariel Sharon. Por ello fue destituido del cargo de secretario de
Defensa del gobierno de Menahem Begin.
Sharon, de 69 años, firmemente decidido a impedir la firma de un acuerdo
de paz con los palestinos, a convertirse en premier israelí y contando
con el respeto de un importante número de compatriotas, fue elegido
Primer Ministro de Israel el 6 de febrero de 2001.
Ehud Barak: Primer Ministro Israelí (1999- 2001).
Ehud Barak, nacido en 1942 en el Kibutz Mishmar Hasharón, se enroló
en las Fuerzas de Defensa de Israel en 1959, donde sirvió como soldado
y comandante de una unidad de élite y en varias otras posiciones de
comando, como Comandante de Brigada de Tanques y Comandante de División
Blindada, así como posiciones en el Estado Mayor General, entre ellas
Director del Servicio de Inteligencia.
En 1967, durante la Guerra de los Seis Días, Barak fue comandante
de un grupo de reconocimiento, y en la Guerra de Yom Kipur, ocurrida
en 1973, se desempeñó como comandante de un batallón de tanques en
el frente sur en la península del Sinaí.
Fue nombrado jefe de la División de Planeación de las Fuerzas de Defensa
Israelíes (FDI) y elevado al grado de Mayor General en enero de 1982.
Durante la operación "Paz para la Galilea", en el mismo año, Barak
sirvió como vice comandante de las fuerzas israelíes en El Líbano.
En abril de 1983, el Mayor General Barak fue nombrado jefe de la División
de Inteligencia en el Cuartel General de las FDI. Y en enero de 1986
obtuvo el cargo de comandante del Comando Central de las FDI.
Más tarde, en mayo de 1987, asumió como vice jefe de Estado Mayor.
En abril de 1991, fue destacado como el decimocuarto jefe de Estado
Mayor General y elevado al grado de Teniente General, el más alto
del ejército israelí.
Luego de la firma, en mayo de 1994, del Acuerdo Gaza-Jericó con los
palestinos, el Teniente General Barak supervisó el redespliegue de
las FDI (Fuerzas de Defensa Israelíes) en la Franja de Gaza y Jericó.
Desempeñó un papel central en la conclusión del acuerdo de paz con
Jordania, firmado en 1994, y se reunió con su contraparte siria en
el marco de las negociaciones sirio-israelíes.
El General Barak fue galardonado con la Medalla de Servicio Distinguido,
así como otras cuatro menciones por su valor y excelencia operacional.
Barak obtuvo un grado de Bachiller en Ciencias en física y matemática
de la Universidad Hebrea de Jerusalén (1976) y el segundo grado en
Sistemas de Ingeniería Económica en la Universidad de Stanford, California
(1978).
Alcanzó el nombramiento de Ministro del Interior en julio de 1995,
y sirvió como Ministro de Relaciones Exteriores desde noviembre de
1995 hasta junio del siguiente año.
Desde 1996 hasta 1999 fue presidente del Partido Laborista y miembro
de la Knéset (el parlamento israelí).
Finalmente, Ehud Barak alcanza la cumbre de su carrera política cuando,
el 17 de mayo de 1999, fue electo Primer Ministro de Israel. Presentó
su gobierno a la Knéset el 6 de julio siguiente y ocupó la primera
magistratura ejerciendo también el cargo de Ministro de Defensa, hasta
el 7 de marzo de 2001. Fecha en la que asume Ariel Sharon.
El inicio del altercado en Tierra Santa.
Cuando parecía que la paz estaba por lograrse en una zona que vive
en guerra desde 1948, sucede lo que nadie esperaba: una nueva "intifada"
(guerra de piedras) nada menos que en el lugar donde confluyen sitios
sagrados para las tres religiones monoteístas más importantes del
mundo.
Jerusalén, ciudad sagrada por albergar al Muro de los Lamentos, visitado
por los judíos del mundo entero, resto histórico del Templo de Salomón;
Jerusalén, ciudad en la que se encuentra el Santo Sepulcro, sitio
de peregrinaje para los cristianos de todo el planeta; Jerusalén,
ciudad en la que se ubica la Explanada de las Mezquitas, lugar santo
de los musulmanes todos... Jerusalén vuelve a ser escenario de guerra.
En julio de 2000, entre los días 11 y 24, se celebró una cumbre en
Camp David (EE.UU.), auspiciada por el Presidente de los Estados Unidos,
Bill Clinton, en un esfuerzo destinado a llegar a un acuerdo sobre
el estatuto permanente.
A pesar de que las negociaciones no fueron fáciles, las partes representadas
por el premier israelí Ehud Barak y el presidente de la Autoridad
Nacional Palestina, Yasser Arafat se han puesto de acuerdo en que
los siguientes principios guíen sus negociaciones:
1) El objetivo de las negociaciones es poner fin a décadas de conflicto
y lograr una paz justa y duradera. 2) Las dos partes se comprometen
a continuar sus esfuerzos por concluir lo antes posible un acuerdo
sobre todos los asuntos relacionados con el estatuto permanente.
3) Las dos partes convienen que las negociaciones basadas sobre las
Resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU son el único
medio de llegar a tal acuerdo y se comprometen a crear un ambiente
propicio para dichas negociaciones, libre de toda presión, intimidación
o amenaza de violencia.
4) Las dos partes comprenden la importancia de evitar acciones unilaterales
susceptibles de comprometer el resultado de las negociaciones y que
sus divergencias serán resueltas únicamente por medio de negociaciones
llevadas a cabo de buena fe.
5) Las dos partes están de acuerdo en que Estados Unidos continúe
siendo un interlocutor esencial en la búsqueda de la paz, y continuarán
consultando de forma estrecha al Presidente Bill Clinton y a la Secretaria
[de Estado Madeleine] Albright.
Lamentablemente el acuerdo no llegó a concretarse, porque la cumbre
tripartita de Camp David finalizó sin que palestinos e israelíes llegaran
a ningún tipo de arreglo.
Poco antes de agotar el plazo marcado por el presidente Clinton, la
Casa Blanca tuvo que anunciar el fin de unas conversaciones de paz
hipotecadas por la intransigencia del gobierno de Israel, demasiado
cercano a los postulados de la extrema derecha judía.
Hassan Abdel Rahman, representante de la Organización para la Liberación
de Palestina (OLP) en Washington, declaró que los israelíes pretendieron
imponer su criterio en lo relativo a los asentamientos en los territorios
ocupados y en ningún momento se mostraron dispuestos a aceptar la
soberanía palestina en el este de Jerusalén.
Fue ante esta discrepancia que Yasser Arafat, alegando que según el
calendario del acuerdo firmado en Oslo (Noruega), en 1993 (por él
mismo y el entonces presidente israelí, Simón Peres) en 1999 debería
haberse creado el Estado palestino, amenazó con declararlo el 13 de
septiembre de 2000.
A estas declaraciones, el presidente de Israel, Ehud Barak, respondió
que si eso ocurriera unilateralmente su país adoptaría medidas de
fuerza, como bloqueos y ocupaciones de tierra.
Desde la perspectiva de EEUU e Israel, la mejor salida para la negociación
sería:
· Creación de un Estado palestino que controle entre el 50% el 90%
de Gaza y Cisjordania, con atribuciones interiores pero sin ejército;
· Jerusalén bajo control de Israel, incluyendo las zonas árabes.
· Se amplían los límites de Jerusalén para que la ANP instale en ellos
su capital;
· Los refugiados no vuelven. Israel no reconoce ninguna responsabilidad
sobre ellos, pero Tel Aviv y Washington canalizarían fondos para miles
de familias, facilitarían la reunificación y entregarían millones
de dólares a los Estados que los acogen y a la comunidad internacional
(quizá la ONU) para que gestionen su integración local.
