| ACTITUD
DE LAS FUMADORAS ANTE LOS NO FUMADORES |
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¿Fumás, o no fumás? Esa es la cuestión.
Cuestión que, entre otras, Lucrecia Pérez Orué y Jessica Rodríguez
Moya, realizaron a 50 mujeres de la Universidad del Museo Social Argentino.
Pero no sólo eso fue preguntado. ¿Sabés por qué fumás? ¿Conocés lo
que el cigarrillo le provoca a tu salud y a la salud de los demás?
Y, de fondo, una pregunta no formulada, pero subyacente en toda la
investigación: ¿Cómo te sentís cuando fumás delante de los no fumadores?
¿Sos conciente de que fumar en lugares cerrados, frente a otros que
no fuman, también es un acto egoísta?
En ocasión de la puesta en vigencia de la llamada "Ley Antitabaco",
con jurisdicción en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el descontento
de los adictos al cigarrillo se hizo muy notorio en bares, restaurantes,
oficinas, y demás sitios en los que los metros cuadrados no permiten
habilitar una sección Fumadores. Y esto se vio reflejado, con profusión,
en los distintos medios de comunicación de cobertura nacional.
Sin embargo, el "barullo" del enojo hizo que las causas más profundas
que hacen al tema quedaran olvidadas. Los periodistas de los medios
masivos preguntaban "¿está enojado con la nueva ley que prohíbe fumar
en lugares cerrados?", pero olvidaban, en la gran mayoría de los casos,
hacer la pregunta más molesta: "¿no le parece un poco egoísta obligar
a respirar las toxinas del cigarrillo a los que no son fumadores,
entre ellos niños y ancianos?".
Los adictos al cigarrillo alegaron en muchos casos que la ley es "discriminatoria",
y, en cuanto a la futura habilitación de secciones Fumadores, que
estarían debidamente aisladas, tal vez hasta con vidrios, en los lugares
públicos, tampoco se manifestaron muy conformes. "Van a mirarnos como
a bichos raros".
Lo curioso es que nadie notó que hasta hace muy poco, en la Ciudad
de Buenos Aires, los bares, restaurantes, y demás sitios públicos
tenían habilitadas secciones No Fumadores. Por cierto, con muy escasos
metros destinados a ellas. Mas nunca escuché en ningún lado que los
No Fumadores se sintieran discriminados por eso, a pesar de que las
mesas libres en las secciones para ellos escasearan casi siempre.
La respuesta a la pregunta "¿Fumás, o no fumás?" merece un análisis
profundo.
No sólo hay que cuestionarse si los fumadores saben lo que el tabaco
y la nicotina producen en el ser humano (Y también en el resto de
los seres vivos. Sé de un perro que tiene enfisema pulmonar por habitar
con una fumadora empedernida.), sino también qué es lo que pretende
encontrar el fumador en el acto de consumir un cigarrillo.
Para ello, Pérez Orué y Rodríguez Moya hacen uso de la teoría psicoanalítica,
y ponen en un marco amplio el problema de la adicción mejor vista
por nuestra sociedad, sin olvidar el aspecto legal, histórico y situacional
en el que ella se da en Argentina.
Sintético, puntual, con encuestas rápidas de leer, y reflexiones interesantes,
Actitud de las fumadoras ante los no fumadores es una llamada de atención
sobre el comportamiento de la mujer frente a un tema de vital importancia:
la salud. Y también, un texto que nos lleva a reflexionar a todas
sobre el ejemplo que como madres, primeras educadoras, damos a nuestros
hijos y a los de los demás, respecto al cumplimiento de una ley vigente,
y en lo que atañe al respeto social.
Lic. Flavia Vecellio
Reane.
Analista en Medios de Comunicación.
Docente. Periodista.
Introducción:
La investigación devela la conciencia de las fumadoras ante los no
fumadores, para lo cual se tomó una muestra poblacional determinada
con el fin de obtener datos más concretos.
Para su mejor entendimiento, el trabajo consta de dos partes: Teórico
y Práctico. De esta manera queda de manifiesto que todo lo que se
diga desde la teoría será corroborado, más adelante, por el marco
empírico.
Enmarcando el problema desde un aspecto conceptual, psicológico, situacional,
histórico y legal; dicho trabajo deja muy en claro hacia dónde se
dirige toda la información.
Luego se vuelve a realizar un enfoque, pero esta vez más precisamente,
desde la Teoría Psicoanalítica, para poder entender el por qué de
este tema.
Después, el trabajo de investigación pasa a su segunda parte: el marco
empírico, en el cual se dan a conocer los resultados de la encuesta
y su posterior análisis. Por último, todo el estudio, dando un cierre
a esta problemática, acaba con una conclusión.
Marco Referencial Teórico
Marco conceptual
Para empezar a investigar la "Actitud de las fumadoras ante los no
fumadores", se debe conocer el significado de las palabras que forman
éste problema, para lo cual se darán sus acepciones reales, etimológicas
y psicológicas.
Diccionario de la Real Academia Española
Actitud (Del Lat. *Actitudo)
f. Disposición de ánimo manifestada de algún modo. Actitud benévola,
pacífica, amenazadora, de una persona, de un partido, de un gobierno.
Fumador, ra.
1. Adj. Que tiene costumbre de fumar. U. t. c. s.
Fumador pasivo, va.
1. m. y f. Persona que no fuma, pero respira el humo producido por
quienes fuman a su alrededor.
Ante (Del Lat. ante).
1. prep. Frente a (enfrente de).
2. prep. En presencia de.
3. prep. En comparación, respecto de.
Etimología de los términos
Actitud: el término castellano "actitud" proviene del latín vulgar
actitudo. El afijo itud designa el "hacer-hacer", que es propio de
la actitud: lo que hace hacer.