Como es de imaginarse, los palestinos no estuvieron para nada de acuerdo
con la propuesta de que Jerusalén quedara bajo dominación judía, ni
con que los refugiados no pudieran ingresar al nuevo Estado. A continuación
citamos un párrafo publicado en webislam.com, sitio de origen árabe
en Internet.
"El escritor y académico palestino Edward Said ridiculizaba hace pocas
fechas al plan Clinton por recompensar a Israel con "la anexión de
las mejoras tierras de Cisjordania y de la mayoría de Jerusalén Este",
además de llenar los territorios palestinos con estaciones de alerta
temprana, garantizar el control israelí de las fronteras palestinas,
de los recursos acuíferos y de todas las carreteras, y de asegurar
que los millones de refugiados palestinos nunca podrán regresar a
sus hogares.
A cambio de todo esto a los palestinos se les ofrece una franja de
terreno que los israelíes cederían en el área del desierto del Néguev
y que ha sido utilizada por aquellos como un depósito de residuos
tóxicos.
Sin embargo, estas propuestas han parecido demasiado a la derecha
del establishment sionista. En concreto, el Likud ha rechazado la
posibilidad de que la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén pueda
ser devuelta a los palestinos. Los sionistas, especialmente los fundamentalistas
judíos, denominan a este lugar como el Monte del Templo, y lo han
convertido en el epicentro del nacionalismo judío".
Tal el clima en Medio Oriente, no es de extrañar que el más mínimo
acto de provocación de cualquiera de las dos partes enfrentadas desencadenará,
una vez más, una escalada de violencia.
La tensión entre palestinos e israelíes, siempre muy fuerte, se agudizó
desde el lunes 25 de septiembre, día en que Ariel Sharon, líder ultranacionalista
del partido derechista Likud, anunció que visitaría el Monte del Templo,
la Explanada de las Mezquitas para los árabes, con el fin de reiterar
allí su voluntad de mantener la soberanía israelí sobre el lugar.
Al día siguiente, Adan Huseini, director del Waqf, fundación religiosa
musulmana que administra la Explanada de las Mezquitas, calificó como
una provocación la visita. El miércoles 27, el Consejo Legislativo
palestino advirtió al gobierno de Israel que la visita podría tener
"graves consecuencias" y le pidió hacer lo imposible para evitarla.
Pero esto fue en vano.
El jueves 28, a partir de las 3 de la mañana, fuerzas policíacas israelíes
prohibieron el acceso a la Explanada y se desplegaron por sus alrededores.
Tiradores de élite se instalaron en los techos del vecindario.
Fue hacia las 10 de la mañana cuando Sharon llegó acompañado por varios
diputados del Likud, rodeado por decenas de guardaespaldas, varios
centenares de soldados y decenas de reporteros, irrumpiendo en la
Explanada desierta.
Los viernes son día de oración para los musulmanes. Suelen acudir
masivamente a la mezquita Al Aqsa, que se encuentra en la Explanada.
Por esta razón el viernes 29 el lugar estaba lleno y custodiado por
un enorme despliegue de policías y tiradores de élite.
Lo que se temía que ocurriera pasó.
Como forma de vengarse de la visita de Sharon, jóvenes musulmanes
lanzaron piedras contra los fieles judíos que rezaban en el Muro de
los Lamentos, ubicado abajo de la mezquita.
En respuesta, la policía israelí comenzó a disparar contra la multitud,
con balas de hule (balas metálicas cubiertas con una capa de plástico),
balas reales y gases lacrimógenos.
El pánico se expandió. El resultado de este hecho fue el saldo de
siete muertos palestinos y 220 heridos: 44 policías israelíes, y los
demás palestinos...
En escasas horas la violencia se propagó a Jerusalén Oriental, Gaza,
Cisjordania y a Galilea, donde viven numerosos árabes-israelíes.
Capítulo V.
Conflicto en Medio Oriente: El tratamiento periodístico de Clarín
y La Nación.
Para que un medio considere que el hecho es digno de ser noticia lo
primero que debe este hacer es romper con la rutina de alguna manera.
Para Miguel Rodrigo Alsina, el hecho noticia debe producir una "variación
en el sistema" dentro del que se produce. Es decir: noticia es aquello
que no ocurre cotidianamente.
Claro que por no ocurrir cotidianamente no siempre el hecho noticia
es inesperado. Por ejemplo: un evento cultural, que fue debidamente
planificado por sus organizadores, seguramente es conocido por el
medio mucho antes de que este tenga lugar en el tiempo... Saben que
se va a producir porque los productores se habrán ocupado de hacérselos
saber.
Si de lo que nos vamos a ocupar de analizar es el tratamiento periodístico
que le brindaron los diarios Clarín y La Nación al tema del conflicto
en Oriente Medio, vamos primero a decir una serie de cosas.
¿Qué hace que un tema ocupe espacio dentro las páginas de un diario?
Bueno, pues son los valores de noticiabilidad que dicho tema tenga.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de valores de noticiabilidad
o valores noticias? A todas aquellas circunstancias particulares que
hacen al hecho que será considerado noticia por el medio que lo va
a difundir. U otro ejemplo podría representarlo el hecho de la visita
al país de un mandatario extranjero. Dicha visita estará debidamente
agendada por el gobierno en ejercicio y, por lo tanto, es casi seguro
que los medios estén preavisados de la misma (salvo que sea una visita
secreta).
Sin embargo, los hechos noticias que más ruido suelen causar dentro
del ámbito de los medios son aquellos que surgen de manera inesperada.
"... la aventura periodística puede ser comprendida desde la caología.
La caología es una nueva disciplina científica que estudia el desorden.
Que se constituye como reflejo de ese desorden como un collage y lo
interpreta de manera creativa. Los caólogos creen que es en ese desorden
donde puede brotar el cambio cualitativo.
El periodismo es entonces una actividad vertiginosa y de riesgo que
muestra el desorden, que vive de lo que rompe con las regularidades:
la noticia". (Wiñazki, 1995: 32).
La noticia altera o varía el sistema, "desordenándolo" de alguna manera.
Esto es lo que en teoría del periodismo se conoce con el nombre de
"acontecimiento".
Para que un acontecimiento sea tal y no pierda su carácter de "acontecimiento"
no puede prolongarse demasiado en el tiempo, porque, de lo contrario,
se convertiría en un hecho rutinario y perdería su carácter de noticia
periodística. Porque...
"...La rapidez del acontecimiento significa que el mismo debe aparecer
y variar rápidamente. El acontecimiento tiene su índice de caducidad,
porque la variación, con el paso del tiempo, se trasforma en "lo normal".
Podríamos hablar de una transformación del acontecimiento en norma
consuetudinaria. El grado de obsolescencia o caducidad de un acontecimiento
variará según su importancia, espectacularidad, etc. No todos los
acontecimientos tiene el mismo grado de obsolescencia; en ciertas
ocasiones, un hecho mantiene su categoría de acontecimiento a raíz
de las nuevas variaciones que se vayan introduciendo sobre el acontecimiento
primigenio". (Rodrigo Alsina, 1993: 99).
Es claro que los diarios nos mantienen informados sobre temas que
se extienden en el tiempo y en la aparición dentro de sus páginas
durante semanas enteras. Y esto se debe a que, como acabamos de leer,
puede que el acontecimiento surja como novedoso, pero que luego sigan
sucediéndose circunstancias que lo metamorfoseen de manera tal que
lo perpetúen en los tiempos de los medios.
Ahora bien, esas circunstancias que vienen a metamorfosear el acontecimiento
primero cumplen la misma función de variación del sistema que nombrábamos
más arriba. Pero para que un hecho alcance la categoría de acontecimiento,
la variación que produzca dentro del sistema debe cumplir ciertos
requisitos.
"Esta variación del sistema para obtener la categoría de acontecimiento
debe ser espectacular. La espectacularidad es otra de las características
de la variación. Un acontecimiento es algo extraordinario, es decir,
un hecho que va más allá de lo ordinario, de la normalidad. Una variación
supone una ruptura de la normalidad y cuanto mayor sea esta ruptura
más espectacular será el acontecimiento". (Rodrigo Alsina, 1993: 99).
También debemos aclarar aquí algo con relación a lo "espectacular"
del acontecimiento. En capítulos anteriores hablamos sobre la noción
de espectáculo: "espectáculo es aquello que se da en una relación
espectacular, entre un objeto o ser que se ofrece a la vista y un
sujeto observante".
Dijimos también que lo "espectacular" en periodismo puede darse en
el tratamiento que sobre el hecho noticia se haga, asemejándolo a
un espectáculo tradicional, cinematográfico o televisivo.
Puede que un medio decida darle mayor espacio o tiempo en los medios
a un acontecimiento que en realidad no tenga tanta importancia como
otro hecho que no aparece en ellos, o que aparece en un espacio /
tiempo mucho menor. De esta manera, el hecho que más presencia tenga
en los medios tendrá también más peso en la opinión pública que aquél
que se le presenta de modo menos "espectacular". Y aquí estamos hablando
otra vez de desinformación y técnicas de manipulación de la información.
"Decía que el acontecimiento debe ser extraordinario, pero aquí se
plantea si lo extraordinario hace el acontecimiento o si el acontecimiento
hace lo extraordinario. Es decir, la disyuntiva es si la realidad
extraordinaria pasa a ser acontecimiento o si lo que se da es un hecho
presentado de forma extraordinaria como acontecimiento". (Rodrigo
Alsina, 1993: 101).
"Presentar de forma extraordinaria" puede ser perfectamente entendido
como la profusa cobertura de un tema, dándole al lector una larga
serie de datos sobre el mismo pero sin informar sobre las causas más
profundas del hecho que tantas páginas o minutos ocupa dentro de un
medio de comunicación... Una manera de "espectacularizar" la realidad.
"Si bien hablamos de espectacularidad al tratar la variación del sistema,
debemos recogerla de nuevo aquí por lo que hace referencia al tratamiento
espectacular de la variación. Es decir, cuando la espectacularidad
no está en el hecho en sí, sino en la publicidad que se le da al mismo".
(Rodrigo Alsina, 1993: 102).
El "problema palestino" como acontecimiento mediático.
Conflicto en Medio Oriente es un tema que, como vimos en el capítulo
anterior, goza o padece de la particularidad de perpetuarse en el
tiempo. Primero fue la lucha de los judíos por lograr la proclamación
de su Estado... ahora es la causa palestina por alcanzar la meta de
poseer un territorio propio.
Vimos también que estas cuestiones muchísimas veces se trataron de
resolver mediante acciones bélicas. Que luchadores de ambos bandos
han incursionado (e incursionan) en el terrorismo. Y que el esfuerzo
por llegar a una solución es compartido por representantes de muchos
países, que la Organización de Naciones Unidas (ONU) está siempre
pendiente del tema y que la sumatoria de todos estos hechos hacen
que "el problema palestino" sea reiteradamente tratado por los medios
de comunicación del mundo entero.
Precisamente por esto es que Conflicto en Medio Oriente es un tema
que, como Rodrigo Alsina señala en su libro La construcción de la
noticia, tiene la característica que lo convierte en acontecimiento
que se puede mantener en el tiempo, porque sigue presentando variaciones
a lo largo de los años. Y esto seguirá siendo así mientras que la
Organización para la Liberación de Palestina (OLP) no logre su objetivo
de consolidar un territorio que ampare al Estado.
Ahora bien: ¿Qué nivel de interés puede alcanzar este tema en el lector
medio?.
Para que el tema sea del interés del lector este tiene que cumplir
con una serie de condiciones.
"Como ha desarrollado la teoría de la construcción del temario (agenda-
setting) el público establece un temario de los asuntos más importantes.
Aunque hay una serie de características que pueden condicionar la
importancia del tema: la proximidad, la espectacularidad, la anormalidad,
la imprevisibilidad, etc. Eyal, en su tesis doctoral (Mc Combs, M.
E., 1981, pág. 132), distingue dos tipos de temas:
a) Los temas de los cuales los individuos tiene una experiencia directa
y personal, y por los que se sienten mucho más implicados. Por ejemplo,
la inflación, el paro...
b) Los temas que son casi dominio exclusivo de los mass media y en
los que se da una menor implicación personal. Por ejemplo la guerra
entre Irán e Irak". (Rodrigo Alsina, 1993: 104).
Estas características que cita Alsina tienen la particularidad de
generar distintos tipos de implicación en los temas por parte del
público. Y estos son los que van a pesar al momento de elevar un hecho
a la categoría de noticia por parte del medio de comunicación.
"El grado de implicación presupuesto por la institución de los mass
media es determinante a la hora de categorizar el hecho como acontecimiento
y de valorarlo como noticia. Por ejemplo, un periódico local re cogerá
como gran acontecimiento un atraco a una farmacia de la ciudad. Un
periódico de ámbito nacional lo recogerá quizá sin darle excesiva
importancia. Un periódico de otro país no lo considerará como acontecimiento
digno de atención.
La proximidad geográfica del hecho supone una mayor implicación, para
el centro del mismo que disminuye a medida que se agranda el círculo.
Sin embargo la implicación no funciona sólo a través de mecanismos
tan simples como los topográficos. Funciona también a través de efectos
psicológicos de identificación, implicación afectiva, etc. Sería el
caso de los acontecimientos producidos por los famosos.
A la hora de determinar la posible implicación de un acontecimiento
entran en juego diferentes elementos. No siempre el factor geográfico
es determinante a la hora de establecer la implicación. Es mayor la
implicación para España de un discurso sobre política internacional
del presidente Reagan que del Consejo General Andorrano.
En principio se podría decir que cuanta más gente se sienta implicada
por un acontecimiento mayor será la importancia de éste. Sin embargo,
tengamos en cuenta que son los mass media los que seleccionan los
acontecimientos a partir del grado de implicación que les presuponen.
De ahí que podamos descubrir una estrategia de implicación de los
mass media.
Esta estrategia pasa por establecer un temario en los propios medios
de los asuntos más relevantes del día. Este punto quizá sea el más
deficiente de la teoría de la construcción del temario (agenda- setting).
Mc Combs (1982, pág. 210- 221) señala los dos puntos de la estrategia
teórica necesaria de la construcción del temario:
1. La relación directa y causal entre el contenido del temario de
los medios y la subsiguiente percepción del público de lo que es el
asunto más importante del día.
2. Descripción de cómo la gente organiza y estructura el mundo que
le rodea". (Rodrigo Alsina, 1993: 105, 106).
Como se verá, el medio presenta los temas que serán los que obtendrán
la atención de la opinión pública porque son los que ellos han establecido
como "temas del día" según los criterios de selectividad que ya mencionamos.
Para ello, los profesionales de la comunicación periodística analizan
la realidad, interpretándola.
"La actividad profesional de los periodistas en los medios consiste
en una interpretación sucesiva de la realidad social. Tal interpretación
resulta posible gracias a la reducción de la realidad a hechos que
puedan comunicarse como noticias. Estas noticias, ampliadas por medio
de reportajes y crónicas y comentadas en artículos, editoriales y
debates radiados o televisados, forman la imagen cambiante de la realidad
de que se sirve el público para estar enterado, comentarla e intervenir
en ella y de que se sirven los mismos actores y protagonistas de las
acciones sociales para lo mismo. Los medios actúan de este modo como
mediadores generalizados. Y esta es su función social." (Gomis, 1991:
175).