Fumar: proviene del vocablo maya zicar (fumar).
Ante: prefijo de origen latino que significa delante.
Definición Psicológica de Actitud
Es la predisposición hacia los fenómenos, reales o imaginarios, y
que representa tanto una orientación hacia, o de alejamiento de, un
objeto, concepto o situación, como la velocidad para reaccionar de
una manera determinada ante aquellos objetos, conceptos o situaciones
relacionados entre sí.
Marco Situacional
En los países industrializados las mujeres de 40 años dejan de fumar
menos que los varones, y las jóvenes empiezan a fumar antes que los
jóvenes. Esto hace que el consumo de tabaco en las mujeres sea cada
vez más frecuente.
Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), Argentina
es uno de los países del mundo donde hay más mujeres fumadoras.
Una encuesta realizada en la población general en nuestro país en
el 2004 muestra que el consumo en hombres es mayor que en las mujeres
(38% vs 27.6%). Sin embargo, es alarmante un estudio realizado en
el año 2003 en adolescentes de 13 a 15 años que muestra que las adolescentes
fuman más que los adolescentes (33,3% vs 26% en Buenos Aires).
Según una nota publicada por el diario La Nación el 3 de octubre,
las consultas para dejar de fumar se triplicaron en los centros de
salud porteños desde marzo de este año. Todavía se espera que ésta
cifra se duplique.
Mientras que el 2005 contó con un promedio de 250 consultas por mes,
según estadísticas el 2006 cuenta con un total de 700 consultas mensuales.
Para este importante incremento, ya se encuentran en marcha talleres
y cursos de cesación tabáquica y capacitación destinada a los profesionales
de la salud.
Marco Histórico
Se estima que hay unos 250 millones de fumadoras en todo el mundo.
En el año 2000 murieron casi un millón de mujeres a causa de enfermedades
causadas por el consumo de tabaco. Es decir que, cada día, mueren
en el mundo unas 2750 mujeres debido al tabaquismo.
En la actualidad las muertes se concentran en los países más desarrollados.
Sin embargo, el aumento importante del consumo en mujeres de países
en desarrollo y la disminución del consumo en mujeres de países más
desarrollados va a llevar a que, en las próximas décadas, el tabaquismo
cause mayor número de muertes en mujeres de países en desarrollo que
en mujeres de países desarrollados.
Marco legal
La ley N° 1799 prohíbe fumar en todos los espacios públicos cerrados.
Si bien es cierto que muchas personas tomaron a esta medida como algo
arbitrario, de lo que trata es de generar respeto público, como bien
común de toda la sociedad. Y, en especial, hacia la salud del otro.
Según la CeOP (Centro de Opinión Pública), en una encuesta que realizó
a fumadores (30 %) y no fumadores (70 %) a principios de agosto, muestra
que el 84,8 por ciento de los fumadores y el 97% de los no fumadores
está de acuerdo con que no se fume en lugares públicos.
Como antecedentes legales se pueden señalar las leyes de España e
Italia. En ambos países europeos esta ley produjo un gran alboroto,
pero sobre todo en el peninsular.
Sin embargo, fue en Italia en el país en el que mejor resultado se
obtuvo. Según su Ministerio de Sanidad, en un año que lleva de vigencia
la ley antitabaco, se registraron medio millón de fumadores menos.
La ley española dejó asentado que existen zonas en las que se está
"totalmente prohibido fumar" y espacios en los que se habilita una
sala para los fumadores. Además prohibieron fumar en lugares en los
que antes estaba permitido, como el trabajo y los centros culturales.
En Argentina, la restricción es total y para que las medidas se tomaran
en serio en sólo un par de días de puesta en vigencia la ley (desde
el 1º de octubre) se triplicaron las multas a aquellos negocios que
no la acataran.
Marco Teórico
Problema enmarcado en la Teoría psicoanalítica Freudiana
División Subjetiva- Sublimación
El psicoanálisis fue creado en Viena por Sigmund Freud, un médico
neurólogo interesado en encontrar un método efectivo de tratamiento
para pacientes que sufrían histeria y otros tipos de neurosis.
División Subjetiva- Sublimación
Sublimación es el proceso psíquico que subordina el principio del
placer al principio de la realidad.
El principio del placer busca lo placentero y una huída del dolor,
que nos impulsa a realizar aquello que nos hace sentir bien.
Según últimos estudios realizados por la Universidad de Pittsburg,
las personas fuman por placer y, cuanto a más temprana edad se manifiesta
esta adicción más tarde les surge el interés por dejar de fumar. Entonces
las mujeres fuman porque les da placer y es una manera de alejarse
de aquello que las agobia.
La función que opera este principio y desconoce las demandas de la
realidad es el ello, la más antigua y original de la personalidad.
Allí coexisten las contradicciones, lo ilógico, al igual que los sueños.
Aquí se puede nombrar como ejemplo de una actitud ilógica los casos
de mujeres embarazadas que continúan con el acto de fumar; es decir,
que desconocen las demandas de la realidad porque prevalece en su
actitud el principio del placer.
El principio de la realidad, subordina el placer al deber. Los deseos
insatisfechos reconvierten su energía en algo útil o productivo, como
por ejemplo el trabajo, el arte, etc.
El superyó (o superego) es la parte que contrarresta al ello, representa
los pensamientos morales y éticos. Consta de dos subsistemas: la "conciencia"
y el ideal del yo. La "conciencia" se refiere a la capacidad para
la autoevaluación, la crítica y el reproche. El ideal del yo es una
autoimagen ideal que consta de conductas aprobadas y recompensadas.