Parte de esta función social, como dijimos a lo largo de todo este
trabajo, es la de presentar la información de manera tal que el público
de verdad sepa lo que ocurre. Porque, como dice Rodrigo Alsina en
el libro Los Medios de Comunicación ante el Terrorismo:
"Los miembros de la audiencia tienen una capacidad limitada de procesamiento
de la información. Cuando se da una gran cantidad de información sobre
un acontecimiento se llega a confundir lo anecdótico con lo sustancial.
Se produce una sobrecarga de información. Sería el efecto similar
a una pared en la que van apareciendo pintadas hasta ser tal el número
de las mismas que sólo se percibe una mancha polícroma. De hecho si
se considera que el efecto polvareda es más eficaz para esconder los
hechos que cualquier práctica de censura, la polémica sobre el silencio
informativo viene a perder sentido". (Rodrigo Alsina, 1991: 58).
Para evitar el efecto de desinformación los medios deben asumir la
función social que les corresponde, como decíamos más arriba. Una
de las formas de asumirla es la de efectuar un correcto análisis del
hecho noticia.
"El análisis de la noticia como hecho puede hacerse situando el hecho
en el contexto político y preguntándonos quién lo ha provocado - el
sistema político, el ambiente social, los medios de comunicación o
factores independientes de la voluntad humana - por iniciativa de
quién se difunde y qué expresa - demanda, apoyo, exigencia de intereses
del ambiente social, decisiones o asunción de responsabilidades del
sistema político -, y examinando el sentido y las proporciones en
que se ejerce la mediación.
La mediación política de los medios se ejerce a través de la difusión
de hechos, pero también de la emisión de comentarios que lo explican,
analizan y juzgan. Los periódicos tienen en los comentarios firmados
y especialmente en los editoriales con que expresan su propia opinión
un instrumento de mediación extremadamente cualificado". (Gomis, 1991:
182, 183).
Lo que dice Lorenzo Gomis es lo que postulábamos en los primeros capítulos
de este trabajo. Una de las funciones sociales más importantes del
periodismo es la de contextualizar la noticia para, de este modo,
explicársela al lector y que este puede saber cómo puede ella afectarlo.
Lamentablemente, sin embargo, muchas veces vimos que esto no ocurre.
El medio elige espectacularizar la información, explotando los ribetes
emocionales de los hechos y sin hacer foco en lo que verdaderamente
importa de la noticia o acontecimiento.
Es que, como veíamos más arriba, la noticia puede generar distintos
tipos de implicaciones por parte del lector. Para el destinatario
de la información...
"Evidentemente, cada acontecimiento - noticia tendrá un grado de implicación
determinado.
Los grados de mayor a menor implicación podrían ser:
1. Implicación directa y personal. Son aquellas noticias que afectan
directamente a la vida cotidiana del individuo. Por ejemplo, la subida
de los impuestos.
2. Implicación directa y no personal. Afecta directamente de forma
emotiva o ideológica, pero no tiene una incidencia relevante en la
vida cotidiana de la persona. Por ejemplo, la victoria del equipo
de fútbol del que se es simpatizante.
3. Implicación indirecta. No afecta directamente al individuo, que
percibe la noticia como algo que sucede en otro tiempo o lugar y a
otras personas. Por ejemplo, la victoria de otro equipo de fútbol.
4. No implicación. El individuo se siente indiferente a la información
recibida. Por ejemplo, la baja de la cotización de Siemens en la Bolsa
de Francfort". (Rodrigo Alsina, 1993: 103).
Como puede deducirse, la implicación que puede generar el caso de
Conflicto en Medio Oriente responde al punto uno: Implicación directa
y personal. Que las revueltas en Tierra Santa generen un alza en el
coste del petróleo hace que el precio de productos que necesitan de
la energía del crudo para su facturación también suba. Y ni hablar
si el país receptor de las noticias no tiene petróleo propio. Se sumará
al hecho de la suba de precios de los productos que pueden ser manufacturados
en el exterior (donde tampoco cuenten con grandes reservas petroleras)
el problema propio de la falta de abastecimiento... Como consecuencia,
sube el precio de las tarifas de los transportes y de todo lo demás.
Otro factor que causa una implicación directa y personal es el tema
del terrorismo internacional, factor que aparece cuando hablamos de
enfrentamientos entre israelíes y palestinos.
Nuestro país sabe de eso; recordemos los atentados irresueltos a la
Embajada de Israel, en marzo de 1992 y a la Asociación Mutual Argentino
Israelí (AMIA), en julio de 1994.
Particularmente, el tema del terrorismo plantea una enorme tentación
para ejercer un tratamiento espectacular de la información, porque...
"Los acontecimientos terroristas pueden ser descritos poniendo mucho
énfasis en su aspecto emotivo. De esta forma mediante invocaciones
emotivas se canalizan juicios sobre los hechos". (Rodrigo Alsina,
1991: 54).
El peligro radica en exacerbar la carga dramática del acontecimiento
y con eso provocar pánico en la población. Que puede llegar a creer
que conoce toda la información por el simple hecho de que el medio
le suministra todos los detalles cuando, ya vimos anteriormente, la
profusión de datos no asegura la información real. Puede ser desinformación.
Es que...
"En sí misma la información sobre los atentados terroristas lleva
una carga emocional. Pero la información debe favorecer el conocimiento
de los datos de la realidad sin recurrir a incitaciones emotivas exageradas.
Se debe intentar no dejarse llevar por las reacciones más primitivas
y espontáneas a que pueda dar lugar el terrorismo. En definitiva no
se trata de reprimir las naturales reacciones emotivas, como de superarlas
para una comprensión más amplia de los hechos. La noticia debe incitar
a hacer una valoración racional de los acontecimientos". (Rodrigo
Alsina, 1991: 55, 56).
Sin embargo, veremos a continuación cómo, muchas veces, la prensa
tiende a generar una implicación de tipo "implicación indirecta" cuando
se trata del tema Conflicto en Medio Oriente... "No afecta directamente
al individuo, que percibe la noticia como algo que sucede en otro
tiempo o lugar y a otras personas".
Y también puede encontrarse en los textos periodísticos un intento
por provocar el tipo de implicación "directa y no personal. Afecta
directamente de forma emotiva o ideológica, pero no tiene una incidencia
relevante en la vida cotidiana de la persona".
Y recordemos que el lenguaje de la emoción es el lenguaje que define
al medio televisivo y a l espectáculo en general... Cosas que tendrían
que tener una distancia mayor de la que tiene respecto del ejercicio
del periodismo gráfico.
El tratamiento de Clarín sobre Oriente Medio.
El jueves 14 de septiembre de 2000, en la página treinta y dos de
la sección Internacionales, ocupando todo el ancho de página, en el
sector inferior de la misma se lee el titular "El Estado que aún no
pudo nacer".
En 69 líneas y a cuatro columnas el matutino se encarga de contarnos
que la proclamación del Estado palestino, que se esperaba fuera el
día anterior (13 de septiembre), finalmente no se produjo.
Lo interesante, sin embargo, es la estructura que Clarín le da al
relato: comienza con la negativa de la proclamación, se cuenta el
enojo que esto provocó en organizaciones fundamentalistas (como Hamas)
y las desgracias de personajes que aparecen como protagonistas de
una novela.