Es la fuente de orgullo y un concepto de quien pensamos deberíamos
ser. Busca soluciones moralistas más que realistas.
Esta parte que representa los pensamientos morales y éticos es en
la que las fumadoras toman conciencia de lo perjudicial que es el
cigarrillo para su salud. También reconocen que el humo del tabaco
daña a las personas que están a su lado y aspiran ese aire viciado.
El yo (o ego) surge a fin de cumplir de manera realista los deseos
y demandas del ello de acuerdo con el mundo exterior, a la vez que
trata de conciliarse con las exigencias del super yo.
Ésta es la función que hace que la mayoría de las fumadoras no fume
en lugares cerrados o se repriman las ganas de fumar en público, pero
sí lo hacen cuando estudian o salen con amigos, es decir que sólo
continúa con su hábito en los lugares permitidos.
Cumplen sus deseos pero siempre y cuando éstos vayan de acuerdo a
las exigencias del mundo exterior. No fuman en lugares cerrados o
en público porque saben que para muchas personas es molesto o porque
perjudican su salud.
Hoy en día, es muy común que las mujeres repriman sus deseos de fumar,
ya que no solamente se limitan a las tareas hogareñas sino que también
compiten en el mercado laboral por una mejor ubicación.
Marco Empírico
Modelo de la encuesta que se realizó durante el mes de septiembre
a mujeres fumadoras de la Universidad del Museo Social Argentino.
Tema: Actitud de las fumadoras ante los no fumadores
Edad:
Profesión:
1) ¿A partir de qué edad empezó a fumar?
2) ¿Por qué empezó a fumar?
3) ¿Tiene familiares directos que fumen?
4) ¿Qué siente cuando fuma?
5) ¿En qué momentos fuma más?
a) Mientras estudia
b) En el trabajo
c) En salida con amigos
d) Solo
e) Otros.
6) ¿Cuántos cigarrillos fuma al día?
7) ¿Se considera adicto al cigarrillo?
8) ¿Considera que el cigarrillo es una adicción?
9) ¿Conoce las consecuencias que produce el humo del tabaco?
10) ¿Fuma en lugares cerrados?
11) ¿Está de acuerdo con la ley que prohíbe el humo del tabaco en
lugares públicos cerrados?
12) ¿Puede controlar las ganas de fumar en público?
13) ¿Le dijeron alguna vez que uno de los componentes del cigarrillo
es el arsénico?
14) ¿Es conciente de que el humo de su cigarrillo perjudica la salud
de las personas de su entorno? ¿Qué lo motiva a hacerlo?
Resultados de la encuesta realizada a fumadoras de la UMSA
Para realizar está encuesta se tomó como muestra a 50 mujeres fumadoras
de la Universidad del Museo Social Argentino. Para una mayor precisión
en el análisis de los datos obtenidos de la misma se decidió dividir
en franjas etarias a las mujeres, además de separarlas de acuerdo
a la ocupación que cada una tiene.
Franja etaria de 19 a 24 (33 encuestadas)
19 encuestadas son sólo estudiantes y 14 estudian y trabajan.
1) ¿A partir de qué edad empezó a fumar?
Promedio de la edad en que empezaron a fumar: 15
2) ¿Por qué empezó a fumar?
3) ¿Tiene familiares directos que fumen?
4) ¿Qué siente cuando fuma?
Encuestadas que sólo estudian
Encuestadas que estudian y trabajan
Los resultados de éstos gráficos son similares en los dos casos, tanto
entre las encuestadas que estudian y las que además de estudiar también
trabajan, salvo el 5% de las primeras, que dicen fumar para sentirse
acompañadas, mientras que el 7% de las segundas sienten compasión
por sí mismas porque saben que no deben fumar pero no pueden dejar
de hacerlo.
5) ¿En qué momentos fuma más?
Encuestadas que sólo estudian
Encuestadas que estudian y trabajan
Existe una gran tendencia en ambos casos a fumar más en salida con
amigos, lo cual se relaciona de alguna forma con la razón por la que
empezaron a fumar la mayoría de las mujeres: probar lo que hacían
sus amigos.
6) ¿Cuántos cigarrillos fuma al día?
Encuestadas que sólo estudian
Encuestadas que estudian y trabajan
En éstos gráficos se observa que si bien comparten la misma franja
etaria, el hecho de que además de estudiar trabajen influye en la
cantidad de cigarrillos que consumen por día. Es decir, mayor exigencia
física e intelectual- mayor consumo de cigarrillos.
7) ¿Se considera adicta al cigarrillo?
Encuestadas que sólo estudian
Del 100% de las encuestadas que sólo estudian, el 36% no se considera
adicta y fuman un promedio de 6 cigarrillos por día.
El 63% que se consideran adictas, fuman un promedio de 12 cigarrillos
por día.
Encuestadas que estudian y trabajan
El 50% de las encuestadas que estudian y trabajan no se consideran
adictas, fuman un promedio de 8 cigarrillos por día.
El otro 50% se consideran adictas fumando un promedio de 15 cigarrillos
por día.
8) ¿Considera que el cigarrillo es una adicción?
El 100% de las encuestadas (mujeres de entre 19 y 24 años que estudian
y las que además de estudiar también trabajan) respondió que el hábito
del cigarrillo es una adicción.
9) ¿Conoce las consecuencias que produce el humo del tabaco?
El total de las encuestadas contestaron conocer las consecuencias
del humo del tabaco.
10) ¿Fuma en lugares cerrados?
Encuestadas que sólo estudian
Encuestadas que estudian y trabajan
Las encuestadas que solo estudian respondieron que no fuman en lugares
cerrados porque pasan la mayor parte de su tiempo entre la facultad
y su casa, pero si lo hacen en su casa es, por ejemplo, en su habitación
a la hora de estudiar.
Sin embargo, las encuestadas que respondieron en mayor porcentaje
a la pregunta de fumar o no en lugares cerrados, son las que además
de estudiar trabajan.
11) ¿Está de acuerdo con la ley que prohíbe el humo del tabaco en
lugares públicos cerrados?
El 88% de las encuestadas que se mostraron disconformes con la ley
que prohíbe fumar en espacios públicos cerrados, son adictas.
12) ¿Puede controlar las ganas de fumar en público?
Encuestadas que solo estudian
Encuestadas que estudian y trabajan
El 100% puede controlar las ganas de fumar en público.
Ambos gráficos muestran una clara evidencia de que las personas que
además de estudiar, trabajan, como están expuestas, en su trabajo,
a terceros, deben aprender a controlar sus deseos de fumar en público.
Mientras que las encuestadas que solo estudian, no tienen la necesidad
de controlar o no esta necesidad.
13) ¿Le dijeron alguna vez que uno de los componentes del cigarrillo
es el arsénico?
El 94% de las encuestadas de está franja etaria, respondió saber que
el arsénico es uno de los componentes del cigarrillo sin darle la
menor importancia, lo cual es alarmante porque tienen plena conciencia
que se están matando de a poco.
El 6% restante que no lo sabía, tampoco se asustó mucho ante la noticia.
14) ¿Es conciente de que el humo de su cigarrillo perjudica la salud
de las personas de su entorno? ¿Qué lo motiva a hacerlo?
El 100% de las encuestadas que sólo estudian respondieron saber que
el humo de su cigarrillo perjudica la salud de los demás, pero la
motivación es diferente.
Motivación
Encuestadas que estudian y trabajan
De este grupo sólo una persona respondió no saber las consecuencias
que produce el humo de su cigarrillo en la salud de los demás.
Motivación
En los dos casos, tanto estudiantes como estudiantes y trabajadoras
a la mayoría las motiva la adicción por el cigarrillo, sobreponiendo
el placer de fumar, a su deber de no hacerlo frente a no fumadores
para preservar la salud de estos.
Es necesario resaltar que al 21% de las encuestadas que estudian y
trabajan, no les importa los daños que puedan causar a los demás con
el humo de su cigarrillo, mientras que las mujeres que sólo estudian
tienen más conciencia del mal que genera el humo del tabaco en su
entorno.
Franja etaria de 25 a 30 (11 encuestadas)
1) ¿A partir de qué edad empezó a fumar?
Promedio de la edad en la que empezaron a fumar: 15
2) ¿Por qué empezó a fumar?
3) ¿Tiene familiares directos que fumen?
4) ¿Qué siente cuando fuma?
A diferencia de la franja etaria anterior, en esta las mujeres fuman
más para calmar su ansiedad que por placer, lo cual se puede ver influenciado
por el estrés del trabajo y por una serie de preocupaciones que las
mujeres más jóvenes aún no han tenido que enfrentar.
5) ¿En qué momentos fuma más?
6) ¿Cuántos cigarrillos fuma al día?
Encuestadas que sólo estudian
Encuestadas que estudian y trabajan
Un 25% de las encuestadas que solo estudia declaró fumar 20 cigarrillos
diarios, mientras que ninguna de las que estudian y trabajan lo hizo.
El porcentaje que designa la cantidad de 10 cigarrillos diarios es
casi idéntica en ambos casos (estudiantes 50%; estudiantes y trabajadoras
40%).
Sin embargo quienes fuman solo 5 cigarrillos diarios son las mujeres
que estudian y trabajan, un 20%; mientras que ninguna de las encuestadas
que solo estudia mencionó esta cantidad.
7) ¿Se considera adicto al cigarrillo?
Todas las encuestadas que únicamente estudian se consideran adictas
y fuman un promedio de 14 cigarrillos por día.
Entre las mujeres que trabajan y estudian (14 encuestadas) sólo una
no se consideró adicta, consume 5 cigarrillos por día. Sin embargo
las que se consideraron adictas consumen un promedio de 12 cigarrillos
por día.
Las encuestadas que exclusivamente trabajan respondieron ser adictas
la mitad; tanto las que se consideran adictas como las que no, consumen
un promedio de 10 cigarrillos por día.
8) ¿Considera que el cigarrillo es una adicción?
La totalidad de las encuestadas de está franja etaria consideró que
el cigarrillo es una adicción.
9) ¿Conoce las consecuencias que produce el humo del tabaco?
Todas las fumadoras encuestadas en la UMSA reconocieron saber de las
consecuencias del humo del tabaco.
10) ¿Fuma en lugares cerrados?
11) ¿Está de acuerdo con la ley que prohíbe el humo del tabaco en
lugares públicos cerrados?
Como muestra la gráfica, solo el 9% no está de acuerdo con la ley
1799; y precisamente las personas que comparten esta respuesta se
consideran adictas al cigarrillo.
12) ¿Puede controlar las ganas de fumar en público?
13) ¿Le dijeron alguna vez que uno de los componentes del cigarrillo
es el arsénico?
14) ¿Es conciente de que el humo de su cigarrillo perjudica la salud
de las personas de su entorno? ¿Qué lo motiva a hacerlo?
El 82% de las encuestadas manifestó no saber que el humo de su cigarrillo
afectaba la salud de los demás.
En todos los casos lo que motiva a encender el cigarrillo es la adicción.
Franja etaria de 34 a 53 (6 encuestadas)
1) Promedio de edad en la que empezaron a fumar: 18
Cuanto mayor es la edad de las encuestadas, mayor en el promedio de
la edad en la que comenzaron a fumar.