Así podemos leer: "Abu Imad volvió del Golfo pérsico seis años atrás
y en los últimos meses contaba día por día el tiempo que faltaba hasta
el 13 de septiembre, cuando esperaba que el estado palestino le otorgase
su pasaporte. Tras la postergación, Abu Imad sigue sin poder salir
de los límites de la Autoridad Palestina...". Muy triste, por cierto,
la historia de Abu Imad. Pero más triste es para el lector no tener
el más mínimo dato que le explique por qué el diario le dedica líneas
a una persona que ni siquiera se ocupa de explicar quién es.
Pero Abu Imad no es el único que sufre. Yamila también... "Duelo como
el que sintió Yamila y sus siete hijos, tras haber visitado ayer a
su marido en una cárcel israelí (...) "ahora nos dicen que la nueva
fecha es el 15 de noviembre", dice Yamila, con más rabia que dolor.
"Pero a esta altura ya perdimos la confianza".
Lamentable lo que padece Yamila. Y lamentable que nunca sepamos en
esta nota quién es Yamila, ni quién es su marido y por qué lo encarcelaron.
El texto va aproximándose a su fin. Es entonces cuando se alude a
"un millar de activistas pacifistas" que "marchaban anoche cerca de
la ciudad vieja, proclamando la necesidad de llegar a un acuerdo",
nos cuentan que hubo negociaciones en Washington con el mismo objetivo
y nos dicen que "puede que finalmente llegue el acuerdo israelí-palestino".
Puede decirse que: faltan datos explicativos en el texto. En su lugar
hay historias personales de perfectos desconocidos. La noticia cumple
con la estructura aristotélica, que dijimos se conforma de introducción,
nudo y desenlace y que, además, satisface la necesidad de un final
alentador, que viene a remediar el posible desasosiego del inicio
de la misma, en la que nos cuentan una mala noticia... Es la lógica
del mensaje televisivo.
Pero el lector puede no tener la más mínima idea de cuál es la necesidad
de que el diario le dedique este espacio, dado que no explica antecedentes,
causas y posibles repercusiones.
El sábado 23 del mismo mes, en la página 23 de Internacionales también,
Clarín titula "Jerusalén: audaz idea de Barak" a una nota de una columna,
en la que se narra que el premier israelí propone lo que ya había
propuesto Yasser Arafat... Que Jerusalén, en la zona de la Explanada
de las Mezquitas y el Monte del Templo quede bajo la soberanía de
Naciones Unidas.
Días más tarde, el 29 de septiembre, en página 35, una nota titulada
"Choques en lugares sagrados de Jerusalén: 30 heridos" ocupa el ángulo
inferior izquierdo, en tres columnas. En ella sí se explica por qué
la visita de Sharon a la Explanada de las Mezquitas provocó incidentes,
y se da una breve reseña de los procedimientos "antipacifistas" de
"El Halcón" Ariel Sharon, comentando su enfrentamiento político con
Netanyahu, con quien se enfrentará por la presidencia del país.
Al día siguiente, el 30 de septiembre, en la página 50 puede leerse
el titular "Sigue la violencia en Jerusalén: 7 muertos y más de 200
heridos" y el subtítulo "Palestinos chocaron con la policía israelí
en el disputado Monte del Templo- Había centenares de judíos por el
Año Nuevo- los choque empezaron el jueves por la visita de un líder
de la derecha israelí". Ambos ocupando todo el ancho de página.
La nota se ocupa de narrar con lujo de detalles los enfrentamientos
en la ciudad santa, de contar que representantes israelíes y palestinos
están reunidos en Washington tratando de llegar a un acuerdo al mismo
tiempo que la sangre vuelve a correr en Jerusalén y que la Jihad Islámica
(movimiento radical palestino) asegura que vengará a los mártires.
Mientras que la Secretaria de Estado Madeleine Albright llama por
teléfono a representantes de ambos bandos en su brega por la paz.
Lo que nunca se explicó es el origen del conflicto. Eso sí: una fotografía
que ocupa más de la mitad de tres de las cuatro columnas de la página
y nos muestra a un palestino herido en la cabeza, que sangra, mientras
compañeros de la causa lo asisten.
Una cosa que llama la atención es que, en la página que se enfrenta
a la nota, en el ángulo superior derecho se lee un saludo de un alto
funcionario del gobierno de la provincia de Buenos Aires que les desea
a los judíos feliz año nuevo en hebreo: "Shaná Tová". Esto puede sonar
irónico, pero también puede acentuar la identificación con el dolor
de una de las partes del conflicto.
En esa misma página puede leerse una nota sobre una reunión que se
celebraba en Caracas, Venezuela, entre Irán e Irak.
En cuatro líneas de la única columna de la nota se lee: "El precio
del crudo era otro asunto que se suponía iba a ser discutido, pero
fue retirado de la agenda en el último minuto por razones aún no reveladas".
¿Puede que esas razones sean los enfrentamientos en Israel?...
¿Podía presentarse más información complementaria en la noticia sobre
Israel, en lugar de tanto espacio dedicado a la fotografía y a la
información sobre las idas y vueltas en el Monte del Templo? La respuesta
parece ser afirmativa.
El domingo 1º de octubre el tratamiento del tema ocupa ya más espacio.
La información va de la página 34 a la 36. Pero aquí lo interesante
es el tratamiento fotográfico que recibe el tema.
En la doble página integrada por la 34 y la 35 el lector puede ver
por sobre el título "Sangrienta batalla entre israelíes y palestinos"
cuatro fotografía secuenciadas, al mejor estilo de los fotogramas
cinematográficos, de las dramáticas imágenes de un padre palestino
que intenta proteger a su hijo (que el epígrafe se encarga de indicar
que tiene 12 años) de las balas que se disparan israelíes y palestinos.
La misma imagen, vale la pena señalar, recorrió el mundo gracias a
las cadenas internacionales de noticias, y conmovieron a la opinión
pública internacional.
La secuencia de fotos termina con la de la muerte del chiquito y las
heridas de su padre, que no lo pudo salvar.
Sin duda no hay cosa más conmovedora, y es comprensible que la imagen
sea tomada también por la gráfica. Lo que no se puede asegurar es
que sea necesario que se la presente de esa manera: como los cuadritos
de una revista de historietas, de margen a margen en la doble página.
El texto, por su parte, nuevamente se encarga de relatar todos los
detalles de la historia de los últimas enfrentamientos en Jerusalén,
todos los intentos de todas las partes por lograr la paz y la intervención
de representantes extranjeros con el mismo objetivo. Más las condenas
a Israel por parte de los países árabes.
En la página siguiente, la 36, un artículo de análisis titulado "Una
provocación para fusilar el plan de paz" vuelve a contar el acto de
Sharon cuando visitó la Explanada de la Mezquitas y sus intentos por
lograr la presidencia de Israel. Una foto de dos columnas de ancho
y unos 9 cm de alto muestra a jóvenes palestinos que escapan de la
ofensiva israelí. Y en una columna ofrecen datos sobre Ariel Sharon
y sus antecedentes belicistas.
Pero de los antecedentes y causas del conflicto no se lee nada.
Ya el 2 de octubre el tema está en tapa, en el ángulo superior derecho,
con el titular "Palestinos e israelíes, una tregua al fin de otro
día negro", un mapita de la zona de conflicto y un adelanto de nota
de 14 líneas en una columna.
En las páginas 30 y 31 se puede ver el titular "Anuncian una tregua
en Oriente Medio tras otro día de violencia". Fotos de 12 cm de ancho
por 11 de alto muestran escenas de esa violencia. Un mapa de la zona
de conflicto ocupa 8 cm de ancho por 7 de alto. ¿El texto? Vuelve
a narrar con todos los detalles los enfrentamientos, contar qué armas
se utilizan, enumerar los llamados de dirigentes de países extranjeros
que luchan por la paz en el lugar... Lo de siempre.