2) ¿Por qué empezó a fumar?
Al igual que en las franjas etarias anteriores, no muestran diferencias
en el motivo del porqué comenzaron con éste hábito.
3) ¿Tiene familiares directos que fumen?
El total de las encuestadas de esta franja etaria confesó tener familiares
directos que fumen.
4) ¿Qué siente cuando fuma?
En éste punto se nota una coincidencia con la franja etaria que va
desde los 19 a los 24, porque manifiestan sentir placer mientras fuman
cuando las que fuman para calmar la ansiedad son las encuestadas que
van desde los 25 a los 30.
Otro punto que cabe destacar para comprender mejor este punto es que
esta franja etaria solo trabaja. Esto muestra una clara tendencia:
mujeres con mayores ocupaciones- fuman más por calmar ansiedad que
por placer.
5) ¿En qué momentos fuma más?
6) ¿Cuántos cigarrillos fuma al día?
Las encuestadas fuman un promedio de 13 cigarrillos por día.
7) ¿Se considera adicto al cigarrillo?
Del total de las encuestadas, sólo la mitad se consideran adictas
al cigarrillo y consumen un promedio de 20 cigarrillos por día.
La otra mitad que no se considera adicta consume un promedio de 5
cigarrillos diarios.
8) ¿Considera que el cigarrillo es una adicción?
Todas las encuestadas afirman que el cigarrillo es una adicción.
9) ¿Conoce las consecuencias que produce el humo del tabaco?
La totalidad de las mujeres encuestadas manifiesta conocer las consecuencias
del humo del tabaco.
10) ¿Fuma en lugares cerrados?
11) ¿Está de acuerdo con la ley que prohíbe el humo del tabaco en
lugares públicos cerrados?
12) ¿Puede controlar las ganas de fumar en público?
Todas las encuestadas manifestaron poder controlar las ganas de fumar
en público.
13) ¿Le dijeron alguna vez que uno de los componentes del cigarrillo
es el arsénico?
A mayor edad de las encuestadas, menor información acerca de los componentes
del cigarrillo.
14) ¿Es conciente de que el humo de su cigarrillo perjudica la salud
de las personas de su entorno? ¿Qué lo motiva a hacerlo?
Sólo una persona de todas las encuestadas confiesa no creer que el
humo de su cigarrillo haga daño a los demás, sin embargo el resto
lo sabe.
Análisis de las encuestas realizadas a fumadoras de la UMSA.
Para averiguar la actitud de las fumadoras se realizó una encuesta
a 50 mujeres de entre 19 y 53 años, la misma constó de 14 preguntas
y se las han agrupado en cinco categorías.
Primera categoría: Corresponde a la edad y ocupación de las encuestadas.
Para obtener resultados más claros sobre la problemática de las mujeres
con cigarrillo se decidió dividirlas en tres franjas etarias de 19
a 24, 25 a30 y 34 a 53 años. Se analizaran en profundidad las dos
primeras.
En cuanto a la ocupación se las han asociado también en tres grupos:
sólo estudian, estudian y trabajan y sólo trabajan.
Segunda categoría: La conforman las causas que llevaron a las mujeres
a fumar, aquí se encuentran: el inicio, el por qué y la incidencia
o no del contexto familiar en la práctica del hábito.
Además de lo que genera en ellas el cigarrillo, si bien este punto
pertenece a la siguiente clase, es necesario mencionarlo porque las
respuestas de las encuestadas lo relacionan con ésta.
Tercera categoría: Es el hábito en si mismo e incluye los sentimientos
de las fumadoras al fumar, el lugar(es) en donde lo practican, la
frecuencia y la cantidad de cigarrillos que consumen al día.
Cuarta categoría: Son las consecuencias del hábito y contiene la opinión
de las mujeres sobre si se consideran adictas o no al cigarrillo.
El conocimiento de que es una adición, y la conciencia de las consecuencias
que produce el humo del tabaco.
Quinta categoría: Llamada Hábito/Represión, abarca el poder de control
o no de las fumadoras sobre sus ganas de fumar en público, su aprobación
o disconformidad a la ley nacional Nº 1799 (prohíbe fumar en lugares
públicos cerrados) y el motor que las lleva a seguir haciéndolo a
pesar de conocer los daños que genera el cigarro en su entorno.
Tendencia en las categorías de acuerdo a la edad de las encuestadas
Franja etaria de 19 a 24 (33mujeres)
Las participantes de la muestra que se encuentran dentro de este rango
de edad, empezaron a fumar en promedio a los 15 años.
La mayoría afirma haberlo hecho por probar, y asegura sentir placer
al momento de practicar el hábito. Tienen familiares directos fumadores.
Consumen 11 cigarrillos por día y lo hacen con mayor frecuencia en
salida con amigos o mientras estudian.
En lo referente a si se consideran adictas al cigarrillo no, todas
se piensan como tal, ni reconocen saber que el arsénico es uno de
sus componentes.
Sin embargo la totalidad acepta al cigarrillo como una adicción y
confiesa que conocen las consecuencias nocivas del humo del tabaco
tanto para ellas como para las personas que las rodean.
El motor que lleva a fumar a gran parte de este conjunto es la adicción,
por eso le resulta muy difícil reprimirse a pesar de ser conciente
del mal que genera en los no fumadores. No obstante, sostienen que
puede controlar sus ganas de fumar en público y se muestran de acuerdo
con la ley Nº 1799.
Franja etaria de 25 a 30 (11 encuestadas)
Las mujeres de esta franja fuman en promedio desde los 15 años, casi
todas dicen haberlo hecho por seguir la moda de sus amigos. Tienen
familiares fumadores.