En la página 31, a tres columnas, un recuadro nos dice "Así murió
Muhammad", el niño de doce años que el padre no pudo evitar que mataran,
y que volvemos a ver en la foto.
También a tres columnas, debajo del recuadro, otro dice "Impotencia
y desesperación", en el que amplían los datos sobre los tristes festejos
del año nuevo judío, el 5761 de esa religión. Más datos sobre Sharon,
algo de Barak, pero nada de explicación ni antecedentes del conflicto.
Octubre 3, 2000. En tapa, ángulo inferior izquierdo a una columna,
título: "La violencia en Oriente Medio, fuera de control" y adelanto
de nota en cinco líneas.
Esta vez la información va de la página 24 a la 27. En la primera
de ellas el título nos cuenta que en "Oriente Medio: Ya hay 56 muertos
y 1.500 heridos".
Foto de soldados israelíes disparando sus fusiles y texto que no difiere
mucho del que leímos el día precedente.
En la página que sigue el título reza: "Sara, otra niña asesinada",
en un texto de cuatro columnas que narra cómo fue la muerte de la
niña, referencia al caso de Muhammad y nos proporcionan el relato
tristísimo de las vivencias de las familias de estos niños. Con foto
del funeral de Sara incluida.
Otra vez con foto ilustrativa, en la página 26, el titular a cuatro
columnas nos dice "No vemos cumplir los sueños", y nos cuentan en
un texto que ocupa la mitad de página la historia de Osana Yeda, joven
de 23 años que quería ser ingeniero aeronáutico, que antes de salir
y encontrar su muerte "se bañó y se afeitó"... Otra triste historia
en Tierra Santa contada por el tío de la víctima.
Finalmente, en la página 27, nos enteramos que "Albright se reunirá
con Arafat y Barak en París" y de cuál es "La posición de Israel".
Claro que la información no ocupa ni la tercera parte que ocupó todo
lo precedente. Pero los datos tampoco explican mucho: son las idas
y venidas de siempre.
Nuevamente no hay material explicativo de las causas y repercusiones.
Es el 4 de octubre que en la sección Opinión, en página 30, a dos
columnas en el ángulo inferior izquierdo, el tema de Conflicto en
Medio Oriente hace aparición, con el título "Se aleja la paz en Oriente
Medio". Un mínimo de explicación puede encontrarse en las líneas.
Pero un mínimo: no hay mucho material complementario.
Sigue la información en las páginas 32, 33 y 34, en el mismo estilo
que los días anteriores. Sólo varía que ahora hay una cronología de
dos columnas, con gráfico, de los incidentes desde 1936 a septiembre
y octubre de 2000. Sin embargo, nada sobre la Declaración Balfour.
Eso sí, hay más fotos e historias de personas que nunca conoceremos.
El 5 de octubre, en la página 30, nos enteramos de que "Arafat y Barak
acuerdan poner fin a la violencia", con foto de Annan, Barak, Chirac,
Albright y Arafat.
El texto cuenta con lujo de detalles los sucesos de la reunión, y
hace un brevísimo resumen de la visita de Sharon a la Explanada de
las Mezquitas.
Luego, en la página 32, un título dice: "La economía, el otro lado
del choque palestino- israelí". En los días que van de conflicto es
la vez primera que el diario nos cuenta las diferencias económicas
que existen en Israel en detrimento de los palestinos.
Y en la página consecutiva, nuevamente nos enteramos de la muerte
de un chico a manos de balas del ejército israelí.
El estilo de Clarín no va a variar en el tratamiento del tema en todo
el mes que analizamos. Por ello, a continuación transcribimos los
titulares.
Octubre 6: Palestinos e israelíes intentan consolidar una frágil tregua
(pág. 36). Ordenan el estado de alerta en Israel; Un sueño que está
cada vez más lejos (Pág. 37).
Octubre 7: Recrudecen los choques entre palestinos e israelíes: 11
muertos (pág. 59). Hamas reclama al mundo islámico lucha contra Israel;
Argentina: reacción de los árabes (pág. 60).
Octubre 8: Israel dio un ultimátum de 48 horas a Arafat (pág. 38).
Dos gobiernos debilitado (pág. 39). Queman la bíblica tumba de José
(pág. 40).
Octubre 9: (tapa, ángulo inferior derecho) Oriente Medio: contra reloj
buscan para la guerra.
Diplomacia contra reloj para evitar una guerra (pág. 28); Crece la
protesta contra Israel en los países árabes; Aviones israelíes sobre
Beirut (pág. 29). Noam, el soldado israelí que no quiso reprimir a
palestinos (pág. 30). El conflicto llegó hasta Brooklyn (pág. 31).
Octubre 10: (tapa, ángulo inferior izquierdo) Otra esperanza para
la paz en Medio Oriente.
El premier israelí prorrogó su ultimátum a Arafat (pág. 32). Un Día
del Perdón diferente (pág. 33). "Al pueblo palestino se le terminó
la paciencia", "Arafat no quiere aparecer cediendo" (pág. 34).
Octubre 11: Presión mundial para un acuerdo palestino-israelí (pág.
40). Hatikva cambió el turismo por la violencia antiárabe (pág. 41).
Losa argentinos, divididos entre viajar o no a Tierra Santa (pág.
42).
Octubre 12: Barak y Arafat acordaron con la ONU una cumbre militar
(pág. 44). "Nuestro objetivo es la paz", "Dilema de los pacifistas
(pág. 45).
Octubre 13: (tapa) titular principal: Hay peligro de guerra total
en oriente Medio. Titulares secundarios: El precio del petróleo se
disparó y caen las bolsas (marginado a la derecha). Aumentan las medidas
de seguridad en la Argentina (marginado a la izquierda).
Fuerte trepada del petróleo: 8,7 %; Otra amenaza en los surtidores.
Ambos en la sección Economía, pág. 36.
Ya en Internacionales vemos: Israel bombardeó a los palestinos y hay
peligro de guerra en Oriente Medio. (pág. 40). Líderes débiles y vacío
de ideas en las potencias (pág. 41). Miedo y tristeza entre la gente
de los dos pueblos; Catorce días marcados por la violencia (cronología
a una columna), (pág. 42). Clinton demandó un inmediato cese al fuego
(pág. 43). Argentina aumenta las medidas de seguridad; "Situación
insostenible"; "Querían matar a Arafat" (pág. 45). Explosión en un
destructor de Estados Unidos: sospechan que fue un acto terrorista
(titular a dos páginas entre la 48 y 49).
Las incógnitas que habría que responder son, entre otras, las siguientes:
La muerte de chicos palestinos e israelíes, que por accidente se encontraron
en medio del enfrentamiento de esos dos pueblos es por cierto y sin
dudas muy lamentable. Pero ¿cuántos niños mueren en nuestro país,
por estas épocas, al quedar indefensos en medio de un tiroteo entre
policías y ladrones? ¿El diario nos cuenta sus historias? Sí, las
cuenta, cuando el caso pasa a ser ya investigado por la justicia y
sus padres se encaminan en la lucha por el esclarecimiento de sus
muertes. Pero no inmediatamente al día que sigue del infausto hecho.
Cosa que sí ocurre con los chicos que mueren en Tierra Santa.
Lo anterior nos lleva a recordar uno de los tipos de implicación que
genera la noticia: "directa y no personal. Afecta directamente de
forma emotiva o ideológica, pero no tiene una incidencia relevante
en la vida cotidiana de la persona".