Sobre lo que genera el cigarrillo en ellas, no existe una opinión
mayoritaria contundente, sino dos: las que afirman no sentir nada
al fumar y las que señalan que lo hacen para calmar sus nervios.
Fuman en promedio 12 cigarrillos al día y lo realizan con más frecuencia
mientras estudian y en salida con amigos.
Todo el conjunto admite que el cigarrillo es una adicción y reconoce
tener conciencia de las consecuencias que produce el humo del tabaco.
Empero, la totalidad no sabe que uno de sus componentes es el arsénico.
En cuanto a si se consideran adictas, un grupo confiesa no serlo,
pero la mayor cantidad acepta que el motor por el cual siguen fumando
es la adicción.
Un alto porcentaje dice poder controlar sus ganas de fumar y concuerda
con ley Nº 1799 que prohíbe fumar en lugares cerrados con acceso público.
Categorías
1) Edad y ocupación
Rango de edad: 19 a 24 años.
Ocupación: 19 encuestadas son sólo estudiantes; 14 estudian y trabajan.
Rango de edad: 25 a 30.
Ocupación: 4 encuestadas son estudiantes; 5 estudian y trabajan; y
2 trabajan.
2) Causas del hábito
Las mujeres de las dos franjas etarias empezaron a fumar en promedio
a los 15 años.
De la primera el 52% señala que se inicio en el hábito por probar,
el 45% debido a la influencia de amigos y el 3% no sabe la razón exacta.
El 79% tiene antecedentes de familiares fumadores, el 21% restante
no.
En cuanto a la segunda, el 55% empezó a fumar por influencia de amigos,
el 36% por probar, y el 9% no sabe el por qué.
Respecto a si tienen familiares directos fumadores el 60% aseveró
que sí y el 40% dijo que no.
3) El hábito en si mismo. Se agrupó a las mujeres por su ocupación
¿Qué sienten cuando fuman?
El 63% de las estudiantes comprendidas dentro del primer rango de
edad afirma sentir placer, un 16% asegura que calma los nervios, otro
16% no siente nada, y el 5% final dice sentirse acompañada mientras
fuma.
De las que estudian y trabajan el 65% siente placer, un 14% que calma
sus nervios, a otro 14% no le pasa nada, y 7% admite sentir autocompasión
por sí mismas al fumar.
A diferencia de las anteriores, en las mujeres del segundo rango -
tanto estudiantes, estudiantes y profesionales, y sólo profesionales-
no existe una tendencia mayoritaria en este punto: el 34% admite no
sentir nada y el 33% acepta que calma su ansiedad.
Fumar para formar parte del grupo, por placer, y las que opinan que
no les gusta, comparten cada una un 11%.
Fuman con mayor frecuencia
Mientras estudian. De la primera franja, el 5% de las estudiantes
y el 15% de las que estudian y trabajan.
En lo que respecta a las encuestadas de la segunda franja etaria,
el 28%.
Sólo en salida con amigos. El 37% de las estudiantes y el 38% de las
que estudian y trabajan (mujeres de 19 a 24).
El 27% de las encuestadas de 25 a 30.
Mientras estudia y sola. El 8% que estudian y trabajan de la primera
franja y el 9% de la otra.
Mientras estudia y con amigos. El 58% de las que sólo estudian y el
23% de las estudiantes y trabajadoras de la primera franja.
El 9% de la segunda.
Con amigos, en el trabajo y mientras estudia. El 8% de las mujeres
de 19 a 24 que estudian y trabajan.
En el trabajo y en salida con amigos. El 8% de la segunda franja.
Todo el día. El 18% de la segunda categoría.
Cantidad de cigarrillos que consumen al día
Estudiantes
De la primera franja, el 42% fuma de cinco a siete cigarrillos, le
sigue el 26% con 10, el 21% con 15, y el 11% con 20.
De la segunda, el 50% consume 10, y, del otro 50 %, un 25% fuma 15
y otro 20.
Estudian y trabajan
De la primera franja, el 36% consume de cinco a ocho cigarrillos,
otro 36% fuma 10, el 21% 20 y el 7% 15.
En cuanto a la otra, un 40% consume 15, otro 40% 10, y el 20% último
sólo cinco.
Sólo trabajan
Segunda franja: fuman 10 cigarros.
¿Fuma en lugares cerrados?
Rango 19 a 24: El 57% de las estudiantes no fuma en ambientes cerrados,
el 32% si lo hace, y a veces el 11%.
De las que estudian y trabajan, el 50% sí, 43% aclara que no y 7%
confiesa que a veces.
Rango 25 a 30: el 73% no, el 18% sí, y el 9% a veces.
4) Consecuencias del hábito
Rango de 19 a 24: El 63% de las encuestadas que únicamente estudian
se consideran adictas y fuman en promedio 12 cigarrillos por día.
El 37% que no se considera como tal, consume aproximadamente seis.
Mientras que un 50% de las que estudian y trabajan se consideran adictas,
el otro 50% no piensa lo mismo. Las primeras fuman un aproximado de
15 cigarrillos al día y las segundas ocho.
El 100% de las fumadoras -tanto las estudiantes y las que además de
serlo también trabajan - admite que el hábito del cigarrillo es una
adicción y reconoce las consecuencias que produce el humo del tabaco.
El 94% del total dice saber que el arsénico es un componente del cigarrillo
y el 6% restante no estaba enterado.
Rango 25 a 30: Todas las encuestadas que sólo estudian se consideran
adictas y fuman un promedio de 14 cigarrillos por día.
Entre las que trabajan y estudian sólo una de ellas no se consideró
adicta, consume 5 cigarrillos por día. Las que sí se consideran adictas
consumen un promedio de 12 cigarrillos diarios.
De las encuestadas que sólo trabajan, el 50% respondió ser adicta.
Tanto las que se consideran adictas como las que no, consumen un promedio
de 10 cigarrillos por día.
La totalidad de las encuestadas consideró que el cigarrillo es una
adicción, y reconoce saber de las consecuencias del humo del tabaco.
El 73% dice saber que el arsénico es un componente del cigarrillo,
el 27% restante no estaba enterado.
5) Hábito/represión
Franja 19 a 24
Del total de las estudiantes el 79% afirma que puede controlar sus
ganas de fumar en público, el 16% no y el 5% final menciona que a
veces.
El 100% conoce las consecuencias que produce el humo de su cigarrillo
a terceros. Sin embargo el 68% afirma que a pesar de conocer las secuelas,
la adicción no le permite dejar de fumar.
El 24% dice analizar primero la situación del entorno en el que fuma,
y por último el 8% no tiene en cuenta los motivos.
De las mujeres que estudian y trabajan el 100% puede controlar las
ganas de fumar en público. Solo una de ellas admite no saber las consecuencias
que produce el humo de su cigarrillo en la salud de los demás.
El 79% señala a la adicción como el principal motor para seguir fumando,
al 21% final no le importa los motivos por los que fuma ni los daños
que puede causar a su entorno.
El 88% del total (estudiantes, estudiantes y trabajadoras) asegura
estar de acuerdo con la ley que prohíbe fumar en espacios públicos
cerrados y sólo el 12% restante está disconforme con la misma.
Franja 25 a 30
Según lo que indican los resultados, la mayoría de las mujeres puede
controlar sus ganas de fumar, así pues el 64% afirma ser capaz de
hacerlo, y sólo el 36% considera que no.
El 100% confiesa conocer las consecuencias que produce el humo del
tabaco en su salud, sin embargo el 82% no era conciente de que este
humo también perjudicaba a las personas de su entorno.
Las encuestadas aluden que el motivo fundamental para seguir fumando,
a pesar de conocer los efectos nocivos del cigarrillo, es la adicción.
El 91% se muestra de acuerdo con la ley 1799, porque considera que
protege a los no fumadores, no obstante manifiestan sentirse incómodos
con esta disposición.
Conclusiones por categoría
Causas del hábito
En lo referente a la edad, no existe una diferencia relevante en las
fumadoras de las distintas franjas etarias, pues las dos primeras
tienen el mismo promedio y el rango de 34 a 53 los 18 años.
En el caso de antecedentes familiares hay una tendencia mayoritaria
en el total de encuestadas, a pertenecer a familias fumadoras, así
como a empezar a fumar por la influencia de amigos.
Si bien las mujeres señalan que empezaron a fumar por amigos, probar,
o por otros motivos, es una razón implícita tener, como antecedente
para fumar, padres u otro tipo de familiares directos que practiquen
el mismo hábito, pues crecieron pensando que como papá o mamá lo hacían,
no era algo dañino para la salud.
El hábito en sí mismo
Un punto notable para destacar, es lo que sienten las mujeres al fumar:
tanto en la primera franja como en la tercera el factor dominante
por el que ellas fuman es el placer.
Esta situación no se aprecia en la segunda: aquí las opiniones están
dividas, el placer no es una razón primordial. Al contrario, está
relegado a un 11%.
Según los datos arrojados por la encuesta esto sucede porque las mujeres
de la franja del centro (25 a 30 años) viven más presionadas que las
otras.
A esta edad se tienen mayores obligaciones que cuando se era post
adolescente, empieza un cambio en cuanto a la madurez emocional, se
presta más atención a ciertas cosas que en la juventud no se hacia.
Trabajar, estudiar y además ocuparse de una familia, genera mayores
tensiones en ellas, por lo cual buscan en el cigarrillo una forma
de calmarlas.
En cuanto a los momentos en que se fuma con mayor frecuencia, en general
hay una tendencia a realizarlo en reuniones sociales, aunque en el
caso de las mujeres que trabajan además de estudiar, el lugar de trabajo,
se vuelve otro aliado del cigarrillo.
Respecto a la cantidad de cigarrillos que se consume al día, no difiere
mucho entre las tres franjas.
Consecuencias del hábito
Todas las encuestadas conocen que el cigarrillo es una adicción, pero
no todas se consideran adictas.
Adicción es aferrarse a un hábito y no poder dejar de hacerlo a pesar
de saber que puede causar daños irreparables. Ser adicto no significa
fumar más o menos cigarrillos, sino no poder alejarse de ellos.
Lo cual, según los datos de la encuesta, no es verificable del todo,
pues la respuesta de las mujeres a la pregunta ¿Se considera adicta?
es subjetiva y no se puede comprobar a ciencia cierta si pueden o
no dejar de fumar, por lo menos, 24 horas.
Otro punto considerable de ésta categoría son las consecuencias. Todas
saben que el humo del tabaco es nocivo para su salud, y gran parte
también conoce que lo es para su entorno, pero no pueden evitarlo.
En lo cual hay una contradicción, porque las mismas que afirman no
ser adictas ponen como pretexto para seguir fumando la adicción.
Es comprobable que no todas conocen los efectos nocivos del cigarrillo,
ni siquiera los elementos que lo componen. Muchas mujeres no saben
que la fumadora corre riesgos añadidos en comparación con las que
no lo son.
Por ejemplo: si toma anticonceptivos orales, está expuesta a un mayor
riesgo de ataques cardíacos, apoplejía o trombosis de las venas de
las piernas. Además existe reducción de la fertilidad y la fecundidad,
mayores riesgos de aborto, parto prematuro y embarazos ectópicos.
También, la menopausia se adelanta de uno a tres años.