Otra de las cuestiones es: ¿cuántos adolescentes de 23 años en nuestro
país no pueden cumplir sus sueños? Muchos, por desgracia. Algunos
porque mueren a manos de delincuentes, otros porque no pueden conseguir
trabajo, no pueden estudiar y por razones diversas que se relacionan
con problemas sociales y económicos. Sin embargo, Clarín no nos facilita
sus historias para condolernos con ellos y sus familias. Sólo lo hace
cuando, como dijimos antes, el tema cobra relevancia por otras razones.
Vimos, sí, que ya avanzado el conflicto, el matutino hizo relación
entre el recrudecimiento de la violencia en Israel y nuestro país,
por la arista terrorista del tema. Lo mismo hizo con respecto al alza
del petróleo, que podía preverse pero, sin embargo, no lo adelantó.
Conflicto en Medio Oriente, según Clarín, pudo ser seguido por los
lectores en formato de novela secuenciada, con profusión de detalles
que pueden resultar "emocionantes" y "atrapantes", pero con escaso
número de datos que realmente interesaran a la población, haciendo
hincapié en el costado emocional del tema y relegando lo lógico y
racional. Incluso las imágenes potenciaban este hecho, ocupando espacio
que podía ser aprovechado para la mejor contextualización del "problema
palestino".
Ciertamente que la gráfica no tienen el recurso de la música para
espectacularizar los temas a tratar, pero sí tiene a su favor el impacto
de los titulares y la profusión de líneas en las páginas de sus diarios...
Y recordemos que la cantidad de datos no asegura el estar informados,
si el periodista o el medio no se ocupa de contextualizar adecuadamente
los hechos, sobre todo de la sección Internacionales, que tan complejas
repercusiones puede traer.
Por consiguiente, creemos que podemos afirmar que, como dice nuestra
hipótesis: "El tratamiento periodístico de Clarín sobre el tema Conflicto
en Medio Oriente tiene un carácter más espectacular que informativo".
La Nación y las noticias sobre Tierra Santa.
El tema que nos ocupa aparece en La Nación el 10 de septiembre de
2000, en la página 7 de la sección Exteriores, con el titular "Aplazan
la proclamación de un Estado Palestino". Informa sobre la situación
y señala que "Es un gesto hacia el proceso de paz".
Vuelve a ocupar espacio el día doce del mismo mes, cuando "Los palestinos
exigen concesiones", en la página 3, centro, a tres columnas. Las
exigencias son a cambio de la postergación en la proclamación del
Estado. Se informa sobre la opinión de Israel, y el tema acaba allí.
Pasan unos días, hasta que el 17 de septiembre, página 7, en el margen
inferior izquierdo un "suelto" de 23 líneas nos dice que: "Israel.
Polémica propuesta de dos letras para el Himno". Así nos enteramos
de la proposición de crear una letra en árabe para los pobladores
palestinos de Israel.
El 23 del mismo mes, en página 2, parte inferior de página, cuatro
columnas marginadas a la izquierda se lee: "Propuesta de Israel sobre
Jerusalén". Así titula La Nación la noticia de la propuesta de Barak
de dejar Jerusalén en manos de la ONU. E indican que la esperanza
de que esto pueda alcanzarse está en manos del presidente francés
Jacques Chirac.
(Recordemos que la misma noticia en Clarín sólo mereció una columna,
a diferencia de este caso, en el que se le dedican cuatro).
La Nación brinda datos antecedentes sobre la misma propuesta realizada
por Arafat anteriormente y explica cómo dirigentes de otras naciones
influyen en la resolución o no del problema.
Septiembre 26. En la página 3, ángulo inferior izquierdo a dos columnas
se lee: "Medio Oriente: Barak se reunió con Arafat". Aquí se informa
que "Fue la primera cumbre desde Camp David", y en el texto que acompaña
se narra qué representó tanto la reunión de Camp David como lo acontecido
en esta última. También se dice que continuarán las charlas "hoy en
Washington".
Sin novedades hasta el próximo 29, cuando en la página 4, en el ángulo
inferior izquierdo a dos columnas leemos: "Disturbios en la Explanada
de las Mezquitas" a modo de antetítulo. El titular: "Barak considera
la división de Jerusalén". Acompaña a la nota una fotografía con un
epígrafe que reza: "un manifestante palestino, sin soltar su bastón,
amenaza con lanzar una piedra contra la policía".
Hasta ahora, La Nación tampoco ha brindado mucha información complementaria,
pero sí explica un poco más los acuerdos de Camp David. Otra diferencia
es que no aparecen historias de personas de las que no nos explican
quiénes son. Sólo se limitan al hecho político.
El 30 de septiembre el tema llega la tapa. En la mitad inferior, marginado
a la derecha en dos columnas y con foto leemos: "Violencia en Jerusalén".
Se adelanta el tema y se remite la página 2. Allí leemos: "Los peores
incidentes de los últimos años: siete muertos y al menos 220 heridos
en la Ciudad Vieja".
El texto narra los hechos, cuenta también los esfuerzos de representantes
de EE.UU. Por frenar la escalada de violencia y tres fotos acompañan
la nota. Los epígrafes dicen: "Un joven palestino es escoltado por
soldados israelíes, tras ser detenido". "Niños y mujeres en estado
de pánico, son desalojados de la amurallada Ciudad Vieja". "Un joven
palestino con el rostro ensangrentado".
Si bien la cantidad de fotografías puede ser importante, al menos
no se cuentan historias de personas desconocidas, como si fueran personajes
de una película de guerra.
Otro titular dice: "Cruentos enfrentamientos en Jericó". Aquí se ven
datos al estilo Clarín. Pero acompaña el dato una infografía con mapa
de la zona de conflicto.
En una columna se encuentra otro titulo que dice: "Sangre en un sitio
de veneración", y el texto se encarga de explicar la importancia del
lugar para ambas religiones de los pueblos enfrentados.
El 1ª de octubre el tema otra vez está en tapa, con el título "Recrudece
la violencia en Gaza y Cisjordania". Se adelanta nuevamente el tema
y se remite a página 2, donde, a cinco columnas, se lee el titular
"Baño de sangre en Gaza y Cisjordania". El texto se encarga de suministrar
detalles de los enfrentamientos y en la página 3 se ven tres fotografías
de Muhammad y su padre, en un recuadro que tiene una de mayor tamaño
en la parte superior, una que le sigue en tamaño en el ángulo izquierdo
y otra inferior al lado de esta. Todas con epígrafes correspondientes.
Si bien la imagen de Muhammad está tanto en Clarín como en La Nación,
este último no la presenta a manera de fotogramas. Y el tema termina
con un "copete" que dice "La tragedia de padre e hijo". "El palestino
Jamal Aldura trató en vano de proteger de las balas a su hijo Rami,
de 12 años, cuando ambos quedaron atrapados en medio del fuego cruzado
entre soldados israelíes y manifestantes; el niño murió instantáneamente,
y su padre quedó herido".
El 2 de octubre el tema nuevamente está en tapa, con titular a tres
columnas, en el centro de la página, que dice: "Se agravan los choques
de israelíes y palestinos", con foto de niño palestino que corre entre
dos hombres armados en Gaza. Sigue en página 2 con el titular a 6
columnas: "Se extiende la ola de violencia en Israel". Al texto lo
acompañan fotos e infografías (mapa de la zona de conflicto y cronología
de los últimos cinco días).
En general los textos no traen mucha información complementaria, salvo
alguna que otra infografía y mapas de las zonas en conflicto, sumado
a cronologías de los últimos días. Lo que sí podemos decir es que
el espacio que le dedica La Nación a Conflicto en Oriente Medio no
es tan extenso como el que le dedicó Clarín. Por lo tanto se ciñeron
al relato de los acontecimientos, sin prestarle páginas enteras a
historias particulares de los caídos en los enfrentamientos.