Estás son sólo algunas de las consecuencias que genera el fumar en
la salud.
Hábito/ Represión
La tendencia dice que las fumadoras conocen las secuelas que causa
el cigarrillo en la salud de su entorno, pero, como ya mencionamos
anteriormente, afirman seguir fumando por adicción. En el peor de
los casos no les importa si causan daño o no.
En ambas situaciones, según el proceso de "Sublimación", enmarcado
dentro de la teoría psicoanalítica Freudiana, las mujeres buscan saciar
sus ganas de fumar, sobreponiendo el placer y la satisfacción que
les provoca esto, a la cruel realidad de darse cuenta que el cumplimiento
de su goce perjudica a los otros.
La ley antitabaco surge como un medio de represión al hábito, para
salvaguardar la salud del no fumador.
La medida ha sido aceptada por las mujeres de ésta encuesta, aunque
manifiestan que también deben existir ambientes para ellas.
Conclusión General de las categorías
Las mujeres empiezan a fumar cada vez a menor edad y en mayor cantidad
en comparación con los jóvenes, este dato es comprobable según últimos
estudios realizados por la OMS (Organización mundial de la Salud),
lo cual supone una próxima generación de mujeres que fumen más que
los hombres.
Esto aún no sucede porque el porcentaje en adultos es mayor en los
varones pero como lo que se ve en adolescentes es que las mujeres
fuman más que los varones, se espera una futura generación de fumadoras.
Saber que fumar no es visto de mala manera por la sociedad incentiva
a una mayor cantidad de adolescentes -en este caso mujeres - a probar.
Según los datos obtenidos el cigarrillo es una fuente más de sociabilidad,
de inclusión en un grupo, además de servir también como método para
la expulsión de tensiones, generadas por: el trabajo, estudio, y otras
razones.
Las fumadoras son concientes de que el hábito es aceptado, y esto
ayuda de alguna manera a perder la noción del daño que causa el humo
del tabaco en los otros y en ellas mismas. Pues de una forma u otra,
es decir sabiendo que es nocivo para la salud o no, lo único importante
es cumplir con su deseo de fumar.
La reciente ley 1799 busca frenar de alguna manera este deseo y hacer
respetar el derecho que tiene el no fumador a no verse expuesto involuntariamente
al humo del cigarrillo. Así mismo la norma actúa como medio de represión
del placer y hace tomar conciencia a las mujeres de los efectos negativos
del fumar.
Conclusión de la investigación: "Actitud de las fumadoras ante
los no fumadores"
La investigación "Actitud de las fumadoras ante los no fumadores"
logró confirmar lo que se postuló desde un primer momento: las fumadoras
son concientes del daño que se causan y que causan a los demás, sin
embargo continúan con el hábito sin otra motivación más que la adicción.
Según la muestra poblacional seleccionada para dicho estudio (50 mujeres
fumadoras de la Universidad del Museo Social Argentino), se dejó en
clara evidencia que cuanto más ocupadas están las mujeres, más fuman.
Esta observación, que surge en el marco empírico, lo que hace es confirmar
el marco situacional en el que se manifiesta que en países industrializados
se vio un incremento en la cantidad de mujeres con éste hábito.
Teniendo en cuenta que Argentina es un país en desarrollo esta afirmación
encaja perfectamente, ya que la mujer no sólo se dedica a los quehaceres
domésticos y educa a sus hijos, sino que también sale al mercado laboral
y pelea por una igualdad con respecto a los hombres.
Esta afirmación, que surge del análisis del marco empírico y el marco
referencial teórico, es solo una afirmación subjetiva, ya que varios
indicios nos llevan a ella, pero ninguno lo confirma por completo.
Las mujeres analizadas, en esta investigación, son personas que además
de estudiar, trabajan. Es así como el promedio de cigarrillos que
se consume por día es mayor en personas que realizan éstas dos actividades
que aquellas que solo realizan una.
La sensación de fumar también es diferente. Mientras que en jóvenes
de 19 a 24 lo que produce es placer, para las mujeres de 25 a 30 lo
que genera es calmar los nervios y la ansiedad.
Se debe señalar que las fumadoras de 35 a 53 son, de nuestra muestra
poblacional, las que menos información tienen acerca del cigarrillo;
ya sea en su composición química como en las consecuencias negativas
que éste hábito acarrea. Sin embargo son ellas las que piensan más
en el otro a la hora de encender un cigarrillo. Comparada a la franja
etaria de 19 a 24 en donde hay más información pero menos tolerancia
hacia los no fumadores.
Pero esto es entendible debido a que estas mujeres aún son adolescentes
y en ellas prima el principio egoísta en el que solo buscan el placer
personal, sin pensar en las consecuencias, tanto para ellas como para
las personas de su entorno.
Sin embargo, ésta actitud egoísta se encuentra un poco más atenuada
en las mujeres maduras ya que, por tener más experiencia y mayores
responsabilidades, su cigarrillo está expuesto a más personas, ya
sea a sus familias, como a las personas con y para las que trabajan.
Entonces se entiende que no solamente se necesita información acerca
de las adicciones para no caer en ellas, tampoco leyes en las que
se prohíba fumar en determinados lugares, sino que todo esto debe
ir mucho más allá. Tiene que ver con la cultura de cada pueblo y con
el bienestar que se desea para futuras generaciones, con darle sólo
el lugar que se merece a la publicidad de empresas tabacaleras y que
ese límite no se corra. Por último, pero no por eso lo menos importante,
es fundamental la comunicación que se da entre padres e hijos. Porque
el ejemplo se facilita más que con las palabras, con la "actitud".
Lucrecia
Pérez Orué.
Jessica Rodríguez Moya.
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