Como en el caso de Clarín, en La Nación tampoco varía el tratamiento
del tema a lo largo del mes analizado. Por eso repetimos la modalidad
de copiar titulares.
Octubre 3: (tapa) Israel vivió ayer su día de más violencia.
Se extiende la ola de violencia en Israel; Otra intifada; Un niño,
eje de la conmoción (pág. 2). El impacto en el diálogo podría ser
mayor al esperado (pág. 3).
Octubre 4: (tapa) Temor a la guerra total en un clima de odio y locura.
Clima de odio y locura en Medio Oriente; Choque y misiles en Gaza;
hay dos víctimas: los palestinos y los israelíes (pág. 2). Annan:
"Estamos cerca de una guerra total"; Barak y Arafat, en una crucial
cumbre en París (pág. 3). El padre de un niño palestino muerto exigió
venganza (pág. 4).
Octubre 5: (tapa) Fracasó un acuerdo entre Barak y Arafat.
Fracasó la cumbre entre Arafat y Barak; Alertar sobre el peligro para
los norteamericanos (pág. 2). Atacan la embajada de EE UU en Siria
(pág. 3). El gobierno de Barak tuvo firme voluntad (pág. 5).
Octubre 6: (tapa) Alerta en Israel por otro desafío palestino.
Tensión en Israel por otro desafío palestino (pág. 5). Barak instó
a Arafat a volver al diálogo (pág. 6)
Octubre 7: Israel: 11 muertos por el "día de la ira"; Una intifada
espontánea que se tornó incontrolable (pág. 5). EE UU llama a reanudar
en Washington el diálogo de paz; Los palestinos pidieron mayor solidaridad
a los árabes (pág. 6).
Octubre 8: (tapa) Peligro de guerra total en Medio Oriente.
Barak le dio un ultimátum a Arafat; Cierran el aeropuerto de Gaza
(pág. 2). Destruyen en Nablús la tumba de José; Un lugar sagrado del
judaísmo; La ONU condenó a Israel por la violencia (pág. 3). Siria
legitimó los ataques a Israel del grupo Hezbollah (partido de Dios,
comando pro iraní) (pág. 4).
Octubre 9: (tapa) Máxima tensión: vence el ultimátum de Israel.
Vence hoy el ultimátum de Israel a Arafat; Frenéticos esfuerzos diplomáticos
(pág. 2). El Líbano puso sus tropas en alerta en la frontera con Israel
(pág. 9).
Octubre 10: (tapa) Israel extendió el ultimátum a Arafat.
Barak extendió el ultimátum a Arafat (pág. 2). Intensas gestiones
de los EE UU para acordar otra cumbre (pág. 3). La violencia desnuda
décadas de odio entre árabes y judíos (pág. 4).
Octubre 11: Negocian en Israel pero hay más choques; Suba del petróleo;
La SIDE analizó ayer el conflicto (pág. 2). "Nunca estuvimos en una
situación tan grave como esta"; Una nueva generación de enemigos adolescentes
(pág. 3).
Octubre 12: (tapa) Primer avance para poder frenar los choques.
La pedagogía de la violencia; Con la violencia llegaron el bloqueo
y la falta de alimentos (pág. 2).
Octubre 13: (tapa) Dramática escalada de violencia en Medio Oriente.
Dramática escalada en Medio Oriente; Fue mucho más terrible que Bosnia
o Kosovo; Hacia un desenlace incierto (pág. 2). Occidente instó al
diálogo y el mundo árabe culpó a Israel (pág. 3). El gobierno argentino
reforzó la seguridad en puntos clave; Atentado suicida contra destructor
de EE UU en Yemen (pág. 4).
Como se podrá ver, los titulares de La Nación no se diferencian mucho
de los de Clarín. Lo que cambia entre ambos medios, como ya dijimos,
es la cantidad de páginas que cada uno le dedica al tema y la ausencia
en La Nación de historias particulares, teñidas de dramatismo y sensación.
En lo que sí podemos concluir es en que es evidente que los medios
se han limitado a reproducir las informaciones vertidas por las agencias
de noticias y por lo que las cadenas internacionales de información
televisiva han puesto en el tapete conocido como el "temario de los
medios".
Particularmente en el caso de La Nación no podemos afirmar que el
tratamiento haya sido "espectacular". Lo que sí podemos indicar es
que hubiera sido beneficioso para el lector que se le suministrará
mayor cantidad de material complementario para contextualizar el hecho
y comprender los antecedentes, las repercusiones y las implicancias
que este tiene a nivel mundial.
Conclusión.
La hipótesis de trabajo de esta sencilla labor de investigación fue:
El tratamiento periodístico de los diarios Clarín y La Nación sobre
el tema Conflicto en Medio Oriente tiene un carácter más espectacular
que informativo.
Concluimos en que en el caso del diario Clarín podemos afirmar que
dicha hipótesis se cumple. Respecto al caso La Nación, no, pero igualmente
decimos que hubiera sido más productiva la lectura para sus consumidores
si éste les hubiera facilitado más material complementario, o "back-
ground", para comprender el problema del Conflicto en Medio Oriente.
Vimos que la televisión ha viciado el estilo del tratamiento de las
noticias en los medios gráficos, que la prensa escrita se está limitando
a reproducir informaciones que le llegan a través de las agencias
de noticias y otras fuentes, que toma a la TV como una fuente más,
y que muchas veces no constata los datos que ésta le brinda con el
producto de la propia investigación... Vimos también por qué es que
esto ocurre: tanto los medios como la gente está ya acostumbrada a
la información procesada, de rápida lectura, que no necesite mucho
esfuerzo intelectual, ya sea por criterios de intereses comerciales
(en los medios), como por motivos de búsqueda de entretenimiento (del
público).
Una cita de Miguel Wiñazki viene muy bien para explicar este fenómeno.
"La frivolidad es uno de los más clásicos géneros periodísticos. Y,
para sorpresa de cierto intelectualismo, habrá de afirmarse que no
siempre la frivolidad es análoga a la superficialidad. La frivolidad
periodística es la prolongación del chisme de aldea propalado por
los altavoces de los medios, como sugería Isaac Joseph en El transeúnte
y el espacio urbano. La superficialidad o la profundidad del chisme
multimedial dependen del lector. El lector lee la frivolidad con superficialidad
o con profundidad. La frivolidad de lo que se muestra en primera instancia
es también un indicador profundo de los tiempos que corren. Es un
síntoma. Evidencia la tremenda necesidad de evasión, muestra también
la miseria humana tantas veces revestida de ostentación y lujo. Salvando
las distancias, así como Marcel Proust desplegó una demoledora crítica
de la aristocracia francesa con todo lo que minuciosamente mostraba
de ella en su monumental Búsqueda del tiempo perdido, así, la frivolidad
expuesta en los medios es una buena forma de establecer una Crítica
de la Frivolidad, desde la exposición de la frivolidad misma. Entonces
paradojalmente la superficialidad es profunda y representa la "profunda
falta de profundidad". Y al mismo tiempo, quizá la frivolidad sea
útil para pensar en una Crítica de la Profundidad." (Wiñazki, 1995:
41, 42).
Creemos que cada medio de comunicación tiene una función propia dentro
del tablero de la comunicación social, y creemos que el diario es
el medio más idóneo para informar la verdad, contextualizando y haciendo
docencia. Nada más superficial hay que saber un montón de datos sin
comprender el significado de los mismos, nada más cercano a la desinformación...
Por ello proponemos que el diario asuma su función social y combata
la "profunda falta de profundidad" de muchos ámbitos de la comunicación
mediada.
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Introducción
Capítulo I
Capítulo II
Capitulo III
Capítulo IV
Capitulo V
Conclusión
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